No respires
6.4
28,481
Thriller. Terror
Unos jóvenes ladrones creen haber encontrado la oportunidad de cometer el robo perfecto. Su objetivo será un ciego solitario, poseedor de miles de dólares ocultos. Pero tan pronto como entran en su casa serán conscientes de su error, pues se encontrarán atrapados y luchando por sobrevivir contra un psicópata con sus propios y temibles secretos. (FILMAFFINITY)
17 de septiembre de 2016
17 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de la película acaba siendo más que acertado cuando a lo largo de los 88 minutos de duración se te corta la respiración. Y es que, ¿quién podría imaginarse que entrar a robar en la casa de un hombre ciego iba a ser tan complicado? La experiencia que viven los tres protagonistas no tiene desperdicio, llevándonos a recorrer la casa perseguidos por un hombre que ha perdido la vista, sí, pero que ha conseguido desarrollar el resto de sus sentidos hasta el punto de poner en verdaderos aprietos al trío de jóvenes ladrones.
Si a todo esto le añadimos que es un veterano de guerra, nos damos cuenta de que el ancianito dista mucho de ser un alma cándida, y que luchará con uñas y dientes contra todo aquel que entre en sus dominios e intente alterar su rutina diaria.
Fede Álvarez nos acompaña de la mano por una historia donde el dolor por la pérdida de un ser querido lleva al dueño de la casa a la realización de acciones extrañas y lejos de la legalidad, planteándonos la idea de llenar el vacío dejado por la muerte de un familiar y el intento de superar el dolor y continuar con nuestra vida.
El dinero también planea por encima de los personajes, y no sólo me refiero a la avaricia de los tres ladrones, sino también al recuerdo de que la justicia puede ser comprada, y lo indignante que resulta el poner precio a una vida sin tener en cuenta el sufrimiento causado.
Sí. Este es algo más que un simple thriller psicológico. Aquí se ahonda en lo más profundo del alma humana, dejando al descubierto las miserias ocultas en lo más recóndito, así como en los miedos, los deseos y la lucha por la supervivencia. Una película que no solo entretiene, sino que además te invita a reflexionar sobre temas que son tan actuales ahora como lo llevan siendo durante miles de años.
Si a todo esto le añadimos que es un veterano de guerra, nos damos cuenta de que el ancianito dista mucho de ser un alma cándida, y que luchará con uñas y dientes contra todo aquel que entre en sus dominios e intente alterar su rutina diaria.
Fede Álvarez nos acompaña de la mano por una historia donde el dolor por la pérdida de un ser querido lleva al dueño de la casa a la realización de acciones extrañas y lejos de la legalidad, planteándonos la idea de llenar el vacío dejado por la muerte de un familiar y el intento de superar el dolor y continuar con nuestra vida.
El dinero también planea por encima de los personajes, y no sólo me refiero a la avaricia de los tres ladrones, sino también al recuerdo de que la justicia puede ser comprada, y lo indignante que resulta el poner precio a una vida sin tener en cuenta el sufrimiento causado.
Sí. Este es algo más que un simple thriller psicológico. Aquí se ahonda en lo más profundo del alma humana, dejando al descubierto las miserias ocultas en lo más recóndito, así como en los miedos, los deseos y la lucha por la supervivencia. Una película que no solo entretiene, sino que además te invita a reflexionar sobre temas que son tan actuales ahora como lo llevan siendo durante miles de años.
18 de septiembre de 2016
18 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fede Álvarez es un director uruguayo que cosechó buenos éxitos en los cortos, en especial en youtube, y por lo que se fijó en él Sam Raimi para realizar el remake de su celebérrima “Posesión infernal”. Ahora nos llega con una película de suspense, un “trhiller” como parece más correcto decir ahora, que podría encuadrarse en el género de terror, sin que en ella aparezca nada sobrenatural, ningún monstruito procedente del espacio exterior, o una legión de muertos vivientes víctimas de la contaminación o de un fallido experimento de cualquier agencia secreta norteamericana.
“No respires”, ambientada en una decrépita Detroit, desolada por el hundimiento de su industria del automóvil, nos cuenta la tragedia de tres ladronzuelos que deciden robarle su fortuna a un ciego excombatiente que vive en una casa solitaria entre las ruinas de la ciudad. Al final todo sale mal pero el espectador acaba cayendo del lado de los jóvenes delincuentes ante las aberraciones con las que se encuentran en la casa.
