Haz click aquí para copiar la URL

A cualquier precio

Drama Henry Whipple (Dennis Quaid) es un granjero del Medio Oeste de Estados Unidos cuyo máximo deseo es que su hijo Dean (Zac Efron) se haga cargo del negocio familiar. Pero Dean tiene otros planes: sueña con triunfar como piloto de carreras. (FILMAFFINITY)
Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
4
20 de septiembre de 2014 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tremenda decepción esta cuarta entrega del muy prometedor hasta la fecha director Rami Bahrani, que no hay que confundir con el afamado pianista y compositor Rami Bahrami.
El buen sabor de boca que nos dejo la esplendida "Goodby solo" (2008) nos las prometía muy felices, pero no ha sido así.
El guión da para hacer un drama antológico de reminiscencias del cine clásico americano plagado de personajes para la posteridad. No es difícil imaginarse nombres como Charlton Hestón, James Dean, Montgomery Clift, u otros parecidos en este drama del medio oeste americano, en Iowa tierra de campos de maíz en los que el progreso tecnológico industrial va cambiando la imagen del sufrido granjero de peto vaquero sin que se aminore la lucha por la competencia de la producción de las tierras cada día mas sofisticadamente dura. Añadaselé el eterno problema generacional y el fatal y caprichoso destino y ya tenemos la tragedia montada.
Pero todo es tan mediocre en esta propuesta que acaba convirtiéndose en un telefilm de sobremesa, plagado de pretenciosas escenas llenas de clichés y actuaciones que a unos le vienen grandes (Efron) y otros dibujan una caricatura de su personaje (Quaid). Que necesidad tenía el estupendo Dennis a sus 60 tacos de querer hacer la interpretación de su vida a base de caras estreñidas y miradas de bobo simplón. Todos parecen actuar sabiendo que aquello es importante y acaban por que no nos creamos nada. La dirección de Bahrani es tan corta de miras y a la vez pretenciosa, la fotografía tan sosa, la interesante música tan por encima de lo que estamos viendo.
En fin. Sr. Bahrani no se puede vivir de las rentas "a cualquier precio".
6
8 de enero de 2018 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El prometedor director de origen iraní nacido en Carolina del Norte, de aliento y modales amaneradamente 'indies' y especializado en excelentes retratos de la inmigración en Estados Unidos que es Ramin Bahrani, es un realizador con ideas avanzadas que ejecuta una dirección correcta en este film, si bien no puede desprenderse de ciertos tics que lo alejan de ese rupturismo que pretende. El propio Bahrani junto a Hallie Elizabeth Newton escriben un libreto que en lo formal está ortodoxamente escrito y que aborda el medio Oeste americano, la familia, la desolación y la nada. Buena música de Dickon Hinchliffe y luminosa fotografía de Michael Simmonds.

En cuanto al reparto Denis Quaid está muy bien y hace un papel redondo, un rol muy problemático en el cual sus habituales armas de seductor transpiran tragedia y desesperanza. Zac Efron está igualmente muy bien, no sólo como rebelde sin causa a lo Dean –al principio-, sino como el joven que vive un acontecimiento muy trágico que produce una progresiva opacidad en su mirada, que rompe los estereotipos y prejuicios sobre su hacer actoral.

A mí me ha parecido bien. No es una obra de altos vuelos pero está tejida con buenas mimbres, yendo más allá del típico melodrama familiar de odio y cólera. Bahrani es más contenido, menos impulsivo.
6
22 de septiembre de 2014 Sé el primero en valorar esta crítica
Aquí tenemos una película que intenta innovar, si bien promete mucho y luego no llega a dar tanto... Una historia de familia, de comunidad del medio oeste americano, que parece que tocará lugares comunes pero que de repente pega un giro sorprendente (lo mejor del film) y toca de lleno las relaciones familiares y humanas desde un punto de vista descarnado, con tintes incluso de cine negro... Dennis Quaid, como siempre, perfecto, sobresale de un reparto más bien anodino.

