Por increíble que parezca, Samuel L. es un actor encasillado. No, no estoy loco y, de hecho, creo que me he tragado todo o casi todo de lo que ha protagonizado, así que me explico: más de una vez hemos dicho que Samuel L. acepta cualquier cosa (ya sea por adicción al trabajo, por necesidades económicas o porque no es capaz de decir que no) y se le puede ver en cualquier papel… pero tanta variedad de papeles no conlleva variedad de roles. Samuel L. está encasillado en hacer de sí mismo, de protagonista absoluto, de hacer lo que toque, de ser un fin y no un medio para hacer la película.

Y lo que le toca, en “Protegidos por su enemigo”, es hacer de vecino tocapelotas (policía para mas inri) que cuando echas un papel en la calle, en lugar de avisar al presidente de la comunidad, te raja las ruedas del coche; si las ramas de una planta pasan por encima de su verja te corta la planta con una motosierra y si le tocas mucho los cojones, contrata matones para que violen a tu mujer. No quiero pensar lo que hace con los que se saltan un mes sin pagar la comunidad, pero en resumen, poca cosa comparada con la madre tarada de mi vecino del sexto que no me deja usar el ascensor para subir la compra porque “es para personas y no para cosas” (eso sí, ella sube vestida con cosas encima, afortunadamente)…

Técnicamente, la película es impecable y crea una atmósfera de opresiva indefensión… que desafortunadamente se ve relajada por los tópicos de costumbre (miradas aviesas, corporativismo policial, buenrollismo racial…) y los excesos fascistas de Samuel L. reconvertido en un Terminator vecinal que no hay quien se crea. No hay quien se crea su papel, quiero decir, porque Samuel L. y sus compis de reparto ponen todo de su parte para sostener unos papeles que dan de sí lo que dan de sí (o sea, poquito).

Justo después de verla le puse un tres… pero he pensado en subirle la nota por el tratamiento que se hace del tema racial, valiente, atrevido y, sobre todo, novedoso y sin complejos. Venga va, merece la pena darle una oportunidad.

La obra de Neil Labute se viene desinflando a marchas forzadas habida cuenta de su estrepitoso film anterior, remake nulo de "The Wicker man" y este desganado no se si llamarlo thriller "Lakeview terrace". Suspense, lo que conocemos como suspense encontrarán poco, demasiado poco y del malo, en su tramo final y acelerado. El principal problema del film es su notoria indefinición temática que lo hunde en un aburrido discurrimiento argumental. Es la historia de un policia (hasta Samuel L.Jackson parece actuar como por inercia) que va a llevarse mal con su nueva pareja de vecinos, un matrimonio joven interracial. Y ya está, algo que ha dado para películas tanto en punto cómico como en el terreno de la acción y la intriga aquí se queda en un flácido término medio. No tiene fuerza, se ve sin sufrimiento pero uno espera algo más aunque solo sea por el recuerdo grato de "Persiguiendo a Betty". Recíclese señor LaBute.

Típica película de vecino psicópata e inquietante, aderezada por encarnarlo un policía agresivo y desequilibrado. Todo transcurre sin nada de originalidad, la verdad es que Neil LaBute no se ha devanado los sesos para ofrecernos algo novedoso. La trama es sencilla y directa, con algun momento de suspense, aunque pocos, y va discurriendo sin dar giro alguno en la historia. Película sin mas pretensión que la de divertir un rato, apoyada absolutamente en un solvente Samuel L.Jackson, estupendo actor, que se desenvuelve bien en estas situaciones. Lo demas, pues bien, correcto. Aunque todo es excesivamente previsible, incluso el final. Es un telefilm de Sábado o Domingo por la tarde, pero con un actor de Cine de sala grande.

Nunca termina de despegar ni de inquietar. Se desliza manteniendo el interés porque piensas que algo va a suceder en cualquier momento. Pero no es así.

Hace diez años Samuel L. Jackson ya era un actor de reconocido talento, y Patrick Wilson se encontraba en proceso de hacerse un hueco. Lamentablemente durante estos diez últimos años, Wilson no eligió bien sus trabajos y su carrera se decantó hacia proyectos similares a este, de los que no consiguió salir.

Puro relleno de cartelera, parecido a un telefilm de buen presupuesto. 20 millones de dólares se invirtieron en ella, pero recaudó 44,7.

Para empezar decir que para mi Samuel L. Jackson es uno de los mejores actores del momento, y para el que piense como yo tiene que ver esta peli. Porque es una peli hecha para que el gran Samuel se luzca plenamente. Si a eso unimos que la trama es buena y tiene bastante intriga la cosa, hablamos de una peli tremendamente recomendable, y que creo se merece algo mas de su 5.5 de nota media.

Buen thriller que toquetea ligeramente con el tema del racismo, aunque solo actúa como motivador para el comportamiento de Samuel. Y es que una pareja (el blanco, ella negra) se muda a la casa de al lado de donde vive Samuel, cosa que el no ve muy bien (que un blanco esté con una negra), así que decide hacerles la vida imposible.

A partir de ahí grandísima actuación de Samuel, al que se le coge verdadero asco según va avanzado la película. Tiene algunas miradas que solo por verlas merece ver la peli.