El día del chacal
1973 

7.5
10,645
Intriga
Año 1963. Chacal, un prestigioso asesino a sueldo cuya verdadera identidad nadie conoce, ha sido contratado por la OAS para llevar a cabo una arriesgada misión: asesinar al Presidente de la República Francesa, el general Charles De Gaulle. La novia de un paracaidista ejecutado por su pertenencia a la OAS es la encargada de proporcionar información sobre los movimientos del Presidente gracias a su relación con un miembro del servicio de ... [+]
2 de noviembre de 2008
2 de noviembre de 2008
27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espléndida adaptación de la novela de Frederick Forsyth, guionizada por Kenneth Ross y con un experto tras la cámara como el vienés Fred Zinnemann con más de cuatro décadas de cine a sus espaldas y un puñadito de obras maestras.
La historia, de sobra conocida, se constituye en un thriller en el que, por una parte, se nos cuenta el trabajo minucioso de un asesino a sueldo (o sicario, bonita palabra), contratado por la OAS, una organización ultranacionalista francesa, para cargarse a Charles de Gaulle; al mismo tiempo, vemos cómo "los buenos", es decir, politiquillos varios y polis a tutiplén, mueven sus piezas para intentar impedir que el Chacal lleve a cabo su propósito.
A través de casi dos horas y media es fascinante ver la meticulosidad con la que el misterioso asesino va preparando su acción, mientras el tiempo corre inexorablemente, quién sabe si a favor del chacal o de la policía (es omnipresente durante toda la trama esa magnitud física, constatada por la presencia de numerosos relojes), y en ningún momento se hace aburrida (tal vez gracias al estupendo montaje a cargo de Ralph Kemplen, que le valió una nominación al Óscar).
También me pareció acertadísima la elección de Edward Fox como el asesino, a pesar de que desde la productora intentaran imponerle a Zinnemann la presencia de Michael Caine o Roger Moore, pero el director quería que quien encarnara al Chacal fuera una cara desconocida para el gran público. Creo que el actor inglés hizo un magnífico trabajo, irradiando el magnetismo necesario para dar credibilidad a ese personaje caracterizado por la frialdad con la que lleva a cabo su faena (me encanta cómo, "off screen", el Chacal se va "deshaciendo" de los obstáculos que encuentra en su camino hacia el crimen).
Hay momentos auténticamente soberbios, como esos 7.45 minutos durante el desfile militar, en los que no hay palabras, no hay música, pero la tensión es máxima, ya que sabemos que nos hallamos cerca del clímax de la historia, y todos los personajes transmiten a la perfección ese nerviosismo de quien sabe que está jugando la parte más importante del partido.
Ya sabemos que las comparaciones son odiosas, pero en este caso no me gustaría dejar de hacer una referencia al pestiño que hizo Michael Caton-Jones un cuarto de siglo después de esta peli, más que nada, para comprobar la diferencia de talento para sacar adelante una historia.
La historia, de sobra conocida, se constituye en un thriller en el que, por una parte, se nos cuenta el trabajo minucioso de un asesino a sueldo (o sicario, bonita palabra), contratado por la OAS, una organización ultranacionalista francesa, para cargarse a Charles de Gaulle; al mismo tiempo, vemos cómo "los buenos", es decir, politiquillos varios y polis a tutiplén, mueven sus piezas para intentar impedir que el Chacal lleve a cabo su propósito.
A través de casi dos horas y media es fascinante ver la meticulosidad con la que el misterioso asesino va preparando su acción, mientras el tiempo corre inexorablemente, quién sabe si a favor del chacal o de la policía (es omnipresente durante toda la trama esa magnitud física, constatada por la presencia de numerosos relojes), y en ningún momento se hace aburrida (tal vez gracias al estupendo montaje a cargo de Ralph Kemplen, que le valió una nominación al Óscar).
También me pareció acertadísima la elección de Edward Fox como el asesino, a pesar de que desde la productora intentaran imponerle a Zinnemann la presencia de Michael Caine o Roger Moore, pero el director quería que quien encarnara al Chacal fuera una cara desconocida para el gran público. Creo que el actor inglés hizo un magnífico trabajo, irradiando el magnetismo necesario para dar credibilidad a ese personaje caracterizado por la frialdad con la que lleva a cabo su faena (me encanta cómo, "off screen", el Chacal se va "deshaciendo" de los obstáculos que encuentra en su camino hacia el crimen).
Hay momentos auténticamente soberbios, como esos 7.45 minutos durante el desfile militar, en los que no hay palabras, no hay música, pero la tensión es máxima, ya que sabemos que nos hallamos cerca del clímax de la historia, y todos los personajes transmiten a la perfección ese nerviosismo de quien sabe que está jugando la parte más importante del partido.
Ya sabemos que las comparaciones son odiosas, pero en este caso no me gustaría dejar de hacer una referencia al pestiño que hizo Michael Caton-Jones un cuarto de siglo después de esta peli, más que nada, para comprobar la diferencia de talento para sacar adelante una historia.
