Tiempos violentos
8.6
205,087
Thriller
Jules y Vincent, dos asesinos a sueldo con no demasiadas luces, trabajan para el gángster Marsellus Wallace. Vincent le confiesa a Jules que Marsellus le ha pedido que cuide de Mia, su atractiva mujer. Jules le recomienda prudencia porque es muy peligroso sobrepasarse con la novia del jefe. Cuando llega la hora de trabajar, ambos deben ponerse "manos a la obra". Su misión: recuperar un misterioso maletín. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2009
15 de abril de 2009
19 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que son imposibles de definir, que rompen estructuras, que marcan un antes y un después, que tienen imágenes que te quedan grabadas en la mente de por vida. Por supuesto que de ésas películas se pueden encontrar una o dos por década, tal vez tres como mucho. Pulp Fiction es uno de esos films. Es monumental. Siempre amaré los noventa por darnos a Kurt Cobain y a Tarantino. El gran Quentin vió muchísimo cine, se le nota, lo absorvió del mejor modo y nos regaló ésta obra maestra. Regresó de la muerte a tantos actores que nadie daba un centavo por ellos porque Tarantino sabe ver más allá. Hay directores que tienen los cojones suficientes para atreverse a hacer algo distinto que puede salir bien y consagrarse, o salir mal y hundirse para siempre. Tarantino los tuvo bien puestos para reinventar el cine y por suerte salió más que airoso. Se consagró muy merecidamente y con el tiempo demostró que lo suyo no era sólo espuma. Hay muchísimas críticas a ésta película, buenas y malas, pero si alguien todavía no vió Pulp Fiction se está perdiendo unas de las pocas obras maestras con mayúsculas de la historia del cine.
31 de mayo de 2014
31 de mayo de 2014
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo más triste de todo esto es que Quentin Tarantino es un buen director, o al menos un director solvente. Sus conocimientos sobre Cine, técnica y medios saltan a la vista, y en «Pulp Fiction» ejemplifica su competencia a la hora de rodar. También, pese a sus inspiraciones/copias cinéfilas, tiene personalidad, guste o no, la tiene. Ahora bien, una cinta no se compone sólo de manías propias y recursos técnicos adecuados, sino de muchos otros elementos en los que Tarantino ya flojea. Ritmo, diálogos, personajes, guión, narración o mensaje son imprescindibles para construir una película que sea de las más alabadas de la historia, o tan siquiera notable.
Al contrario de lo que muchos afirman, estoy convencida de que de no haber fragmentado la historia, «Pulp Fiction» hubiese quedado mejor. Eso de romper la línea temporal no es superior o inferior a no romperla, y su valoración dependerá del cómo y del para qué. El cómo es irrelevante: Tarantino corta donde le da la gana, pero si cortamos por cualquier otro momento del metraje, la cosa no varía; además, cuando digo cortar, es que es cortar, que tampoco se trabaja las transiciones de uno a otro fragmento. Por qué lo hace también es voluntarista: porque le parece más pulp, imagino, pero el contar la historia desorganizada no modifica un ápice ni el sentido ni la idea de la obra, con lo cual no impresiona a nadie. Sin embargo, puliendo un poco el guión para darle mayor coherencia y continuidad, y no esas piezas deslavazadas (por ejemplo, la cita de Vincent y Mia, absolutamente anecdótica), y con un desarrollo directo centrado en los hechos, podría haber sido una cinta de acción y cachondeo más interesante.
Por supuesto, la violencia es exagerada, seguro que de mal gusto, pero Tarantino sabe llevarla con un toque de cómic barato que es inevitable que rebaje la crueldad. Porque, repito, al desdramatizar la violencia, la deja sin fuerzas y la convierte en atrezo desechable. Me parece peor que presente a unos personajes psicópatas como si fuesen normales. Oiga, no. Que un señor reviente cerebros mientras habla con toda serenidad de cómo se llama la hamburguesa en Francia, no es prueba de que sea un tipo corriente, sino que demuestra a las claras síntomas de psicopatía. Para que nos caiga bien un psicópata tiene que tener una personalidad atractiva, pensamientos elevados, inteligencia brillante, un sentido del humor gracioso o que sus vivencias sean espectaculares, lo que no aparece en «Pulp Fiction».
