The Post: Los oscuros secretos del Pentágono
6.7
22,134
Drama
En junio de 1971 The New York Times y The Washington Post tomaron una valiente posición en favor de la libertad de expresión, informando sobre los documentos del Pentágono y el encubrimiento masivo de secretos por parte del gobierno, que había durado cuatro décadas y cuatro presidencias estadounidenses. En ese momento, Katherine Graham (Meryl Streep), primera mujer editora del Post, y el director Ben Bradlee (Tom Hanks) intentaban ... [+]
3 de marzo de 2018
3 de marzo de 2018
30 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como era de esperar, todo correcto en el último trabajo de Steven Spielberg, que cuenta además con el atractivo de reunir a dos grandes de la interpretación: Meryl (siempre correcta) Streep y Tom (más que correcto) Hanks.
Una carta de amor del Rey Midas de Hollywood al periodismo libre....¿O era al liberal?
Un regalo para los nostálgicos del periodismo de rotativa y cenicero, entre los que sin duda se encuentran muchos de los críticos de cine profesionales.
En 1971 el New York Times saca a la luz "los papeles del Pentágono", unos documentos altamente secretos que demuestran que sucesivos presidentes de los Estados Unidos estaban mandando tropas a Vietnam aún sabiendo que era una guerra que no podían ganar.El periódico por excelencia en temas gubernamentales no era el Times sino el Washington Post, que en aquel entonces estaba presidido por Katharine Graham (Meryl Streep) la primera mujer en dirigir un diario en EE.UU; y editado por el prestigioso periodista Ben Bradlee (Tom Hanks). Juntos deben decidir si secundan al New York Times en sus informaciones o ceden ante las presiones de inversores y fuerzas políticas en una etapa de la política norteamericana e internacional sobre la que nunca se había hecho una película, salvo quizás: J.F.K., Todos los hombres del Presidente, Nixon, Trece Días, Frost contra Nixon, Nacido el 4 de Julio... y algún centenar más.
Todo está muy bien contado: La elegancia innata de Spielberg, claridad absoluta en cuanto a la trama y bastante dinamismo para tratarse de una película con mucho diálogo y poca o ninguna acción.
Meryl Streep es certera trasmitiendo las inseguridades, los dilemas y el valor de su personaje; y Tom Hanks hace lo propio con el suyo, un tipo noble y apasionado con su profesión.
Todo muy bien, pero yo no me creo nada.
La primera escena ya es toda una declaración de intenciones. Hagamos una prueba. En sólo 3 segundos, piense usted una música con la que ambientar una escena de la guerra de Vietnam....3, 2, 1...Correcto !! Algún temita de rock clásico americano, ¿qué tal una de la Creedence? Spielberg tampoco le dedicó más tiempo a esto. Algunos dirán que es una prueba de la capacidad de concreción que el bueno de Steven ha logrado con los años, capaz de ubicarnos en la época con solo un plano y una nota musical, para mí es una demostración de vagancia.
A partir de aquí, se supone que tengo que santificar a Katahrina Graham, la multimillonaria heredera de uno de los gobernadores de la Reserva Federal de EE.UU, porque hizo públicos (ya los publicaron otros antes, ella secundó las publicaciones) unos documentos que revelaban una obviedad que venía siendo clamada por la sociedad civil en todo tipo de manifestaciones desde hacía más de un lustro. Esta señora, como se muestra en la película, era íntima del secretario de defensa, ¿tengo que tragarme que no se olía nada? ¿Tengo que tragarme que ni ella, ni ninguno de los jerifantes, actuó con ambición viendo que publicar esos papeles iba a ser un pelotazo para el periódico?
Por otra parte, lo que les importa a los personajes, al director, y posiblemente al público americano, es qué no había posibilidad de ganar la guerra. El hecho histórico de haber financiando un golpe de estado y haber puesto un dictador en Vietnam (como también hicieron en Filipinas, Singapur, Corea, Chile, Argentina...) para imponer su estilo de vida ni se menciona. ¡Hombre! Si al final se gana la guerra no había debate! 3 millones de muertos hubiesen merecido la pena, en pocos años se habría podido vender el periódico por toda Indochina.