Una atmósfera estresante, entre algún que otro susto, y un guión tan brillante como original, rubrican una película de lo más interesante y auguran un futuro prometedor para su director.
“No respires”, ambientada en una decrépita Detroit, desolada por el hundimiento de su industria del automóvil, nos cuenta la tragedia de tres ladronzuelos que deciden robarle su fortuna a un ciego excombatiente que vive en una casa solitaria entre las ruinas de la ciudad. Al final todo sale mal pero el espectador acaba cayendo del lado de los jóvenes delincuentes ante las aberraciones con las que se encuentran en la casa.
Una atmósfera estresante, entre algún que otro susto, y un guión tan brillante como original, rubrican una película de lo más interesante y auguran un futuro prometedor para su director.
18 de septiembre de 2016
18 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un trío de mocosos va robando botines de poca monta en un vecindario de Detroit hasta que una noche deciden entrar en la casa de un solitario hombre ciego al recibir el chivatazo de que tiene escondido mucho dinero. ¿Será un blanco fácil o se arrepentirán toda su vida de haber entrado ahí?.
El director y guionista uruguayo Fede Álvarez nos trae un film de suspense de tomo y lomo, tan oscuro como inquietante, tan áspero como aterrador. Aquí no hay fantasmas que aparezcan en mitad de la oscuridad ni espíritus invocando venganza a grito pelado…solo hay un ciego veterano de guerra que defiende su casa estoicamente de la intrusión de unos ladrones, que pensaban que la historia iba a ser coser y cantar, pero el tiro les sale por la culata. Stephen Lang (visto en Avatar) interpreta de forma poderosa al dueño de la casa, un cazador cazado que se ayuda del silencio para llegar a lo invisible. El truco está en que el director llega un punto en el que juega con el espectador y le pone en la tesitura de que decida quién es el verdadero verdugo de la película. Dylan Minnette y Jane Levy (una mezcla entre Reese Witherspoon y Kristen Stewart) son dos de los tres jóvenes que entran a robar en la casa y no desentonan. El guión es sencillamente redondo, los giros están bien conseguidos y poco queda a la improvisación. Deseas salir de la casa antes incluso que los ladrones…la tensión y el horror son un fino hilo que parece incluso invisible. Sin duda una grata sorpresa, un soplo de aire fresco al género con más miga de la que parece y con un final que…ejem ejem…¿Habrá segunda parte? Sí, por favor.
Lo mejor: La potente fotografía, la espeluznante banda sonora del español Roque Baños y, sobre todo, lo que verdaderamente pone los pelos de punta es la actuación del viejo Lang. Que lo que más pánico nos da es lo que está en la oscuridad, lo desconocido.
Lo peor: ¿El esparcir esperma, las huellas en todas las llaves y el tirar cigarrillos en el lugar de los robos no da demasiadas pistas a la futura investigación de la policía? La subtrama de amor platónico entre los dos jóvenes queda un poco fuera de lugar.
Nota: 7,5 Sacapuntas.
El director y guionista uruguayo Fede Álvarez nos trae un film de suspense de tomo y lomo, tan oscuro como inquietante, tan áspero como aterrador. Aquí no hay fantasmas que aparezcan en mitad de la oscuridad ni espíritus invocando venganza a grito pelado…solo hay un ciego veterano de guerra que defiende su casa estoicamente de la intrusión de unos ladrones, que pensaban que la historia iba a ser coser y cantar, pero el tiro les sale por la culata. Stephen Lang (visto en Avatar) interpreta de forma poderosa al dueño de la casa, un cazador cazado que se ayuda del silencio para llegar a lo invisible. El truco está en que el director llega un punto en el que juega con el espectador y le pone en la tesitura de que decida quién es el verdadero verdugo de la película. Dylan Minnette y Jane Levy (una mezcla entre Reese Witherspoon y Kristen Stewart) son dos de los tres jóvenes que entran a robar en la casa y no desentonan. El guión es sencillamente redondo, los giros están bien conseguidos y poco queda a la improvisación. Deseas salir de la casa antes incluso que los ladrones…la tensión y el horror son un fino hilo que parece incluso invisible. Sin duda una grata sorpresa, un soplo de aire fresco al género con más miga de la que parece y con un final que…ejem ejem…¿Habrá segunda parte? Sí, por favor.
Lo mejor: La potente fotografía, la espeluznante banda sonora del español Roque Baños y, sobre todo, lo que verdaderamente pone los pelos de punta es la actuación del viejo Lang. Que lo que más pánico nos da es lo que está en la oscuridad, lo desconocido.
