Una chica angelical
1935 

6.8
329
1 de septiembre de 2024
1 de septiembre de 2024
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Un ángel de argumento. Luisa (Sullavan) es una chica joven del orfanato aficionada a los cuentos que, al modo de Cenicienta, se convierte en acomodadora del cine más importante de Budapest con un traje deslumbrante.
Y deslumbrada se queda ante la pantalla que exhibe una cinta con un Meredith de protagonista. ¿Cuál podrá ser?
El destino y los equívocos le permitirán jugar el papel de sus sueños: hacer de hada buena con una persona necesitada.
Un guion angelical nos lleva desde los grandes hoteles donde se mueve la alta sociedad al despacho de un oscuro abogado, Max Sporum (Marshall), cuyo gran sueño es adquirir un modesto sacapuntas de manivela.
Arcangélica realización que se mueve entre la alta comedia y el romance con un humor delicado y tierno. No hay carcajadas, solo sonrisas. Muy a lo Lubitsch.
Cuatro protagonistas principales como cuatro bondadosos angelotes. Porque también lo es Bela (Owen), el camarero cinéfilo, duende bueno del hada buena. Incluso Konrad (Morgan), el poderoso industrial que pretende aprovecharse de Luisa y resulta al final un párvulo en tales lides.
A destacar las interpretaciones de los cuatro, especialmente de Morgan y de Sullavan, un querubín.
Escenas de gran belleza como la entrevista en el despacho de Max con el rostro de Luisa reflejándose en el cristal de la mesa del abogado, o el simpático concierto de bocinas cuando los dos marchan en su flamante coche.
Una cinta angelical. No se la pierdan.
Y no olviden que "Si una decide ser hada buena, no debe dejar nunca de serlo".
Y deslumbrada se queda ante la pantalla que exhibe una cinta con un Meredith de protagonista. ¿Cuál podrá ser?
El destino y los equívocos le permitirán jugar el papel de sus sueños: hacer de hada buena con una persona necesitada.
Un guion angelical nos lleva desde los grandes hoteles donde se mueve la alta sociedad al despacho de un oscuro abogado, Max Sporum (Marshall), cuyo gran sueño es adquirir un modesto sacapuntas de manivela.
Arcangélica realización que se mueve entre la alta comedia y el romance con un humor delicado y tierno. No hay carcajadas, solo sonrisas. Muy a lo Lubitsch.
Cuatro protagonistas principales como cuatro bondadosos angelotes. Porque también lo es Bela (Owen), el camarero cinéfilo, duende bueno del hada buena. Incluso Konrad (Morgan), el poderoso industrial que pretende aprovecharse de Luisa y resulta al final un párvulo en tales lides.
A destacar las interpretaciones de los cuatro, especialmente de Morgan y de Sullavan, un querubín.
Escenas de gran belleza como la entrevista en el despacho de Max con el rostro de Luisa reflejándose en el cristal de la mesa del abogado, o el simpático concierto de bocinas cuando los dos marchan en su flamante coche.
Una cinta angelical. No se la pierdan.
Y no olviden que "Si una decide ser hada buena, no debe dejar nunca de serlo".
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