El Dorado
7.7
14,271
Western
Un pistolero llamado Cole Thornton (John Wayne) acude a El Dorado por encargo de poderoso terrateniente, Bart Jason. El cacique le ofrece un trabajo: expulsar de unas tierras próximas a una familia de granjeros, los McDonald. Thornton acaba rechazando el encargo a instancias de Jean Paul Harrah (Robert Mitchum), el sheriff de El Dorado y viejo amigo de Cole. Tiempo después, Thornton se entera de que otro pistolero ha aceptado el trabajo ... [+]
18 de marzo de 2019
18 de marzo de 2019
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
36/01(03/03/19) Western sobrevalorado del prestigioso del prestigioso Howard Hawks, en lo que fue su penúltima realización (la última fue “Rio Lobo”, 1970), con unos personajes arquetípicos, y con escenas de acción rutinarias, donde la mayor parte de la película acontece de noche y en interiores para ahorrar costes (y se nota). Escrita por Leigh Brackett (“Hatari! O “El Imperio contraataca”) y basada libremente en la novela “The stars in hercourses” (1960) de Harry Brown, que se inspiró en un poema-balada (spoiler) homónimo (que parafrasea en varios ocasiones el personaje encarnado por James Caan) al título del film de Edgar Allan Poe película que trata sobre un pistolero que acude en ayuda de un viejo amigo, un sheriff alcohólico que lucha por defender a un ranchero y su familia contra otro ranchero que intenta robar su agua. Brown el escritor quedó tan desilusionado con el resultado final, que pidió que su novela fuera excluida de los créditos, favor que no se le concedió, porque ya había firmado el usual contrato “con derecho a las modificaciones que se consideren necesarias”. Como en Hawks era mantra habitual trata temas sobre machos Alfa, mucha testosterona, donde las mujeres suelen ser floreros percha de los hombres, donde se versa sobre la lealtad, la vocación de profesional, el sentido del deber, el individualismo, la libertad personal, la venganza, pero sobre todo es la exaltación de la amistad. La cinta tiene una rémora y es que es un plagio innecesario, y sin aportar nada nuevo, ni mejorar (si acaso la inclusión de Robert Mitchum y James Caan) a la que copia, por supuesto me refiero la también hawksiana “Rio Bravo” (1959), y que volvería a fotocopiar en la última dirección del mismo director, “Rio Lobo” (1970), donde el nexo común, además de Kawks, es el protagonista John Wayne, en las tres cintas hay un cuarteto de “héroes” sheriff que detiene y encierra en el calabozo a alguien muy importante, y debe impedir que lo liberen los “malos”, ello con la ayuda de un borrachín, de un jovenzuelo, y de un viejo excéntrico, y donde hay una hermosa joven que (inexplicablemente por la diferencia de edad) se enamora de John Wayne. Tiene el aliciente que por primera y única vez se juntan en pantalla Robert Mitchum y John Wayne (estuvieron en el mismo cartel en “El día más largo” 1962, pero no comparten escenas). La película no ha envejecido bien, sintiéndose más como una comedia que como una de tiroteos, pues esta (como he dicho) es ordinaria, donde parece que los actores han disfrutado más que el espectador, quedando en una entretenida propuesta, donde los diálogos y situaciones divagan entre lo ameno y lo rancio, ejemplo es ver a la joven Michele Carey con un papel inverosímil, potenciado por ese peinado cardado anacrónico, y todo aderezado por un final simplista y poco atractivo.. Para hacerse una idea de la “importancia” de la historia, aquí un ejemplo cuando Mitchum dijo: "Cuando Howard me llamó, dije: 'Cuál es la historia?' y dijo: 'No hay historia, solo personajes' (¿?).
La cinta se puede entender más como una película de colegas, donde lo mejor es la construcción de personajes, lástima que su historia sea tan manida. Donde los dos protagonistas son dos veteranos de guerra con achaques de decadencia física, retratándolos con dolores, uno (el interpretado por Wayne) con las punzadas paralizantes en la columna, y el otro (el actuado por Wayne) con dolores post-alcohólicos y llevando muletas, creando con ello tipos clásicos del western crepuscular, y teniendo a un antagonista pistolero elegante y noble en sus maneras profesionales, respetándose los némesis. Todo narrado de un modo relajado, desprovisto de intensidad, con comportamientos chirriantes de algunos personajes, intentando mezclar drama y comedia, con algunos picos sugerentes, y con muchos valles rudimentarios. Tanta dejadez hay en algunos tramos que no le basta con clonar “Rio Bravo”, también auto-plagia una escena de “The Big Sleep” (1946), cuando el rol de John Wayne manda a unos malos a salir a la calle sabiendo que les van a disparar fuera, cosa que ya hacía el Philip Marlowe en el referido film.
