La rueda de la maravilla
6.2
10,210
Drama
En la Coney Island de la década de los 50, el joven Mickey Rubin (Timberlake), un apuesto salvavidas del parque de atracciones que quiere ser escritor, cuenta la historia de Humpty (Jim Belushi), operador del carrusel del parque, y de su esposa Ginny (Winslet), una actriz con un carácter sumamente volátil que trabaja como camarera. Ginny y Humpty pasan por una crisis porque además él tiene un problema con el alcohol, y por si fuera poco ... [+]
22 de diciembre de 2017
22 de diciembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como si de un evento se tratará, cada año esperamos la nueva película del genio Woody Allen, a sus 81 años nos presenta su nuevo trabajo, una película que no cambia en su pasión por los dramas femeninos. Dentro de la filmografía del veterano director siempre ha habido muchos registros. Entre sus grandes trabajos cabe destacar “Match Point” o “Blue Jasmine”. De sus primeros trabajos destacaría “Hannah y sus hermanas” Y “Manhattan”.
La historia transcurre en los años 50, en Nueva york y concretamente en el mítico parque de atracciones Coney Island. Allí las vidas de cuatro personajes se juntan en el bullicio del día a día del parque.
La cinta desprende una fotografía y una luz especial, tiene movimiento y fluidez y sobre todo tiene una preciosa puesta de sol de nostalgia. Mezcla dosis de humor agridulce. Aunque no es una comedia, en muchos tramos desprende una sonrisa al espectador.
El amor esta presenta en todo momento, las relaciones de que se van formando conducen a sentimientos y situaciones complejas, profundas y confusas.
Dentro del gran elenco de la película cabe destacar la poderosa actuación de Kate Winslet, interpreta a Ginny, pelirroja ardiente que después de estar casada varios años con un guitarrista de jazz, todo se fue al garete. Ahora con 40 años recién cumplidos trabaja como camarera y vive con su hijo de 10 años y con su nuevo marido. Todos juntos viven en un apartamento justo enfrente de la noria del parque de atracciones.
La vida de Ginny va transcurriendo sin esperanza, todos son problemas, su hijo que parece muy normal, es en realidad un pirómano. Su marido lo único que le preocupa es que vaya con él a pescar. Su día a día va pasando, siempre malhumorada y con un fuerte dolor de cabeza, que solo se le pasa gracias a los sorbos que le da a la botella de whisky que tiene escondida debajo del fregadero.
Su vida cambiará de repente cuando conozca a Mickey, un veterano de la marina de la segunda guerra mundial, a través de su persona nos va narrando la película y nos va contando que todo el mundo es un escenario. Entre ellos surgirá una historia de amor, pero cada uno se lo tomará de manera diferente.
Otros personajes fundamentales de la trama son Jim Beluski, interpreta a Humpty, marido actualmente de Ginny, tiene su corazón roto y sobre todo lo demuestra cuando aparece su hija, interpretada por Juno Temple, desaparecida desde hace muchos años. Va huyendo de su marido, un gánster bastante peligroso que quiere recuperarla. Todo se liará aún más cuando Carolina entable también relación con Mickey.
El director consigue transmitirnos en esta ocasión la sensación continua de infelicidad, la puesta en escena, la ambientación, el guion y toda su arquitectura narrativa están muy bien. No es una de sus mejores películas, pero es una película bella y que desprende mucho sentimiento.
Lo mejor: La nostalgia que produce.
Lo peor: Igual funcionaría mejor como una obra teatral.
La historia transcurre en los años 50, en Nueva york y concretamente en el mítico parque de atracciones Coney Island. Allí las vidas de cuatro personajes se juntan en el bullicio del día a día del parque.
La cinta desprende una fotografía y una luz especial, tiene movimiento y fluidez y sobre todo tiene una preciosa puesta de sol de nostalgia. Mezcla dosis de humor agridulce. Aunque no es una comedia, en muchos tramos desprende una sonrisa al espectador.
