Domingo, maldito domingo
1971 

6.4
777
5 de febrero de 2021
5 de febrero de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El John Schlesinger post Oscar vuelve a Inglaterra para adentrarse en un triángulo amoroso francamente lozano a pesar de los 50 años exactos que han pasado. Trata de la libertad, de compartir sentimientos, de asumir las situaciones sentimentales tal como vienen sin forzar pasos que se suponen compromisos absurdos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Empaqueta un adulto guión en medio de un bullicioso Londres en crisis económica. El médico, la oficinista y el diseñador llevan tiempo intimando con la especialidad que el tercero es el común. Retrata la homosexualidad o bisexualidad sin tapujos ni remordimientos para la época. Y al igual que nuestros protagonistas, el director afronta lo que parecería escandaloso para la época como algo natural y bello. De hecho, ni la sociedad que los rodea ni el círculo de amistades se atreven a opinar y/o juzgar: no hay escenas de rechazo o incomodad típicas que enfrentan el amor con el mundo.
22 de octubre de 2021
22 de octubre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante, suculenta historia, conserva su frescura medio siglo exacto después.
Indaga en el amor y sus formas, como en la soledad y sus derivados.
Peter Finch está sublime, que creación realiza del médico homosexual.
Glenda Jackson, no le anda a la zaga y aparte de su magistral composición del personaje, se muestra arrebatadoramente seductora, atractiva, en la cumbre de su embelesadora belleza y encanto.
El tercero en discordia, cumplidor, en su papel de bisexual sin complejos.
Volviendo al planteamiento de la película, me parece incisivo y muy adelantado a su época.
He leído por ahí, que fue la primera en mostrar un beso homosexual. Pues ya era hora de romper con esos tabúes.
Si acaso le faltó enseñarnos el ambiente familiar, en que vive o proviene, el joven amante bisexual.
De los otros dos personajes nos enseña a fondo sus familias.
Una, en una comida familiar y el otro, en dos sutiles y largas secuencias; la ceremonia judía y su posterior fiesta de celebración.
Por cierto, filmadas con gran talento ambas:
Que encuadres, movientos de cámara y duraciones de plano tan milimétricamente certeros.
Leí en una crítica que el doctor está confuso y ella, Glenda, confusa y no se qué; Estoy en desacuerdo, creo ambos tienen una vida bastante buena y son lúcidos, nada de confusos mentales.
Hay un diálogo de Glenda Jackson, que me impactó:
"Lo acepté porque te quiero, las condiciones eran malas" el otro dice: " Pides demasiado"
Contesta: " Querer mucho a una persona. ¿eso es demasiado? Poder pasar tiempo juntos.¿eso es demasiado?"
"Cualquier cosa es mejor que nada, pero a veces nada tiene que ser mejor que cualquier cosa"
Creo que sintetiza bastantes cosas del filme esta breve sucesión de diálogos.
La película rezuma cierta y a veces espesa melancolía pero embriagadora.
Indaga en el amor y sus formas, como en la soledad y sus derivados.
Peter Finch está sublime, que creación realiza del médico homosexual.
Glenda Jackson, no le anda a la zaga y aparte de su magistral composición del personaje, se muestra arrebatadoramente seductora, atractiva, en la cumbre de su embelesadora belleza y encanto.
El tercero en discordia, cumplidor, en su papel de bisexual sin complejos.
Volviendo al planteamiento de la película, me parece incisivo y muy adelantado a su época.
He leído por ahí, que fue la primera en mostrar un beso homosexual. Pues ya era hora de romper con esos tabúes.
Si acaso le faltó enseñarnos el ambiente familiar, en que vive o proviene, el joven amante bisexual.
De los otros dos personajes nos enseña a fondo sus familias.
Una, en una comida familiar y el otro, en dos sutiles y largas secuencias; la ceremonia judía y su posterior fiesta de celebración.
Por cierto, filmadas con gran talento ambas:
Que encuadres, movientos de cámara y duraciones de plano tan milimétricamente certeros.
Leí en una crítica que el doctor está confuso y ella, Glenda, confusa y no se qué; Estoy en desacuerdo, creo ambos tienen una vida bastante buena y son lúcidos, nada de confusos mentales.
Hay un diálogo de Glenda Jackson, que me impactó:
"Lo acepté porque te quiero, las condiciones eran malas" el otro dice: " Pides demasiado"
Contesta: " Querer mucho a una persona. ¿eso es demasiado? Poder pasar tiempo juntos.¿eso es demasiado?"
"Cualquier cosa es mejor que nada, pero a veces nada tiene que ser mejor que cualquier cosa"
Creo que sintetiza bastantes cosas del filme esta breve sucesión de diálogos.
La película rezuma cierta y a veces espesa melancolía pero embriagadora.
