Fui a ver Speed Racer de sobra advertido hasta por la prensa, advertencias que se podían resumir en un no le des muchas vueltas, o te gusta o no te gusta.

Las imágenes sorprenden un poco y las carreras tienen bastantes momentos de emoción, pero todo es demasiado infantil, incluidos el guión, las actuaciones, y el mundo fantasioso en el que se desarrolla la historia, lo que sería el mayor atractivo de la cinta.

Un experimento de los hermanos Wachowski que no convence, se dice que es como un videojuego de carreras de coches o la versión moderna de la película Tron y más bien parece una nueva entrega de los Picapiedra.

No me malinterpreten, igual me gustó la película, pero lamentablemente las carreras que se suponía fueran el centro del film, son de lo que más carece. A pesar de todo, las pocas escenas de velocidad son una verdadera delicia. Lo peor es desde la carrera en Hawai hasta el rally (omitiré los detalles para el spoiler). Si tienes hijos muy pequeños o alguien chico en tu familia, dile que calle y disfrute, pues puede que en algún momento se pierda en la intrincada trama.

El inicio es atrozmente simple y aburrido, sumado de un psicodelismo más bien grotesco que disfrutable, realmente por un momento dan ganas de levantarse y retirarse de ahí. Sin embargo, después de unos 30 0 40 minutos, bastante tiempo de espera, es cuando la película empieza a ser más interesante, sobre todo por el despliegue técnico visual de las carreras e igualmente la historia comienza a ganar cierta amenidad. Y continúa con esa tendencia hasta el final de la película.

Con deficiencias en varios aspectos, menos en los ámbitos de los efectos especiales y el coreográfico, la película es entretenida en términos generales, salvo el bloque inicial como ya se dijo.

Trama esquemática y de lo más predecible.
Visualmente sorprendente aunque muy irreal.
Actuaciones aceptables pero ninguna destacable.
Entretiene de principio a fin.
Resultado: no está mal, aunque los Wachowski pudieron darle un poquito más de realismo al estilo "Driven".

Desde tiempos pretéritos, el intento de llevar comics a la pantalla grande nunca fue una empresa fácil y en este film de los Wachowski se nota aún más. En su empresa de hacer una copia fiel del dibujo animado, cosa que se nota a lo largo de toda la película, todo lo que queda es como dice el título de ésta crítica: un carnaval chillón de incongruencias que solo los niños de hoy pueden medianamente entender y sus padres que tan solo con ojos de criatura pueden asimilar este estridente y hueco producto.