John Wayne hace de John Wayne, tipo duro pero noble, amigo de sus amigos y con un estricto código de valores, valiente, estoico y con muy arraigado sentido del deber, y lo borda, aunque los años se le notaban en demasía en algunas situaciones, tanto que tuvo que usar un doble cada cuando tiene que correr de un lado a otro de la calle. Su apellido en la cinta es (nombre Cloe) Thornton, curiosamente (o no) el mismo que tenía en la mítica “El hombre tranquilo” (1952), aunque con nombre de pila diferente (Sean); Robert Mitchum derrocha carisma como el duro y nihilista sheriff J.P. Harrah, emitiendo toda una gama de emociones, y manteniendo y una formidable química con Wayne; James Caan en uno de sus primeros trabajos en cine, como el impulsivo Mississippi, deja impronta de tipo empático, con una deliciosa vis cómica ayudado por ese peculiar sombrero; Christopher George como el mercenario Nelse McLeod deja su sello en la difícil papeleta de enfrentarse a Wayne, con diálogos finos y mordaces; Arthur Hunnicutt como el trompetista ayudante del sheriff Bull, infunde simpatía, pero sin más; Ed Asner es un villano plan o y poco exprimido; Las mujeres son simple muletas de los hombres, Charlene Holt cumple sin alardes como la enamorada de Cole, mientras Michele Carey en el papel de Josephine MacDonald, resulta un personaje grimante, parece salida en su look de un desfile de moda con ese peinado voluminoso totalmente fuera de tiempo, y con una personalidad plana.
La cinta se puede entender más como una película de colegas, donde lo mejor es la construcción de personajes, lástima que su historia sea tan manida. Donde los dos protagonistas son dos veteranos de guerra con achaques de decadencia física, retratándolos con dolores, uno (el interpretado por Wayne) con las punzadas paralizantes en la columna, y el otro (el actuado por Wayne) con dolores post-alcohólicos y llevando muletas, creando con ello tipos clásicos del western crepuscular, y teniendo a un antagonista pistolero elegante y noble en sus maneras profesionales, respetándose los némesis. Todo narrado de un modo relajado, desprovisto de intensidad, con comportamientos chirriantes de algunos personajes, intentando mezclar drama y comedia, con algunos picos sugerentes, y con muchos valles rudimentarios. Tanta dejadez hay en algunos tramos que no le basta con clonar “Rio Bravo”, también auto-plagia una escena de “The Big Sleep” (1946), cuando el rol de John Wayne manda a unos malos a salir a la calle sabiendo que les van a disparar fuera, cosa que ya hacía el Philip Marlowe en el referido film.
John Wayne hace de John Wayne, tipo duro pero noble, amigo de sus amigos y con un estricto código de valores, valiente, estoico y con muy arraigado sentido del deber, y lo borda, aunque los años se le notaban en demasía en algunas situaciones, tanto que tuvo que usar un doble cada cuando tiene que correr de un lado a otro de la calle. Su apellido en la cinta es (nombre Cloe) Thornton, curiosamente (o no) el mismo que tenía en la mítica “El hombre tranquilo” (1952), aunque con nombre de pila diferente (Sean); Robert Mitchum derrocha carisma como el duro y nihilista sheriff J.P. Harrah, emitiendo toda una gama de emociones, y manteniendo y una formidable química con Wayne; James Caan en uno de sus primeros trabajos en cine, como el impulsivo Mississippi, deja impronta de tipo empático, con una deliciosa vis cómica ayudado por ese peculiar sombrero; Christopher George como el mercenario Nelse McLeod deja su sello en la difícil papeleta de enfrentarse a Wayne, con diálogos finos y mordaces; Arthur Hunnicutt como el trompetista ayudante del sheriff Bull, infunde simpatía, pero sin más; Ed Asner es un villano plan o y poco exprimido; Las mujeres son simple muletas de los hombres, Charlene Holt cumple sin alardes como la enamorada de Cole, mientras Michele Carey en el papel de Josephine MacDonald, resulta un personaje grimante, parece salida en su look de un desfile de moda con ese peinado voluminoso totalmente fuera de tiempo, y con una personalidad plana.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La puesta en escena resulta simplemente correcta, con una funcional dirección artística Hal Pereira (“Vértigo” o “Desayuno con diamantes”), y Carl Anderson (“El loco del pelo rojo” o “Hatari!”), rodando en Utah (Kanab), Ariziona (en Studio en Old Tucson; Desierto de Sonora; Sierrita Mountains; Fairbank; San Pedro River; Santa Cruz River; Canelo; Tucson Mountains; Fredonia; Ironwood Forest National Monument; Picacho Peak State Park; San Xavier), y en los Paramount Studios de Hollywood-Los Ángeles; esto filtrado por la cinematografía en technicolor de Harold Rosson (“El Mago de Oz” o “Cantando bajo la lluvia”), filmando sobre todo en los dos tercios últimos en interiores, con contrastes luminosos que pretenden proyectar melancolía, pero sin dejar especial huella; De la música destaca la nostálgica canción que acompaña los créditos iniciales (adornados con pinturas en los créditos del artista Olaf Wieghorst, que hace breve aparición como Swede Larsen) “El Dorado” interpretada por George Alexander.