Sobre el debate ético de desvelar secretos que puedan poner en peligro la seguridad nacional (no sé cómo) ... no hay duda. Publicamos, sí. Pero no preocuparse, todo bien cortadito y revisado para no meternos en líos. Al fin y al cabo Nixón es el chivo expiatorio perfecto de la política americana, todo lo que haya hecho mal EE.UU. en el siglo XX es culpa suya, los demás son todos gente maravillosa.
Las carreras por la redacción, los planos detalle de las imprentas, las planchas, los engranajes de las máquinas de escribir y las intrigas de los periodistas que juegan a detectives, satisfarán a aquellos románticos que crean que algún día existió el periodismo de investigación. Eso sí los cigarrillos fuera, aquí no fuma nadie. Creo que a Tom Hanks se le ve una vez sujetando un cigarrillo de chocolate. Todo ha de ser muy correcto.
Spielberg, al que considero un genio incuestionable, siempre ha sido un niño bueno pero con poco fondo. Es incapaz de ofrecer una visión que vaya más allá del discurso puritano oficial, y no ha metido el dedo en la yaga jamás (tal vez en Munich)
Puede que algún día su estilo fuera muy personal pero ha sido tan imitado que a día de hoy representa el canon de una realización académica. Resumido en: Suena música de John Williams, un tipo mira al vacío pensando en cogollos de lechuga con anchoa, la cámara se acerca lentamente a su rostro y parece que esta pensando en la inmortalidad del alma.
Creo que es el director que más ha influido en la narración cinematográfica desde D.W.Griffith, pero está tan visto que ya no alumbra.
Y cuando la forma ya la conoces, te fijas más en el fondo, y ésta, en el fondo, es un panfleto propagandístico.
En la escena donde se presenta el Tribunal Supremo con música de épica solemnidad no pude contener la carcajada. El mismo Tribunal Supremo que quiere encarcelar a Edward Snowden por un caso muy similar , también aireado en el Washigton Post por cierto.
Todavía me quedaba el discurso a mayor gloria de los padres de patria. Esos providentes masones que ya lo tenían todo previsto cuando redactaron la sagrada constitución.
Por lo menos hay que agradecer que no cae en la lágrima fácil.
El sistema funciona. Demos gracias, y que Dios bendiga a los multimillonarios.
Una carta de amor del Rey Midas de Hollywood al periodismo libre....¿O era al liberal?
Un regalo para los nostálgicos del periodismo de rotativa y cenicero, entre los que sin duda se encuentran muchos de los críticos de cine profesionales.
En 1971 el New York Times saca a la luz "los papeles del Pentágono", unos documentos altamente secretos que demuestran que sucesivos presidentes de los Estados Unidos estaban mandando tropas a Vietnam aún sabiendo que era una guerra que no podían ganar.El periódico por excelencia en temas gubernamentales no era el Times sino el Washington Post, que en aquel entonces estaba presidido por Katharine Graham (Meryl Streep) la primera mujer en dirigir un diario en EE.UU; y editado por el prestigioso periodista Ben Bradlee (Tom Hanks). Juntos deben decidir si secundan al New York Times en sus informaciones o ceden ante las presiones de inversores y fuerzas políticas en una etapa de la política norteamericana e internacional sobre la que nunca se había hecho una película, salvo quizás: J.F.K., Todos los hombres del Presidente, Nixon, Trece Días, Frost contra Nixon, Nacido el 4 de Julio... y algún centenar más.
Todo está muy bien contado: La elegancia innata de Spielberg, claridad absoluta en cuanto a la trama y bastante dinamismo para tratarse de una película con mucho diálogo y poca o ninguna acción.
Meryl Streep es certera trasmitiendo las inseguridades, los dilemas y el valor de su personaje; y Tom Hanks hace lo propio con el suyo, un tipo noble y apasionado con su profesión.
Todo muy bien, pero yo no me creo nada.
La primera escena ya es toda una declaración de intenciones. Hagamos una prueba. En sólo 3 segundos, piense usted una música con la que ambientar una escena de la guerra de Vietnam....3, 2, 1...Correcto !! Algún temita de rock clásico americano, ¿qué tal una de la Creedence? Spielberg tampoco le dedicó más tiempo a esto. Algunos dirán que es una prueba de la capacidad de concreción que el bueno de Steven ha logrado con los años, capaz de ubicarnos en la época con solo un plano y una nota musical, para mí es una demostración de vagancia.
