Interestelar
2014 

7.9
106,293
Ciencia ficción. Drama. Aventuras
Al ver que la vida en la Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores dirigidos por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia (Hathaway) emprende una misión que puede ser la más importante de la historia de la humanidad: viajar más allá de nuestra galaxia para descubrir algún planeta en otra que pueda garantizar el futuro de la raza humana. (FILMAFFINITY)
10 de noviembre de 2014
10 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Christopher Nolan es un director que levanta amor y odio a partes iguales, pero lo que no se puede negar es que se trata de uno de los cineastas más importantes de lo que llevamos de siglo. Siendo relativamente joven (44 años), cuenta con una filmografía impecable ('Memento', 'Origen', 'El truco final', la trilogía de 'El caballero oscuro'...) y ha conseguido que cada trabajo suyo que llega a los cines se convierta en todo un acontecimiento. Su última obra, 'Interstellar', no ha sido una excepción y ya está dando mucho que hablar. En esta ocasión, el británico nos transporta a un futuro no muy lejano en el que la falta de recursos naturales amenaza el futuro de la raza humana. Para evitar su extinción, un grupo de exploradores decide embarcarse en la que probablemente sea la misión más importante de la humanidad: la búsqueda de un nuevo planeta habitable fuera de nuestra galaxia.
Una vez hechas las presentaciones, vayamos al grano: 'Interstellar' me ha parecido una película de una belleza enorme. Para empezar, es obligatorio verla en una pantalla de cine porque a nivel visual y sonoro es una experiencia increíble. Los planos espaciales que ofrece son preciosos y la sensación de insignificancia que produce en nosotros la inmensidad del universo llega a sobrecoger, y eso Nolan sabe explotarlo y transmitirlo como nadie. A ello también contribuye el acertado uso de los silencios, algo a priori muy obvio pero que pocas cintas de este género respetan. Las escenas de acción, introducidas en sus dosis adecuadas, también funcionan a su manera y hacen que las casi tres horas de metraje no se hagan para nada pesadas.
Muchos critican a Nolan por su tendencia a los diálogos excesivamente largos y sus explicaciones a veces innecesarias. Entiendo que muchos no comulguen con su manera de entender el cine y prefieran la narración con imágenes (yo a veces también), pero en este caso, para una película que trata temas tan complejos como la gravedad artificial, los agujeros de gusano, los agujeros negros y la relatividad temporal, me parece necesario dar unas nociones mínimas de astrofísica y preparar al espectador para lo que viene. Además, pienso que esta vez ha sabido manejar bastante bien los tempos para que estas secuencias duren lo que tienen que durar, ni más ni menos, de manera que el ritmo no sufra ningún altibajo. Por otro lado, todas estas explicaciones son lo suficientemente claras y sencillas como para que cualquier espectador pueda comprenderlas y seguir el hilo argumental sin mayores problemas, encontrando siempre un equilibrio para no tomarlo por tonto. Eso no quita que el director nos haga devanarnos los sesos en varias ocasiones, y es que si algo me gusta de este tío es que siempre me pone a prueba y sus trabajos son un buen objeto de reflexión y debate post-visionado.
Pero si por algo 'Interstellar' puede marcar un punto de inflexión en la carrera de Nolan es porque es, con diferencia, su película más humana. Es una historia de amor disfrazada de ciencia ficción (pero de amor de verdad, nada de ñoñerías). Es en este apartado donde el film saca su mayor artillería, donde consigue tocarnos la fibra y donde nos deja, en más de una ocasión, hechos mierda. Hay dos o tres escenas que no comentaré, pero que a mí, frío como el acero, me dejaron al borde de las lágrimas y estoy seguro de que tardaré tiempo en olvidarlas. El factor emocional, por tanto, cobra una importancia hasta ahora inédita en el cine de Nolan, y funciona. Vaya que si funciona.
Del reparto solo quiero decir que Anne Hathaway está bien sin más, que Jessica Chastain está muy bien, que Michael Caine no debería morirse nunca y, por último y más importante, que Matthew McConaughey es un cabrón. Es un cabrón por haber desaprovechado diez años de su carrera haciendo comedias románticas de mierda y por habernos privado en todo ese tiempo de papelones como los que se está marcando últimamente. Hay otro actor sorpresa cuya aparición me ha chirriado un poco, pero prefiero obviarlo para evitar posibles spoilers. Y también merece una mención TARS, el simpático robot que acompaña a los protagonistas durante su viaje y que aporta ese pequeño toque de humor que se agradece en determinados momentos. Y, por último, quiero destacar la poderosa banda sonora del alemán Hans Zimmer, que vuelve a demostrar por qué es uno de los compositores más aclamados del panorama cinéfilo actual.
