... y poco más.


Me parece que el tema es muy bueno. Las escenas mostrando la realidad en África, brutales. Desde luego se me han quitado las ganas de comprar o regalar un pedrusco. Parece mentira lo que la avaricia puede hacer al hombre.

Pero no cuela el papel de 'Leo'. No lo puedo ver como un traficante 'malote'. No me resulta creíble. Como tampoco los aplausos solemnes. Eso no es real. También el rollito amoroso-horteril corta un poco la historia. Cosas así estropean el sentimiento verdadero de la película. Supongo que es lo que vende más .... El componente 'pastel'.... Y con Di Caprio de malo-bueno, aún más, no?? (En las escenas en las que hace de alma atormentada me daba un poco la risa....)

En fin, de todas formas, me ha gustado y horrorizado a la vez, por eso mismo, por mostrar una realidad que seguramente sea aún más atroz de lo que se puede enseñar en una película. Esperemos que remueva la conciencia de alguien.

Creo que hay una adecuada mezcla de numerosos elementos (bélicos, políticos, económicos, periodísticos, intimistas, aventureros...) de manera que todo funciona correctamente, pesando únicamente el excesivo metraje, y también una cierta falta de dureza en aras de lograr el deseado potencial comercial.

Leonardo Dicaprio siempre me pareció un actor excelente limitado sólo por su físico aniñado. Djimon Hounsou y Jennifer Connelly creo que cumplen sin más, con el agravante para Connelly de que tiene el peor papel.

Tras la magnífica e infravalorada "El último samurai", Edward Zwick nos lleva ahora al conflicto de África, una tierra que en este relato se encuentra asolada por dos flancos y un fin común: los diamantes. Asistimos a la historia de tres personajes principales, en primer lugar el interpretado por Djimon Hounsou, un padre al que le ha sido arrebatada su familia y luchará por intentar encontrarla de nuevo, Leonardo DiCaprio, un pícaro mercenario ex-militar que se dedica a negocios turbios, y una preciosa Jennifer Connelly en el papel de reportera enviada a filmar el conflicto.

Bien. La película posee una historia fantástica, riquísima, con matices, elementos raciales, cuestiones de intereses, intriga política y protesta. Y como viene siendo habitual en las películas de Edward Zwick, moralina final: "Todos somos iguales y tenemos que aprender los unos de los otros". Estoy de acuerdo.

Diamante de Sangre es una película de aventuras, sin más. Una impresionante aventura que nos es conducida por un hombre y su maravillosa interpretación, esto es sin duda Djimon Hounsou, perfectamente nominado al Oscar que espero que se lleve. El resto del reparto está también genial: DiCaprio y Connelly tienen química, y ambos están enormes, aunque palidece (literalmente) al lado de Djimon e incluso Arnold Vosloo, irreconocible después de ser el malo de La Momia. Sin duda, una película recomendable, muy buena pero que, desgraciadamente, carece del nivel de El Último Samurai. Al menos a mi juicio, no llega a ser tan emotiva, si bien a nivel de fotografía ambas lucen espectaculares. Y en secuencias de acción Diamante de Sangre es sublime.

No he podido terminar de ver la película con normalidad. En este momento estoy viendo los minutos finales y escribiendo estas líneas, al mismo tiempo.
Ni el guión, ni la dirección ni la interpretación de Leonardo ofrecen credibilidad a la película.
Para mí las graves inconsistencias de que adolece ésta y otras películas representan una falta de respeto al espectador. Un atentado al buen gusto y a las cosas medianamente bien hechas.

Excelente película con una historia vertiginosa y dura. Con una producción espectacular (me da ansiedad pensar en la planificación de producción que habrá requerido), y los actores a excelente nivel, se pasa en un santiamen, dejando el regusto amargo para todos los compradores de diamantes.

Lo bueno de Hollywood es que, a pesar de mucha mediocridad, si no existiera no se podrían hacer excelentes peliculas como ésta.

Nada, a partir de ahora a compara bisutería.