Haz click aquí para copiar la URL

Thérèse D.

Drama Adaptación de la novela homónima de François Mauriac (1927). Principios del XIX. La joven Thérèse contrae un matrimonio de conveniencia con Bernard Desqueyroux, un hombre anodino, aburrido e insensible a los placeres de la carne. Su insatisfacción es tal que, en un arrebato absurdo y desesperado, intenta envenenar a su marido. Una vez desenmascarada, tendrá que enfrentarse a la justicia, pero mucho peor será tener que afrontar el ... [+]
Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
5
3 de diciembre de 2017 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece una película descompensada y fría. El 'castigo' al que se ve sometida Thérèse está representado de manera insustancial. La privación de libertad merma su vitalidad, hasta ahí claro. La soledad que experimenta al lado de esa familia es mayor: antes la relación era insípida, ahora del todo inexistente. Pero eso no me inspira gran cosa, no me dice lo suficiente. De ahí, más notable la primera mitad que la segunda. Quizás lo que más me decepcione es la escasez de matices psicológicos, de ahí a que me salga antes alabar la actuación del marido (un alcornoque en toda regla pero no me termina de caer del todo antipático, por mucho que la película se empeñe) que la de la propia Tautou.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me ha llamado la atención su última conversación, la de ella y él. La más franca y directa en años, como nunca la han tenido, incluso antes del incidente. Se respiraba otro ambiente, en realidad esa vez hasta tenían algo que decirse. Hasta Tautou lo percibe, en este momento veo algo en tu mirada que indica que algo te importa de verdad, a diferencia de antes, le dice. Tras despedirse, el marido camina unos pasos y vuelve. Quería decirla o hacer algo más. Su poco apasionada personalidad le hace optar por decir una frase superflua y volver a irse. ¿Qué sería lo que la quería decirla en realidad? Me decanto por unas palabras de cariño que finalmente no brotaron, después de todo habría que admitir que no era el momento adecuado. Habría que admitir que ese 'paso en falso' a última hora de cara a una mujer es justo lo contrario que la reconquista final made un Hollywood, como por ejemplo en 'Family Man' (2000).
7
14 de mayo de 2014 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En “Thérèse D.”, Claude Miller adapta la novela de François Mauriac y recoge su crítica social, con la misma sutilidad y psicologismo pero con una narrativa lineal y académica. Su protagonista es una mujer inteligente y con aspiraciones de autenticidad (interpretada con asombrosa contención por Audrey Tautou), decidida a no seguir el patrón de una burguesía provinciana francesa que mira más a las convenciones sociales que a la verdad de sus vidas. Thérèse no está dispuesta a ser “un personaje” más en ese teatro de hipocresía pero, a pesar de ello, termina casándose por conveniencia con Bernard (Gilles Lellouche)... para así aumentar el patrimonio de ambas familias. No hay amor -aunque sí respeto- en ese matrimonio pactado, que será el cauce ordenador de tantas y tan bulliciosas ideas como hay en esa cabeza femenina. Al menos, así lo espera la propia protagonista.

Todo va según lo previsto hasta que Thérèse ve cómo Anne, su cuñada y mejor amiga, se enamora pasionalmente de un joven del entorno. Entonces vemos cómo brotan en su interior una envidia silenciosa y unos deseos reprimidos durante años: su confidente va a conseguir liberarse del corsé social y dar alas a sus sentimientos... cuando ella no ha podido ni siquiera incoarlo. La historia sigue con las trabas familiares que dificultan que esa naciente relación prospere, con la esperanza de Thérèse de encontrar alguna inquietud -algún sentimiento- en los ojos de su marido, con el atentado urdido de manera alocada contra Bernard, con el juicio legal y familiar contra ese espectro de mujer.

Nunca se sabrán con exactitud las causas del intento de asesinato ni tampoco lo que sucede en esa alma, un poco atormentada, un poco enajenada... un mucho demacrada. No hay vida en sus ojos, y su pretensión inicial de no ser “un personaje” más en la familia ha desembocado en desequilibrio e inestabilidad afectiva. La propia mujer señala cómo terminó siendo como todos... porque aquella Thérèse juvenil también era así y no quiso aceptarlo. Durante meses hemos asistido a un viaje hacia el vacío y la soledad, huyendo del personaje en busca de la personalidad... pero sin decisión ni clarividencia, sin saber realmente qué se quería alcanzar, para quedarse en la confusión y en la alienación... a pesar de ese último y ambiguo plano que poco tiene de liberación. Thérèse se nos presenta como una nueva Bovary, como una mujer que trató de romper los moldes de su época para terminar rompiéndose ella misma.
4
3 de septiembre de 2013 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Abúlico film que retrata la encajonada vida de Therese, al verse obligada a casarse con Bernard Desqueyroux, con quien no experimenta ningún tipo de placer, sometiéndose a sus normas y a una vida de pareja sin muchas expectativas. El pérfil de una mujer fastidiada, ahogada, con el sentimiento maternal apagado, a quien la presión social la oprime para adoptar el rol de abnegación considerado, que se acrecenta después de algún moviemiento en falso por parte de ella.

La conexión con el personaje se esfuma casi de inmediato... una cinta plana, limitada, los personajes en torno a ella no apuntalan la trama y el guión nos conduce a un marasmo inevitable.
6
20 de septiembre de 2013 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thérèse Desqueyroux es la última película de Claude Miller fallecido en abril del año pasado. El director francés, vinculado en sus inicios a la Nouvelle Vague, aunque de una generación más joven que Godard y compañía, comenzó su carrera a principios de los 70 dejándonos casi una veintena de títulos

(...)