Los paralelismos con “Rio Bravo” son diáfanos: Empezando por un pueblo similar/ Como he mencionado arriba hay cuatro “héroes” que tienen en el calabozo a un malo malísimo esperando a que llegue el juez/ El cuarteto son clones de personalidades de “Río Bravo”, un borracho que lo es porque una mujer lo ha dejado, en la primigenia un pistolero amigo del sheriff, y aquí el sheriff, los dos yendo con el mismo tipo de camiseta raída, en anterior era Dean Martin y aquí se mejora con Mitchum; En las dos son dos sheriff entrados en años con mucho mundo a sus espaldas, los encarnados por Wayne y Mitchum; En las dos hay un advenedizo muchacho que se une a los “héroes”, en la primera actuado por el cantante Ricky Nelson (Colorado), y aquí por James Caan (Mississippi), mejorando bastante los resultados aquí, aunque alteran que Nelson era un genial pistolero y aquí Cann no tiene puntería, y (en un toque de humor delirante) debe llevar una escopeta de cañones recortados; Hay en ambas un tipo muy mayor ayudante del sheriff, los tipos extrovertidos, en la de 1959 encarnado por el gran Walter Brennan, y aquí por Arthur Hunnicutt, aunque bueno este último, Brennan era grandioso/ A este villano intentaran “rescatarlo” un grupo numeroso de sicarios de este/ Gran parte de la trama sucederá entre dos escenarios cerrados, el saloon del pueblo, y sobre todo la comisaria; En las dos los “malos” secuestran a uno de los cuatro para chantajear al sheriff, en la primera a Dean Martin, aquí a Wayne, y en las dos el comportamiento de los “malísimos” resulta idiotesco con tales bazas ganadoras desperdiciándolas; Hay dos mujeres (Angie Dickinson en la primigenia y la ex Miss Maryland de 1956 Charlene Holt en esta) bellas (y floreros) en las dos, que irracionalmente se mojan cierta prenda íntima con el viejo John Wayne;
En la película, Mississippi le da a Sheriff Harrah un brebaje para evitar que siga bebiendo. Los ingredientes incluyen (entre otros) pimienta de Cayena, ipecac (un emético), mostaza, aceite de crotón (que induce diarrea), asafétida (a menudo mal escrita acifedida) y pólvora.
“Ataviado con alegría,
un caballero galante,
entre sol y sombra,
había viajado mucho,
cantando una canción,
en busca de El Dorado.
Pero se volvió viejo
-este valiente caballero-
y sobre su corazón una sombra
cayó cuando él se encontró
sin un pedazo de tierra
que se pareciera a El Dorado.
Y, como sus fuerzas le fallaron en el trayecto,
él encontró una sombra peregrina,
a la que preguntó: "Sombra,
Dónde puede estar la tierra de El dorado?”
"Sobre las montañas de la luna,
bajo el valle de las sombras,
cabalgando, valientemente cabalgando-replicó la sombra-
si tú buscas El Dorado!" (“El Dorado”, escrito por Edgar Allan Poe en 1849)
En conjunto me queda un interesante western con unos actores sugerentes, pero en una historia poco trabajada. Fuerza y honor!!!