Lo peor: ¿El esparcir esperma, las huellas en todas las llaves y el tirar cigarrillos en el lugar de los robos no da demasiadas pistas a la futura investigación de la policía? La subtrama de amor platónico entre los dos jóvenes queda un poco fuera de lugar.
Nota: 7,5 Sacapuntas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Más críticas de películas en mi blog, El Sacapuntas del Cine.
19 de septiembre de 2016
19 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es una de aquellas que crees que va a ser la típica cinta de adolescentes por como empieza y acabas pegado a la silla descubriendo que te ha tenido atrapado desde el inicio hasta el fin.y que ademas te has asustado en ocasiones.
Esta muy bien rodada, con unos giros argumentales muy buenos y con la sensación de asfixia y tensión que pretende.
No tiene un gran guion, pero lo importante es la potencia de la imagen, como desarrolla la historia y como mezcla un conjunto de elementos que ya han salido en otros filmes tan dispares como el Silencio de los corderos La Habitación del pánico, y deja un resultado brillante.
Las interpretaciones la verdad es que te convencen, si bien a lo mejor habrá mejores actores, lo importante es que te convencen, te transmiten el miedo y la angustia que sienten en esas situaciones.
Esta muy bien rodada, con unos giros argumentales muy buenos y con la sensación de asfixia y tensión que pretende.
No tiene un gran guion, pero lo importante es la potencia de la imagen, como desarrolla la historia y como mezcla un conjunto de elementos que ya han salido en otros filmes tan dispares como el Silencio de los corderos La Habitación del pánico, y deja un resultado brillante.
Las interpretaciones la verdad es que te convencen, si bien a lo mejor habrá mejores actores, lo importante es que te convencen, te transmiten el miedo y la angustia que sienten en esas situaciones.
20 de septiembre de 2016
20 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En estos últimos años, con un deslavazado género terrorífico, han ido apareciendo pequeñas joyas, con ajustado presupuesto y talento a raudales que destacan por encima de grandes superproducciones palomiteras sin alma y totalmente olvidables. Geniales películas de corte independiente en el que sus directores, influenciados por los clásicos del género, le otorgan una vuelta de tuerca ofreciendo un punto de vista distinto y sorprendiendo al espectador. Se podrían citar ejemplos como "Déjame entrar" (Låt den rätte komma in, Tomas Alfredson, 2008) que incluso cuenta con un estimable remake estadounidense, llevado a cabo por Matt Reeves en 2010, "It Follows" (Id., David Robert Mitchell, 2014), "Green Room" (Id., Jeremy Saulnier, 2015), o incluso, el interesante remake de "Posesión infernal" (Evil dead, 2013) que llevó a cabo Fede Álvarez, que supuso su carta de presentación, demostrando de que pasta está hecho este prometedor director uruguayo.
Con el beneplácito del gran Sam Raimi que vuelve a ejercer labores de producción, y el mismo equipo que ya trabajó en su opera prima, formado por los españoles Rodo Sayagues (que colabora con Álvarez en el guión), el gran Roque Baños orquestando una estupenda banda sonora y Pedro Luque en el apartado de fotografía, en el que aquí toma verdadera importancia; el cineasta uruguayo consigue asentar su estilo con su segunda incursión tras las cámaras, mucho más personal que su debut, ya que en "No respires" podríamos decir que la historia es completamente original, en el sentido de que no adapta nada, ni versionea ninguna película, sino que es una historia nueva.
Su premisa es sencilla. Tres jóvenes amigos de Detroit se dedican a desvalijar viviendas de lujo de la ciudad, gracias a que uno de ellos cuenta con copias de llaves al estar su padre trabajando en una empresa de seguridad. Unos ingenuos ladrones que creen haber encontrado la oportunidad de cometer el robo perfecto. Su objetivo será un ciego solitario, poseedor de millones de dólares ocultos. Pero tan pronto como entran en su casa serán conscientes de su error, pues se encontrarán atrapados y luchando sin cuartel por su supervivencia.
Como decía, su premisa es sencilla, tan elemental que se podría resumir en una línea... no obstante es efectiva como pocas, ya que Álvarez exprime todos los recursos que tiene a su alcance, jugando con el estado de ánimo del espectador, filmando con brío y personalidad y demostrando su dominio total de la técnica cinematográfica. Su apabullante inicio es toda una declaración de intenciones, con un flashforward que nos muestra por que derroteros nos va a llevar. Tras una fugaz presentación de los personajes, Fede no pierde el tiempo y nos mete de lleno, y sin concesiones, en la morada del terror. Una casa que el ciego conoce a pies juntillas cada polvoriento recoveco, cada estrecho pasillo, cada roída ventana, cada puerta cerrada... entran en su terreno, que pasa de ser una vivienda a un asfixiante laberinto, repleto de trampas y obstáculos que potencian la sensación de horror de los jóvenes ladronzuelos.
