Abajo el telón
6.8
2,862
Drama
Crónica neoyorquina de la dura década de los 30, durante la cual numerosos artistas -como Orson Wells o Diego Rivera-, miembros de la alta burguesía y obreros se aliaron para luchar contra la censura y en defensa de la libertad de expresión, en una revolución cultural sin precedentes. (FILMAFFINITY)
12 de mayo de 2006
12 de mayo de 2006
16 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien todo el elenco actúa de forma correctísima (ninguno de ellos podría hacerlo mal, son demasiado buenos), se nos intentan contar demasiadas historias a la vez y esto hace que algunas queden tan sólo en el boceto.
Por otra parte, el doblaje al español de los abundantes números musicales es de juzgado de guardia. Quizás si la hubiese visto en versión original y subtitulada me hubiese enganchado más. Recomendable, pero con la advertencia de que el doblaje es de verguenza ajena y le resta muchos puntos.
Por otra parte, el doblaje al español de los abundantes números musicales es de juzgado de guardia. Quizás si la hubiese visto en versión original y subtitulada me hubiese enganchado más. Recomendable, pero con la advertencia de que el doblaje es de verguenza ajena y le resta muchos puntos.
25 de marzo de 2009
25 de marzo de 2009
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para evitar problemas voy directamente al spoiler :
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me interesa lo que cuenta y el elenco de actores y actrices es sensacional pero hay tal cantidad de pequeñas historias que, en cierta forma, acaban difuminando unas a otras. Tim Robbins es obviamente más actor que director y esto se nota para bien y para mal a lo largo del metraje, pero por encima de todo, demuestra una gran inteligencia, con una visión profundamente ácida de la sociedad en todas sus principales vertientes: política, arte, periodismo, religión, de la que, como es lógico y natural, ninguna sale bien parada.
No olvidaré la actuación de Bill Murray que demuestra de manera brillante que es un grandísimo actor que ha sido casi totalmente desaprovechado a lo largo su carrera.
No es que me hayan entusiasmado los momentos corales musicados, es más se me han hecho pesados, en general hiperactuados (sí, ya sabemos que es teatro) y con unos textos bastante simplones. Sobra histrionismo a los personajes y por sobrar quizás tambien le sobren minutos, pero aun así, es una película que, sin duda, termino apreciando. Entiendo y comparto lo que me quiere contar, que, en contra de lo que otros han entendido, creo que es una visión profundamente descorazonadora de la sociedad. El final me parece antológico, pues pasamos de escuchar la interpretación de la función de los años 30 en la que terminan gritando todos a coro "El poder se tambaleará" "El poder se tambaleará", para, unos segundos después, con la cámara siguiendo una especie de entierro del muñeco del ventrílocuo (de nuevo magnífico Bill) el plano acaba fijándose sobre una ciudad actual plagada de luces de neón en, quizás, los únicos instantes de silencio de toda la película, un silencio revelador que nos está expresando con voz clara y sin distorsión alguna la auténtica verdad, que no es otra que el puto poder no se tambaleará nunca, como mucho cambia de manos al igual que su fiel y eterno hermano Don Pecunio, pero no es más que eso, un simple cambio de manos.
No olvidaré la actuación de Bill Murray que demuestra de manera brillante que es un grandísimo actor que ha sido casi totalmente desaprovechado a lo largo su carrera.
No es que me hayan entusiasmado los momentos corales musicados, es más se me han hecho pesados, en general hiperactuados (sí, ya sabemos que es teatro) y con unos textos bastante simplones. Sobra histrionismo a los personajes y por sobrar quizás tambien le sobren minutos, pero aun así, es una película que, sin duda, termino apreciando. Entiendo y comparto lo que me quiere contar, que, en contra de lo que otros han entendido, creo que es una visión profundamente descorazonadora de la sociedad. El final me parece antológico, pues pasamos de escuchar la interpretación de la función de los años 30 en la que terminan gritando todos a coro "El poder se tambaleará" "El poder se tambaleará", para, unos segundos después, con la cámara siguiendo una especie de entierro del muñeco del ventrílocuo (de nuevo magnífico Bill) el plano acaba fijándose sobre una ciudad actual plagada de luces de neón en, quizás, los únicos instantes de silencio de toda la película, un silencio revelador que nos está expresando con voz clara y sin distorsión alguna la auténtica verdad, que no es otra que el puto poder no se tambaleará nunca, como mucho cambia de manos al igual que su fiel y eterno hermano Don Pecunio, pero no es más que eso, un simple cambio de manos.
