Tenemos otra película de vampiros. La película no es nada del otro mundo pero por lo menos entretiene y mucho, las actuaciones son algo pobres pero algunas escenas están sacadas del buen cine. En fin una cinta para ver y disfrutar no da para más.

Underworld es una película algo extraña que no acaba de definirse como una película seria ni como una película para tomárselo a risa. Es una de esas películas que de alguna manera reinventan el género a pesar de hacer exactamente lo mismo que otras. No sé si será el toque británico lo que la convierte en una experiencia un tanto distinta a lo que a priori podríamos esperar pero la verdad es que Underworld merece la pena.

Los buenos efectos especiales y las influencias del cine de acción de la época dan como resultado una película ideal para aquellos que busquen algo bastante palomitero, pero también está lo suficientemente bien hecha como para gustar aquellos que hayan visto sus ojos curtidos en mil batallas cinematográficas. Underworld no es más que un batiburrillo de cosas, pero acaban funcionando. Es algo así como si metieras en una batidora unas cuantas frutas en busca de un zumo nuevo pero no tuvieras demasiada fe en ello y a pesar de todo te acaba saliendo bastante bueno.

Tiene un aura que no le hace ningún favor. Viendo la película uno tiene la sensación de estar viendo una entrega de la saga de Resident Evil o de la venida a menos Blade. El saber que Underworld goza de varias secuelas tampoco ayuda a quitarse de la cabeza esta sensación. Lo cierto es que Underworld es bastante mejor que todo esto pero no seré yo quien diga que no comparten género.

Como veis es una película que me pareció un tanto irregular aunque sea simplemente por las sensaciones y no por lo que realmente pasa en ella.

Película muy denostada por la crítica especializada, aunque venerada por el público en general, lo que llevó la franquicia del Reino Unido, (esta película es inglesa), a los EEUU con tres secuelas.

Las leyendas creadas por los grandes autores del género han creado esta legendaria guerra entre los bellos vampiros y sus antiguos esclavos, los licántropos, que se suceden en libros y películas. Esta Saga, en concreto, con su ambiente gótico actualizado donde predomina la acción a base de disparos sobre los tradicionales mordiscos, aunque no esté exenta de ellos, es una buena piedra de toque sobre la actualización de la estética de estas dos razas legendarias.

Además, cuando la protagonistas en una vampiresa, Kate Beckinsale, que te enamora con sus rotundas curvas más allá del trabajo que realiza como actriz en una película de acción,y dejando a un lado a los puristas del género, esta serie de vampiros y licántropos enamora al espectador, que es de lo que se trata.

Notable, 8, para Kate y su estética gótica. A mí personalmente me tiene enamorado, lo que confirmó con Van Helsing.

Buf...

Servidor es muy aficionado a tragarse cositas de éstas, mi nivel de credulidad es muy bajo, por lo que, en principio, no soy intolerable a enchufarme a una historia de vampiros y hombres lobo; incluso admiro esas pelis psicotrópicas que se hacían Andy Warhol y Morrissey, tipo Sangre para Drácula, y tal, pero es que lo que acabo de ver clama al cielo, como dice mi madre, es muy, muy penosa, la chorradita dirigida por Len Wiseman (aunque reconozco que mejoraría en la última entrega de uno de esos paradigmas del absurdo, como es John McCLane).
Todo es bastante confuso y lioso, dos horas de peli en las que uno no acierta a sentir la mínima empatía por los vampiros ni por los lobitos, lo que se acentúa a medida de que el aburrimiento va mermando las posibilidades de interesarse por lo que se está viendo. El fulano que ¿escribió? el guión, un tal Danny McBride, va vampirizando, como sus personajes, de aquí y de allá: una pizca de Matrix, otro poquitín de Blade, añadimos un cacho de Entrevista con el Vampiro, alguna ideílla de las Crónicas Vampíricas de Anne Rice, y ya está todo listo. Ah, no, que hay que darle un toque gótico al baño maría, que eso siempre queda bien, y le ponemos un poco de música atronadora y hale, a hacer caja. El batiburrillo así generado es resultón, pero falta mucho talento para crear un producto realmente original, o con algo de ingenio, al menos.
Aparte de lo mal contado que está todo, ni siquiera los efectos especiales son destacables, la transformación de los licántropos en lobos es de traca, por poner un ejemplo. Pero lo más grave es lo horrorosamente mal que están los actores: la Beckinsale es monilla, y su traje negro le queda chuli, pero la pobre está más perdida que Wally en una convención de Wallys. El otro tipo, Corvin, el que es una mezcla de lobito y draculín, o sea, el más megaguay dentro del inframundo, está encarnado por Scott Speedman, que es más soso que un día sin pan, por no hablar de lo inquietante que resulta que un individuo de tal raigambre sea médico residente en un hospital (y aquí nos quejamos de nuestra Seguridad Social, ja).
Curiosamente, esta peli generó una secuela, y se prepara otra, por lo que debe tener sus admiradores, qué cosas.

Tres palabras que definen perfectamente esta "película" (en el peor sentido de la palabra que se le quiera dar). Otra vez la lucha de poder entre lamesangres y perrichungos mezclada con un clima horrible porque siempre llueve o hay niebla,xd (no creo que tengan mucho turismo), con una gotas, mas bien chorros, de artes marciales de la last generation, todo muy gótico y muy cool, super modernos que te mueres y unos efectos especiales tipo Dr. Doolittle. Lo amasas todo, le echas unas gotucas de Blade y ya tienes película y saga al mismo precio. Voy a salvar a la amiga Beckinsale por su cara bonita, nunca mejor dicho. Y por que el cuero ceñido la sienta tan bien... Para un sábado por la tarde entre las 3 y las 5 estupenda. Garantiza un sueño reparador...