'Interstellar' no es una película perfecta, tiene sus fallos y no es ni mucho menos la nueva '2001: Una odisea en el espacio', como muchos se empeñan en afirmar. Pero pese a sus pequeños defectos, he salido de la sala con la sensación de haber visto algo muy grande. Vale, es posible que a veces el cine de Nolan aparente ser más grande de lo que realmente es, pero qué queréis que os diga, he disfrutado y me he emocionado como hacía tiempo que no lo hacía. Por esto, por su valentía, por sus ganas de innovar, por la calidad de sus trabajos y por el mimo que dedica a cada uno de ellos, directores como este son una bendición para el cine en el panorama actual.
Más críticas en: http://fascineados.blogspot.com.es/
Una vez hechas las presentaciones, vayamos al grano: 'Interstellar' me ha parecido una película de una belleza enorme. Para empezar, es obligatorio verla en una pantalla de cine porque a nivel visual y sonoro es una experiencia increíble. Los planos espaciales que ofrece son preciosos y la sensación de insignificancia que produce en nosotros la inmensidad del universo llega a sobrecoger, y eso Nolan sabe explotarlo y transmitirlo como nadie. A ello también contribuye el acertado uso de los silencios, algo a priori muy obvio pero que pocas cintas de este género respetan. Las escenas de acción, introducidas en sus dosis adecuadas, también funcionan a su manera y hacen que las casi tres horas de metraje no se hagan para nada pesadas.
Muchos critican a Nolan por su tendencia a los diálogos excesivamente largos y sus explicaciones a veces innecesarias. Entiendo que muchos no comulguen con su manera de entender el cine y prefieran la narración con imágenes (yo a veces también), pero en este caso, para una película que trata temas tan complejos como la gravedad artificial, los agujeros de gusano, los agujeros negros y la relatividad temporal, me parece necesario dar unas nociones mínimas de astrofísica y preparar al espectador para lo que viene. Además, pienso que esta vez ha sabido manejar bastante bien los tempos para que estas secuencias duren lo que tienen que durar, ni más ni menos, de manera que el ritmo no sufra ningún altibajo. Por otro lado, todas estas explicaciones son lo suficientemente claras y sencillas como para que cualquier espectador pueda comprenderlas y seguir el hilo argumental sin mayores problemas, encontrando siempre un equilibrio para no tomarlo por tonto. Eso no quita que el director nos haga devanarnos los sesos en varias ocasiones, y es que si algo me gusta de este tío es que siempre me pone a prueba y sus trabajos son un buen objeto de reflexión y debate post-visionado.
Pero si por algo 'Interstellar' puede marcar un punto de inflexión en la carrera de Nolan es porque es, con diferencia, su película más humana. Es una historia de amor disfrazada de ciencia ficción (pero de amor de verdad, nada de ñoñerías). Es en este apartado donde el film saca su mayor artillería, donde consigue tocarnos la fibra y donde nos deja, en más de una ocasión, hechos mierda. Hay dos o tres escenas que no comentaré, pero que a mí, frío como el acero, me dejaron al borde de las lágrimas y estoy seguro de que tardaré tiempo en olvidarlas. El factor emocional, por tanto, cobra una importancia hasta ahora inédita en el cine de Nolan, y funciona. Vaya que si funciona.
Del reparto solo quiero decir que Anne Hathaway está bien sin más, que Jessica Chastain está muy bien, que Michael Caine no debería morirse nunca y, por último y más importante, que Matthew McConaughey es un cabrón. Es un cabrón por haber desaprovechado diez años de su carrera haciendo comedias románticas de mierda y por habernos privado en todo ese tiempo de papelones como los que se está marcando últimamente. Hay otro actor sorpresa cuya aparición me ha chirriado un poco, pero prefiero obviarlo para evitar posibles spoilers. Y también merece una mención TARS, el simpático robot que acompaña a los protagonistas durante su viaje y que aporta ese pequeño toque de humor que se agradece en determinados momentos. Y, por último, quiero destacar la poderosa banda sonora del alemán Hans Zimmer, que vuelve a demostrar por qué es uno de los compositores más aclamados del panorama cinéfilo actual.