¿De qué trata? Tras una brevísima introducción en la que vemos a Thérèse en su etapa adolescente, nos trasladamos a Argelouse, una zona de Aquitania en Francia, cerca de Burdeos, en la que se desarrolla la acción. Años 20. Thérèse es hija de un político regional y posee un territorio en la zona. Se casa con Bernard Desqueyroux, procedente de una vecina familia también de la burguesía terrateniente. Clásica unión marital con fines pragmáticos en la que el amor queda en un segundo plano.

La cinta pivota casi en exclusiva en torno a la figura ambivalente y enigmática de Thérèse Desqueyroux, una especie de austera Madame Bovary. Su inocente mirada de niña, que se estremece ante la muerte de un pájaro, se transforma en unos ojos entornados que miran la vida con gravedad y desaliento, con agresividad contenida y una pragmática ración de afectación burguesa. Asi es Thérèse, una mujer poliédrica de recovecos espirituales innombrables, incluso para sí misma. Una mujer aparentemente resolutiva que tropieza una y otra vez con decisiones de conveniencia que la ponen al borde del colapso.

Thérèse Desqueyroux es una cinta de personajes, que invierte casi todo el esfuerzo en dibujar su psicología y la relación entre ellos. Los escenarios y la fotografía son el complemento para este estudio del alma (femenina) en un asfixiante entorno de convencionalismos burgueses.

Thérèse se casa para ordenar una mente efervescente, apasionada, pero aprisionada por los pinos, que actúan como barrotes de una jaula de conveniencia. Solo el lago actúa como vía de escape. Y su amiga y cuñada Anne. Pero cuando Anne inicia una relación con el libertino Jean Azevedo, el precario orden en la mente de Thérèse vuelve a perderse. E inicia una huida hacia ninguna parte que incluye una hija, un intento de asesinato, un posible adulterio y una ruptura con su amiga Anne.

Thérèse Desqueyroux es, de esta forma, una cinta que explora la feminidad en tiempos difíciles a través de un personaje contradictoria que pretende estar en misa y repicando. Y no se puede. Pero es esto lo que nos atrae de Thérèse, su autenticidad. No obstante, consideramos superflua la conversación entre Thérèse y Bernard que cierra la película. No necesitamos aclaraciones.

A nivel interpretativo esta cinta nos trae una buena actuación de Audrey Tautou siempre recordada (y encasillada) en su legendario papel de Amelie. Es más que probable que Tautou esté más que harta de aquella película, a pesar de que la lanzó al estrellato mundial. Por eso aquí interpreta a una mujer completamente diferente, la antítesis de lo Pop. Tautou aprieta los labios, mira con desdén y se mueve de forma mecánica para dibujar la potente y compleja psicología de su personaje. Un trabajo notable.

A Tautou le acompañan Gilles Lellouce (Bernard) y Anaïs Demoustier (Anne), dos intérpretes solventes de importante trayectoria en el cine francés.

Thérèse Desqueyroux es un relato clásico que complacerá a los cinéfilos amantes de la literatura. Miller cumple en su último trabajo y logra cerrar de forma notable su carrera.

Lo Mejor: La complejidad psicológica del personaje principal mantiene en vilo al espectador.

Lo Peor: Su clasicismo puede resultar hiriente para algunos espectadores. Tal vez sobre alguna escena que aclara lo que no precisa aclaración.

[crítica publicada en alucine.es]
6
11 de noviembre de 2013 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Audrey Tautou, otrora la feliz e incombustible ‘Amelie’, nos ofrece un personaje bastante alejado de éste, una joven deprimida, hastiada, aunque con matices de felicidad en dosis mínimas. Si en esta ‘Thérèse’ algo hay que remarcar, es la evolución de su personaje, que va desde la calidez y la alegría de una chiquilla que degusta la lectura, hasta la frialdad y el hieratismo de una mujer cansada e infeliz que estalla en una combustión espontánea, como si de un incendio inesperado se tratara. Ahí es donde Tautou nos deleita con una interpretación fascinante. Pero el trabajo más destacable es el de su director, que insufla a su película un realismo inusitado. Se aleja de florituras y dramatismos innecesarios para contarnos una historia de forma sencilla, aunque en el camino se dejó la expresividad y el calor humano que debería haber insuflado. Aún así, es una película que se ve con gusto y se puede llegar a disfrutar a pesar de esos frenazos narrativos que da.
El color es uno de los protagonistas más notables en la cinta de Miller, un color vivo y cálido al principio que se va atenuando y adoptando tonalidades grisáceas, acompañando así a la Thérèse del relato. Todo ello hace que su fotografía se convierta en el punto más deleitoso junto a la ya mencionada interpretación de Tautou, en un género que gustará a asiduos pero ahuyentará a detractores del mismo. La belleza y la sencillez son dos de su estandartes, los cuales Miller coloca entre las cuatro paredes de la casa de los Desqueyroux, casa que poco a poco se convierte en una prisión personal para Thérèse de tal intensidad que acaba absorbiéndola, y al espectador seguro que también, una labor que sólo se consigue con la buena mano de Miller tras las cámaras. Un último trabajo que dejará, en más de uno, un buen sabor de boca, a pesar de su triste despedida.

Para aquellos que disfruten con los dramas costumbristas de principios de siglo y adoren el savoir faire francés.
Lo mejor: Audrey Tautou y la evolución de su personaje a través de sus tonalidades.
Lo peor: Su lentitud narrativa, que llega a pararse en algunos momentos clave.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para