9 de agosto de 2010
9 de agosto de 2010
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chacal cumple con uno de los requisitos por los que valoro una película con un 10 que es su capacidad para mantener constantemente la atención del espectador durante sus más de 2 horas de duración, y hacerlo además de una forma especial, algo que la hace ser original y excelente a su vez. Deja huella.
La meticulosidad en la preparación del crimen perfecto es pasmosa, recreada desde dentro con el papel de E.Fox como el asesino de las 3W, frío, calculador y que no deja nada a la improvisación, así como desde fuera mediante la organización y la inclusión del topo en la búsqueda del magnicidio perfecto. No es extraño pensar que era una adaptación de hechos reales si bien es pura ficción puesto que la historia desde ambos bandos está perfectamente hilada.
Al margen de etiquetas está entre las más grandes películas de intriga siendo de mis películas preferidas, de esas que disfrutas dejándote llevar desde el principio con esa persecución a lo Al Capone o James Cagney y con la que sigues disfrutando conforme avanza con su banda sonora y a ser posible acompañado de un buen ron, whisky o similar en copa de balón sin necesidad de usar gafas de pasta en busca de efectismos.
La meticulosidad en la preparación del crimen perfecto es pasmosa, recreada desde dentro con el papel de E.Fox como el asesino de las 3W, frío, calculador y que no deja nada a la improvisación, así como desde fuera mediante la organización y la inclusión del topo en la búsqueda del magnicidio perfecto. No es extraño pensar que era una adaptación de hechos reales si bien es pura ficción puesto que la historia desde ambos bandos está perfectamente hilada.
Al margen de etiquetas está entre las más grandes películas de intriga siendo de mis películas preferidas, de esas que disfrutas dejándote llevar desde el principio con esa persecución a lo Al Capone o James Cagney y con la que sigues disfrutando conforme avanza con su banda sonora y a ser posible acompañado de un buen ron, whisky o similar en copa de balón sin necesidad de usar gafas de pasta en busca de efectismos.
9 de diciembre de 2005
9 de diciembre de 2005
28 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chacal es probablemente la primera película de ese género que se llama Thriller que se filmó, y que hoy en día aglutina montones de películas que se hacen como rosquillas.
Sin embargo Chacal está muy bien hecha, con mucho esmero y con un gran guión que se basa en una buena novela.
Puede que Chacal no sea esa película "revelación" que cambia tu vida, que no sea muy profunda o trascendente, pero es una gran película dentro de su género. Yo creo que se merece un 10, entretiene, te mantiene pegado a la silla durante toda la película sin dejarte desviar la atención, cuenta una buena historia y además tiene una dirección y unos actores estupendos.
Por cierto ¿como es posible que al acabar la película los personajes del inspector y su ayudante (Derek jacobi) nos parezcan tan bien interpretados como el del asesino (Edward Fox) que apenas dice nada en toda la película? Pues, y aunque suene a chiste, porque nadie hace de aristocrático inglés asesino a sueldo como Edward Fox.
Sin embargo Chacal está muy bien hecha, con mucho esmero y con un gran guión que se basa en una buena novela.
Puede que Chacal no sea esa película "revelación" que cambia tu vida, que no sea muy profunda o trascendente, pero es una gran película dentro de su género. Yo creo que se merece un 10, entretiene, te mantiene pegado a la silla durante toda la película sin dejarte desviar la atención, cuenta una buena historia y además tiene una dirección y unos actores estupendos.
Por cierto ¿como es posible que al acabar la película los personajes del inspector y su ayudante (Derek jacobi) nos parezcan tan bien interpretados como el del asesino (Edward Fox) que apenas dice nada en toda la película? Pues, y aunque suene a chiste, porque nadie hace de aristocrático inglés asesino a sueldo como Edward Fox.
31 de agosto de 2016
31 de agosto de 2016
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Francia tenía asentadas sus banderas en Argelia desde 1830, pero, como suele ocurrir con los países invasores, los privilegios y bondades para sus conciudadanos se vuelven excesivos, y el desprecio y el maltrato para los nativos se convierte en el pan de cada día, porque los nuevos amos se vuelven prepotentes y arrogantes. Así las cosas, con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, en los argelinos se fue rebozando un sentimiento de discordia e inconformidad con el estado de postración en que les tenían los franceses, y hasta unos cuantos militares que habían ayudado a la liberación de Francia, comenzaron a sentir que era infame la manera como se trataba a sus coterráneos. Sublevados, entonces, y autodenominados F.L.N. (Frente de Liberación Nacional) los argelinos dieron lugar a una infatigable guerra de guerrillas contra el ejército francés y las unidades locales a las que ellos llamaron harkis (traidores). Al tiempo, algunos militares franceses de extrema derecha, al mando del general Raoul Salan, conformaron una temible célula conocida como la OAS (Organisation de l’Armée Secrète)… y tras una cruenta guerra que produjo casi un millón de muertes, con los Acuerdos de Evian, se firmó la independencia de Argelia, el 5 de julio de 1962. Cerca de un millón de colonos, originarios de Francia, Italia y España fueron expulsados, y los principales dirigentes y muchos miembros de la OAS, se refugiaron en España, desde donde comenzaron a planear el asesinato del presidente, Charles de Gaulle, a quien consideraron traidor a la patria, por haberle concedido la independencia a Argelia.