'Interstellar' no es una película perfecta, tiene sus fallos y no es ni mucho menos la nueva '2001: Una odisea en el espacio', como muchos se empeñan en afirmar. Pero pese a sus pequeños defectos, he salido de la sala con la sensación de haber visto algo muy grande. Vale, es posible que a veces el cine de Nolan aparente ser más grande de lo que realmente es, pero qué queréis que os diga, he disfrutado y me he emocionado como hacía tiempo que no lo hacía. Por esto, por su valentía, por sus ganas de innovar, por la calidad de sus trabajos y por el mimo que dedica a cada uno de ellos, directores como este son una bendición para el cine en el panorama actual.
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10 de noviembre de 2014
10 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
IMPRESIONANTE. Me pasó lo mismo con Origen(Inception). Salí del cine maravillado y con muy buena sensación. Película para mí perfecta. Acción, emoción, drama, música impactante, aventura y reflexión. Te deja pegado a la butaca de principio a fin gracias a sus impactantes imágenes y el gran diseño del espacio(El Agujero de Gusano, los planetas...) En fin, película totalmente recomendable. Invito a los amantes de la ciencia ficción que vean esta obra maestra. Puede que os guste o no, pero es una maravilla.
12 de noviembre de 2014
12 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película muy completa sobre la teoría de la relatividad, los efectos en el tiempo de viajar a la velocidad de la luz y la gravitación. A diferencia de otras entregas de este género, la producción de Nolan consigue otorgar un realismo más cercano al espectador en el conjunto de la obra.
El guion consigue combinar elementos de la física con la "naturaleza" del ser humano en una trama que mantiene en vilo al espectador. Nolan desarrolló las partes más técnicas del guion con el físico teórico Dr. Kip Thorne, haciendo que gran parte de los detalles de la película dispongan de fidelidad científica.
Los cambios de ritmo entre acción, suspense, amor y reflexión conducen a través de un túnel de incertidumbre que va aumentando con cada suceso, postergando lo inevitable hasta el límite de la desesperación.
No obstante y en relación a la trama, es comprensible que ciertas partes del guion hayan despertado un espíritu crítico de desazón, pues aunque para los detalles técnicos, Nolan, ciertamente consultó a un experto, para ciertos detalles del desenlace, parecería que también debiera de haberlo hecho. En este caso, en lo que concierne al criterio del espectador en relación a la lógica que rige las decisiones del ser humano en situaciones críticas.
Lo irracional no siempre sirve al pretexto de usar unos desencadenantes adversos al transcurso de una misión ya de por sí de infarto, aunque dichas adversidades sirvan para mantener al espectador en tensión y conservar el ritmo con el que se desarrolla el film.
El guion consigue combinar elementos de la física con la "naturaleza" del ser humano en una trama que mantiene en vilo al espectador. Nolan desarrolló las partes más técnicas del guion con el físico teórico Dr. Kip Thorne, haciendo que gran parte de los detalles de la película dispongan de fidelidad científica.
Los cambios de ritmo entre acción, suspense, amor y reflexión conducen a través de un túnel de incertidumbre que va aumentando con cada suceso, postergando lo inevitable hasta el límite de la desesperación.
No obstante y en relación a la trama, es comprensible que ciertas partes del guion hayan despertado un espíritu crítico de desazón, pues aunque para los detalles técnicos, Nolan, ciertamente consultó a un experto, para ciertos detalles del desenlace, parecería que también debiera de haberlo hecho. En este caso, en lo que concierne al criterio del espectador en relación a la lógica que rige las decisiones del ser humano en situaciones críticas.
Lo irracional no siempre sirve al pretexto de usar unos desencadenantes adversos al transcurso de una misión ya de por sí de infarto, aunque dichas adversidades sirvan para mantener al espectador en tensión y conservar el ritmo con el que se desarrolla el film.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El Dr. Mann (Matt Damon), después de unos años crionizado a la espera de que lo rescaten, quiere volver a la Tierra y morir allí (y por eso decide matar a los nuevos compañeros que lo han rescatado y quedarse con su nave espacial). Y esto, aun sabiendo que los habitantes de la Tierra habrán muerto antes de que él llegue allí (por lo que moriría igualmente solo en caso de llegar), aun teniendo tres nuevos compañeros que lo han rescatado (compañía con la que no morir solo), y aun habiendo dicho él mismo que no hay posibilidad de volver a la Tierra.
