Oliver
7.2
5,671
Musical. Drama
Inglaterra, siglo XIX. Oliver Twist (Mark Lester) es un pobre niño que escapa de un orfanato y llega a Londres en busca de fortuna. Allí tiene la mala suerte de ser reclutado por un granuja llamado Fagin (Ron Moody), jefe de una banda de jóvenes ladronzuelos que roban a los transeúntes. Adaptación en formato musical de la famosa obra de Dickens. (FILMAFFINITY)
15 de agosto de 2011
15 de agosto de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imprescindible para los amantes de los musicales. Esta adaptación del clásico de Dickens es ideal, por supuesto, para toda la familia. Pero eso no quiere decir que no pueda disfrutarse igual con cualquier compañía o en solitario.
Con canciones asombrosamente buenas, las coreografías múltiples son espectaculares y muy originales. Varios de los números musicales son para verlos una y otra vez sin descanso, pues gozan de detalles increibles.
Ahora bien, una vez que tenemos lo necesario para un gran musical, lo maravilloso es que la cinta de Carol Reed no decae cuando no se canta o se baila. Quiero decir que el resto del metraje está realizado con el esmero necesario para que no sea una mera transición entre los números musicales.
Lo mejor de la película es que tiene un ritmo vertiginoso, no decae en ningún momento y los acontecimientos se precipitan uno tras otro haciendo que el tiempo se nos pase sin darnos cuenta. Y del reparto, qué se puede decir...
Con canciones asombrosamente buenas, las coreografías múltiples son espectaculares y muy originales. Varios de los números musicales son para verlos una y otra vez sin descanso, pues gozan de detalles increibles.
Ahora bien, una vez que tenemos lo necesario para un gran musical, lo maravilloso es que la cinta de Carol Reed no decae cuando no se canta o se baila. Quiero decir que el resto del metraje está realizado con el esmero necesario para que no sea una mera transición entre los números musicales.
Lo mejor de la película es que tiene un ritmo vertiginoso, no decae en ningún momento y los acontecimientos se precipitan uno tras otro haciendo que el tiempo se nos pase sin darnos cuenta. Y del reparto, qué se puede decir...
26 de agosto de 2011
26 de agosto de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quien más quien menos conoce la historia de Dickens, Oliver Twist, y la cosa es que no sabemos si va a dar para un musical o si va a dar para unas dos horas y media de película. Pues yo diría que sí, que estar plagada de canciones no es ningún lastre.
Muchas veces, a mucha gente, el convertir clásicas obras en musicales le huele mal, o, simplemente, los musicales huelen mal a diversa gente. A esto último no se le puede combatir tan fácilmente, pero tal vez puedo decir en favor de la película, que a otros puede que tampoco les vuelva a hacer gracia esto, y es que podría ser perfectamente un musical de disney. La historia es típica de disney: lo que le sucede a un niño huérfano. Las canciones son también muy disney. Los personajes, lo mismo.
Ah! a los personajes quería yo llegar, son muy exagerados todos, o sea, muy para niños, disfrutable para todos evidentemente. El personaje de Oliver Twist hace función de dvd, vamos, que nos lleva por las diversas escenas, canciones y personajes como si fuera un narrador. Tiene importancia él mismo, claro, como no, pero lo mejor es ver como nos pasea por las vivencias de su amigo de ciudad, Dodger, el chorizillo gamberrete enamoradizo y con gracia, Fagin, el mejor de la película sin duda, encarnado por Ron Moody magníficamente; sus canciones son de las mejores y sus coreografías son grandiosas, y es que además su personalidad es bastante única en la película; tenemos a Bill Sikes (Oliver Reed, prácticamente el único que siguió haciendo mucho cine), un personaje que da verdadero miedo a niños y asco a mayores; y para redondear tenemos a la chica de la película, que sin ser tampoco un bellezón, es muy dulce, aunque posee las canciones más olvidadizas.
Obtuvo seis Oscars, nada más y nada menos que a película y director, a banda sonora está bastante claro, sonido y dirección artística, gracias a un decorado de el Londres del siglo XIX muy conseguido. El sexto fue un honorífico para la coreografía, sin duda logrado, como, por ejemplo, podemos ver en canciones como 'Be back soon' o 'Consider yourself'. Y bueno, nominada estuvo también a actor para Moody, que, como digo, está tremendo y para Jack Wild en el papel de Dodger como actor de reparto.