Sobre este incidente, es que el escritor Frederick Forsyth, se inspiró para recrear el macabro plan, que luego publicaría con el título “El día del chacal” (1971), un thriller que sería un celebrado bestseller, pues, en el describe, con admirable y sorprendente rigurosidad, los pormenores que tuvieron que manejar los servicios de inteligencia franceses para conseguir dar con el paradero del escurridizo terrorista contratado para ejecutar el asesinato.
Como este personaje ha sido asociado con el venezolano, Ilich Ramirez Sánchez, también conocido como Carlos el terrorista, el escritor Forsyth salió al paso para desmentir el hecho, sosteniendo que su personaje es ficticio y que, el mote de Chacal, aplicado a Ramírez, fue ocurrencia de un subeditor quien, con posterioridad a la publicación de la novela, decidió llamarle así para dar impacto a un artículo sobre ese personaje que, ahora cumple cadena perpetua en una cárcel de Francia.
El director Fred Zinnemann, nos ofrece una verdadera lección de cine, con un filme rigurosamente editado, que no deja ni un solo cabo suelto y que consigue atraparnos con esa brillante exposición de recursos que manejan, no sólo los servicios de inteligencia, sino también el hombre que ha puesto en su mano la ejecución del plan.
Muy acertada la elección de Edward Fox para el rol de “Chacal”, pues, con su rostro desconocido para gran parte del público, logra un impresionante personaje que, además, se convierte en uno de los más sagaces criminales que nos haya dado el cine. Junto a él, dos rostros inolvidables: El de Olga Georges-Picot (actriz que se suicidaría, a los 57 años, saltando desde su apartamento en un 5° piso) quien logra una efectiva Denise, la mujer que sirve de enlace a Chacal con el servicio de inteligencia francés; y Delphine Seyrig, la preciosa Colette de Montpellier que se empeña en saber más de lo que debe.
Título para Latinoamérica: “EL DÍA DEL CHACAL”
Sobre este incidente, es que el escritor Frederick Forsyth, se inspiró para recrear el macabro plan, que luego publicaría con el título “El día del chacal” (1971), un thriller que sería un celebrado bestseller, pues, en el describe, con admirable y sorprendente rigurosidad, los pormenores que tuvieron que manejar los servicios de inteligencia franceses para conseguir dar con el paradero del escurridizo terrorista contratado para ejecutar el asesinato.
Como este personaje ha sido asociado con el venezolano, Ilich Ramirez Sánchez, también conocido como Carlos el terrorista, el escritor Forsyth salió al paso para desmentir el hecho, sosteniendo que su personaje es ficticio y que, el mote de Chacal, aplicado a Ramírez, fue ocurrencia de un subeditor quien, con posterioridad a la publicación de la novela, decidió llamarle así para dar impacto a un artículo sobre ese personaje que, ahora cumple cadena perpetua en una cárcel de Francia.
El director Fred Zinnemann, nos ofrece una verdadera lección de cine, con un filme rigurosamente editado, que no deja ni un solo cabo suelto y que consigue atraparnos con esa brillante exposición de recursos que manejan, no sólo los servicios de inteligencia, sino también el hombre que ha puesto en su mano la ejecución del plan.
Muy acertada la elección de Edward Fox para el rol de “Chacal”, pues, con su rostro desconocido para gran parte del público, logra un impresionante personaje que, además, se convierte en uno de los más sagaces criminales que nos haya dado el cine. Junto a él, dos rostros inolvidables: El de Olga Georges-Picot (actriz que se suicidaría, a los 57 años, saltando desde su apartamento en un 5° piso) quien logra una efectiva Denise, la mujer que sirve de enlace a Chacal con el servicio de inteligencia francés; y Delphine Seyrig, la preciosa Colette de Montpellier que se empeña en saber más de lo que debe.
Título para Latinoamérica: “EL DÍA DEL CHACAL”
17 de agosto de 2014
17 de agosto de 2014
21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chacal es un profesional de pies a cabeza. Elegante con chaqueta y corbata y mutilado con la pata a media asta. Nuestro asesino, a diferencia de muchos otros, me cae bien y sus métodos de asesinar son de lo más logrado del séptimo arte. Chacal, la película, es de una precisión matemática raramente vista en el cine y sus casi 140 minutos no se hacen nada largos. Chacal, el asesino, por 500.000 dólares te asesina a la carta. Sus honorarios son muy grandes pero da resultados, excepto en el cine. Yo, Claudio ayuda al comisario y su ayuda fue fundamental a resolver uno de los casos más fascinantes del cine europeo.
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