Un inteligente plano secuencia nos muestra el escenario, los encuadres de cámara son precisos, los claroscuros de la ausencia (o escasa) luz interior juegan un papel muy importante... ya que hay que tener en cuenta, que en la oscuridad el ciego es el rey... un ciego que en un visto y no visto pasa de ser víctima al peor de los verdugos. Todo ello gracias a una interpretación escalofriante de Stephen Lang, que se vale de sus tablas y oficio para conformar uno de los villanos más fascinantes y ambiguos de estos últimos años. Su ceguera ofrece múltiples sorpresas y formas inimaginables de atemorizar al espectador, que no tiene más remedio que aguantar la respiración y dejarse llevar.
En definitiva, "No respires" es una 'home invasion' notable... un visceral y muy entretenido thriller con pinceladas de auténtico terror elevado al cubo, que se postula como la cinta más destacada del género de este año 2016 y consolida al director uruguayo Fede Álvarez, como uno de los cineastas a tener en cuenta en años venideros.
Con el beneplácito del gran Sam Raimi que vuelve a ejercer labores de producción, y el mismo equipo que ya trabajó en su opera prima, formado por los españoles Rodo Sayagues (que colabora con Álvarez en el guión), el gran Roque Baños orquestando una estupenda banda sonora y Pedro Luque en el apartado de fotografía, en el que aquí toma verdadera importancia; el cineasta uruguayo consigue asentar su estilo con su segunda incursión tras las cámaras, mucho más personal que su debut, ya que en "No respires" podríamos decir que la historia es completamente original, en el sentido de que no adapta nada, ni versionea ninguna película, sino que es una historia nueva.
Su premisa es sencilla. Tres jóvenes amigos de Detroit se dedican a desvalijar viviendas de lujo de la ciudad, gracias a que uno de ellos cuenta con copias de llaves al estar su padre trabajando en una empresa de seguridad. Unos ingenuos ladrones que creen haber encontrado la oportunidad de cometer el robo perfecto. Su objetivo será un ciego solitario, poseedor de millones de dólares ocultos. Pero tan pronto como entran en su casa serán conscientes de su error, pues se encontrarán atrapados y luchando sin cuartel por su supervivencia.
Como decía, su premisa es sencilla, tan elemental que se podría resumir en una línea... no obstante es efectiva como pocas, ya que Álvarez exprime todos los recursos que tiene a su alcance, jugando con el estado de ánimo del espectador, filmando con brío y personalidad y demostrando su dominio total de la técnica cinematográfica. Su apabullante inicio es toda una declaración de intenciones, con un flashforward que nos muestra por que derroteros nos va a llevar. Tras una fugaz presentación de los personajes, Fede no pierde el tiempo y nos mete de lleno, y sin concesiones, en la morada del terror. Una casa que el ciego conoce a pies juntillas cada polvoriento recoveco, cada estrecho pasillo, cada roída ventana, cada puerta cerrada... entran en su terreno, que pasa de ser una vivienda a un asfixiante laberinto, repleto de trampas y obstáculos que potencian la sensación de horror de los jóvenes ladronzuelos.
Un inteligente plano secuencia nos muestra el escenario, los encuadres de cámara son precisos, los claroscuros de la ausencia (o escasa) luz interior juegan un papel muy importante... ya que hay que tener en cuenta, que en la oscuridad el ciego es el rey... un ciego que en un visto y no visto pasa de ser víctima al peor de los verdugos. Todo ello gracias a una interpretación escalofriante de Stephen Lang, que se vale de sus tablas y oficio para conformar uno de los villanos más fascinantes y ambiguos de estos últimos años. Su ceguera ofrece múltiples sorpresas y formas inimaginables de atemorizar al espectador, que no tiene más remedio que aguantar la respiración y dejarse llevar.
En definitiva, "No respires" es una 'home invasion' notable... un visceral y muy entretenido thriller con pinceladas de auténtico terror elevado al cubo, que se postula como la cinta más destacada del género de este año 2016 y consolida al director uruguayo Fede Álvarez, como uno de los cineastas a tener en cuenta en años venideros.
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