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Aquaman

Fantástico. Acción Cuando Arthur Curry (Jason Momoa) descubre que es mitad humano y mitad atlante, emprenderá el viaje de su vida en esta aventura que no sólo le obligará a enfrentarse a quién es en realidad, sino también a descubrir si es digno de cumplir con su destino: ser rey, y convertirse en Aquaman. (FILMAFFINITY)
Críticas 210
Críticas ordenadas por utilidad
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8
14 de diciembre de 2018
109 de 187 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando la saga de "Fast and Furious" sufrió el revés de la trágica muerte de Paul Walker, parecía que sería su final. Pero James Wan logró entregarnos una película emotiva, llena de acción y la más taquillera de toda la saga. Con Aquaman, James Wan no sólo se consolida -si es que no lo era ya- como el Midas de Hollywood; también logra una película notable y que sirve como firme introducción al mundo del personaje interpretado por Jason Momoa.

Wan nos sumerge en este mundo pintoresco y genial; nos entrega una oda a lo que debería ser cada blockbuster de Hollywood. Sí, la película no es diferente, ni nos presenta una historia que no se haya visto mil veces más. Pero nos hace sentarnos en nuestro asiento y no despegar la mirada desde que inicia hasta que termina.
Con una duración de 123 minutos, la película prácticamente no pierde ritmo nunca.

Las actuaciones son más que correctas, destacando la química entre Jason Momoa y Amber Heard (una excelente Mera) y el villano secundario -algo desaprovechado, a mí gusto- Black Manta. Además de Patrick Wilson, Nicole Kidman y de Willem Dafoe en unos correctos secundarios.
Con escenas tan memorables como la lucha en el aro de fuego, el gran Kraken o la batalla final, Aquaman se presenta como la ruta a seguir por el universo DC.
Así que si lo que quieren es una película que los entretenga, que les presente unos excelentes efectos visuales (leo a muchos críticos decir que es puro CGI, ya quisiera que todas las películas se atrevieran a presentarnos tantas escenas con personajes increíbles) y un ritmo divertido, les recomiendo totalmente la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El chiste de Pinocho que hace Aquaman, lo mejor de la película.
8
23 de diciembre de 2018
78 de 129 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por fin he podido visionar "Aquaman", la incursión en solitario del personaje de DC. Voy a hacer un breve repaso a las películas de DC desde que quieren competir (o parecerse) a Marvel. "El hombre de acero (Man of Steel)" me pareció fallida (pero nunca llegando a ser mediocre) y, considero que, se equivocaron con el tono y con el director (el señor Snyder, con el que dudo que vuelvan a contar). Repitieron jugada con "Batman V Superman", que tuvo mejores resultados, pero que tampoco lograba encontrar la tecla adecuada.

Después nos llegó la caótica, pero muy entretenida "Escuadrón Suicida", con los mismos aciertos (Harley Quinn) que errores (el Joker de Leto). "Wonder Woman" maravilló a muchos, pero yo no fui uno de ellos, ya que me pareció correcta sin más. Después llegó la muy críticada "La Liga de la Justicia", que, para un servidor, y hasta el momento, era la mejor película del nuevo universo DC, desde que el Superman de Henry Cavill aterrizó en nuestras salas.

Con el fracaso de "La Liga de la Justicia" todavía demasiado fresco, nos llega esta aventura, con unas críticas tibias, pero nunca tan mediocres como las de anteriores proyectos (tiene un 64% en Rotten Tomatoes) y siendo (y esto, para un servidor, ha sido una sorpresa mayúscula, ya que me esperaba un descalabro épico) un rotundo éxito de taquilla. El por qué Wonder Woman y Aquaman han triunfado en solitario pero no juntos con Batman o Superman en "La Liga" lo dejaremos para otro momento (porque es digno de tesis doctoral).

Pues bien, he leído bastantes críticas sobre esta primera aventura en solitario del "hombre pez", desde que es un "placer culpable" hasta que es "ridícula". Pues no puedo estar más en desacuerdo, ya que, en mi humilde opinión (y teniéndola todavía fresca), estamos ante la mejor película del nuevo universo DC (esto es, sin tener en cuenta los Batman de Nolan).