El amor esta presenta en todo momento, las relaciones de que se van formando conducen a sentimientos y situaciones complejas, profundas y confusas.
Dentro del gran elenco de la película cabe destacar la poderosa actuación de Kate Winslet, interpreta a Ginny, pelirroja ardiente que después de estar casada varios años con un guitarrista de jazz, todo se fue al garete. Ahora con 40 años recién cumplidos trabaja como camarera y vive con su hijo de 10 años y con su nuevo marido. Todos juntos viven en un apartamento justo enfrente de la noria del parque de atracciones.
La vida de Ginny va transcurriendo sin esperanza, todos son problemas, su hijo que parece muy normal, es en realidad un pirómano. Su marido lo único que le preocupa es que vaya con él a pescar. Su día a día va pasando, siempre malhumorada y con un fuerte dolor de cabeza, que solo se le pasa gracias a los sorbos que le da a la botella de whisky que tiene escondida debajo del fregadero.
Su vida cambiará de repente cuando conozca a Mickey, un veterano de la marina de la segunda guerra mundial, a través de su persona nos va narrando la película y nos va contando que todo el mundo es un escenario. Entre ellos surgirá una historia de amor, pero cada uno se lo tomará de manera diferente.
Otros personajes fundamentales de la trama son Jim Beluski, interpreta a Humpty, marido actualmente de Ginny, tiene su corazón roto y sobre todo lo demuestra cuando aparece su hija, interpretada por Juno Temple, desaparecida desde hace muchos años. Va huyendo de su marido, un gánster bastante peligroso que quiere recuperarla. Todo se liará aún más cuando Carolina entable también relación con Mickey.
El director consigue transmitirnos en esta ocasión la sensación continua de infelicidad, la puesta en escena, la ambientación, el guion y toda su arquitectura narrativa están muy bien. No es una de sus mejores películas, pero es una película bella y que desprende mucho sentimiento.
Lo mejor: La nostalgia que produce.
Lo peor: Igual funcionaría mejor como una obra teatral.
24 de diciembre de 2017
24 de diciembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre interesante, si es que el universo Allen te interesa y te hace reflexionar, como es mi caso. En cualquier caso, es un Allen menor, como viene siendo habitual en sus últimas producciones, desde que tomó Europa como refugio ante la incomprensión financiera de Hoollywood. Como hace unos años hizo con Cate Blanche, regala un papel de Oscar esta vez a la magnífica Winslet. Y poco más. Historia triste y melancólica, trágica casi, con ese tinte de tragedia griega que tanto gusta Allen de impregnar a sus obras. Los personajes de Belushi y Timberlake hubieran dado mucho más de sí en manos de otros actores y la parte cómica - estrambótica que corresponde al niño pirómano, se queda aquí muy corta. Hay ecos de BALAS SOBRE BROADWAY o DÍA DE RADIO, pero estamos ante una obra bastante menor comparada con estas. El tiempo sí que va pasando, Woody.
25 de diciembre de 2017
25 de diciembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película con buenos planteamientos de partida, con unas imágenes muy atrayentes perfectamente construidas para mostrarnos el ambiente de una época y con una interpretación espléndida de Kate Winslet.
El relato no deja de ser interesante en ningún momento, pero carece, en su forma, de la fuerza narrativa precisa para que nos enganche, nos emocione y nos haga cómplices de la historia.
No aburre pero no es el Woody Allen que tantas veces nos ha llevado de la mano a lo largo de sus films.
El relato no deja de ser interesante en ningún momento, pero carece, en su forma, de la fuerza narrativa precisa para que nos enganche, nos emocione y nos haga cómplices de la historia.
No aburre pero no es el Woody Allen que tantas veces nos ha llevado de la mano a lo largo de sus films.