Le falta el empujón definitivo para hacerse sombría y un final mucho más negro, que creo que es lo que pide la historia. Se agradece, no obstante, la frescura de la originalidad.
9
13 de agosto de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
Existen películas que hay que leer entre líneas. “A cualquier precio” es una de ellas. Bajo el artefacto de un melodrama clásico, incluso anticuado, habita un retrato fidedigno y triste del bienestar a costa de la ética. Que las cosas en general –también las personas- acaban teniendo un precio, no es algo nuevo. Títulos sobre el empecinamiento en lograr algo a cambio de vender el alma al diablo hay centenares. "A cualquier precio" explica, sin piedad, el tránsito entre el anhelo por conseguir una pequeña gloria y el oscuro logro final. Nadie se salva, aunque una pátina de ternura suaviza siempre la mirada del director hacia sus personajes. Unos por asentimiento ante lo que sucede (ese padre y ese hijo, bíblicos en su enfrentamiento con la tierra y la tradición de por medio, que al final se reencuentran para ocultar juntos lo horrible); otros, sencillamente, por mirar a otro lado. El cinismo, la bajeza, la rebeldía adolescente y el sexo ramplón se reparten por igual, como esas simbólicas semillas que pautan el devenir futuro de las cosechas. El paisaje pone la belleza, el aliento poético: los campos cultivados mecidos por el viento que son un reloj de arena. Las estaciones pasan y los hombres y diatribas permanecen disfrazados de éxito y fracaso. De ambas caras de la moneda está sobrada este desasosegante retrato de una América fundida en sus tradiciones.

En el fondo es un filme humanista tergiversado por la sordidez de los tiempos actuales. Un melodrama rural de los cincuenta rebajado de épica, sin atisbo de esplendor. Ni los ranchos son inmensos -proyecciones en el espacio de la magnificencia de sus propietarios-, ni los personajes carismáticos, más grandes que la propia vida. No hay, obviamente, espacio para un final feliz en esta relectura de los cánones de Douglas Sirk. Aún así, por extirpe y modos de filmar, estamos más cerca de “Escrito sobre el viento” o “Los ángeles empañados” que de otros largometrajes sobre sobre el medio oeste más recientes, vendidos a un cine sin alma. “A cualquier precio” parece narrada en sordina, pero su trasfondo es espeso, de una turbiedad que hiere. Al final, incluso en un día soleado y feliz, la ceniza de las decisiones equivocadas acaba cubriéndolo todo: la música y el baile son una mortaja para la prosperidad. Basta esa mirada al vacío de un espléndido Dennis Quaid para cotejar las dimensiones de la tragedia. Aunque suene la melodía del triunfo, pocas cosas cambiarán ya en su mentiroso mundo.
4
12 de julio de 2020 Sé el primero en valorar esta crítica
Anunciada como una película de época y a la altura de clásicos de los 50 y 60, la publicidad por parte de ciertos sectores críticos hace sospechar que hay algo por detrás que no se entiende... creo que ya comprendéis hacia dónde quiero dirigir estas palabras.
Tras las cámaras se halla Ramin Bahrani (Goodbye Solo) uno de los directores llamados a marcar una época en esto del cine yankie, pero que poco a poco parece que se va estancando con sus trabajos. La obra que nos entrega ahora es una película convencional ambientada en el medio oeste de EE.UU. centrada en dar a conocer las vidas de los granjeros que hacen América grande, por así decirlo. A esto le une un par de tramas de índole familiar y ambición comercial y nos sale A Cualquier Precio. Una película que explota bien el sentir machista de una sociedad agraria americana que aunque evoluciona en lo que respecta a las tecnologías aplicadas a la agricultura, sigue anclada en el XIX a la hora de tratar a la mujer. Incluso el guión y la elección de ciertos personajes parece moverse en esa dicotomía: aquí aparece Heather Graham (Resacón en Las Vegas) como mujer "suelta", por así decirlo, que hace lo mismo que en otras producciones en las que aparece desaprovechando su talento interpretativo en detrimento de su presencia física. En el lado opuesto está Kim Dickens (Deadwood) como sufrida esposa que en pos de mantener las formas de la familia de cara al público, traga con lo que sea. Pero quienes llevan peso específico en la cinta son Dennis Quaid (Frequency) y Zac Efron (El Gran Showman). Si bien no son sus mejores actuaciones, soportan el peso dramático de la película con suficiencia.
Sin embargo, está lastrada por la inconsistencia del guión, forzado para llegar a un final deseado a golpe de garrote. Las subtramas apenas se sostienen y hay personajes (Heather Graham, por ejemplo) que pintan poco o sólo están por la excusa de crear un conflicto de la nada, sin precedentes. El personaje de Maika Monroe (The Stranger) es un ejemplo de como desaprovechar un puntal en la trama, quizás el más interesante de todos. Pero hay que seguir con la tradición y explotar al máximo los personajes masculinos, que, como dice el título todo vale a cualquier precio.
En resumen, se ve bien rodada y las interpretaciones no chirrían (sigo viendo mejor a Efron como actor cómico que como actor dramático), pero hay lagunas en el guión que dejan cabos sueltos y conflictos que no se sabe de donde proceden. Y al final qué importa lo que hagas si puedes sacar la empresa adelante.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para