La dirección del gran James Wan (y digo gran, porque es responsable de cuatro maravillas del cine de terror, como son las dos de "Expediente Warren" y las dos primeras de "Insidious", así como de la séptima de "Fast and Furious") es sobresaliente, con unos combates con unas coreografías espectaculares (ves en todo momento lo que pasa), y con unas escenas de acción que no tienen (casi) nada que envidiar a las de Marvel.

Respecto a los efectos especiales, son espectaculares (los trailers, o eran engañosos o no lucían tan bien), y aunque hay algunos excesos en el clímax final, están más que logrados (sobre todo en los combates con el villano "Black Manta"). Personalmente, le daría todos los proyectos futuros (La Liga 2, quizás, y sí es que llega a hacerse), a este buen hombre (Wan), porque sabe lo que se hace.

En cuanto al guion, creo que combina muy bien varios géneros, como la comedia (al menos en la primera mitad de la cinta), el romance (aunque sea en muy bajas dosis), la acción (espectacular), el drama, la aventura o incluso el terror. El personaje principal es carismático y el resto de secundarios están bien dibujados. Muy bien estructurado el guion, al contrario de lo que se dice por ahí...

En el reparto tenemos a esa bestia que es Jason Momoa, haciendo el personaje suyo desde el minuto uno, y demostrando que fue un acierto de casting. Me encanta el toque "bad ass" que imprime al protagonista y está claro que ha nacido para el papel. Fabuloso. Respecto al gran villano de la función (Black Manta me ha gustado bastante, pero es más secundario), Patrick Wilson (un habitual en las películas del director), he echado de menos sus excesos de villano,como en la estupenda "El Equipo A", pero está convincente.

También destacar lo sorprendente de Amber Heard, ya que hasta el momento no me la había tomado demasiado en serio, y parece que aquí ha encontrado un personaje a su gusto, teniendo una gran química con Momoa. Luego tenemos a conocidos interpretes como el siempre maravilloso Willem Dafoe o Nicole Kidman, con intervenciones muy satisfactorias, y a un bienvenido Dolph Lundgren, que debería hacer más cine comercial (aunque en esta cinta está algo desaprovechado). La banda sonora más que correcta, y el resto de elementos muy por encima de la media.

Si le puedo buscar algún "pero" a la película, quizás sean los excesos del clímax final (demasiado CGI), y poco más. Sinceramente, me he llevado una grata sorpresa, y más leyendo críticas que la dejan de bochorno a la altura de "Batman & Robin", seguramente, por el simple hecho de que el personaje principal lleve una armadura dorada brillante,  por algunos diseños de la película (Black Manta, aunque a mí me ha gustado como luce) o porque hablamos de personajes hablando bajo el agua y montando en caballitos de mar.

Es simple. La propuesta es la que es, no engaña a nadie, y no pretende ser una obra maestra, ya que en tu mano está aceptar las reglas del juego y dejarte llevar. Yo me lo he pasado pipa, y creo que es el camino a seguir por DC, es decir, menos oscuridad y más luz y humor (es decir, parecerse más a Marvel), porque el público no quiere dramas e intensidad, quiere pasar un buen rato, y os confirmo que al acabar la película en la sala de cine (que estaba llena y con ni una sola butaca libre), la gente aplaudía a rabiar y las opiniones escuchadas eran muy positivas.

Una aventura entretenida y muy recomendable (y más si te dejas los prejuicios en casa). De lo mejor del año, y no se me caen los anillos al decirlo bien claro y alto. Viva el Rey de los Mares.

Más críticas: ocioworld.net
7
2 de enero de 2019
36 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay un par de momentos en que te das cuenta de que esta será diferente.
En una amplia mayoría de adaptaciones comiqueras, todavía existe cierta sutil pero firme resistencia a abrazar el aspecto más cómico de las mismas. Por lo que sea, hay miedo de trasladar trajes tal cual, optando por la opción de armadura o sustituto de similares colores, a la vez que los nombres originales se dicen bajito o se carga el muerto a titulares periodísticos.
Sin embargo, en esta película, Patrick Wilson se proclama Señor del Océano con una grandilocuencia digna de página doble, a la vez que Manta Negra luce sin complejos un cabeza-cubo de rayos fulminantes: las cosas claras, y el agua de mar nada espesa.