A partir de aquí, se supone que tengo que santificar a Katahrina Graham, la multimillonaria heredera de uno de los gobernadores de la Reserva Federal de EE.UU, porque hizo públicos (ya los publicaron otros antes, ella secundó las publicaciones) unos documentos que revelaban una obviedad que venía siendo clamada por la sociedad civil en todo tipo de manifestaciones desde hacía más de un lustro. Esta señora, como se muestra en la película, era íntima del secretario de defensa, ¿tengo que tragarme que no se olía nada? ¿Tengo que tragarme que ni ella, ni ninguno de los jerifantes, actuó con ambición viendo que publicar esos papeles iba a ser un pelotazo para el periódico?
Por otra parte, lo que les importa a los personajes, al director, y posiblemente al público americano, es qué no había posibilidad de ganar la guerra. El hecho histórico de haber financiando un golpe de estado y haber puesto un dictador en Vietnam (como también hicieron en Filipinas, Singapur, Corea, Chile, Argentina...) para imponer su estilo de vida ni se menciona. ¡Hombre! Si al final se gana la guerra no había debate! 3 millones de muertos hubiesen merecido la pena, en pocos años se habría podido vender el periódico por toda Indochina.
Sobre el debate ético de desvelar secretos que puedan poner en peligro la seguridad nacional (no sé cómo) ... no hay duda. Publicamos, sí. Pero no preocuparse, todo bien cortadito y revisado para no meternos en líos. Al fin y al cabo Nixón es el chivo expiatorio perfecto de la política americana, todo lo que haya hecho mal EE.UU. en el siglo XX es culpa suya, los demás son todos gente maravillosa.
Las carreras por la redacción, los planos detalle de las imprentas, las planchas, los engranajes de las máquinas de escribir y las intrigas de los periodistas que juegan a detectives, satisfarán a aquellos románticos que crean que algún día existió el periodismo de investigación. Eso sí los cigarrillos fuera, aquí no fuma nadie. Creo que a Tom Hanks se le ve una vez sujetando un cigarrillo de chocolate. Todo ha de ser muy correcto.
Spielberg, al que considero un genio incuestionable, siempre ha sido un niño bueno pero con poco fondo. Es incapaz de ofrecer una visión que vaya más allá del discurso puritano oficial, y no ha metido el dedo en la yaga jamás (tal vez en Munich)
Puede que algún día su estilo fuera muy personal pero ha sido tan imitado que a día de hoy representa el canon de una realización académica. Resumido en: Suena música de John Williams, un tipo mira al vacío pensando en cogollos de lechuga con anchoa, la cámara se acerca lentamente a su rostro y parece que esta pensando en la inmortalidad del alma.
Creo que es el director que más ha influido en la narración cinematográfica desde D.W.Griffith, pero está tan visto que ya no alumbra.
Y cuando la forma ya la conoces, te fijas más en el fondo, y ésta, en el fondo, es un panfleto propagandístico.
En la escena donde se presenta el Tribunal Supremo con música de épica solemnidad no pude contener la carcajada. El mismo Tribunal Supremo que quiere encarcelar a Edward Snowden por un caso muy similar , también aireado en el Washigton Post por cierto.
Todavía me quedaba el discurso a mayor gloria de los padres de patria. Esos providentes masones que ya lo tenían todo previsto cuando redactaron la sagrada constitución.
Por lo menos hay que agradecer que no cae en la lágrima fácil.
El sistema funciona. Demos gracias, y que Dios bendiga a los multimillonarios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La publicación de " Los papeles del Pentágono" no tuvo ninguna consecuencia política, todo quedo ahí, como con "Los papeles de Panamá".
Robert McNamara, secretario de defensa de los presidentes John Kennedy y Lyndon Johnson, además de ser el "amiguito" especial de Meryl Streep, es el primero que aparece mintiendo al pueblo americano en la película y ya entonces era el presidente del Banco Mundial (por supuesto esto no se menciona) y siguió siéndolo hasta 1981.
En 2013 el Washington Post fue vendido a Jeff Benzos, propietario de Amazon.
What a Wonderful World!