Vamos a las canciones, que es practicamente lo más importante. Bueno, sin prácticamente, seguro, porque de las dos horas y media podría asegurar que una y media sí son de música. Y de todo eso, lo mismo tedian unos veinte minutos, que de tantas canciones no se puede pedir tanto. No me podría quedar con una, 'Oliver', 'Consider yourself' con fantástica coreografía y acento de Dodger, 'Pick a pocket or two', 'I do anything', también muy buen Dodger o la chica, con el coche imaginario, 'Be back soon', 'Who will buy', larga pero entrañabilísima, y 'Reviewing the situation', de nuevo con Fagin fascinante.
Nada, sí que puede cansar un rato, que es mucho tiempo de canciones, sí, pero por las que lo valen, la película lo vale también.
Canciones subtituladas, por supuesto.
Muchas veces, a mucha gente, el convertir clásicas obras en musicales le huele mal, o, simplemente, los musicales huelen mal a diversa gente. A esto último no se le puede combatir tan fácilmente, pero tal vez puedo decir en favor de la película, que a otros puede que tampoco les vuelva a hacer gracia esto, y es que podría ser perfectamente un musical de disney. La historia es típica de disney: lo que le sucede a un niño huérfano. Las canciones son también muy disney. Los personajes, lo mismo.
Ah! a los personajes quería yo llegar, son muy exagerados todos, o sea, muy para niños, disfrutable para todos evidentemente. El personaje de Oliver Twist hace función de dvd, vamos, que nos lleva por las diversas escenas, canciones y personajes como si fuera un narrador. Tiene importancia él mismo, claro, como no, pero lo mejor es ver como nos pasea por las vivencias de su amigo de ciudad, Dodger, el chorizillo gamberrete enamoradizo y con gracia, Fagin, el mejor de la película sin duda, encarnado por Ron Moody magníficamente; sus canciones son de las mejores y sus coreografías son grandiosas, y es que además su personalidad es bastante única en la película; tenemos a Bill Sikes (Oliver Reed, prácticamente el único que siguió haciendo mucho cine), un personaje que da verdadero miedo a niños y asco a mayores; y para redondear tenemos a la chica de la película, que sin ser tampoco un bellezón, es muy dulce, aunque posee las canciones más olvidadizas.
Obtuvo seis Oscars, nada más y nada menos que a película y director, a banda sonora está bastante claro, sonido y dirección artística, gracias a un decorado de el Londres del siglo XIX muy conseguido. El sexto fue un honorífico para la coreografía, sin duda logrado, como, por ejemplo, podemos ver en canciones como 'Be back soon' o 'Consider yourself'. Y bueno, nominada estuvo también a actor para Moody, que, como digo, está tremendo y para Jack Wild en el papel de Dodger como actor de reparto.
Vamos a las canciones, que es practicamente lo más importante. Bueno, sin prácticamente, seguro, porque de las dos horas y media podría asegurar que una y media sí son de música. Y de todo eso, lo mismo tedian unos veinte minutos, que de tantas canciones no se puede pedir tanto. No me podría quedar con una, 'Oliver', 'Consider yourself' con fantástica coreografía y acento de Dodger, 'Pick a pocket or two', 'I do anything', también muy buen Dodger o la chica, con el coche imaginario, 'Be back soon', 'Who will buy', larga pero entrañabilísima, y 'Reviewing the situation', de nuevo con Fagin fascinante.
Nada, sí que puede cansar un rato, que es mucho tiempo de canciones, sí, pero por las que lo valen, la película lo vale también.
Canciones subtituladas, por supuesto.
29 de diciembre de 2013
29 de diciembre de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oliver! es la versión musical de Carol Reed del libro de Dickens. Por tanto, lo que importa no es tanto la fidelidad al original como la adaptación, y creo que el director lo ha conseguido muy bien. Bueno, no es porque yo lo diga, simplemente no le dan seis oscar a una película por nada, incluyendo mejor película y mejor director. Y podía haberse llevado perfectamente dos más, porque Ron Moody (nominado a mejor actor) y Jack Wild (a actor secundario) están geniales. Mención especial para el malogrado Wild: Ann Pacquin, a la que le regalaron un oscar por no hacer nada en "El piano", puede ver aquí lo que es una gran interpretación infantil.