'Aquaman' se quita rápido sus complejos, y decide que la mejor manera de hacerlo es abrazarlos con ganas hasta que se conviertan en virtudes.
Es una historia tan enamorada de sus posibilidades de aventura, romance, acción o fantasía que estaría de más ponerle pegas, mucho menos pedirle absoluta integración de todas sus piezas.
Lo más difícil ya viene hecho: el reino de Atlantis existe en el territorio de la pura maravilla, lejos de solemnidad plomiza para hacerlo "creíble", y su director James Wan se ha dado cuenta de que la clave está en sorprender antes que aburrir, tratando de apoyarse en la pura potencia de sus actores y diseño. A partir de ahí, ya cada uno decide si nada o se ahoga (juarz, estoy a tope de metáforas).

Un ejemplo: el tierno romance de farero y sirena traída por la tormenta me llega porque Nicole Kidman, en modo todoterreno, se cree de pies a cabeza ser una reina guerrera capaz de zurrar un comando atlante, embutido este en armaduras casi alienígenas de inspiración Julio Verne.
De la misma manera, pese a su cansina insistencia en dejar claro lo machote que es bebiendo cerveza, Jason Momoa tiene algún genuino momento vulnerabilidad, o sorpresa ante la monumental puerta de entrada a Atlantis, y hace la clase de carismática pareja con la Mera de Amber Heard que no necesita de mucha pullita para seguirles por los siete mares.
Y de Orm, el SEÑOR DEL OCÉANO, o de Manta Negra qué decir, puros malvados de tebeo, dramáticos y vengativos como ellos solos, resistentes como la mala hierba, aportando la necesaria nota de megalomanía bien entendida ante demasiado supervillano con ambigüedad moral: si sus caras de morro torcido al ver a Arthur Curry no son fidelidad al cómic, qué lo es.

Lo mejor de 'Aquaman', junto a su estética de profundidades lumínicas que debe haber costado un pastizal, es su nula preocupación ante lanzarse de cabeza a por cualquier idea chiflada.
¿Quieres soldados bioluminiscentes vendiendo en alta mar sus armas a pirata tecnológico? ¿quieres combates a muerte en coliseo de magma oceánico? ¿te apetecería una persecución destructiva a través de las calles sicilianas? ¿tal vez un paseo por el reino perdido del Sahara? ¿quizás un descenso infernal a los abismos terroríficos de seres involucionados?
Todo es una hemorragia de escenarios, tonos y personajes, con la búsqueda del tridente dorado de fondo, hasta el punto de que tus sentidos están tan epatados que te cuesta no encontrarle un ramalazo de melancolía poligonera al "Africa" versionado por Pitbull. Tan ajustada va la cosa que Wan se tiene que buscar el hueco para meter un paréntesis "mira que juay es la superficie y su gente, Mera" con la sensibilidad de un tiburón armado, por si quedaban dudas de que esto es un serial de los años 30 con los medios que aquellos nunca tuvieron.

La realidad es que no había manera de triunfar sin bordear el terreno de la autoparodia, solo que James Wan, en vez de quedarse ahí, decide salir por el otro lado para demostrarte que el hombre pez se merece un hueco entre los héroes actuales.
Ya les gustaría a muchos, de cualquier palo y compañía, zambullirse con tanto respeto en su mitología que el clásico traje de escamas doradas pase a ser un épico momento de orgullo, donde lo menos trascendente es cómo luce, sino lo que representa.
Ahí ya no importa el peso de ninguna cultura popular: solo queda la fantasía ganando la partida al ridículo, como siempre sucede cuando se cree fervientemente en ella.