Una Thurman, inexplicable, su personaje es nulo; Harvey Keitel, imponente; John Travolta, estupendo, supongo que bailando por exigencia friki de Tarantino, y Samuel L. Jackson el más divertido. No comprendo, eso sí, que su monólogo bíblico guste tanto. Bueno, tampoco comprendo qué enjundia tienen estos diálogos soporíferos, estos circunloquios gastados, estos largos minutos de perorata que aburren hasta a quien no está escuchando. Eso no es hablar, no es comunicarse, no es transmitir algo; es soltar el rollo y romper el ritmo del relato.
Lo mejor es la trama de Bruce Willis, con diferencia. Tarantino, que tiene un gusto pésimo para las mujeres, parece afinar con los hombres, y aquí acierta de lleno con el boxeador Butch, quien vivirá el día más extraño de su vida en la tienda de unos pervertidos. Esta secuencia de la violación hubiera preferido omitirla por completo, pero ver a un Bruce Willis con la camiseta blanca manchada de sangre con katana en mano es, para mi, la imagen última, admito que antológica, de «Pulp Fiction». Willis es un hombre de una masculinidad arrebatadora y Tarantino lo luce que da gusto: su aseo en el taxi, el encuentro amoroso con Maria de Medeiros, el sudor, los vaqueros, la chaqueta, las deportivas. Sin él, la película bajaría muchos puntos.
Por ahí me ha conquistado, pero en lo que se refiere al conjunto, aunque original e influyente, no deja de ser intrascendente. Por algo se autodenomina «pulp».
Al contrario de lo que muchos afirman, estoy convencida de que de no haber fragmentado la historia, «Pulp Fiction» hubiese quedado mejor. Eso de romper la línea temporal no es superior o inferior a no romperla, y su valoración dependerá del cómo y del para qué. El cómo es irrelevante: Tarantino corta donde le da la gana, pero si cortamos por cualquier otro momento del metraje, la cosa no varía; además, cuando digo cortar, es que es cortar, que tampoco se trabaja las transiciones de uno a otro fragmento. Por qué lo hace también es voluntarista: porque le parece más pulp, imagino, pero el contar la historia desorganizada no modifica un ápice ni el sentido ni la idea de la obra, con lo cual no impresiona a nadie. Sin embargo, puliendo un poco el guión para darle mayor coherencia y continuidad, y no esas piezas deslavazadas (por ejemplo, la cita de Vincent y Mia, absolutamente anecdótica), y con un desarrollo directo centrado en los hechos, podría haber sido una cinta de acción y cachondeo más interesante.
Por supuesto, la violencia es exagerada, seguro que de mal gusto, pero Tarantino sabe llevarla con un toque de cómic barato que es inevitable que rebaje la crueldad. Porque, repito, al desdramatizar la violencia, la deja sin fuerzas y la convierte en atrezo desechable. Me parece peor que presente a unos personajes psicópatas como si fuesen normales. Oiga, no. Que un señor reviente cerebros mientras habla con toda serenidad de cómo se llama la hamburguesa en Francia, no es prueba de que sea un tipo corriente, sino que demuestra a las claras síntomas de psicopatía. Para que nos caiga bien un psicópata tiene que tener una personalidad atractiva, pensamientos elevados, inteligencia brillante, un sentido del humor gracioso o que sus vivencias sean espectaculares, lo que no aparece en «Pulp Fiction».
Una Thurman, inexplicable, su personaje es nulo; Harvey Keitel, imponente; John Travolta, estupendo, supongo que bailando por exigencia friki de Tarantino, y Samuel L. Jackson el más divertido. No comprendo, eso sí, que su monólogo bíblico guste tanto. Bueno, tampoco comprendo qué enjundia tienen estos diálogos soporíferos, estos circunloquios gastados, estos largos minutos de perorata que aburren hasta a quien no está escuchando. Eso no es hablar, no es comunicarse, no es transmitir algo; es soltar el rollo y romper el ritmo del relato.