Los paralelismos con “Rio Bravo” son diáfanos: Empezando por un pueblo similar/ Como he mencionado arriba hay cuatro “héroes” que tienen en el calabozo a un malo malísimo esperando a que llegue el juez/ El cuarteto son clones de personalidades de “Río Bravo”, un borracho que lo es porque una mujer lo ha dejado, en la primigenia un pistolero amigo del sheriff, y aquí el sheriff, los dos yendo con el mismo tipo de camiseta raída, en anterior era Dean Martin y aquí se mejora con Mitchum; En las dos son dos sheriff entrados en años con mucho mundo a sus espaldas, los encarnados por Wayne y Mitchum; En las dos hay un advenedizo muchacho que se une a los “héroes”, en la primera actuado por el cantante Ricky Nelson (Colorado), y aquí por James Caan (Mississippi), mejorando bastante los resultados aquí, aunque alteran que Nelson era un genial pistolero y aquí Cann no tiene puntería, y (en un toque de humor delirante) debe llevar una escopeta de cañones recortados; Hay en ambas un tipo muy mayor ayudante del sheriff, los tipos extrovertidos, en la de 1959 encarnado por el gran Walter Brennan, y aquí por Arthur Hunnicutt, aunque bueno este último, Brennan era grandioso/ A este villano intentaran “rescatarlo” un grupo numeroso de sicarios de este/ Gran parte de la trama sucederá entre dos escenarios cerrados, el saloon del pueblo, y sobre todo la comisaria; En las dos los “malos” secuestran a uno de los cuatro para chantajear al sheriff, en la primera a Dean Martin, aquí a Wayne, y en las dos el comportamiento de los “malísimos” resulta idiotesco con tales bazas ganadoras desperdiciándolas; Hay dos mujeres (Angie Dickinson en la primigenia y la ex Miss Maryland de 1956 Charlene Holt en esta) bellas (y floreros) en las dos, que irracionalmente se mojan cierta prenda íntima con el viejo John Wayne;
En la película, Mississippi le da a Sheriff Harrah un brebaje para evitar que siga bebiendo. Los ingredientes incluyen (entre otros) pimienta de Cayena, ipecac (un emético), mostaza, aceite de crotón (que induce diarrea), asafétida (a menudo mal escrita acifedida) y pólvora.
“Ataviado con alegría,
un caballero galante,
entre sol y sombra,
había viajado mucho,
cantando una canción,
en busca de El Dorado.
Pero se volvió viejo
-este valiente caballero-
y sobre su corazón una sombra
cayó cuando él se encontró
sin un pedazo de tierra
que se pareciera a El Dorado.
Y, como sus fuerzas le fallaron en el trayecto,
él encontró una sombra peregrina,
a la que preguntó: "Sombra,
Dónde puede estar la tierra de El dorado?”
"Sobre las montañas de la luna,
bajo el valle de las sombras,
cabalgando, valientemente cabalgando-replicó la sombra-
si tú buscas El Dorado!" (“El Dorado”, escrito por Edgar Allan Poe en 1849)
En conjunto me queda un interesante western con unos actores sugerentes, pero en una historia poco trabajada. Fuerza y honor!!!
8 de septiembre de 2021
8 de septiembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mira que me gustan, a priori, las películas del Oeste. En alguna otra crítica ya expliqué porqué. Y empecé con "El Dorado" y todo iba muy bien: Música acorde, actuaciones buenas de esos dos cracks que fueron Wayne y Mitchum, ambientación fenomenal, y sobre todo, ese aire a libertad, a comportamientos genuinos, a mundos llenos de autenticidad (aceptando sus carencias).
Pero hete aquí que, oh! la maravilla se empezó a lastrar. Yo creo que fue a partir del tercio de cinta. Y ya no se levantó, es más, fue decayendo más y más. Se fue deshaciendo la magia como un azucarillo en el café.
Ni el Wayne más genuino, ni el Mitchum más contenido, pudieron con un guion que se fue empobreciendo.
A mitad de película el estancamiento ya era grande, apenas avanzaba, ya se adivinaba todo demasiado pronto, el argumento se iba infantilizando a marchas forzadas, las inconsistencias mellaban la paciencia, el sentido del humor se quedaba algo reseco, los personajes se convertían en caricaturas.
Y así ya hasta el final. Y yo, que soñaba con clavarle un 7 mínimo, perdí todas mis esperanzas de ratificar este tan alabado western.
