Una lección de amor
1954 

6.9
547
Comedia. Drama
El ginecólogo David Erneman y su mujer Marianne llevan quince años casados. Un verano, David tiene una aventura. Marianne, desesperada, huye de Copenhague para reanudar la relación con su ex-novio, Carl Adam. David, celoso y hastiado de su amante, sólo desea una cosa: reconquistar a su esposa. Los dos vuelven a reencontrarse en el tren que va hacia Copenhague y rememoran las escenas de su vida en común. (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2016
28 de diciembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una sonrisa, más de una quizás cuando el tren llega a Copenhague y la película empieza a acabar... Ver para creer, cuando me dijeron que Bergman hizo una comedia y me la describieron no lo creía. Son esas cosas que hay que ver, en versión original por supuesto, el mismo idioma que ha usado para enfrentarnos al silencio de Dios, para escarbar en los odios interiores de la familia y manejar el existencialismo más doloroso. Aquí hablan el mismo sueco y sin embargo están tan lejos del drama que no queda otra que afirmar que efectivamente es una comedia ligera. Y con un ginecólogo de protagonista nada menos.
Mi veredicto es que no es mala, sería incapaz hablar mal de una película que tiene un buen armazón, que está bien hecha y que cuenta detrás de las cámaras con un señor que de inteligencia va sobrado. Pero me pasa como los grandes títulos de su filmografía: me rindo ante la evidencia de una película bien hecha y sin embargo no puedo considerarla enorme. El que sabe hacer bien las cosas las hace tanto sean de un color como de otro.
Sospecho que los enamorados del director sueco se reirán un tono más de lo que correspondería. Sospecho que hasta la sobrevaloran, como si ahora fuera Wilder. Yo con Bergman no me parto, y si digo que me parto es una ironía, como hacer ginecólogo al protagonista.
Mi veredicto es que no es mala, sería incapaz hablar mal de una película que tiene un buen armazón, que está bien hecha y que cuenta detrás de las cámaras con un señor que de inteligencia va sobrado. Pero me pasa como los grandes títulos de su filmografía: me rindo ante la evidencia de una película bien hecha y sin embargo no puedo considerarla enorme. El que sabe hacer bien las cosas las hace tanto sean de un color como de otro.
Sospecho que los enamorados del director sueco se reirán un tono más de lo que correspondería. Sospecho que hasta la sobrevaloran, como si ahora fuera Wilder. Yo con Bergman no me parto, y si digo que me parto es una ironía, como hacer ginecólogo al protagonista.
14 de marzo de 2024
14 de marzo de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Verdades profundas en tono irónico en una comedia completamente recomendable para iniciarse en la densa obra cinematográfica metafísica de Bergman. Es una pena que no se reconozca más el valor de esta obra.
Hay hambre de comedias inteligentes que traten temas adultos, serios como el drama de las desavenencias de una pareja él un ginecólogo con prestigio y su esposa con toda la gama de indirectas sobre estereotipos sociales y sexuales posibles, con buenas interpretaciones con una retranca en estado de gracia, los roles a los que nos obliga la sociedad, pero con un tratamiento plenamente cinematográfico.
Lo más curioso es que con son temas a los que volvería 20 años después de forma muchísimo más pesada, repetitiva, pedante e intentado ser lo más intelectual posible, y ahí sí que le dieron prestigio como un artista genial.
Y el problema es que priorizamos la risa a la sonrisa que nos hace recapacitar, además que nadie pensaría que Ingmar Bergman hizo comedias, y una comedia tan absurda y sensata a la vez que recordaría algo a las conversaciones típicas, aunque más hipocondríacas, que décadas después tendría Woody Allen.
Después se fue haciendo denso y más denso y se diluyó el sentido cómico de sus obras.
Hay hambre de comedias inteligentes que traten temas adultos, serios como el drama de las desavenencias de una pareja él un ginecólogo con prestigio y su esposa con toda la gama de indirectas sobre estereotipos sociales y sexuales posibles, con buenas interpretaciones con una retranca en estado de gracia, los roles a los que nos obliga la sociedad, pero con un tratamiento plenamente cinematográfico.
Lo más curioso es que con son temas a los que volvería 20 años después de forma muchísimo más pesada, repetitiva, pedante e intentado ser lo más intelectual posible, y ahí sí que le dieron prestigio como un artista genial.
Y el problema es que priorizamos la risa a la sonrisa que nos hace recapacitar, además que nadie pensaría que Ingmar Bergman hizo comedias, y una comedia tan absurda y sensata a la vez que recordaría algo a las conversaciones típicas, aunque más hipocondríacas, que décadas después tendría Woody Allen.
Después se fue haciendo denso y más denso y se diluyó el sentido cómico de sus obras.
5 de mayo de 2009
5 de mayo de 2009
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una comedia escrita y dirigida por Ingmar Bergman, es decir una ironía de exageraciones y absurdos vistos desde una óptica "normal" de la clase media, en que se destaca el extraordinario talento del actor Gunnar Bjornstrand en el papel del marido, un ginecólogo, distinguido David Erneman, acosado sexualmente por una bella joven (Yvonne Lombard) y ante la cual se rinde temporariamente, y el de su bella e inexpresiva mujer Marianne (Eva Dahlbeck) que prefiere por el momento a su ex novio y actual amante, una bestia llamada Carl Adam (Ake Gronberg) con el cual incluso Marianne intenta casarse mientras el trío mantiene una desopilante relación de amistad. En un interludio el ginecólogo habla con su hija (Harriet Anderson), problemática adolescente insatisfecha de todo y en particular de su propio sexo. Filmada en Copenhage y en el tren Malmö-Copenhage. Divertida y de continuo ambiente de exageración y extrañeza irónica.
14 de julio de 2009
14 de julio de 2009
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película dirigída por el genial sueco Ingmar Bergman. Esta vez apuesta por una comedia romántica con tintes dramáticos, en la que el matrimonio protagonista, ya separados, nos cuenta por medio de flash back, los mejores momentos de su vida juntos. Una dirección como siempre, impecable, unos planos preciosos y muy buena puesta en escena. Gunnar Björnstrand, el actor protagonista, era uno de los favorítos de Bergman. Si quiere pasar un rato agradable y ver cine de calidad, esta es su película.
2 de enero de 2013
2 de enero de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Bergman le ocurre algo similar a la valoración que se hace de Shakespeare. Al gran trágico inglés se le valora poco como comediógrafo, siendo maravillosas sus obras risueñas y de final feliz. En este caso tenemos delante una deliciosa comedia de Bergman, con un guión estupendo y todas las virtudes interpretativas de su "trouppe" sabiamente conducidas por este genio de la dirección de actores. Una trivia: hay un cameo de Bergman en el tren, tocado con una bouna (también aparece en "Un verano con Mónica como un marido en la sala de espera). ¿Homenaje a Hitchcock?
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