27 de marzo de 2009
27 de marzo de 2009
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que Tim Robbins es un tío que se implica 100% en todo lo que hace y no sólo es un extraordinario actor, sino que también es un más que competente y serio director con un amor por el cine que no se puede negar. Porque esta película coral, con un enorme reparto y realmente complicada de llevar a cabo por todo el tinglado que lleva detrás, es un homenaje a la profesión de actor y al arte en general y será una delicia de ver para los que se dediquen a esta bella profesión. Estoy totalmente de acuerdo con uno de los usuarios que tacha de indignante el doblaje de las maravillosas canciones que forman la obra teatral que da pie a la película, pienso que ésta es una de esas películas que ganan en versión original. A mí me recordó muchísimo al cien de Woody Allen, por esa mezcla de actores, esos enredos y conexiones entre ellos. Quizás ello también me resultara en ciertos momentos algo mareante, y al ser tantos los actores que participan en ella es difícil llegar a desarrollarlos todos de una forma completa. Los hermanos Cusack, a pesar de estar ambos en ella, no coinciden en ninguna secuencia. Joan deja por un momento su lado cómico y hace un papel nada simpático de una forma más que correcta. John, por su parte, hace del millonario Rockefeller, uno de los personajes, para mí, menos destacados, aunque al actor no se le puede reprochar nada. Susan Sarandon está maravillosa como en ella es habitual, al igual que la gran Vanessa Redgrave (quién acaba de perder a su hija Natasha Richardson en un accidente de esquí, descanse en paz). John Turturro es una máquina de actuar y, junto al gran Bill Murray, nos deja una impresionante actuación. Rubén Blades como el pintor Diego Rivera nos deja los momentos más divertidos del film, una de mis debilidades, Phillip Baker Hall está perfecto, la fría y distante Emily Watson simplemente correcta y Cherry Jones está magnífica. El que no me ha acabado de gustar es Jack Black, quién me ha sorprendido al verle en este tipo de films.
3 de septiembre de 2011
3 de septiembre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran trabajo de Tim Robbins escribiendo y dirigiendo una sensible película sobre EEUU, sus momentos dificiles y el arte. El arte, en todas sus formas, teatro, interpretación, pintura, muralismo... siempre ha sido un modo de expresión y respuesta del ser humano ante situaciones dificiles. Encuadrar y buscar un sitio al arte dentro de la Gran Depresión, la lucha de clases, el sindicalismo, las huelgas, las revueltas, la pobreza, las clases dominantes, el miedo al comunismo... es una cuestión complicada que merecen tiempo y esfuerzo por parte de un director. Y vaya si ha merecido la pena. Con un buen guión y una buenísima dirección, Robbins nos muestra a través de muchísimos personajes una realidad de una época, al estilo de "La colmena", entremezclando historias, situaciones... sin que ellas tengan un principio, desarrollo y desenlace, sino simplemente unos capítulos concretos. Además de todo eso, consigue hacer girar ese maremagnum de descontrol alrededor de la historia de la obra de teatro, creando un poco de linealidad.
Incluye personajes reales como Orson Welles y Diego Rivera, genios incomprendidos y en muchas ocasiones repudiados por un capitalismo y una sociedad de férreos valores donde el arte y el talento son rechazados.
En cierto modo creo que la cultura americana tiene valores tan férreos que le cuesta entender cualquier expresión de arte que no refleje un canto a la realidad, por ello en las escenas finales vemos a varios representantes de clases altas maniobrando para intentar reconducir el arte hacia "fines no políticos", lo cual no deja de ser una clásica maniobra de manipulación, como ya hicieron con el movimiento gay, es decir, intentar reconducirlo a donde ellos quieren. Creo que Robbins deja en evidencia a esas clases altas que admiran a Picasso, Da Vinci y demás, pero que realmente no son capaces de entender su arte ni apreciarlo, sólo emplearlo como método de creerse más modernos en pleno auge del modernismo del siglo XX.
