Antes de partir
6.6
27,700
Comedia. Drama
Dos enfermos terminales de cáncer, de caracteres y mundos completamente opuestos, entablan amistad. Edward Cole (Jack Nicholson) es un engreído millonario mientras que Carter Chambers (Morgan Freeman) es un modesto mecánico. A pesar de todo, deciden emprender juntos un último viaje para poder hacer, antes de morir, todas las cosas que siempre han deseado. (FILMAFFINITY)
6 de abril de 2017
6 de abril de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas que suscitan opiniones diferentes y a veces hasta diametralmente opuestas me suelen interesar, y "The bucket list" no es ninguna excepción. A través de las numerosas reacciones que ha provocado en filmaffinity, constato que el público es mucho más humano y complaciente con esta cinta que los críticos "especializados", demasiado influidos por su enfoque cerebral e intelectual de una película que no tiene, de hecho, demasiadas pretensiones.
Obviamente, no es difícil detectar unos cuantos fallos en esta cinta de 93 minutos: presencia de unos cuantos clichés (por ejemplo, la generosa calidez del ambiente familiar frente a la desagradable soledad del individualismo; la serenidad y felicidad del hombre común en contraste con el desasosiego del magnate, en el fondo desdichado) en un guión tan previsible como la misma muerte, planteamiento un tanto simplón y "americano" de temas trascendentales que no se pueden tratar a la ligera, caracterización demasiado rígida que enfrenta a un rico y arrogante "businessman" (Jack Nicholson, excelente actor cuando controla su histrionismo) con un modesto y sensato mecánico (Morgan Freeman, muy humano cuando no suelta su sabiondo discurso de rata de biblioteca).
Y sin embargo, la película presenta también cualidades indiscutibles que la hacen merecedora de ser vista, sobre todo por parte de un público joven, que suele desconocer los aspectos trágicos de la enfermedad y la muerte, aún lejanas. Y ésta es sin duda su principal virtud.
Cabe añadir que los diálogos de los protagonistas resultan acertados y convincentes, su actuación impecable, y el director logra evitar derivas ñoñas o lacrimógenas en la exposición del tema, que se presta a ello.. Además, la película está bien filmada, no es nunca aburrida – tiene buen ritmo y toques de humor - y ofrece un enfoque prágmatico/desmitificador (muy americano, obviamente) en torno a la muerte, que es adecuado para fomentar la reflexión en el espectador.
Pese al dictamen negativo emitido por la mayoría de los críticos, el balance es, en mi opinión, claramente positivo: merece sin duda la pena gastar hora y media en visionar esta película, bien narrada y con excelentes actores, que versa sobre un tema relevante que no suele abordarse en las producciones norteamericanas.
Obviamente, no es difícil detectar unos cuantos fallos en esta cinta de 93 minutos: presencia de unos cuantos clichés (por ejemplo, la generosa calidez del ambiente familiar frente a la desagradable soledad del individualismo; la serenidad y felicidad del hombre común en contraste con el desasosiego del magnate, en el fondo desdichado) en un guión tan previsible como la misma muerte, planteamiento un tanto simplón y "americano" de temas trascendentales que no se pueden tratar a la ligera, caracterización demasiado rígida que enfrenta a un rico y arrogante "businessman" (Jack Nicholson, excelente actor cuando controla su histrionismo) con un modesto y sensato mecánico (Morgan Freeman, muy humano cuando no suelta su sabiondo discurso de rata de biblioteca).
Y sin embargo, la película presenta también cualidades indiscutibles que la hacen merecedora de ser vista, sobre todo por parte de un público joven, que suele desconocer los aspectos trágicos de la enfermedad y la muerte, aún lejanas. Y ésta es sin duda su principal virtud.
Cabe añadir que los diálogos de los protagonistas resultan acertados y convincentes, su actuación impecable, y el director logra evitar derivas ñoñas o lacrimógenas en la exposición del tema, que se presta a ello.. Además, la película está bien filmada, no es nunca aburrida – tiene buen ritmo y toques de humor - y ofrece un enfoque prágmatico/desmitificador (muy americano, obviamente) en torno a la muerte, que es adecuado para fomentar la reflexión en el espectador.
Pese al dictamen negativo emitido por la mayoría de los críticos, el balance es, en mi opinión, claramente positivo: merece sin duda la pena gastar hora y media en visionar esta película, bien narrada y con excelentes actores, que versa sobre un tema relevante que no suele abordarse en las producciones norteamericanas.