No puedo evitar meterme con el bueno de James Caan, su papel es de lo más flojo, en mi opinión. Mención aparte "las chicas", me pareció que estaban metidas en la historia con calzador, "papel florero".
Ya puestos a criticar, veo que "El Dorado" no es muy original que digamos, toma la mayoría de las ideas de "Río Bravo" y de algún otro clásico que no recuerdo.
No la suspendo por esos dos grandes actores (por cierto ¿cómo es que en ninguna película aparece Wayne juntando su boca con la correspondiente actriz?), por el ensalzamiento que se hace de la amistad (tan depauperada hoy día), por la potencia de algunas escenas, por hacerme reir más de una vez, por la primera media hora.
Así lo he vivido, y así lo cuento. Un 5,5.
Pero hete aquí que, oh! la maravilla se empezó a lastrar. Yo creo que fue a partir del tercio de cinta. Y ya no se levantó, es más, fue decayendo más y más. Se fue deshaciendo la magia como un azucarillo en el café.
Ni el Wayne más genuino, ni el Mitchum más contenido, pudieron con un guion que se fue empobreciendo.
A mitad de película el estancamiento ya era grande, apenas avanzaba, ya se adivinaba todo demasiado pronto, el argumento se iba infantilizando a marchas forzadas, las inconsistencias mellaban la paciencia, el sentido del humor se quedaba algo reseco, los personajes se convertían en caricaturas.
Y así ya hasta el final. Y yo, que soñaba con clavarle un 7 mínimo, perdí todas mis esperanzas de ratificar este tan alabado western.
No puedo evitar meterme con el bueno de James Caan, su papel es de lo más flojo, en mi opinión. Mención aparte "las chicas", me pareció que estaban metidas en la historia con calzador, "papel florero".
Ya puestos a criticar, veo que "El Dorado" no es muy original que digamos, toma la mayoría de las ideas de "Río Bravo" y de algún otro clásico que no recuerdo.
No la suspendo por esos dos grandes actores (por cierto ¿cómo es que en ninguna película aparece Wayne juntando su boca con la correspondiente actriz?), por el ensalzamiento que se hace de la amistad (tan depauperada hoy día), por la potencia de algunas escenas, por hacerme reir más de una vez, por la primera media hora.
Así lo he vivido, y así lo cuento. Un 5,5.
1 de marzo de 2022
1 de marzo de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
No llego a comprender la buena crítica y aceptación que ha recibido este western. Me parece muy sobrevalorado, sin que ello signifique una crítica destructiva la mía. Este western tiene un buen argumento, pero en mi humilde opinión yerra en su ejecución. Y por ello en más de un momento del filme apunto estuve de quedarme dormido. Difícil es hacer un western que entretenga, y este en concreto parece que siempre está en la rampa de salida sin ser lanzado. La trama sigue, pero estancada, como si caminara por lodo en lugar de cabalgar por el aire.
Una cosa es el cine pausado, que se toma su tiempo para definir a sus personajes, sentimientos y sensaciones. Pero este western simplemente me pareció soporífero. No es el western del personaje romántico que persigue una meta o un fin. No destaca por su belleza fotográfica ni por el ritmo de la trama. Yo le di una oportunidad por ser un amante del género, pero desde luego existen otros westerns que han caído en el olvido y que me han parecido mejores que este.
Como digo, carece de los ingredientes que caracteriza a un buen western. No es una gran película de aventura. Pero si sois fanáticos del género, vedla por el mero hecho de serlo. No es una bazofia, sería cruel catalogarla con ese adjetivo. Pero no perderéis nada si decidís no verla. Le doy un 7 porque un 8 sería exagerado en mi opinión.
Una cosa es el cine pausado, que se toma su tiempo para definir a sus personajes, sentimientos y sensaciones. Pero este western simplemente me pareció soporífero. No es el western del personaje romántico que persigue una meta o un fin. No destaca por su belleza fotográfica ni por el ritmo de la trama. Yo le di una oportunidad por ser un amante del género, pero desde luego existen otros westerns que han caído en el olvido y que me han parecido mejores que este.
Como digo, carece de los ingredientes que caracteriza a un buen western. No es una gran película de aventura. Pero si sois fanáticos del género, vedla por el mero hecho de serlo. No es una bazofia, sería cruel catalogarla con ese adjetivo. Pero no perderéis nada si decidís no verla. Le doy un 7 porque un 8 sería exagerado en mi opinión.
