La historia de amor que se desarrolla en el pasado está descontextualizada, como si los protagonistas la vivieran en función del futuro más que en el tiempo en el que transcurre. Las escenas de amor no parecen propias de dos espias que están superconcentrados en resolver un problema de primer orden mundial, el secuestro de un avión por un grupo terrorista, más bien parecen la de dos tortolitos ociosos durante unas vacaciones. Ella le cuenta la dramática novedad del caso, que han matado al espía que tenian en el avión, después de acostarse, algo que carece de toda lógica. Y eso cuando se comunican, que del presunto secuestro que sufre ella ni siquiera se habla, ¿Cómo es posible que él no se extrañe cuando ella no le cuenta absolutamente nada? ¿Nii a él ni a nadie?. Tampoco tiene mucha lógica la llamada que él recibe por el móvil, que se supone que esas llamadas se investigan igual (o más) que las que se hacen por los teléfonos fijos que cada uno tiene en su mesa en el lugar de trabajo.

Las escenas de sexo carecen de senualidad, están enfocadas a mostrarnos el gran amor que se profesan los dos protagonistas, por lo que a veces resultan anticlimáticas, con una música demasado grave que desentona. Utilizan el sexo para mostrar amor, pero no lo consiguen y además se cargan toda sensualidad. Todo parece más una coartada para sustentar el final, para blanquear esa traición.

En cuanto a la parte final, la forma en que muere el protagonista, está más que pillada por los pelos, como todo el encuentro entre ellos. Lo más lóigico es que los mandos tuvieran aún dudas sobre el traidor, que hubieran propiciado ese cara a cara para grabar la conversación y así poder desvelar la verdadera identidad del topo. Quizá así se hubiera complicado todo, pero se le hubiera añadido más tensión a la trama. Pero tal y como acaba no tiene mucho sentido ese encuentro final en el restaurante, sobre todo si tratan de camuflar el asesinato como un suicidio, algo más que extraño si todo ocurre en un lugar público, por muy controlado que esté. Si sabían que era el culpable y habían decidido cargárselo, todo ese encuentro final sobraba.

Tengo la impresión de que la película podía haber ganado mucho con unos pequeños retoques, sean los que comento u otros distintos, pero toda la trama, por más que esté trabajada y bien expuesta, deja un resquemor, la sensación de que algo no cuadra.