17 de diciembre de 2017
17 de diciembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película para lucimiento de dos grandes del cine en el otoño de sus vidas, donde ya hay muy pocos papeles para este tipo de actores. Interpretan a una pareja poco usual con caracteres diferentes y trayectorias vitales también desiguales. Pero les une la amistad que se produce al compartir un momento muy difícil y compartir habitación de hospital.
La canción que he elegido para el titulo de esta critica, creo que es muy apropiada, es triste como el fondo de esta historia. La enfermedad y la muerte es algo doloroso, pero forma parte de la vida. La muerte es lo que nos iguala a todos, es lo que tienen en común los dos amigos protagonistas.
Como película no me ha convencido, no me ha llegado a conmover, no he visto ninguna sorpresa, todo políticamente correcto. El resultado, una película mas, del montón. Un poco misógina quizás.
Nicholson se come, a nivel interpretativo, a Freeman. Es cierto que tiene un papel mas interesante. Hubiera sido mejor película y mas original si se hubiesen intercambiado los papeles.
La canción que he elegido para el titulo de esta critica, creo que es muy apropiada, es triste como el fondo de esta historia. La enfermedad y la muerte es algo doloroso, pero forma parte de la vida. La muerte es lo que nos iguala a todos, es lo que tienen en común los dos amigos protagonistas.
Como película no me ha convencido, no me ha llegado a conmover, no he visto ninguna sorpresa, todo políticamente correcto. El resultado, una película mas, del montón. Un poco misógina quizás.
Nicholson se come, a nivel interpretativo, a Freeman. Es cierto que tiene un papel mas interesante. Hubiera sido mejor película y mas original si se hubiesen intercambiado los papeles.
16 de noviembre de 2020
16 de noviembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título que le puse a esta crítica tiene que ver bastante con lo que sucedió con "Antes de Partir", la cinta obtuvo un apoyo leal y ferviente por parte del público pero pasó sin pena ni gloria entre los críticos especializados.
En mi caso, disfrute mucho del filme, pues Morgan Freeman y Jack Nicholson son la clase de actores que, sin importar el papel que hayan elegido, siempre terminan sacando todo el jugo de su rol; por un lado, tenemos a Carter, más sensato, sabio y calmo; es una de esa clase de papeles que realmente se vuelven irresistibles cuando son interpretados por actores geniales, y Morgan Freeman es uno de ellos.
Por su parte, Cole es más amargado, quejón y engreído, pero cuando saca a relucir su carisma y sus sentimientos, es imposible no sacar esa risa genuina que Nicholson es capaz de lograr. No por nada es uno de los mejores actores de la historia, puede moverse fácilmente entre la comedia y el drama y, hasta incluso, mezclarse entre ambas.
Es por esto que el filme mantiene la frente en alto, si bien Reiner tenía un guion que no estaba del todo logrado, (por lo que explicaré después), el hecho de contar con dos protagonistas que son capaces de levantarle el ánimo a cualquiera y de proporcionar diversión y carisma, la película llega a ser muy entretenida, llevadera y bonita, con un mensaje sobre conseguir la felicidad y, más que nada, compartirla con nuestros seres queridos.
Por otra parte, si nos enfocamos en la parte dramática, la cual podría ser uno de los puntos principales del largometraje,pues se está hablando de la vejez, la muerte o cómo ésta afecta a nuestros familiares, el guion podría haber hecho un ensayo honesto y auténtico sobre todo esto. Al igual que lo hizo Akira Kurosawa en "Ikiru". Sin embargo, a lo que apuesta el guion es a ser una sencilla "sitcom" donde nuestros dos protagonistas van a ir de hazaña en hazaña, lo cual es un lamentable desacierto. Si uno se pone a pensar, esta película casi no tiene historia: lo único que puede ser tomado como tal es cuando están en el hospital y les hablan sobre sus enfermedades, para el resto, el guionista, pone como justificación la lista de Carter para articular un filme que vuela por donde quiere y lleva a nuestros protagonistas por todos los lugares posibles con propósitos alejados al detenerse, pensar y reflexionar, y más cercanos a la anécdota, la aventura pasajera y al hecho circunstancial.