Lo mejor es la trama de Bruce Willis, con diferencia. Tarantino, que tiene un gusto pésimo para las mujeres, parece afinar con los hombres, y aquí acierta de lleno con el boxeador Butch, quien vivirá el día más extraño de su vida en la tienda de unos pervertidos. Esta secuencia de la violación hubiera preferido omitirla por completo, pero ver a un Bruce Willis con la camiseta blanca manchada de sangre con katana en mano es, para mi, la imagen última, admito que antológica, de «Pulp Fiction». Willis es un hombre de una masculinidad arrebatadora y Tarantino lo luce que da gusto: su aseo en el taxi, el encuentro amoroso con Maria de Medeiros, el sudor, los vaqueros, la chaqueta, las deportivas. Sin él, la película bajaría muchos puntos.
Por ahí me ha conquistado, pero en lo que se refiere al conjunto, aunque original e influyente, no deja de ser intrascendente. Por algo se autodenomina «pulp».
29 de septiembre de 2011
29 de septiembre de 2011
24 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobra decir que no entiendo lo hipervalorada que está esta cinta. Para mí es el paradigma del cine malo norteamericano. Carente de un guión digno, de unas interpretaciones memorables, de un contenido sustancioso, se revela como una basura descomunal poblada de tacos inútiles en la boca de unos personajes de chiste. Travolta y Uma están más que pasados y no aportan nada al film, están ahí como si andaran por las dependencias de su casa.
Por otra parte la sangre es usada a destajo a modo de ketchup, y lo que es más importante: el asesinato es un juego divertido sin mayor trascendencia que se hace como el que se toma unas cervezas. Esto, que podría ser tomado como una licencia del cine contemporáneo, es sin embargo un fiel reflejo de la ética norteamericana. Por lo que más que alabarla hay que denostarla.
Por otra parte la sangre es usada a destajo a modo de ketchup, y lo que es más importante: el asesinato es un juego divertido sin mayor trascendencia que se hace como el que se toma unas cervezas. Esto, que podría ser tomado como una licencia del cine contemporáneo, es sin embargo un fiel reflejo de la ética norteamericana. Por lo que más que alabarla hay que denostarla.
10 de julio de 2020
10 de julio de 2020
15 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Pulp Fiction', glorioso guión, titánica técnica. No aburre ni duerme, interroga y despierta. Fantástica trama, para nada obtusa y dispersa, agudamente consecuente y voluminosamente tersa.
'El que juega con cerillas se quema', qué frase para la posteridad: 'Divide et impera' quedó relegada, a su lado es superficie a cementar. Decenas de tremendas frases ampara esta cinta aunque no tan perspicaces ni profundas como la inigualable 'El que juega con cerillas se quema'.
Qué frase soberbia, de otro mundo. De hecho en un momento creí haber rememorado a mi abuela diciéndome lo mismo pero no, fue un error de mi mente endeble y mi imposibilidad manifiesta por no lograr comprender la sutileza demencial con la que se maneja Tarantino, el Kurosawa occidental, claro que sí.
El pugilista cara de piedra que saca las papas del horno y encajona al empapado en colonia Brut al mejor estilo pollackiano y el resto que entre ellos hablan y hablan y hablan... y no se callan más!
Lo mejor: Tony Manero con cola de caballo, un canchero.
Lo peor: Tarantino vagando entre escenas, totalmente perdido, mareado de tanta nada que lo rodeaba.
'El que juega con cerillas se quema', qué frase para la posteridad: 'Divide et impera' quedó relegada, a su lado es superficie a cementar. Decenas de tremendas frases ampara esta cinta aunque no tan perspicaces ni profundas como la inigualable 'El que juega con cerillas se quema'.
Qué frase soberbia, de otro mundo. De hecho en un momento creí haber rememorado a mi abuela diciéndome lo mismo pero no, fue un error de mi mente endeble y mi imposibilidad manifiesta por no lograr comprender la sutileza demencial con la que se maneja Tarantino, el Kurosawa occidental, claro que sí.
El pugilista cara de piedra que saca las papas del horno y encajona al empapado en colonia Brut al mejor estilo pollackiano y el resto que entre ellos hablan y hablan y hablan... y no se callan más!
Lo mejor: Tony Manero con cola de caballo, un canchero.
