Parece ser que los Hermanos Coen han querido cerrar su particular Trilogía Idiota. La cual se inició con O Brother! (2000), después siguió con Crueldad Intolerable (2003) para terminarla ahora con Quemar después de Leer (2008).

Sería interesante destacar un dato común a las tres películas y es que en las tres aparece un mismo actor protagonista George Clooney para dar vida a unos personajes un tanto peculiarmente idiotas.

Quemar después de Leer es una película de Oda hacia la idiotez, con un Brad Pitt de lo más divertido al mismo tiempo que ingenuo. De nuevo los Coen sacan un nuevo peinado que de algún modo nos recuerda al de Javier Bardem en No es país para Viejos.

Los Coen de alguna manera trataron con esta película de elogiar o hacerla similar a una de las obras maestras del cine como es ¿Teléfono Rojo? Volvamos hacia Moscú (Stanley Kubrick de 1964) pero sin un análisis tan político del mundo.

Este último film de los Coen no pierde las características tan propias de estos geniales directores, por ello se pueden apreciar similitudes con otras películas de los Coen, la avaricia que rompe el saco (Fargo) o el hecho de que los personajes son unos fracasados (El Gran Lebowski) sin llegar a ser en ningún momento una obra maestra como las que podrían ser las anteriormente mencionadas.

Si tuviera que destacar algo sería en la forma tan peculiar en la que retratan la estupidez humana y de algún modo la plasman en la pantalla con ese toque tan cómico - negro que al mismo tiempo resulta incómoda debido a que en parte resalta nuestra propia estupidez humana como si de un espejo un tanto especial se tratara, capaz de mostrarnos a todos nosotros esa idiotez que forma parte de uno mismo en muchas de las ocasiones. Lo que nos hace recordar esos momentos estúpidos que todos hemos tenido a lo largo de nuestras vidas y por ello los Coen consiguen que el espectador incluso pueda llegar a reírse de uno mismo contemplando determinados puntos de la película.

Lo cierto, es que me reí muchísimo con esta película.

Una vez acaba, lo primero que te viene a la cabeza es que te han tomado el pelo a lo bestia.
El guión no puede ser mas absurdo y loco.

Mi nota es de un 7 porque creo que los Coen podrían haberlo hecho mucho mejor.

Hay quien dice que se parece al grán Lebowsky pero para mí ni de lejos.

También puede dejarte un regusto amargo sí te la tomas en serio, pero francamente es prácticamente imposible que esto ocurra.

En definitiva se deja ver muy bien, además tiene momentos absolutamente tronchantes aunque no creo que pase a la historia, como una gran película o cinta de culto.

Vuelven los iconoclastas Joel y Ethan con otra de sus comedias negras y divertidas donde el azar, la chapuza, lo extraordinario y lo cotidiano van de la mano.

En el mundo de los Coen está claro que lo mejor es pasar desapercibido, quedarse sentado al lado del camino, con la mirada fija en las hormigas, y no dar pábulo a que alguien, por ejemplo, te pida fuego. De ser así (lo de las cerillas) todo puede precipitarse en una verdadera cascada de inconvenientes, incomodidades, situaciones dantescas y desenlaces catastróficos, casi siempre inmerecidos y cómicos por exageración. La mínima debilidad puede convertirte, de manera lógica y reflexiva, en el ser más desafortunado del universo.

De agradecer es el análisis que hacen en esta película de su nación, la madre del sistema imperante, la más avanzada del mundo, según la propaganda; y que está más cerca de la felicidad por el reduccionismo intelectual (estulticia) que por la conquista de objetivos sociales.

Por mi parte nada que objetar a estos creadores fantásticos. Los actores se dejan modelar y queda patente que serían capaces de bailar en pelotas en un lago helado si se lo piden los directores, tal es su capacidad de entrega. Está claro que otro gallo nos cantaría si pusieran a trabajar en los Organismos de Inteligencia a gente inteligente. Yo voto para que la próxima dirección de la CIA sea bicéfala y coloquen al frente a estos dos hermanos de Minnesota.

Payasada marciana y sin maldita la gracia, más diré: de una mala sombra tal, que aún estoy asombrado de que no hayan llegado a aparecer Esteso y Pajares. Buenos actores que están muy mal, malos actores que también, todos pasados de rosca - menos Tilda Swinton y Richard Jenkins - sin parar de gesticular para ver si convencen a alguien de que este engendro, sin pies ni cabeza, es una comedia. Vistas las críticas lo han conseguido; para asombro mio.

Los Coen filman ya con el piloto automático, lo que eran al principio de su carrera hallazgos formales se han convertido en un sobado amaneramiento marca de la casa para disfrute de los incondicionales.

Cansa.

Tremendo e hilarante guión y dirección de los hermanos Coen, con un reparto de lujo donde hasta Brat Pitt ejerce de actor y te hace soltar varias carcajadas, Malkovic, como casi siempre, genial, y Clooney y sobre todo Frances McDormand clavan sus interpretaciones (después de Fargo, la mejor de Frances que la recuerdo).

El guión es lo más original de la película, y aunque algo enrevesado, es totalmente genial.