24 de marzo de 2022
24 de marzo de 2022
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película que en su día pudo llamar la atención por su argumento, a priori morboso, pero que se desarrolla de la forma más británicamente contenida y menos emocionante posible. Hoy en día, ofrece poco más que una buena muestra de ese reconocible ambiente setentero, tan anodino y cutre, además de unas cuantas risas, seguramente no previstas, a cargo de una familia que parece tener unos veinte hijos de cinco o seis años, los cuales se dedican a fumar y a rayar coches mientras sus padres están de viaje con un negro que no se sabe exactamente si es el amante de la madre o un inspector de Hacienda de incógnito. El guion es deslavazado y da la impresión de que las escenas podrían haberse ordenado de cualquier otra forma y daría más o menos igual, porque la cosa ni avanza ni retrocede. El triángulo amoroso resulta poco creíble y, sobre todo, poco interesante; el muchacho bígamo es mucho menos encantador y seductor de lo que nos obligan a aceptar, y al final no nos importa si se queda con el médico gay, si prefiere seguir toreando a la supuesta mujer madura (que, en realidad, no parece mucho mayor que él; hermosa Glenda Jackson) o si se larga a aburrirse a Estados Unidos porque se ha cansado de aburrirse en Inglaterra. Nosotros, desde luego, ya estábamos aburridos desde hacía rato.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El monólogo final del médico es un intento teatral de conmovernos a base de contarnos la historia con palabras, básicamente porque la película ha sido incapaz de contárnosla con imágenes. No funciona.
4 de septiembre de 2022
4 de septiembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película aguanta bien el paso del tiempo, pero vista por segunda vez se nota que es muy setentañera, por la mezcla de muchas cosas diversas que impiden dar a la historia central, el trío, mayor hondura. Por ejemplo no viene a cuento los casi diez minutos de la celebración de un Bar Mitzvah. Ya sabemos que Hirsh es judío, no hacía falta esa interrupción de la historia.
Algo semejante ocurre con la familia numerosa, que parece más bien un relleno. La película da la impresión de un puzzle, en el que las piezas no acaban de encajar.
Por lo demás está bien rodada y las interpretaciones del “trío sexual” son excelentes.
Pero le he dado un siete por utilizar como banda sonora, el trío del primer acto de Cosí fan tute, de Mozart, una de las melodías más bellas del inigualable maestro.
La filosofía de fondo, personalmente, no me gusta: eso de algo es mejor que nada.Muy de la época también cuando se decía eso de si no tienes alguien al lado al que amar amar a quien tienes al lado. Muy hippie.
Algo semejante ocurre con la familia numerosa, que parece más bien un relleno. La película da la impresión de un puzzle, en el que las piezas no acaban de encajar.
Por lo demás está bien rodada y las interpretaciones del “trío sexual” son excelentes.
Pero le he dado un siete por utilizar como banda sonora, el trío del primer acto de Cosí fan tute, de Mozart, una de las melodías más bellas del inigualable maestro.
La filosofía de fondo, personalmente, no me gusta: eso de algo es mejor que nada.Muy de la época también cuando se decía eso de si no tienes alguien al lado al que amar amar a quien tienes al lado. Muy hippie.
18 de junio de 2024
18 de junio de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La explosión de libertad cinematográfica que se produce con el Nuevo Hollywood en los años 70 (para mí, la mejor década de la historia del cine) se contagia desde sus inicios al resto de cinematografías. Por ejemplo, en la británica, en 1971 se estrena “Domingo, maldito domingo” de John Schlesinger. Si bien ha envejecido mal, su mérito en lo formal y en lo argumental es impresionante, dado que estamos ante una cinta que gira en torno a la bisexualidad de su protagonista y se cuenta de manera abierta, expresa y gráfica. No es para menos teniendo en cuenta que estamos ante el cineasta que un par de años antes había dado a luz una obra maestra atemporal e igualmente rupturista como “Cowboy de medianoche” y con posterioridad, en 1976, firmaría “Marathon Man”.
Estamos, en efecto y aunque parezca mentira en esas fechas, exponiendo abiertamente la relación triangular bisexual conformada por el personaje que interpreta Murray Head, que mantiene desde hace tiempo una sólida relación secreta con un médico encarnado por un espectacular Peter Finch, y a su vez una más convencional con Glenda Jackson. Todos saben de la existencia de todos y conforman un triángulo de fuerza esperando a que su protagonista se acabe decantando por alguno de los dos.
Valiente guión de Penelope Gilliatt que se transforma en imágenes vocacionalmente setenteras por parte de un Schlesinger dispuesto a dinamitar las reglas del cine clásico y hacerlas saltar por las costuras, como ya hiciera en su anterior, infinitamente superior, “Cowboy de medianoche”.
Una pena que el resultado final haya envejecido mal y que ni estética ni argumentalmente la cinta haya resistido bien el paso del tiempo.
Estamos, en efecto y aunque parezca mentira en esas fechas, exponiendo abiertamente la relación triangular bisexual conformada por el personaje que interpreta Murray Head, que mantiene desde hace tiempo una sólida relación secreta con un médico encarnado por un espectacular Peter Finch, y a su vez una más convencional con Glenda Jackson. Todos saben de la existencia de todos y conforman un triángulo de fuerza esperando a que su protagonista se acabe decantando por alguno de los dos.
Valiente guión de Penelope Gilliatt que se transforma en imágenes vocacionalmente setenteras por parte de un Schlesinger dispuesto a dinamitar las reglas del cine clásico y hacerlas saltar por las costuras, como ya hiciera en su anterior, infinitamente superior, “Cowboy de medianoche”.
Una pena que el resultado final haya envejecido mal y que ni estética ni argumentalmente la cinta haya resistido bien el paso del tiempo.
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