Se comprende que el Dr. Mann (Matt Damon) mintiera diciendo que el planeta era habitable y así ser rescatado (¿quién no lo haría?). Pero una vez llegan, pues ser honesto y sincero, explicar lo qué pasó y persuadir desde la parte positiva (mejor 4 que solo 3 astronautas), y decidir entre todos qué se va a hacer y que cada cual tire por su camino (si es que es tan fácil).
En este punto del film, además, hay varios errores de cierta notoriedad que desenmascaran o bien una forma rápida de terminar el guion o bien una falta de ideas que sorprende: (a) cuando el Dr Mann (Matt Damon) rompe el cristal del casco de Cooper (Matthew McConaughey) de un cabezazo (el plexiglás es irrompible; no es cristal), (b) cuando el Dr. Mann abre la compuerta de la Endurance ignorando el aviso de mal acoplamiento y provocando así la despresurización y destrucción de la nave y parte de la Endurance (esto nunca lo hubiera hecho; no quería morir), (c) cuando Romilly (David Gyasi) está arreglando el robot y se produce una explosión en la que muere (Amelia Brand -Anne Hathaway-, sabía de este peligro tras enterarse que el Dr. Mann había mentido), (d) cuando el Dr. Mann le quita el transmisor de comunicaciones a Cooper como un simple dispositivo USB (algo desprotegido, ¿no?), y finalmente (e) cuando el Dr. Mann decide matarlos a todos en vez de simplemente apuntarse a la propuesta de Cooper de volver a la Tierra (pues Cooper quería volver a ver a su familia).
La simultaneidad con la que dichos hechos pasan de manera paralela a otros en la Tierra (la hija de Cooper, Murphy - Jessica Chastain - a punto de descubrir quién era realmente el fantasma de su habitación) sirve al propósito de crear en el espectador la percepción de que el amor es una conexión que traviesa el espacio y el tiempo (en este caso, la conexión entre Cooper y su hija Murphy).
Pero, aunque es difícil llevar a escena semejante paralelismo y Nolan lo consigue muy bien, "lo cortés no quita lo valiente". Y pudiendo haber sido una película de maestría indiscutible, con los despropósitos del Dr. Mann, el director gasta casi todo el capital de credibilidad que se había ganado durante la introducción y nudo de la trama.
Si no fuera por el absurdo inicio del desenlace con el Dr. Mann (comentado sobre estas líneas), los detalles que quedan al aire (y que toda buena película tiene) alimentarían un suspense que otorga a la película ese tono de misterio que da a elegir entre distintas opciones, invitando al espectador a colaborar con su imaginación (estimulando así su simpatía y curiosidad por saber más).
Sin embargo, después de lo acontecido con el Dr. Mann, el espectador ya no indagará tanto en estos detalles. Motivado por respetar el estatus y reconocimiento del que debería gozar la producción de un film de esta magnitud, el espectador querrá solucionar primero lo del Dr. Mann, para poder pasar luego a esos otros detalles que hacen trascender el film. Pero si Nolan no se explica, parece imposible que el espectador pueda llegar por si solo a ver alguna luz en este Agujero Negro de despropósitos que Nolan ha creado en su propio film.
Este punto parece que nunca quedará resuelto; a no ser, claro está, que, tal como pasa en la película, el amor nos conecte a través de ese espacio sin tiempo en el que finalmente comprenderemos que la perfección también depende de nuestro criterio como observadores.
Se comprende que el Dr. Mann (Matt Damon) mintiera diciendo que el planeta era habitable y así ser rescatado (¿quién no lo haría?). Pero una vez llegan, pues ser honesto y sincero, explicar lo qué pasó y persuadir desde la parte positiva (mejor 4 que solo 3 astronautas), y decidir entre todos qué se va a hacer y que cada cual tire por su camino (si es que es tan fácil).
En este punto del film, además, hay varios errores de cierta notoriedad que desenmascaran o bien una forma rápida de terminar el guion o bien una falta de ideas que sorprende: (a) cuando el Dr Mann (Matt Damon) rompe el cristal del casco de Cooper (Matthew McConaughey) de un cabezazo (el plexiglás es irrompible; no es cristal), (b) cuando el Dr. Mann abre la compuerta de la Endurance ignorando el aviso de mal acoplamiento y provocando así la despresurización y destrucción de la nave y parte de la Endurance (esto nunca lo hubiera hecho; no quería morir), (c) cuando Romilly (David Gyasi) está arreglando el robot y se produce una explosión en la que muere (Amelia Brand -Anne Hathaway-, sabía de este peligro tras enterarse que el Dr. Mann había mentido), (d) cuando el Dr. Mann le quita el transmisor de comunicaciones a Cooper como un simple dispositivo USB (algo desprotegido, ¿no?), y finalmente (e) cuando el Dr. Mann decide matarlos a todos en vez de simplemente apuntarse a la propuesta de Cooper de volver a la Tierra (pues Cooper quería volver a ver a su familia).