Es en ese momento donde descubro que esta no era la historia de un nadie convirtiéndose en rey, sino de un público al que hay que convencer de que todavía pueden existir civilizaciones escondidas, monstruos abisales y héroes o heroínas destinados a ganar guerras que parecían eternas.
Si sientes que has pasado un par de horas nadando por el fondo del mar, donde te esperaba una ciudad solo mencionada en las leyendas, puede ser que la imaginación no haya muerto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Incluso, para mí, el viaje de Arthur Curry es paradigmático de su crecimiento: solo al aceptar que puede empuñar el tridente, solo al creer en su valía, deja de ser escéptico con todo lo que le rodea y está preparado para ser el rey de Atlantis.
Simboliza el viaje que, con suerte, habrá hecho el público con él, desde creer que Aquaman es un mero chiste hasta finalmente concederle su justa, merecida, importancia.

Incluso la película está dispuesta de tal manera que, poco a poco, va subiendo su rareza y espectacularidad para, al final, mostrarte que un tío de pantalones verdes con tenedor gigante es muchísimo más que aquel macarra troncha-submarinos del principio.
Que no muera esa capacidad de la fantasía para asaltar la lógica más elemental, por favor.
2
25 de enero de 2019
53 de 85 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como amante de cómics de toda la vida, tengo que reconocer que me ha costado realizar esta crítica. Sobre todo porque cuando vi la película no podía dar crédito a tal porquería: DC cómics y Warner, tras el relativo fracaso de sus anteriores películas de superhéroes, que tenían un tono mucho más profundo/grandilocuente, han decidido que lo que vende es el despelote, las gracietas, los efectos especiales y -como siempre han pensado los ejecutivos de Hollywood, que no tiene ni puta idea de cine- "hacer lo mismo que lo que ha funcionado antes". Bueno, pues con todos esos argumentos han destilado una película que, funcionando bien en taquilla (sobre todo por un lanzamiento publicitario realmente brutal, en la más clara estrategia de "toma el dinero y corre"...), es un despropósito de proporciones realmente dantescas: es muy difícil imaginarse algo tan zafio, tan chillón, tan hortera, tan mal escrito, tan poco coherente. Un delirio de colorines que más parecen unos dibujos animados (luego hablaremos de las referencias Disney...) que una película....

Si empezamos por el principio, Aquaman siempre ha sido -y creo que será- un superhéroe menor dentro del universo DC: ni ha tenido la fama de Supermán, ni la profundidad de Batman, ni la popularidad de Wonder Woman. Es más: únicamente a raíz de formar parte de la Liga de la Justicia -el grupo de superhéroes de DC- es cuando ha sido medianamente conocido por el gran público. Sus historias siempre fueron mediocres, y salvo cuando ha sido participado de autores como Alex Ross (en su impagable saga de cómics "Justice") siempre tuvo un perfil más infantil que otra cosa.

Su traslación al cine además ha tenido otro matiz importante: se han cargado al personaje, de punta a cabo. O sea, lo han reinventado estéticamente, por la única razón de haber cogido a un personaje famoso (Jason Momoa) y como se hizo famoso con la serie "Juego de Tronos", han intentado aprovecharse por la cara de esa popularidad haciendo que Aquaman ahora sea prácticamente igual que el personaje de Khal Drogo, que hizo famoso a ese actor. Y digo lo de "actor", porque el señor Momoa es un dechado de absoluta inexpresividad, cuando no de pésima interpretación. O sea que de un ilustre y noble príncipe submarino lampiño y de cabello rubio platino -precisamente características propias del personaje, que lo definen, como a Supermán lo define su capa y su capacidad de volar (y aquí me acuerdo de la conferencia de Kevin Smith cuando le dicen que hiciera el guión de una película de Supermán en la que no volara, ni tuviera capa...)- lo han reciclado en un macarra peludo, con rastas y tatuajes, marcando musculitos y que en los momentos de máxima tensión argumental, suelta un estúpido y ordinario chiste sin gracia. O sea, el acabóse.