En definitiva y pese a lo poco comprometido del cine americano con los problemas sociales y del sistema creo que podemos salvar y respetar este "abajo el telón"
Incluye personajes reales como Orson Welles y Diego Rivera, genios incomprendidos y en muchas ocasiones repudiados por un capitalismo y una sociedad de férreos valores donde el arte y el talento son rechazados.
En cierto modo creo que la cultura americana tiene valores tan férreos que le cuesta entender cualquier expresión de arte que no refleje un canto a la realidad, por ello en las escenas finales vemos a varios representantes de clases altas maniobrando para intentar reconducir el arte hacia "fines no políticos", lo cual no deja de ser una clásica maniobra de manipulación, como ya hicieron con el movimiento gay, es decir, intentar reconducirlo a donde ellos quieren. Creo que Robbins deja en evidencia a esas clases altas que admiran a Picasso, Da Vinci y demás, pero que realmente no son capaces de entender su arte ni apreciarlo, sólo emplearlo como método de creerse más modernos en pleno auge del modernismo del siglo XX.
En definitiva y pese a lo poco comprometido del cine americano con los problemas sociales y del sistema creo que podemos salvar y respetar este "abajo el telón"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El plano final da que pensar acerca de como evolucionaron aquellos hechos y como heredamos hoy en día todo aquel conflicto social
3 de agosto de 2023
3 de agosto de 2023
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película dirigida y escrita por Tim Robbins sobre la década de la Gran Depresión en los Estados Unidos. Una vez más, el director quiere exponer su activismo como ya hiciera en “Pena de muerte” o en “Ciudadano Bob Roberts”. En “Abajo el telón” toca temas como la diferencia de clases, el arte como instrumento de expresión política… todo aquello en un periodo en el que se estaba generando un caldo de cultivo que desembocaría en la “Caza de brujas” del Macartismo.
Presenta un reparto coral donde destacan Bill Murray como ventrílocuo, John Cusack como Nelson Rockefeller, Rubén Blades como Diego Rivera y un sinfín de rostros conocidos como Vanessa Redgrave, Susan Sarandon, John Turturro, Jack Black… todos haciendo correctamente el papel encomendado.
Destaco por encima de todo, la cinematografía y el diseño de producción. El modo en el que están filmadas las escenas, alargando planos mientras se salta de un personaje a otro en magníficos planos secuencia y, por otro lado, la recreación de los años 30 en Nueva York, me parecen ambas excelentes.
Dicho lo cual, la narrativa entrelazada de tramas y subtramas ha llegado a abrumarme. Francamente los múltiples personajes e historias, la complejidad por encontrar un hilo argumental principal… me ha conducido a un sobresfuerzo por mantenerme conectado a la película. Me gusta cuando descubro personajes que relaciono como Orson Welles y Randolf Hearst (su Ciudadano Kane), pero creo que mi cabeza da para unas pocas referencias de este tipo, no para el baño que nos da Tim Robbins en "Abajo el telón".
Presenta un reparto coral donde destacan Bill Murray como ventrílocuo, John Cusack como Nelson Rockefeller, Rubén Blades como Diego Rivera y un sinfín de rostros conocidos como Vanessa Redgrave, Susan Sarandon, John Turturro, Jack Black… todos haciendo correctamente el papel encomendado.
Destaco por encima de todo, la cinematografía y el diseño de producción. El modo en el que están filmadas las escenas, alargando planos mientras se salta de un personaje a otro en magníficos planos secuencia y, por otro lado, la recreación de los años 30 en Nueva York, me parecen ambas excelentes.
Dicho lo cual, la narrativa entrelazada de tramas y subtramas ha llegado a abrumarme. Francamente los múltiples personajes e historias, la complejidad por encontrar un hilo argumental principal… me ha conducido a un sobresfuerzo por mantenerme conectado a la película. Me gusta cuando descubro personajes que relaciono como Orson Welles y Randolf Hearst (su Ciudadano Kane), pero creo que mi cabeza da para unas pocas referencias de este tipo, no para el baño que nos da Tim Robbins en "Abajo el telón".
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