29 de noviembre de 2024
29 de noviembre de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
"El Dorado" es una película simpática que me ha funcionado en todos los aspectos y me ha entretenido de principio a fin. Sinceramente, no conocía a John Wayne, ya que acabo de empezar a explorar las películas western clásicas, dejando de lado las del Spaghetti Western que siempre me han calado más. Tengo que decir que Wayne es un hombre hecho para este tipo de papeles; encarna a la perfección el arquetipo del pistolero que seguramente vi durante mi infancia sin ser consciente de ello, mientras mi abuelo veía westerns en la televisión y yo jugaba en el suelo prestando poca atención. Ahora me doy cuenta de que, aunque no me fijara entonces en su rostro, él era ese audaz hombre del oeste que se enfrentaba a los forajidos con puntería y serenidad. Y con razón es la cara del género.
En general, la película me ha parecido sólida y muy entretenida. Un aspecto que encuentro especialmente icónico es el personaje de Mississippi. Estoy seguro de que, de niño, habría agarrado un cuchillo de mi abuela, me lo habría puesto en la espalda, y habría fingido la escena del bar mientras lo lanzaba contra alguna caja de cartón, con un sombrero desaliñado en la cabeza. Escenas como el enfrentamiento en el bar con el propio Mississippi, o la defensa de la comisaría en la que participan un joven sin puntería, un viejo gruñón y dos inválidos, me parecen memorables y muy bien logradas.
No he visto Río Bravo así que no puedo apreciar si esta película es una copia de la otra. Por lo demás, considero que es una película sencilla. No destaca especialmente ni para bien ni para mal en sus apartados, pero logra ser una aventura muy disfrutable.
Conclusión: Una aventura más del legendario John Wayne. Entretenida y recomendable para quienes disfrutan del género western.
En general, la película me ha parecido sólida y muy entretenida. Un aspecto que encuentro especialmente icónico es el personaje de Mississippi. Estoy seguro de que, de niño, habría agarrado un cuchillo de mi abuela, me lo habría puesto en la espalda, y habría fingido la escena del bar mientras lo lanzaba contra alguna caja de cartón, con un sombrero desaliñado en la cabeza. Escenas como el enfrentamiento en el bar con el propio Mississippi, o la defensa de la comisaría en la que participan un joven sin puntería, un viejo gruñón y dos inválidos, me parecen memorables y muy bien logradas.
No he visto Río Bravo así que no puedo apreciar si esta película es una copia de la otra. Por lo demás, considero que es una película sencilla. No destaca especialmente ni para bien ni para mal en sus apartados, pero logra ser una aventura muy disfrutable.
Conclusión: Una aventura más del legendario John Wayne. Entretenida y recomendable para quienes disfrutan del género western.
27 de enero de 2007
27 de enero de 2007
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estos eran más o menos traducidos de manera "sui generis" los versos del poema "El dorado" del EXCELENTE escritor y poeta norteamericano decimonónico Edgar Allan Poe, que el personaje del joven Alan Bourdillion Traherne alias 'Mississippi' (por su adoración por Mark Twain) interpretado de manera convincente por un jovencísimo James Caan, recitaba de camino a El Dorado con el mercenario a sueldo y famoso pistolero Cole Thornton, para defender junto con su viejo amigo y sheriff de aquel lugar, el casi siempre ebrio Jean Paul Harrah, a la familia del viejo terrateniente del lugar sr MacDonald de la amenaza,chantaje y extorsión del insaciable nuevo rico del lugar,Bart Jason, quien además había contratado para ello al temible pistolero Nelse McLeod.
Esta película formaría parte de una trilogía que comenzó con la más completa de la saga en 1959, "Río Bravo" con John Wayne (el elemento común de las tres) y Dean Martin como protagonistas y que terminaría en 1970 con su obra póstuma "Río Lobo".
Una trilogía que nos habla de las diferentes formas de afrontar la justicia ante la amenaza de un elemento perturbador (Estado de Derecho se diría en la actualidad) sólo que cambiando un poco la disposición de los elementos en cada una de ellas, pues mientras por ejemplo en la espléndida obra que da comienzo a la saga, John Wayne era el valiente y decidido sheriff y era ayudado por un alcohólico (Dean Martin), un viejo (Walter Brennan), un jovencito (Ricky Nelson) y una mujer (Angie Dickinson), aquí es el guardián de la ley y el orden, el sheriff Harrah, el perenne borrachín que acabará luchando por restituir su honor mancillado, junto con un sobrio mercenario como era Thornton, un joven huérfano lanzador de cuchillos como era Missisipi, un viejo ayudante de Sheriff, Bull Harris, una madura amiguita de sendos amigos, Maudie, y una valiente y osada hija en defensa del padre amenazado Josephine MacDonald.