A nivel argumental, hay tan poca chicha que se puede expresar con muy pocas palabras: una reina de Atlantis tiene un hijo con un farero y de él nace un mestizo que rivalizará con el otro hijo para reclamar el trono de los siete mares, en una batalla submarina en la que será ayudada por... ¿la sirenita? Si, si, como lo oyes, porque Amber Heard en esta película es casi una traslación del personaje de Ariel, la mismísima sirenita, tanto en estética como en carácter. Y esto me da pie para entrar en faena: hasta el pulpo que toca la batería en la famosa película de Disney aparece en la película; hasta el rey de los mares -que ahora lo interpreta Dolph Lundgren-. Es de no creer, cuando encima los efectos digitales de las secuencias submarinas llegan a ser tan chillones, tan extremos, con tantísimos colorines irreales, que parece que estemos en un videojuego barato. Vamos, si "Avatar" te parecía irreal, esto es ya directamente de Play Station de todo a cien.

Pero es que no es solo eso, es que el desquiciado argumento no avanza con una cierta coherencia, sino que lo hace sencillamente para que las cosas salgan como debe de salir: no sabemos cuáles son las "reglas" de ese supuesto mundo imaginario donde existe Atlantis, ni los poderes que tienen los seres del océano (y que van cambiando o sorprendiéndonos sin que los esperemos, para solucionar problemas), ni la presencia de ellos en la humanidad, ni cómo surgieron o por qué, ni nada de nada. Un despiporre que tiene menos credibilidad que un (mal) cuento infantil. Porque ese es nivel, señores: una película para niños no demasiado exigentes, que además mantiene la estructura de un (mal) programa de televisión, en el que si dejas de mirar un poco para comer palomitas, chocolatinas, ir al baño o rascarte la cabeza, tampoco importa mucho, porque no te pierdes nada. Y como a los niños le gustan los dinosaurios, pues dinosaurios al canto. Y como les gustan los tiburones, pues tres mil tiburones. Y pulpos, y Krakens, y calamares gigantes, y la madre que los parió. Un desmadre de los que pocas veces he visto en la historia del cine. Todo mezclado sin orden ni concierto, y palante, que esto es pa forrarnos y lo demás nos importa tres pepinos.
(CONTINUA EN SPOILER SIN SPOILER POR FALTA DE ESPACIO)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Claro que ¿qué podemos esperar de un mediocre y obediente artesano como el chinoamericano James Wan, que ha dirigido horteradas de la talla de "Saw", "Insidious" o "Expediente Warren" y sus sagas? Pues eso, algo absolutamente innoble -cuando debería ser justo al contrario, hablamos de un rey, y se supone que argumentalmente Aquaman intenta heredar toda esa mitología artúrica, como el personaje de Thor en el universo Marvel y que tampoco ha funcionado...-, chabacano, insustancial, prescindible y aburrido. Porque por muchos colorines que haya en pantalla, por muchos tiburones o rayos que veamos (rayos de plasma y fuego bajo el agua, y todo eso nos lo tenemos que creer, claro...) llega un momento en que la saturación nos termina por aburrir (como sucedía con las sagas Marvel de los Vengadores, que intentaban apabullar con muchos robots generados por ordenador), sobre todo porque detrás de las imágenes no hay nada. No hay historia, no hay argumento. Ni siquiera buenos actores -los únicos que podrían medio librarse son Nicole Kidman y Willem Dafoe-, sino verdaderas caricaturas creadas a brochazos. Un completo descalabre, que no solo es aburrido, sino que además no tiene ninguna gracia, ni interés. Se la podrían haber ahorrado. Y yo también.
3
2 de enero de 2019
33 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, si lo que quieren es ver la "misma película" por decimocuarta vez, esta es la vuestra. Como he leído antes, ya no basta con buena acción y buen CGI (ahí la película está bien), pero ya se busca algo más. Demasiado larga, se hace interminable, Jason Momoa parece un buen Aquaman, pero ni eso se salva.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Clichés:
- Aquaman rehuye de su destino, para al final, convertirse en el rey de todos los mares.
- También están las típicas pasteladas románticas que te cuelan por doquier.
- Chistes y escenas "graciosas" metidas con calzador en situaciones que no pegan.
- La madre que muere, hijo que quiere vengarse y... vaya, la madre sigue viva (idontbelieveit)
- Argumento predecible desde el minuto.
- La casualidad es la tónica dominante. Justo cuando Aquaman está vivo, se sabe donde está el tridente del poder infinito y a pesar de que no es el elegido, lo acaba consiguiendo (idontbelieveit x2)
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