La simultaneidad con la que dichos hechos pasan de manera paralela a otros en la Tierra (la hija de Cooper, Murphy - Jessica Chastain - a punto de descubrir quién era realmente el fantasma de su habitación) sirve al propósito de crear en el espectador la percepción de que el amor es una conexión que traviesa el espacio y el tiempo (en este caso, la conexión entre Cooper y su hija Murphy).
Pero, aunque es difícil llevar a escena semejante paralelismo y Nolan lo consigue muy bien, "lo cortés no quita lo valiente". Y pudiendo haber sido una película de maestría indiscutible, con los despropósitos del Dr. Mann, el director gasta casi todo el capital de credibilidad que se había ganado durante la introducción y nudo de la trama.
Si no fuera por el absurdo inicio del desenlace con el Dr. Mann (comentado sobre estas líneas), los detalles que quedan al aire (y que toda buena película tiene) alimentarían un suspense que otorga a la película ese tono de misterio que da a elegir entre distintas opciones, invitando al espectador a colaborar con su imaginación (estimulando así su simpatía y curiosidad por saber más).
Sin embargo, después de lo acontecido con el Dr. Mann, el espectador ya no indagará tanto en estos detalles. Motivado por respetar el estatus y reconocimiento del que debería gozar la producción de un film de esta magnitud, el espectador querrá solucionar primero lo del Dr. Mann, para poder pasar luego a esos otros detalles que hacen trascender el film. Pero si Nolan no se explica, parece imposible que el espectador pueda llegar por si solo a ver alguna luz en este Agujero Negro de despropósitos que Nolan ha creado en su propio film.
Este punto parece que nunca quedará resuelto; a no ser, claro está, que, tal como pasa en la película, el amor nos conecte a través de ese espacio sin tiempo en el que finalmente comprenderemos que la perfección también depende de nuestro criterio como observadores.
12 de noviembre de 2014
12 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha mirado a las estrellas y ha caído rendido en el dulce sueño de alcanzarlas. Anonadados por su resplandor y los secretos que estas podían albergar, siempre hemos intentado comprender por qué estaban ahí y qué mensaje guardan para nosotros. En los tiempos en los que nuestra especie luchaba por la supervivencia con poco más que armas rudimentarias y fuego, el espacio creaba en ellos una fuente de conocimiento dando lugar a infinitas interpretaciones que, fueran más o menos científicas, ayudaron a que evolucionásemos, inventásemos, imaginásemos, pero sobre todo, a que hoy sigamos aquí. Los astros son culpables de creencias, ritos, religiones o guerras, pero también nos han proporcionado información sobre cómo funcionan fenómenos en nuestro planeta gracias a su simple observación con el paso del tiempo. De esta misma admiración por esos puntos luminosos surge 'Interstellar', la que puede ser la obra magna de Christopher Nolan y una de las grandes obras de ciencia-ficción de todos los tiempos al aunar de una forma tan inteligente las mayores teorías físicas actuales con los sentimientos y terrores más profundos del hombre.
Con el paso de los años, Christopher Nolan se ha convertido en uno de los directores más polifacéticos y carismáticos del panorama cinematográfico actual. Desde sus obras más "puras" de corte independiente -como fueron 'Following' y 'Memento'- hasta 'Origen', la película que nos sumió a todos en un profundo sueño, pasando por historias de policías, magos y superhéroes en las que siempre ha destacado su manera de acercar al gran público una visión más sensata del cine en la que guion, dirección y entretenimiento se dan la mano para ofrecer películas que han marcado la primera década del siglo. Su cine se caracteriza en muchas en gran medida por su afán de crear grandes producciones que pueden ser disfrutadas a muchos niveles diferentes y ésta última no iba a ser menos. Con 'Interstellar' consigue un equilibrio perfecto entre el blockbuster de superproducción y un cine más personal que trata de discernir entre sentimiento, conciencia y deber. La magia surge sola a cada instante de la película y no podemos hacer otra cosa que disfrutarla como hacíamos con aquellas maravillosas ficciones de Spielberg, quien trabajó en los inicios del proyecto y cuya marca es tangible.
