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Pacto de sangre

Cine negro. Intriga. Thriller Un agente de seguros (Fred MacMurray) y la mujer de uno de sus clientes (Bárbara Stanwyck) traman asesinarlo para cobrar un cuantioso seguro de accidentes suscrito a sus espaldas. Todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes (Edward G. Robinson), investigador de la empresa de seguros. (FILMAFFINITY)
Críticas 189
Críticas ordenadas por utilidad
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7
22 de diciembre de 2009
74 de 90 usuarios han encontrado esta crítica útil
La perdición consiste para Walter Neff (Fred MacMurray), agente de seguros, en conocer a Phyllis Dietrichson (Barbara Stanwyck) cuando busca renovar la póliza de seguros de los dos automóviles de su marido. Yo no veo problema en saber desde el principio quién es el asesino de éste, porque el interés reside en cómo se desarrolla la trama y se descubre, no es saber quién cometió el asesinato.

Los afilados diálogos son los propios de cualquier novela negra de Raymond Chandler (aunque están extraídos de la obra de otro autor, él sólo se ocupó del guión) y puedes disfrutar de las rápidas frases que se intercambian Walter y Phyllis: en su primer encuentro, frente a las insinuaciones de él, ella le susurra “Me pregunto si entiendo lo que dice” y él le espeta directo “Me pregunto si se lo pregunta”. Genial.

Pero… siendo objetivos y procurando no dejarse llevar por la gran admiración que Billy Wilder nos inspira, la verdad es que ésta no es una película redonda. Para empezar, es más que chocante que Phyllis despierte en Walter esa gran pasión a los diez minutos de conocerse. Un calentón, se comprende, eso sucede incluso en menos tiempo, pero aceptar matar al marido de alguien que se acaba de conocer, eso sólo se hace por dinero, no porque en dos días se esté rendidamente enamorado. La historia continúa también de forma apresurada y apenas hay tonalidades grises en la psicología de los personajes. El disimulo del encuentro en el supermercado, consistente sólo en ponerse unas gafas oscura, es ridículo.

Ignoro si Barbara Stanwick resultaba en 1944 una convincente mujer fatal capaz de llevar a la perdición a un hombre. Supongo que lo de llevar una pulsera en el tobillo sería por entonces el no va más del atrevimiento y el atractivo sexual, pero a mí me parece muy poco atractiva en ese papel con la peluca platino. En papeles de mujer de carácter sí estuvo siempre creíble, pero como mujer extremadamente seductora, no me convence. Yo no mataría por ella y dudo también que Walter lo hiciera.

Me rendí sin discusión ante “Testigo de cargo” o “El crepúsculo de los dioses”, por poner sólo dos ejemplos de la filmografía de Wilder, pero a ésta no la puedo considerar una obra maestra del cine clásico. Eso sí, Edward G. Robinson en su papel de supervisor del agente de seguros, está asombroso.
8
10 de agosto de 2008
114 de 175 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Ding, Dong!
- Buenos días, vengo a venderle una enciclopedia.
- Sí pase. Oh, le amo. ¿Quiere matar a mi marido?

10 minutos después, en el supermercado...
- No nos podremos ver en una o dos semanas
- ¡No! Dios mío, ¿Podré sobrevivir sin poder tenerte entre mis brazos? (ponen mejilla contra mejilla)
- Cuidado, ¡la boticaria!, ponte las gafas de sol para que no te reconozca, agarra un paquete de azúcar, y silba.

Sinceramente, estas cosas no las puedo soportar. Si aparecen OVNIS, si Barbara Stanwyk resultase ser un alma en pena enviada por Satanás, si Fred MacMurray se pone a volar, incluso si Edward G Robinson da el estirón de golpe y mide 2 metros diez, hago acto de fé y me lo trago. Pero este amor, no. Sea intencionado o no, no me cuela. Por mucha cara de tolai que tenga el McMurray y por muy largas que sean las piernas de la Stanwyk, esto no lo digiere ni el menos espabilao. No dejéis que Wilder os la dé con queso.

Sólo por Edward, la película llega a ser interesante. El mérito del enanito es, por tanto, incalculable y hace que esta sea una de las mejores interpretaciones (¡y de secundario!) jamás realizadas en la historia del llamado séptimo arte.
10
28 de agosto de 2006
63 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
Junto con "Sunset Boulevard" la obra cumbre de Wilder, una OBRA MAESTRA sin paliativos, abrumadora y espectacular.

Basada en la obra de John McCain (autor de obras tan conocidas como "El Cartero siempre llama dos veces" y guionista de la versión epónima de Bob Rafelson en colaboración con David Mamet..., o guionista de obras tan conocidas como "Alma en suplicio" de Michael Curtiz u "Ossessione" de Luchino Visconti) titulada "Three of a kind" y basada en un famoso caso real ocurrido a finales de los años 20 en NY, fue traducida de dos formas en castellano; para Sudamérica como "Pacto de sangre" y en España como "Perdición".

La espectacular y paradigmática fotografía en blanco y negro de John F. Seitz, es una referencia clásica dentro del cine azabache de los 40, y la música perturbadora de Miklós Rózsa, sobre todo al inicio de los títulos de crédito con la silueta de Walter Neff (o tal vez el señor Dietrichson) en muletas, ambientan esta cinta con guión adaptado del prestigioso Raymond Chandler y del propio Wilder.

Wilder recurre en esta cinta a algunos de sus personajes favoritos como ya hiciera en "El Apartamento" y/o "En bandeja de plata" ; el mundo de las compañías aseguradoras, con sus vendedores y sus ascensoristas..., y los sitúa en una trama de cine azabache; a saber el recurso narrativo de una voz en off (el personaje de Walter Neff interpretado brillantemente por Fred MacMurray), una mujer fatal (Phyllis Dietrichson interpretada por una cautivadora Barabara Stanwyck), un asesinato, un final tormentoso, perdedores,y humo, mucho humo...El de los cigarros de Walter y los puros de Barton Keyes,el jefe del departamento de siniestros interpretado soberanamente por el gran Edward G. Robinson...