La película en cuestión aunque menor, supuso como dato anecdótico la primera aparición en pantalla juntos de estos dos monstruos del celuloide como eran Wayne y Mitchum, si bien el carisma y poderosa presencia del segundo logran equipararse al mejor actor de westerns en la historia del séptimo arte junto con Clint Eastwood, el insigne John Wayne. Mitchum bastante más versátil que Wayne logra dar en todo momento la justa réplica a la maravillosa presencia de este gigantón de metro noventaymuchos y actor de tantos buenos y memorables westerns.
La obra está rodada en gran parte en espacios cerrados (la cárcel del sheriff sobre todo) y el salón de Maudie y casi siempre de noche, recurso éste empleado por Hawks para conferir mayor dramatismo y tensión a la trama.
No se trata ni con mucho de una grandísima película del denostado género del western, pero sin duda hará las delicias de más de un aficionado al proporcionarle un agradable y entretenido rato de sobremesa solo ó en compañía (a poder ser).
E N T R E T E N I D A.
Esta película formaría parte de una trilogía que comenzó con la más completa de la saga en 1959, "Río Bravo" con John Wayne (el elemento común de las tres) y Dean Martin como protagonistas y que terminaría en 1970 con su obra póstuma "Río Lobo".
Una trilogía que nos habla de las diferentes formas de afrontar la justicia ante la amenaza de un elemento perturbador (Estado de Derecho se diría en la actualidad) sólo que cambiando un poco la disposición de los elementos en cada una de ellas, pues mientras por ejemplo en la espléndida obra que da comienzo a la saga, John Wayne era el valiente y decidido sheriff y era ayudado por un alcohólico (Dean Martin), un viejo (Walter Brennan), un jovencito (Ricky Nelson) y una mujer (Angie Dickinson), aquí es el guardián de la ley y el orden, el sheriff Harrah, el perenne borrachín que acabará luchando por restituir su honor mancillado, junto con un sobrio mercenario como era Thornton, un joven huérfano lanzador de cuchillos como era Missisipi, un viejo ayudante de Sheriff, Bull Harris, una madura amiguita de sendos amigos, Maudie, y una valiente y osada hija en defensa del padre amenazado Josephine MacDonald.
La película en cuestión aunque menor, supuso como dato anecdótico la primera aparición en pantalla juntos de estos dos monstruos del celuloide como eran Wayne y Mitchum, si bien el carisma y poderosa presencia del segundo logran equipararse al mejor actor de westerns en la historia del séptimo arte junto con Clint Eastwood, el insigne John Wayne. Mitchum bastante más versátil que Wayne logra dar en todo momento la justa réplica a la maravillosa presencia de este gigantón de metro noventaymuchos y actor de tantos buenos y memorables westerns.
La obra está rodada en gran parte en espacios cerrados (la cárcel del sheriff sobre todo) y el salón de Maudie y casi siempre de noche, recurso éste empleado por Hawks para conferir mayor dramatismo y tensión a la trama.
No se trata ni con mucho de una grandísima película del denostado género del western, pero sin duda hará las delicias de más de un aficionado al proporcionarle un agradable y entretenido rato de sobremesa solo ó en compañía (a poder ser).
E N T R E T E N I D A.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Arranca la película con los decididos pasos del sheriff de El Dorado, Jean Paul Harrah (R. Mitchum), adentrándose en el salón del pueblo propiedad de su vieja amiga Maudie (Charlene Holt), al percatarse de un familiar caballo blanco con pintas negras apostado a la entrada del local.
Harrah sabe de antemano que dicho jaco pertenece a su viejo amigo Cole Thornton (John Wayne) quien ha venido de paso sólo para visistar a su vieja amiga y más que eso Maudie.
Harrah le pone en antecedentes del principal problema que ocupa su mente; la amenaza del nuevo rico del lugar Bart Jason (Edward Asner) a una respetable familia del lugar, los MacDonald (padre, cuatro hijos y una hija). Harrah le pide ayuda en defensa del amenazado, pero prefiere mantenerse al margen.