Partiendo de un mundo al límite de su existencia por la sobreexplotación de los productos básicos, la población debe volver a lanzarse a los campos a sembrar el resto de sus vidas a la espera de plagas mortales para la vegetación. Los estudios se delimitan a los mejores o la élite, pero aún existe un vestigio de la época dorada de la exploración espacial y puede ser nuestra única alternativa. El primer fragmento de la película se convierte al instante en una oda humanista a la herencia de las grandes mentes y al propio sentimiento que forjan nuestras relaciones, en poco más de veinte minutos ya hemos tenido el corazón en el puño en más de un momento y todo ha tornado de lo terrenal a lo celestial. Nuestra mirada se centra, a partir del lanzamiento, en aquello que nos llevó al cine, el espacio, la nada y los misteriosos agujeros negros.
Nos adentramos así en uno de los viajes más grandiosos del cine, donde las teorías físicas más importantes de los últimos tiempos nos guían en busca de una lógica coherente dentro de las aparentes divagaciones de los hermanos Nolan y un tal Kip Torne. ¿No te suena este último nombre? ¿Qué tal si te digo que es uno de los físicos teóricos más importantes de las últimas décadas a nivel mundial? Él ha sido el encargado de hacer que teorías como la física cuántica, la relatividad, o las teorías de las grandes masas, sean conceptos ajenos a muchos pero perfectamente entendibles dentro del guion de la película. Si bien no todos los elementos utilizados en ella han sido experimentados o encontrado aún, sí que son perfectamente definidos por las teorías sobre el papel, lo cual implica una posibilidad bastante coherente a la hora de creer en su existencia. Agujeros negros, agujeros de gusano, el tiempo y el espacio relativos, teorías de cuerdas, las cinco dimensiones... Son capaces de acercarnos a ello, siendo que ni si quiera las grandes mentes han sido capaces de comprenderlo plenamente. En su planteamiento de ficción cercana a la ciencia intentan coquetear incluso con la meta de la ciencia teórica actual; la unificación de las teorías de los modos de interacción entre grandes astros y las teorías que delimitan el comportamiento de las diminutas interacciones entre subpartículas. Dicho hallazgo explicaría miles de dudas que llevamos cuestionando durante siglos, y que aún no son posibles de comprender.
[Continua abajo por falta de espacio, pero NO CONTIENE SPOILERS]
Con el paso de los años, Christopher Nolan se ha convertido en uno de los directores más polifacéticos y carismáticos del panorama cinematográfico actual. Desde sus obras más "puras" de corte independiente -como fueron 'Following' y 'Memento'- hasta 'Origen', la película que nos sumió a todos en un profundo sueño, pasando por historias de policías, magos y superhéroes en las que siempre ha destacado su manera de acercar al gran público una visión más sensata del cine en la que guion, dirección y entretenimiento se dan la mano para ofrecer películas que han marcado la primera década del siglo. Su cine se caracteriza en muchas en gran medida por su afán de crear grandes producciones que pueden ser disfrutadas a muchos niveles diferentes y ésta última no iba a ser menos. Con 'Interstellar' consigue un equilibrio perfecto entre el blockbuster de superproducción y un cine más personal que trata de discernir entre sentimiento, conciencia y deber. La magia surge sola a cada instante de la película y no podemos hacer otra cosa que disfrutarla como hacíamos con aquellas maravillosas ficciones de Spielberg, quien trabajó en los inicios del proyecto y cuya marca es tangible.
Partiendo de un mundo al límite de su existencia por la sobreexplotación de los productos básicos, la población debe volver a lanzarse a los campos a sembrar el resto de sus vidas a la espera de plagas mortales para la vegetación. Los estudios se delimitan a los mejores o la élite, pero aún existe un vestigio de la época dorada de la exploración espacial y puede ser nuestra única alternativa. El primer fragmento de la película se convierte al instante en una oda humanista a la herencia de las grandes mentes y al propio sentimiento que forjan nuestras relaciones, en poco más de veinte minutos ya hemos tenido el corazón en el puño en más de un momento y todo ha tornado de lo terrenal a lo celestial. Nuestra mirada se centra, a partir del lanzamiento, en aquello que nos llevó al cine, el espacio, la nada y los misteriosos agujeros negros.