Uno nunca se cansa de ver esta cinta sublime, que marcó la pauta junto con un ramillete de excelentes películas de uno de los géneros más grandes en la historia del cine, el de ese negro que siempre viste tan elegante...

Los diálogos tienen esa deliciosa, concisa y sentenciadora ironía de las novelas de Chandler y cuando la cinta llega a su fin, el eco de las últimas y recurrentes palabras de Walter Neff a su querido Keyes; "...yo también te quiero..." aún reverberan en nuestros oídos.

Como dato anecdótico y si queréis curioso, esta obra maestra tiene el orgullo de la participación de un españolito que por aquel entonces ya había trabajado a la orden de gente tan importante como Orson Welles y el propio Billy Wilder, interpretando en esta ocasión el papel de Sam Garlopis, un camionero que intenta "enchufar" un pufo a la compañía y es sonrojantemente desenmascarado por el sagaz Barton Keyes y "sus enanillos en el estómago", tan perspicaces ellos...

Para los fanáticos de esta obra maestra hay un enlace web de la película en su versión original; www.filmsite.org/doub4.html. Disfrutadlo.

M A G I S T R A L.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
16 de julio de 1938, es de noche y Walter Neff (con 2 efes como Filadelfia), un agente de seguros de 35 años, "soltero y sin señales personales... hasta hace poco, claro...", sale malherido de su coche y se adentra en la compañía de seguros "Pacific All Risk Co" de la ciudad de Los Angeles, para la que lleva trabajando 11 años...

Sentado en su despacho, coge un magnetófono en el que registra a modo de voz en off y de flash back al mismo tiempo, la confesión (aunque a Walter no le guste esa palabra) de los hechos acontecidos en aquel día a su amigo Keyes, aunque la historia arranque unos meses antes, a finales de mayo de aquel mismo año...

...Aprovechando un viaje a Glendale acerca de unas pólizas de unos camiones, y a la vuelta, en la lujosa urbanización de Los Felix Boulevard en Quebec Street, plagada de casas de estilo español tan de moda en los años 20, decide visitar a un cliente suyo, el señor Dietrichson(Tom Powers) un rico empresario del petróleo que vive con su hija Lola(Jean Heather) hija de su primer matrimonio y su enigmática segunda esposa Phyllis, a propósito de la renovación de las pólizas de unos coches.

Desde el primer momento, cuando Phyllis baja las escaleras con aquella sensual y metafóricamente fatídica pulsera en los tobillos, Walter se ve irremisiblemente arrastrado hacia una especie de viaje de ida en tranvía con una única parada final: el cementerio...La Perdición...

Ambos pergeñan un plan que les reporte pingües beneficios; Walter "propone" a Phyllis una póliza de accidentes con una doble indemnización (de 100000 dólares en total) en caso de fallecimiento accidental de la víctima...

Las vías de un tren, la suplantación de un cadáver, los supermercados Jerry como lugar de encuentro entre los cómplices,un testigo ocasional,una hija adoptiva histérica, el amante de ésta, celos... y un infalible detective que estuvo cerca de acertar de pleno en la diana, de no ser porque el culpable estuviera más cerca de lo que él se pensaba...

G R A N D I O S A.
9
4 de mayo de 2007
45 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Perdición" viene a ser como una receta magistral que determina a la perfección cuáles deben ser los procedimientos y aderezos necesarios para conseguir el sabor del más auténtico y genuíno cine negro. Sin embargo, disponer de todos esos ingredientes ( fotografía tenebrosa, música asfixiante, guión sin fisuras, diálogos mordaces e interpretaciones solventes ) no serviría de nada sin un cocinero para guisarlos adecuadamente. Billy Wilder es quien le infunde el estatus de obra maestra a "Perdición". No lo duden. Mis enanos cinéfilos tampoco me han fallado nunca.

P.D. : Barbara Stanwyck no lo hace mal pero con Lana Turner o Lauren Bacall como "femme fatale" mi nota hubiera ascendido automáticamente a 10.
6
27 de febrero de 2010
42 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decepcionante...El guión cojea continuamente. Con Wilder siempre tengo la impresión que me está engañando en sus mal armadas tramas, llenas de trampas. Y precisamente son sus guiones y diálogos por lo que es alabado, no lo entiendo. Exceptuando "El apartamento" y "El crepúsculo de los dioses" que me parecen grandes películas, el resto de su filmografía (con altibajos) me dejan muy frío e indiferente. Creo que la última que veré de Wilder...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
_¿Crimen perfecto? Muerte por estrangulamiento y es arrojado a las vías de tren para simular una muerte por caída desde el tren. Supongo que cualquier forense se daría cuenta de que no presenta magulladuras y la verdadera causa. Creo que es el principal problema de la película.
_Trama que se desvela al principio para conseguir una tensión que el film no alcanza.
_Un amor muy "de mentira", poco trabajado.
_Personajes sin ningún peso, la hija del asesinado y el novio aparecen para cerrar el guión pero
no encajan.
_Diálogos demasiado prefabricados ,pretenciosos y en ocasiones superfluos e innecesarios.
_Personalmente no me gustan los actores exceptuando a E.G.Robinson.
_Puerta de casa que abre hacia fuera (pasillo) y de un ascensor hacia dentro. No es una equivocación, es intencionado para resolver el momento de más tensión de la película. Para mí estas decisiones trampa lastran sus películas.
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