27 de diciembre de 2017
27 de diciembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De sobra es conocido que el maestro neoyorkino se ha significado a lo largo de su extensa carrera por un uso del humor más negro que se ha visto en la historia del cine. Cómo sus diálogos afilados y sus personajes, en ocasiones reales en otras estrambóticos, nos consiguen arrancar una sonrisa cuando no la carcajada a pesar de tratar situaciones no sólo serias sino en ocasiones hasta trágicas.
Hay, sin embargo, un Allen carente de humor. Ese que se manifiesta en realizaciones como "Interiores", "Otra mujer" o "Blue Jasmine". De vez en cuando quiere plantear pura y simplemente tragedias de personajes desorientados, indefensos, sin rumbo claro en la vida y que no encuentran ni siquiera esbozos de humor con los que olvidar sus penas. Hay veces en las que ha mezclado de forma explícita la comedia el drama con grandes resultados como "Delitos y faltas" o "Melinda y Melinda", a fin de cuentas casi todo cabe en una filmografía con 50 títulos a la espalda, nada menos,
"Wonder Wheel" se sitúa en ese grupo de cintas sin atisbo a la esperanza. Hay mucho en ella de drama americano del siglo XX, en su espíritu pululan autores como Tenesse Williamns, Arthur Miller o Eugene O´Neil; es teatro dramático directo a la yugular. Su protagonista femenina es la siempre espléndida Kate Winslet, que compone una personaje lleno de frustraciones y que se agarra a ilusiones sin mucho fundamento para sobrevivir. La película habla del precio de nuestras decisiones y de como el guion previsto para nuestras vidas en muchas ocasiones nos falla. Todas las interpretaciones rayan a gran altura y sólo cabe reprochar algunas lagunas de su final.
No es aleatorio que las dos realizaciones más sólidas del Allen reciente sean "Blue Jasmine" y esta nueva entrega de su inagotable imaginación. El humor caustico ya dio sus mejores momentos; pero queda en el mismo todo el poso de su inmenso bagaje cultural. Y no conviene olvidar que, en fondo, la comedia siempre fue mucho más complicada que el drama
Hay, sin embargo, un Allen carente de humor. Ese que se manifiesta en realizaciones como "Interiores", "Otra mujer" o "Blue Jasmine". De vez en cuando quiere plantear pura y simplemente tragedias de personajes desorientados, indefensos, sin rumbo claro en la vida y que no encuentran ni siquiera esbozos de humor con los que olvidar sus penas. Hay veces en las que ha mezclado de forma explícita la comedia el drama con grandes resultados como "Delitos y faltas" o "Melinda y Melinda", a fin de cuentas casi todo cabe en una filmografía con 50 títulos a la espalda, nada menos,
"Wonder Wheel" se sitúa en ese grupo de cintas sin atisbo a la esperanza. Hay mucho en ella de drama americano del siglo XX, en su espíritu pululan autores como Tenesse Williamns, Arthur Miller o Eugene O´Neil; es teatro dramático directo a la yugular. Su protagonista femenina es la siempre espléndida Kate Winslet, que compone una personaje lleno de frustraciones y que se agarra a ilusiones sin mucho fundamento para sobrevivir. La película habla del precio de nuestras decisiones y de como el guion previsto para nuestras vidas en muchas ocasiones nos falla. Todas las interpretaciones rayan a gran altura y sólo cabe reprochar algunas lagunas de su final.
No es aleatorio que las dos realizaciones más sólidas del Allen reciente sean "Blue Jasmine" y esta nueva entrega de su inagotable imaginación. El humor caustico ya dio sus mejores momentos; pero queda en el mismo todo el poso de su inmenso bagaje cultural. Y no conviene olvidar que, en fondo, la comedia siempre fue mucho más complicada que el drama
8 de enero de 2018
8 de enero de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al querer parecer dramático, Mickey, el personaje de Justin Timberlake se me asemeja más a un payaso en ruina, disfruté mucho más el melodramatismo de Ginny (Kate Winslet). Un poco de fuerza argumentativa hubiese bastado para cambiar mi percepción.
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