Robert McNamara, secretario de defensa de los presidentes John Kennedy y Lyndon Johnson, además de ser el "amiguito" especial de Meryl Streep, es el primero que aparece mintiendo al pueblo americano en la película y ya entonces era el presidente del Banco Mundial (por supuesto esto no se menciona) y siguió siéndolo hasta 1981.
En 2013 el Washington Post fue vendido a Jeff Benzos, propietario de Amazon.
What a Wonderful World!
25 de enero de 2018
25 de enero de 2018
30 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me gusta ser tan crítico (o hater) con las películas y pocas son las que suspendo, pero esta me resulta imposible de aprobar. Lo mínimo que le exijo a una película es que no me aburra, y ésta no lo consigue. No por ser lenta tiene tiene que aburrir, suelen ser de hecho las que más te pueden llegar a emocionar o hacerte pensar en vez de una de acción en la que hay 584 tiros por segundo en pantalla.
Los Archivos del Pentágono es una película con buenas de actuaciones de Streep y Hanks, vestuario, etc. Sin embargo, ocurre en medio de un aburrimiento y de conversaciones innecesarias y vacías sin que ocurra absolutamente nada; solo gente hablando de si publicar o no (sin entrar a debatir de verdad) y unos papeles yendo de un lado a otro y sin ninguna gracia ni sentido del humor bueno.
Los Archivos del Pentágono es una película con buenas de actuaciones de Streep y Hanks, vestuario, etc. Sin embargo, ocurre en medio de un aburrimiento y de conversaciones innecesarias y vacías sin que ocurra absolutamente nada; solo gente hablando de si publicar o no (sin entrar a debatir de verdad) y unos papeles yendo de un lado a otro y sin ninguna gracia ni sentido del humor bueno.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Son actuaciones sobre personajes aburridos que intentan hacer un drama en una poderosa y rica dueña de una gran empresa y sus problemas personales de si irá a prisión (como si siendo rica y teniendo contactos fuese a entrar en prisión, que ya sabemos que gente con esa influencia nunca entran por el poder de los medios de comunicación) o sigue lamiéndole la bota al poder.
Para mí son dos temas los principales de la película:
1. La libertad de publicar/derecho a informar a la ciudadanía VS la seguridad nacional/secretos de Estado. Estos dos temas que siempre están enfrentados en nuestras sociedades de hoy en día que podría ser un debate interesante, apenas se debate bien en la película. Unas cuantas frases y ya, y ni siquiera son frases espectaculares de las que quedan marcadas... No, son frases sin más que sueltan y ya está, no hay más debate y no van a pasar a la historia.
2. El drama familiar y personal de la dueña del Washington Post con publicar y ser "desleal" a un amigo suyo del Gobierno o cumplir con su deber de periodista e informar. Un drama que no me transmite nada, pues es obvio que al ser poderosa puede mover los hilos necesarios paraque haga lo que haga le beneficie, no tiene en realidad riesgo.
Además, el mensaje final bonito modo propaganda capitalista de EEUU, despues de criticar al país por la guerra de Vietnam: te venden que los medios de comunicación en EEUU son geniales y que tienen libertad gracias a que son privados y que sufren la presión los pobrecitos del Gobierno. Cuando precisamente la mayor censura de los medios no es por un Gobierno, sino por bancos y demás empresas que los financian (que en la peli también lo sacan de puntillas al decir que si publican la noticia los inversores podrían irse), pero les fue irresistible no hacer algo de propaganda del sistema porque Hollywoood es un estómago bien agradecido. Secretos de Estado se publican, críticas o información contra bancos o grandes empresas ya lo veo más difícil en estos medios.
Para mí son dos temas los principales de la película:
1. La libertad de publicar/derecho a informar a la ciudadanía VS la seguridad nacional/secretos de Estado. Estos dos temas que siempre están enfrentados en nuestras sociedades de hoy en día que podría ser un debate interesante, apenas se debate bien en la película. Unas cuantas frases y ya, y ni siquiera son frases espectaculares de las que quedan marcadas... No, son frases sin más que sueltan y ya está, no hay más debate y no van a pasar a la historia.
