Testigo accidental

Para analizar esta película de forma honesta y sincera y no dejarme nada en el tintero, tengo que comenzar diciendo que este director me encanta por su versatilidad, es un todoterreno, lo mismo te hace una comedia, un drama, que una cinta de ciencia ficción, y eso se agradece en cada uno de sus toques independientemente del producto al que tengamos delante. Hay muchos que jamás soltarían una sonrisa en un drama y viceversa.

Testigo accidental tiene la virtud de mantener al espectador sentado en la butaca desde sus primeras escenas, es lo que tiene el cine negro. Unas escaleras, un descenso, un hombre oculto y unos disparos, ya tenemos la tensión nada más comenzar. Una misión relativamente sencilla, se complica desde su comienzo, dejando a un policía solo ante el peligro y con la misión de proteger a una testigo. Pero esto no ha hecho más que comenzar, porque si ya es complicado controlar algo con gran espacio, se vuelve relativamente imposible si lo ubicamos en los estrechos pasillos de un tren, donde a veces es complicado pasar dos personas. Las peripecias del protagonista para proteger a la testigo y a su vez despistar a los asesinos, es una maravilla de Richard Fleischer.

Es un gran acierto la importante participación de los secundarios, (la señora rubia, el niño insoportable, el gordo), aunque parece en un principio que son meros espectadores del film, tendrán su importancia en la historia. La película no permite un respiro, ya que se ve tan evidente que el plan no va a tener éxito, sin embargo, el protagonista siempre tiene un as en la manga para salir casi airoso de todas las situaciones que se encuentran en su camino.

El giro final y el desenlace un poco acelerado para mi gusto, ya que la peli es algo corta con 71 minutos, se habría apostado por un cierre de más calidad, aún así muy recomendable.

Auténtico cine negro, de ese repleto de cigarrillos humeantes, gabardinas, sombreros, mafiosos, mujeres fatales... Auténtico cine negro con gran mérito, ya que teniendo en cuenta su bajo presupuesto, no merece una nota menor que un ocho. Auténtico cine negro con una gran interpretación de Charles McGraw en el papel de policía incorruptible y con la magistral dirección de Richard Fleischer, capaz de llevar con orgullo una película humilde pero a la vez llena de potencia.

Acompañar a la viuda de un mafioso cruzando el país en tren para que testifique contra la mafia se va a convertir en la peligrosa misión del policía, que tendrá que ingeniarse la manera de que no la descubran aquellos que la quieren asesinar. Pero no todo es lo que parece, y a medida que la película avanza, se nos van presentando personajes que a primera vista no tienen más relevancia pero que ocuparán una parte importante en el desenlace de la historia: la rubia, el gordo, el niño... La integridad moral del policía también se verá afectada por la tentación del dinero, aquello a lo que siempre tememos decidir porque, según algunos, todos los hombres tenemos un precio. Al final, o casi al final, el guion mete un giro inesperado que nos hará comprender muchas cosas acerca de la trama. Y todo en poco más de una hora. ¿Qué más se puede pedir?

Recomendable y desgraciadamente olvidada cinta que provocó ya en los años 90 un remake que nunca llegaría a la altura del que nos ocupa, por lo menos a mi forma de ver. Llámenme romántico.

"Soy un poli experto, no se preocupe". Le dice Charles McGraw a la mujer en el tren. Un inmejorable film sobre un acertado argumento de protección de testigos. Un trayecto marcado por un ritmo sistemático como el traqueteo del tren donde el peligro es continuo. Algo tienen las películas de trenes que enganchan un poco más, tal vez porque los pasillos son muy estrechos y la gente se cruza todo el rato con aire de misterio. Viajar es agradable, pero para el policía ese viaje es trabajo peligroso. La misión que se presenta no le falta de nada: están los tíos que husmean continuamente que incluso alguno lleva pistola.

Charles McGraw es un tipo duro muy acorde para el cine negro, pero está muy blanco para ser de Los Ángeles. Va a tener una tarea muy difícil en ese tren para cumplir su objetivo. Una tarea a tope de emocionante con una trama bien enlazada y con sus sorpresas interesantes. Si Testigo accidental es tu próxima película, acertarás.

Hace tiempo vi la película Narrow margin, con Gene Hackman y Anne Archer y me gustó bastante por su logrado suspenso y las actuaciones de su reparto. Lo que no sabía era que se trataba de un remake de esta versión original dirigida por Richard Fleischer en 1952, pues es casi desconocida para el público, sobre todo por tener actores desconocidos en su reparto. Pero la vi y, a pesar de estar algo envejecida, está bien realizada, sobre todo por su buen ritmo, guión y actuaciones. Destaca la pelea entre el policía y el asesino en el compartimiento. El giro argumental cerca del final es sorprendente, y es mejor no contarlo. La versión de Peter Hyams es también buena, pero realizada con un estilo diferente y desarrollada en una época más cercana, por eso los cambios que se hicieron al guión son comprensibles. Lo que no tiene el remake son las chispas de humor negro y crudo que hacían más disfrutables las situaciones.
Hay que reivindicarla.

Extraordinario thriller negro de suspense dotado de una claustrofóbica atmósfera.

Charles McGraw está sensacional en este título de bajo presupuesto, una muy notable película que aúna ritmo, tensión, acción con peleas espléndidamente filmadas, interesantísimos giros argumentales, penetración psicológica de los personajes, ausencia de sentimentalismos, riqueza de caracteres diversos, magníficas interpretaciones, diálogos brillantes y una realización sobresaliente que saca provecho de manera inmejorable a los estrechos espacios en los que mayormente se desarrolla la acción.

Esta pequeña gran joya de Richard Fleischer conocería un muy inferior remake en 1990 dirigido por Peter Hyams con Gene Hackman como protagonista.