Nos adentramos así en uno de los viajes más grandiosos del cine, donde las teorías físicas más importantes de los últimos tiempos nos guían en busca de una lógica coherente dentro de las aparentes divagaciones de los hermanos Nolan y un tal Kip Torne. ¿No te suena este último nombre? ¿Qué tal si te digo que es uno de los físicos teóricos más importantes de las últimas décadas a nivel mundial? Él ha sido el encargado de hacer que teorías como la física cuántica, la relatividad, o las teorías de las grandes masas, sean conceptos ajenos a muchos pero perfectamente entendibles dentro del guion de la película. Si bien no todos los elementos utilizados en ella han sido experimentados o encontrado aún, sí que son perfectamente definidos por las teorías sobre el papel, lo cual implica una posibilidad bastante coherente a la hora de creer en su existencia. Agujeros negros, agujeros de gusano, el tiempo y el espacio relativos, teorías de cuerdas, las cinco dimensiones... Son capaces de acercarnos a ello, siendo que ni si quiera las grandes mentes han sido capaces de comprenderlo plenamente. En su planteamiento de ficción cercana a la ciencia intentan coquetear incluso con la meta de la ciencia teórica actual; la unificación de las teorías de los modos de interacción entre grandes astros y las teorías que delimitan el comportamiento de las diminutas interacciones entre subpartículas. Dicho hallazgo explicaría miles de dudas que llevamos cuestionando durante siglos, y que aún no son posibles de comprender.
[Continua abajo por falta de espacio, pero NO CONTIENE SPOILERS]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si esta interpretación de la ciencia como una ficción dentro de la lógica es auténticamente fascinante, su poder incrementa cada vez que nos percatamos que Nolan no había venido sólo ha eso, si no que su propósito también era la creación de un drama de alta carga emocional. En este sentido, parece tomar la palabra 'humanidad' y hacerla propia, definirla, diseccionarla y lanzarla al espectador para que se empape de ella hasta la última gota. Se adentra en la psicología de cada personaje -principal o secundario- para hacernos entender el fin de sus actos y recrea sentimientos plasmados en símbolos, técnica que ya utilizó en 'Origen', como la creación de un 'totem' en la esencia del reloj y su metáfora de la variabilidad del tiempo. Con este paradigma sobre el límite de la inteligencia humana y la ética de nuestras acciones consigue recrear la fe y las dudas sobre las posibilidades del hombre que Kubrick propuso en '2001', además de la moral arraigada dentro de nuestra raza con dilemas de fraternidad, soledad, identidad, deber o sentido, como Tarkovsky demostraba en 'Solaris' -por nombrar dos obras que fueron clave en la historia de la ciencia-ficción-. Además es destacable cómo es capaz de nutrirse del gran poderío audiovisual de la primera, así como de los potentes e intimísimos diálogos y dramas internos de los personajes de la segunda.
Qué más decir de esta obra si no es que todo ello no funcionaría si la dirección no fuera totalmente consciente de sus metas en cada momento, formando un marco inigualable para alzarse con el calificativo de 'perfección' estética, visual, sensorial y emocional. El guion avanza entre el gélido espacio y el cálido sentimiento, convenciendo tanto que le permitimos la licencia de hablar más de la cuenta en algún punto, en vez de dejarnos descubrir demasiado pronto las sorpresas que guarda bajo llave. A todo lo comentado, le acompañan unas interpretaciones desmesuradas, con un potencial que cargan los tanques de la nave para que trascurran años hasta que pueda detener su impulso inicial, nave en la que Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Michael Caine e incluso la niña pequeña, son totalmente estelares. El detalle que falta creo que no merece una mención, si no un poema, una lírica escrita desde el sentimiento que logra aportar para que la belleza de su visionado sea plena. Hans Zimmer consigue que esto sea el séptimo arte en una categoría de lujo. Sentimiento, suspense y pasión en una banda sonora para el recuerdo.
'Interstellar' para mí no ha sido sólo una gran película, ha sido una experiencia en todos los sentidos. Ha sido una reflexión continua creada por esa fuerza a la que llaman empatía y que en este caso despierta gracias al conjunto entero; ha sido disfrutar de unas imágenes que rozan lo onírico y una música celestial, y ha sido quedarme anonadado por cómo son capaces de mostrar la física teórica actual con tanto poderío y razón, que resulta abrumador. Cualquiera puede entender la película gracias a unos diálogos explicativos magníficos, pero aquellos que tengan curiosidad por el tema verán que todo es remotamente posible pero hasta ahora era sólo imaginable por unos pocos. Un espectáculo, un continuo rumor en tu cabeza que te dice que esto es una maravilla del cine y la ciencia-ficción. Para mí, la mejor obra de Nolan, y creo que he aportado los argumentos en los que sostengo mi opinión. Buena parte de estos argumentos están basados en la divulgación científica que puede ser extraída de la misma con una sencillez en la que asusta pensar al tratarse de problemas incomprensibles en muchos casos, capaces de embotar las mentes más brillantes, además de sostentar un drama continuo en muchos aspectos que pueden crear el abismo dentro de cualquier ser.
