Me encanta James Ivory, me encanta el binomio que siempre ha tenido con su pareja sentimental y laboral, Ismael Merchant y la unión con la guionista Ruth Prawer Jabhala. Gracias a este trio he podido disfrutar de maravillas de películas clásicas como "Lo que queda del día" o "Regreso a Howard´s End" y aquí nos regalan una película no tan conocida como sus pilares anteriores pero igualmente disfrutable, reconociendo el propio director que es una de sus películas favoritas.

Se hace el veterano director californiano aquí con los servicios de una pareja de actores marido y mujer en la vida real durante muchos años, una de las parejas sentimentales más estables de Hollywood, una pareja más que atractiva, con un saber estar en pantalla y una elegancia poco igualable como son el guapísimo Pul Newman y la belleza Joanne Woodward.

Él me parece uno de los mejores actores de su generación y uno de los hombres más guapos de la faz de la tierra y ella es una elegancia andante, un saber estar y una magnífica actriz poco valorada, en mi opinión. Aquí son el matrimonio Bridge, pareja ultra religiosa, católica y conservadora donde Paul Newman nos regala una buenísima actuación como el cabeza de familia algo machista e intransigente, que sabe de todo y de todo entiende y que siempre tiene que tener la última palabra en su casa.

Ella es India Bridge, una mujer de carácter débil, sumisa y buena gente, sin fuerzas para llevar la contraria a su marido, acomodada y con vida fácil.

Me ha sorprendido muy gratamente encontrarme aquí a la mujer del actor Kevin Bacon, una Kyra Sedgwick que me suele gustar bastante y que nos regala una actuación muy buena donde se siente sexy y rebelde.

El hijo es el atractivo Robert Sean Leonard que se haría famoso por su participación en "El club de los poetas muertos" y que aquí está discreto y correcto.

La elegante Blythe Danner interpreta a la mejor amiga de Woodward y nos deja, como en ella es habitual, una destacada actuación.
La recomiendo.
Un saludo,
Tess

El guionista mezcló dos novelas de Ewan S. Connell para construir la historia de esta interesante película dirigida por James Ivory sobre un conservador matrimonio con tres hijos en la década de los cuarenta. Interpretada por Paul Newman y Joanne Woodward, pareja en la vida real y nominada ella como mejor actriz principal en los Oscar, el filme es una mirada nostálgica sobre la juventud y el amor que se sostiene en los intentos de la mujer por devolver a su marido a una época ya alejada en el tiempo, la época de la juventud de ambos.

Se trata de un filme muy clásico, un hermoso estudio sobre las relaciones personales, que gustará exclusivamente a los amantes del cine clasista. Obviamente se nota que la química entre ambos es la ideal y no cabe ningún género de duda que es lo más interesante de esta película en la que los sesentones como yo nos sentimos identificados en varias cosas, sobre todo en la relación con los hijos, y esas diferencias de criterios tan acusadas en aspectos tan importantes de la vida como el qué hacer y cómo afrontar el futuro.

Demasiados ratos monótonos en la cinta le impiden que la pueda llegar a valorar como una buena película. Se vé bien y no cansa, pero punto. Insisto en la interpretación del matrimonio, en mi caso considero a la de Newman por encima de los demás, el resto es mucho más liviano. Un 5,5.