Otros secundarios de lujo son Harry Secombe, con un papel muy breve como gobernador del orfanato pero que lo borda, y Oliver Reed. Incluso Mark Lester, para muchos cargante, creo que hace bien su papel de niño dulce e inocente.
Así que tenemos buenos actores, un buen guión adaptado, un buen director... ¿Qué falta? Ah sí, la música. Bueno, aquí es donde esta película pasa de buena a extraordinaria. Los números musicales son maravillosos, con unas coreografías de otra época (de cuando el cine era de verdad el séptimo arte) y sobre todo con una gran variedad. Son canciones inolvidables: el hilarante "Food, glorious food" del inicio, las pegadizas "Consider yourself" o "Pick a pocket or two" y otras como "I'd do anything", "Who will buy?", "Reviewing the situation" o "Oom-pah-pah". Números que empiezan con un solo para acabar cantando la ciudad entera y en los que los actores principales dan la medida de lo que valen: no solo recitan diálogos, cantan, bailan, se mueven al compás... Una gozada, es una película que una vez terminada puedes volver a ver todos los números musicales y nunca te cansas.
La película, pese a ser un musical, tiene algunas temáticas secundarias, como el trabajo infantil, la división ricos-pobres, la violencia hacia la mujer (y que ésta no sea capaz de cortar con el agresor) o la predestinación de un delincuente (que por mucho que lo intenta siempre acaba haciendo lo mismo).
Imprescindible ver los números con subtítulos en castellano y también la película entera en versión original, ya que las voces (sobre todo las de los niños y Fagin) cambian muchísimo.
Otros secundarios de lujo son Harry Secombe, con un papel muy breve como gobernador del orfanato pero que lo borda, y Oliver Reed. Incluso Mark Lester, para muchos cargante, creo que hace bien su papel de niño dulce e inocente.
Así que tenemos buenos actores, un buen guión adaptado, un buen director... ¿Qué falta? Ah sí, la música. Bueno, aquí es donde esta película pasa de buena a extraordinaria. Los números musicales son maravillosos, con unas coreografías de otra época (de cuando el cine era de verdad el séptimo arte) y sobre todo con una gran variedad. Son canciones inolvidables: el hilarante "Food, glorious food" del inicio, las pegadizas "Consider yourself" o "Pick a pocket or two" y otras como "I'd do anything", "Who will buy?", "Reviewing the situation" o "Oom-pah-pah". Números que empiezan con un solo para acabar cantando la ciudad entera y en los que los actores principales dan la medida de lo que valen: no solo recitan diálogos, cantan, bailan, se mueven al compás... Una gozada, es una película que una vez terminada puedes volver a ver todos los números musicales y nunca te cansas.
La película, pese a ser un musical, tiene algunas temáticas secundarias, como el trabajo infantil, la división ricos-pobres, la violencia hacia la mujer (y que ésta no sea capaz de cortar con el agresor) o la predestinación de un delincuente (que por mucho que lo intenta siempre acaba haciendo lo mismo).
Imprescindible ver los números con subtítulos en castellano y también la película entera en versión original, ya que las voces (sobre todo las de los niños y Fagin) cambian muchísimo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una gran película tiene un final inolvidable: la escena de Fagin marchándose acompañado del pequeño Dodger es antológica.
Otros momentos geniales son cuándo Oliver pide más comida y el gobernante grita ¡¡¡¿Mooooore?!!!, o cuando Fagin aparece saltando con su gabán verde y la sombrilla en mitad del "I'd do anything". Es un gran acierto de Carol Reed haber suavizado este personaje, para hacer la película menos dramática y contraponerlo al gran villano Sikes.
Otros momentos geniales son cuándo Oliver pide más comida y el gobernante grita ¡¡¡¿Mooooore?!!!, o cuando Fagin aparece saltando con su gabán verde y la sombrilla en mitad del "I'd do anything". Es un gran acierto de Carol Reed haber suavizado este personaje, para hacer la película menos dramática y contraponerlo al gran villano Sikes.
1 de enero de 2016
1 de enero de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran musical, oscarizado, que no supera a la versión de David Lean pero que supone un gran entretenimiento lleno de encanto.
Sus grandes momentos musicales: Food, Glorious Food, Oom-Pah Pah, Reviewing the Situation, As Long as He Needs Me. Sus dos momentos para la posteridad: Consider Yourself y Who will buy? (¿quién comprará esta hermosa mañana¿)
Su final es de una de las imágenes que recuerdo de mi infancia cinéfila. La luz de la mañana y ese gran sol y los pasos de baile de Fagin y su joven aprendiz.