2. El drama familiar y personal de la dueña del Washington Post con publicar y ser "desleal" a un amigo suyo del Gobierno o cumplir con su deber de periodista e informar. Un drama que no me transmite nada, pues es obvio que al ser poderosa puede mover los hilos necesarios paraque haga lo que haga le beneficie, no tiene en realidad riesgo.
Además, el mensaje final bonito modo propaganda capitalista de EEUU, despues de criticar al país por la guerra de Vietnam: te venden que los medios de comunicación en EEUU son geniales y que tienen libertad gracias a que son privados y que sufren la presión los pobrecitos del Gobierno. Cuando precisamente la mayor censura de los medios no es por un Gobierno, sino por bancos y demás empresas que los financian (que en la peli también lo sacan de puntillas al decir que si publican la noticia los inversores podrían irse), pero les fue irresistible no hacer algo de propaganda del sistema porque Hollywoood es un estómago bien agradecido. Secretos de Estado se publican, críticas o información contra bancos o grandes empresas ya lo veo más difícil en estos medios.
17 de enero de 2018
17 de enero de 2018
30 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos grandes personajes de la Historia del Cine, Tom Hanks y Meryl Streep, se juntan por primera vez para explicar la historia de los papeles del Pentágono que reveló el New York Times y, después, The Washington Post, sobre secretos que escondía el gobiernos estadounidense acerca de la guerra del Vietnam. Una historia necesaria y realmente interesante que es explicada y dirigida por otro de los grandes personajes de la Historia del Cine, Steven Spielberg, que dota al filme de calidad, seriedad y elegancia que la eleva a una de las grandes películas del momento.
Al leer el argumento podríamos pensar que es otra película más sobre periodismo, basada en hechos reales y que quiere convertir en imágenes esas historias de Estados Unidos que se traspapelaron, pero no, ‘Los Archivos del Pentágono’ no es así. Tiene un metraje de 116 minutos, una fotografía de Janusz Kaminski extraordinaria que incomoda y te traslada a cada momento del film, una banda sonora firmada por John Williams que recuerda a ‘Nixon’ o ‘Lincoln’ con las melodías adecuadas a cada instante, y un guión extraordinario perfectamente hilvanado que lo complementa el poderío que le da Streep, Hanks y sus compañeros para convertir un drama en un auténtico thriller político inquietante.
Personalmente, cuando vi la película iba con la sensación de ver un drama político que se me hiciera interesante, que me explicase algo que no supiera, y estuviera bien explicado y que me sorprendiese o me emocionara. Spielberg consigue meterme dentro de la historia rápidamente en medio de un documental, un drama y un thriller perfecto en cada momento, sin aburrirme y haciéndome partícipe de los sucesos que ocurren. Esta creación se aleja de ese casi desastre ‘Mi amigo el Gigante’ y asciende la filmografía del director haciendo pequeña cualquier película sobre política que exista en el momento, dejando un sabor de boca extraordinario con un elegantísimo homenaje al periodismo.
Lo bueno: la dirección y el guión. Y, claro, Tom Hanks, Meryl Streep y todo el equipo que los acompaña.
Lo malo: puede que el ritmo se haga eterno a según que espectador, pero lo malo es que no haya más historias así, contadas de esta manera.
Más críticas en Cinezin (http://cinezin.com).
Al leer el argumento podríamos pensar que es otra película más sobre periodismo, basada en hechos reales y que quiere convertir en imágenes esas historias de Estados Unidos que se traspapelaron, pero no, ‘Los Archivos del Pentágono’ no es así. Tiene un metraje de 116 minutos, una fotografía de Janusz Kaminski extraordinaria que incomoda y te traslada a cada momento del film, una banda sonora firmada por John Williams que recuerda a ‘Nixon’ o ‘Lincoln’ con las melodías adecuadas a cada instante, y un guión extraordinario perfectamente hilvanado que lo complementa el poderío que le da Streep, Hanks y sus compañeros para convertir un drama en un auténtico thriller político inquietante.
Personalmente, cuando vi la película iba con la sensación de ver un drama político que se me hiciera interesante, que me explicase algo que no supiera, y estuviera bien explicado y que me sorprendiese o me emocionara. Spielberg consigue meterme dentro de la historia rápidamente en medio de un documental, un drama y un thriller perfecto en cada momento, sin aburrirme y haciéndome partícipe de los sucesos que ocurren. Esta creación se aleja de ese casi desastre ‘Mi amigo el Gigante’ y asciende la filmografía del director haciendo pequeña cualquier película sobre política que exista en el momento, dejando un sabor de boca extraordinario con un elegantísimo homenaje al periodismo.