CarlosDL - http://odiseaenelcine.blogspot.com.es
Qué más decir de esta obra si no es que todo ello no funcionaría si la dirección no fuera totalmente consciente de sus metas en cada momento, formando un marco inigualable para alzarse con el calificativo de 'perfección' estética, visual, sensorial y emocional. El guion avanza entre el gélido espacio y el cálido sentimiento, convenciendo tanto que le permitimos la licencia de hablar más de la cuenta en algún punto, en vez de dejarnos descubrir demasiado pronto las sorpresas que guarda bajo llave. A todo lo comentado, le acompañan unas interpretaciones desmesuradas, con un potencial que cargan los tanques de la nave para que trascurran años hasta que pueda detener su impulso inicial, nave en la que Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Michael Caine e incluso la niña pequeña, son totalmente estelares. El detalle que falta creo que no merece una mención, si no un poema, una lírica escrita desde el sentimiento que logra aportar para que la belleza de su visionado sea plena. Hans Zimmer consigue que esto sea el séptimo arte en una categoría de lujo. Sentimiento, suspense y pasión en una banda sonora para el recuerdo.
'Interstellar' para mí no ha sido sólo una gran película, ha sido una experiencia en todos los sentidos. Ha sido una reflexión continua creada por esa fuerza a la que llaman empatía y que en este caso despierta gracias al conjunto entero; ha sido disfrutar de unas imágenes que rozan lo onírico y una música celestial, y ha sido quedarme anonadado por cómo son capaces de mostrar la física teórica actual con tanto poderío y razón, que resulta abrumador. Cualquiera puede entender la película gracias a unos diálogos explicativos magníficos, pero aquellos que tengan curiosidad por el tema verán que todo es remotamente posible pero hasta ahora era sólo imaginable por unos pocos. Un espectáculo, un continuo rumor en tu cabeza que te dice que esto es una maravilla del cine y la ciencia-ficción. Para mí, la mejor obra de Nolan, y creo que he aportado los argumentos en los que sostengo mi opinión. Buena parte de estos argumentos están basados en la divulgación científica que puede ser extraída de la misma con una sencillez en la que asusta pensar al tratarse de problemas incomprensibles en muchos casos, capaces de embotar las mentes más brillantes, además de sostentar un drama continuo en muchos aspectos que pueden crear el abismo dentro de cualquier ser.
CarlosDL - http://odiseaenelcine.blogspot.com.es
12 de noviembre de 2014
12 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque las mejores obras de la ciencia ficción en general (dentro del género se puede dar el romance, el terror, la acción, el cine negro...) siempre fueron criticadas en sus días de estreno (véase 2001, Blade Runner, la propia Contact ahora venerada por lo visto). Porque las mejores películas en general no tienen por qué ser clásicos de hace 60 años sino ser buenas películas que embauquen en su viaje y lo hagan poniendo toda la carne en el asador. Porque las mejores y más trascendentes películas del género te dejan respuestas o dan enigmas sobre los que hablar o discutir (no todo va a ser raciocinio complaciente). Porque las mejores películas son las que aguantan los embistes de los que sólo quieren ver el mundo arder porque sí o de los que critican con complejos a todo lo que se les ponga por delante. Porque los buenos finales felices que hacen soñar y enternecer tienen mala fama pero pasan y molan mucho...
Todo esto y mucho más que salga en días posteriores es "Interstellar", amigos. Digna de la mejor de las valoraciones. Digna de no entrar dócilmente en la oscura noche sino empleando ese instinto de supervivencia que la hará escalar hasta lo más alto (tanto en sus espectaculares aspectos formales, como en las interpretaciones que pueda extraer). Un triunfo en mayúsculas.
Todo esto y mucho más que salga en días posteriores es "Interstellar", amigos. Digna de la mejor de las valoraciones. Digna de no entrar dócilmente en la oscura noche sino empleando ese instinto de supervivencia que la hará escalar hasta lo más alto (tanto en sus espectaculares aspectos formales, como en las interpretaciones que pueda extraer). Un triunfo en mayúsculas.
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