Sus grandes momentos musicales: Food, Glorious Food, Oom-Pah Pah, Reviewing the Situation, As Long as He Needs Me. Sus dos momentos para la posteridad: Consider Yourself y Who will buy? (¿quién comprará esta hermosa mañana¿)
Su final es de una de las imágenes que recuerdo de mi infancia cinéfila. La luz de la mañana y ese gran sol y los pasos de baile de Fagin y su joven aprendiz.
30 de marzo de 2016
30 de marzo de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Oliver" es uno de los musicales más famosos de la historia, y uno de mis musicales favoritos. Canciones famosísimas inundan esta historia basada en la gran novela inglesa de Charles Dickens.
He visto esta película numerosas veces y todavía me sigue emocionando su historia, y sigo disfrutando con cada una de las canciones que tiene. Una historia que narra la vida de un niño huérfano que se ve unido a un grupo de rateros. Su personalidad cándida no es para ese mundo sórdido en el que vive, ya que habrá mucha gente que se intente aprovechar de él; pero también gente que querrá ayudarle.
Gran triunfadora de los Oscar de su edición llevándose varias estatuillas incluyendo el de película y el de dirección (la primera vez que que se lo llevó una mujer), sigue siendo un clásico imperecedero que es el disfrute de grandes y pequeños; ya que su historia emociona a todo el mundo.
A primera vista puede resultar un poco extraño ver la historia de Oliver Twist adaptada a musical, pero la verdad es que no distorsiona para nada la esencia de la obra. Es más, cuando uno habla en referencia cinematográfica de este clásico de la literatura inglesa, siempre uno piensa en esta película.
Grandes actuaciones hacen que la historia funcione muy bien. Oliver Reed está soberbio en su papel de matón de Londres. Junto a él, un magnífico Ron Moody haciendo de viejo ratero que le valió la nominación a los Oscar. Junto a ellos los dos niños protagonistas; Mark Lester en el papel de Oliver que emocionó a una generación entera con su actuación angelical; y un brillante Jack Wild haciendo de joven ladronzuelo que también la valió la nominación a los Oscar.
Estéticamente la película es soberbia, regalando escenas brillantes gracias a una ambientación cuidada al detalle tanto en los decorados, como en el vestuario.
En fin, "Oliver" es un clásico imprescindible de ver que cuenta con algunas de las mejores canciones que se han dado en el género musical. Números brillantes gracias a unas melodías fantásticas y a unas coreografías muy elaboradas que funcionan a la perfección.
He visto esta película numerosas veces y todavía me sigue emocionando su historia, y sigo disfrutando con cada una de las canciones que tiene. Una historia que narra la vida de un niño huérfano que se ve unido a un grupo de rateros. Su personalidad cándida no es para ese mundo sórdido en el que vive, ya que habrá mucha gente que se intente aprovechar de él; pero también gente que querrá ayudarle.
Gran triunfadora de los Oscar de su edición llevándose varias estatuillas incluyendo el de película y el de dirección (la primera vez que que se lo llevó una mujer), sigue siendo un clásico imperecedero que es el disfrute de grandes y pequeños; ya que su historia emociona a todo el mundo.
A primera vista puede resultar un poco extraño ver la historia de Oliver Twist adaptada a musical, pero la verdad es que no distorsiona para nada la esencia de la obra. Es más, cuando uno habla en referencia cinematográfica de este clásico de la literatura inglesa, siempre uno piensa en esta película.
Grandes actuaciones hacen que la historia funcione muy bien. Oliver Reed está soberbio en su papel de matón de Londres. Junto a él, un magnífico Ron Moody haciendo de viejo ratero que le valió la nominación a los Oscar. Junto a ellos los dos niños protagonistas; Mark Lester en el papel de Oliver que emocionó a una generación entera con su actuación angelical; y un brillante Jack Wild haciendo de joven ladronzuelo que también la valió la nominación a los Oscar.
Estéticamente la película es soberbia, regalando escenas brillantes gracias a una ambientación cuidada al detalle tanto en los decorados, como en el vestuario.
En fin, "Oliver" es un clásico imprescindible de ver que cuenta con algunas de las mejores canciones que se han dado en el género musical. Números brillantes gracias a unas melodías fantásticas y a unas coreografías muy elaboradas que funcionan a la perfección.
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