De todas maneras va a hacer una visita de reconocimiento a ambas partes; de camino a casa de los MacDonalds, Thorton tiene un desafortunado y desagradable encuentro con el benjamín de los MacDonald, Luke (Johnny Crawford), encaramado en lo alto de una colina para avisar a su familia de la posible llegada de intrusos.
Thorton a la defensiva le dispara de muerte y el jovencito no resistiendo los insoportables dolores decide poner fin a su vida. De todas maneras Thorton en un alarde de honradez y audacia decide ir a aclarar la tragedia a los MacDonald. Éstos parecen finalmente aceptar la misma, pero en su retirada Thorton es disparado a traición por la hija de los MacDonald, Joey (Michele Carey), quien le alojará de por vida una peligrosa bala junto a la espina dorsal, causándole desde entonces repentinos ataques de dolor que en más de una ocasión estuvieron a punto de darle un serio disgusto.
Después de advertir también a Bart Jason (Edward Asner), termina por huir de aquel lugar. Durante varios meses peregrinará por los desiertos de Sonora.
Un día, estando de sobremesa en un bar, un joven irrumpe en el mismo un, y amenaza de muerte a un miembro de la banda del temido Nelse McLeod (Christopher George) presente también en el bar por haber matado dos años atrás a su viejo mentor Johnny Diamond.
El joven que responde al nombre de Missipi demuestra destreza en el manejo del cuchillo. Thorton que está decidido ha regresar a El Dorado para ayudar a su viejo amigo Harrah que anda siempre borracho tras un reciente desengaño amoroso, recluta al joven Missisipi, ya que se ha enterado de que Jason ha contratado a McLeod para deshacerse de los MacDonald.
Encerrados en la cárcel del ebrio Harrah, con la ayuda del viejo ayudante del sheriff, Bull Harris (Arthur Hunnicutt), Maudie y la osada hija del señor MacDonald, Joey, casi siempre en escenarios de noche, la banda terminará por reprimir el intento de alteración del orden y la justicia del lugar.
Harrah sabe de antemano que dicho jaco pertenece a su viejo amigo Cole Thornton (John Wayne) quien ha venido de paso sólo para visistar a su vieja amiga y más que eso Maudie.
Harrah le pone en antecedentes del principal problema que ocupa su mente; la amenaza del nuevo rico del lugar Bart Jason (Edward Asner) a una respetable familia del lugar, los MacDonald (padre, cuatro hijos y una hija). Harrah le pide ayuda en defensa del amenazado, pero prefiere mantenerse al margen.
De todas maneras va a hacer una visita de reconocimiento a ambas partes; de camino a casa de los MacDonalds, Thorton tiene un desafortunado y desagradable encuentro con el benjamín de los MacDonald, Luke (Johnny Crawford), encaramado en lo alto de una colina para avisar a su familia de la posible llegada de intrusos.
Thorton a la defensiva le dispara de muerte y el jovencito no resistiendo los insoportables dolores decide poner fin a su vida. De todas maneras Thorton en un alarde de honradez y audacia decide ir a aclarar la tragedia a los MacDonald. Éstos parecen finalmente aceptar la misma, pero en su retirada Thorton es disparado a traición por la hija de los MacDonald, Joey (Michele Carey), quien le alojará de por vida una peligrosa bala junto a la espina dorsal, causándole desde entonces repentinos ataques de dolor que en más de una ocasión estuvieron a punto de darle un serio disgusto.
Después de advertir también a Bart Jason (Edward Asner), termina por huir de aquel lugar. Durante varios meses peregrinará por los desiertos de Sonora.
Un día, estando de sobremesa en un bar, un joven irrumpe en el mismo un, y amenaza de muerte a un miembro de la banda del temido Nelse McLeod (Christopher George) presente también en el bar por haber matado dos años atrás a su viejo mentor Johnny Diamond.
El joven que responde al nombre de Missipi demuestra destreza en el manejo del cuchillo. Thorton que está decidido ha regresar a El Dorado para ayudar a su viejo amigo Harrah que anda siempre borracho tras un reciente desengaño amoroso, recluta al joven Missisipi, ya que se ha enterado de que Jason ha contratado a McLeod para deshacerse de los MacDonald.
Encerrados en la cárcel del ebrio Harrah, con la ayuda del viejo ayudante del sheriff, Bull Harris (Arthur Hunnicutt), Maudie y la osada hija del señor MacDonald, Joey, casi siempre en escenarios de noche, la banda terminará por reprimir el intento de alteración del orden y la justicia del lugar.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here