Lo peor: Tarantino vagando entre escenas, totalmente perdido, mareado de tanta nada que lo rodeaba.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Escenas para la posteridad que hasta 'Psycho' envidiaría, y al mismo tiempo y si Hitchcock viviese por sus derechos de copyright reclamaría.
Y qué personajes, uno más histriónico que el otro, como perdidos en un berenjenal pisando huevos: el gran afro-ébano de mirada desorbitada y amenazante compartiendo cátedra de matufia con el Tony Manero noventoso entre pistolas y metralletas y pim, pam, pum, sale la previa godardiana para un majestuoso 8 1/2 fellinesco.
La Thurman emperi-follada en una sobredosis retro-vintage despampana, apastelado todo el conjunto transpirando como un Elvis con sobrepeso junto a un Tony que codicioso abre la caja aldrichiana.
En conclusión: sudor, sangre y lágrimas, esa es su marca registrada. Estupor, amor, dolor, fulgor, no sopor. Real enjambre de perfección esquemática, en sus celdas hexagonales la miel cinematográfica estanca...
Y qué personajes, uno más histriónico que el otro, como perdidos en un berenjenal pisando huevos: el gran afro-ébano de mirada desorbitada y amenazante compartiendo cátedra de matufia con el Tony Manero noventoso entre pistolas y metralletas y pim, pam, pum, sale la previa godardiana para un majestuoso 8 1/2 fellinesco.
La Thurman emperi-follada en una sobredosis retro-vintage despampana, apastelado todo el conjunto transpirando como un Elvis con sobrepeso junto a un Tony que codicioso abre la caja aldrichiana.
En conclusión: sudor, sangre y lágrimas, esa es su marca registrada. Estupor, amor, dolor, fulgor, no sopor. Real enjambre de perfección esquemática, en sus celdas hexagonales la miel cinematográfica estanca...
27 de noviembre de 2010
27 de noviembre de 2010
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ultima vez que ví esta película fue hace unos diez años. Aún entonces me parecía una gran película y estaba de acuerdo con la mayoría de los entusiastas comentarios que abundaban sobre ella. Pero hace unos días la he vuelto a ver y lamento decir que ya no parece tan maravillosa. Quizás sera por la poco brillante trayectoria de su sobrevalorado director y que practicamente no ha vuelto a rodar nada destacable desde entonces, demostrando así que era un "bluff" y poco más, pero el caso es que cosas como sus eternos diálogos intrascendentes, que son marca de la casa Tarantino, me han parecido tan irreales, cargantes y, sobre todo, pretenciosos, que al llegar a la ultima parrafada de Samuel L. Jackson me han entrado ganas de gritarle que cerrara el pico de una puta vez (adaptandome al vocabulario de la película). Y esa es sobre todo la sensación que me iba dejando la película mientras la veía; la obra de un director pretencioso que se lo tiene muy creído y que nos va diciendo continuamente "mirad qué listo, atrevido y diferente que soy", y esto se puede extrapolar a toda su filmografia. Por otro lado, su "apropiacion indebida" de músicas de otras películas y otros sitios siempre me ha parecido detestable. Si todos hicieran como él los compositores de bandas sonoras se morirían de hambre y no se crearía nada nuevo en ese campo. Luego, el argumento me parece ahora muy poco convincente (con cosas como que la policía parece que no existe en esa película, aparte del policía psicópata, claro, por mucho follón que armen los personajes) o por los derroteros tan innecesarios y prescindibles que toma (como todo lo relativo a la muerte accidental y la limpieza del coche etc...).
Por eso he revisado mi nota en FilmAffinity y la he bajado del 8 al 6, que me parece mas acorde con la calidad de la película, ya que tampoco hay que olvidar sus méritos que son sobre todo lo novedoso de la propuesta en el panorama cinematográfico de entonces, mas que nada por la forma de contar la historia.
Por eso he revisado mi nota en FilmAffinity y la he bajado del 8 al 6, que me parece mas acorde con la calidad de la película, ya que tampoco hay que olvidar sus méritos que son sobre todo lo novedoso de la propuesta en el panorama cinematográfico de entonces, mas que nada por la forma de contar la historia.
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