Lo bueno: la dirección y el guión. Y, claro, Tom Hanks, Meryl Streep y todo el equipo que los acompaña.
Lo malo: puede que el ritmo se haga eterno a según que espectador, pero lo malo es que no haya más historias así, contadas de esta manera.
Más críticas en Cinezin (http://cinezin.com).
3 de febrero de 2018
3 de febrero de 2018
26 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sorprende del mayor Publicista Americano, Spielberg. Ya nada sorprende de éste director mediocre aclamando por la crítica y el público en general. Cuánto más burdo es lo que hace, más lo aplauden. La película es una publicidad sobre lo buenos e impolutos que son los periodistas, lo bien que le hacen a la Democracia. Lo mala que es la política. Lo muy sabios e indiscutibles que son los jueces. Lo bien que funcionan las instituciones de Norte América. Lo visionarios que fueron los que redactaron la Constitución de USA. el pueblo, que siempre agradece a los héroes de turno por hacerles ver la realidad. Y así podría seguir bastante tiempo. Pero me voy a detener aparte en lo que es la dirección en sí. Es muy, muy mediocre. Visto todo en muchas, muchísimas películas. Siempre el lugar común, la musicalización con Creedence para mostrar la guerra, la música épica para hablar de valores de una Nación que no respeta a nadie. En fin. Una seria candidata al Oscar, obviamente, porque le dá al público lo que quiere ver. No le pongo uno, porque Tom Hanks, como siempre le crees todo lo que hace, Meryl Streep, está muy bien y está aparte el Gran, Gran Bob Odenkirk.
20 de enero de 2018
20 de enero de 2018
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace años Spielberg se defendía de la acusación de resultar excesivamente pedagógico diciendo que en ningún momento pretendía ser un profesor de Historia. Sin embargo ese señalamiento obedecía a una realidad que acompaña al director en todas las películas en las que pretende reconstruir algún hecho histórico relevante. Y en The Post, quizá por estar hecha deprisa y corriendo mientras trabajaba en la posproducción de Ready One Player, esa tendencia a la obviedad pedagógica, al eńfasis innecesario, resulta letal porque al contrario que ocurría con la excelente El puente de los espías, aquí el relato que se vertebra a través de los personajes y sus conflictos, que casi nunca adquieren la tensión necesaria, todo resulta muy plano y frío, queda aplastado por ese amaneramiento aleccionador.
Otra de las cuestiones que hacen que esta película no funcione es su tendencia al subrayado estético, ese que hace que le veas la intención en todos esos rebuscados encuadres y movimientos de cámara, un problema suyo también de toda la vida, y que cuando se desmadra echa a perder el equilibrio que se tiene que encontrar entre fondo y forma, aspecto extendible también a todos los momentos en los hay muchos personajes en pantalla, la redacción del periódico, los manifestantes en la calle, la casa de Tom Hanks llena de periodistas, donde nuevamente se ve venir de lejos toda la intención con esas cuidadas coreografías que resultan totalmente obvias y nada naturales. Nuevamente la querencia por el énfasis a través de la puesta en escena telegrafiada.
Una historia muy interesante que resulta más efectista que eficiente.
Otra de las cuestiones que hacen que esta película no funcione es su tendencia al subrayado estético, ese que hace que le veas la intención en todos esos rebuscados encuadres y movimientos de cámara, un problema suyo también de toda la vida, y que cuando se desmadra echa a perder el equilibrio que se tiene que encontrar entre fondo y forma, aspecto extendible también a todos los momentos en los hay muchos personajes en pantalla, la redacción del periódico, los manifestantes en la calle, la casa de Tom Hanks llena de periodistas, donde nuevamente se ve venir de lejos toda la intención con esas cuidadas coreografías que resultan totalmente obvias y nada naturales. Nuevamente la querencia por el énfasis a través de la puesta en escena telegrafiada.
Una historia muy interesante que resulta más efectista que eficiente.
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