Y ahí es donde falla el guion, da poco lugar a la reflexión y llena todo el vacío visible colocando dosis de situaciones injustificadas que solamente están a la deriva del previsible y predilecto melodrama, el cual todos esperamos al final de la historia.
Además, los conflictos alrededor de los dos quedan opacados, aparecen sólo por momentos y se van caminando cabizbajos, no tienen un trascendencia determinante ni una sustancia fija, se asemejan más a momentos lindos para apelar a nuestras emociones.
En definitiva: "Antes de Partir" tiene un tópico que nos compete a todos y, por ende, algo de lo más interesante. Sin embargo, éste queda desaprovechado gracias a las situaciones poco inventivas que ocurren en el medio, la comedia situacional de anécdota de vacaciones y los huecos que quedan sin cubrir. No obstante, la mayoría del vacío lo llenan sus dos protagonistas que son como los abuelos que todos quisiéramos tener, además de un mensaje que cumple con su simpleza.
Calificación: 7.2/10
En mi caso, disfrute mucho del filme, pues Morgan Freeman y Jack Nicholson son la clase de actores que, sin importar el papel que hayan elegido, siempre terminan sacando todo el jugo de su rol; por un lado, tenemos a Carter, más sensato, sabio y calmo; es una de esa clase de papeles que realmente se vuelven irresistibles cuando son interpretados por actores geniales, y Morgan Freeman es uno de ellos.
Por su parte, Cole es más amargado, quejón y engreído, pero cuando saca a relucir su carisma y sus sentimientos, es imposible no sacar esa risa genuina que Nicholson es capaz de lograr. No por nada es uno de los mejores actores de la historia, puede moverse fácilmente entre la comedia y el drama y, hasta incluso, mezclarse entre ambas.
Es por esto que el filme mantiene la frente en alto, si bien Reiner tenía un guion que no estaba del todo logrado, (por lo que explicaré después), el hecho de contar con dos protagonistas que son capaces de levantarle el ánimo a cualquiera y de proporcionar diversión y carisma, la película llega a ser muy entretenida, llevadera y bonita, con un mensaje sobre conseguir la felicidad y, más que nada, compartirla con nuestros seres queridos.
Por otra parte, si nos enfocamos en la parte dramática, la cual podría ser uno de los puntos principales del largometraje,pues se está hablando de la vejez, la muerte o cómo ésta afecta a nuestros familiares, el guion podría haber hecho un ensayo honesto y auténtico sobre todo esto. Al igual que lo hizo Akira Kurosawa en "Ikiru". Sin embargo, a lo que apuesta el guion es a ser una sencilla "sitcom" donde nuestros dos protagonistas van a ir de hazaña en hazaña, lo cual es un lamentable desacierto. Si uno se pone a pensar, esta película casi no tiene historia: lo único que puede ser tomado como tal es cuando están en el hospital y les hablan sobre sus enfermedades, para el resto, el guionista, pone como justificación la lista de Carter para articular un filme que vuela por donde quiere y lleva a nuestros protagonistas por todos los lugares posibles con propósitos alejados al detenerse, pensar y reflexionar, y más cercanos a la anécdota, la aventura pasajera y al hecho circunstancial.
Y ahí es donde falla el guion, da poco lugar a la reflexión y llena todo el vacío visible colocando dosis de situaciones injustificadas que solamente están a la deriva del previsible y predilecto melodrama, el cual todos esperamos al final de la historia.
Además, los conflictos alrededor de los dos quedan opacados, aparecen sólo por momentos y se van caminando cabizbajos, no tienen un trascendencia determinante ni una sustancia fija, se asemejan más a momentos lindos para apelar a nuestras emociones.
En definitiva: "Antes de Partir" tiene un tópico que nos compete a todos y, por ende, algo de lo más interesante. Sin embargo, éste queda desaprovechado gracias a las situaciones poco inventivas que ocurren en el medio, la comedia situacional de anécdota de vacaciones y los huecos que quedan sin cubrir. No obstante, la mayoría del vacío lo llenan sus dos protagonistas que son como los abuelos que todos quisiéramos tener, además de un mensaje que cumple con su simpleza.
Calificación: 7.2/10
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El hecho de que muera primero Carter no me pareció sorprendente, pues el que narra generalmente no suele tener mucha suerte.
26 de diciembre de 2021
26 de diciembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora o nunca tiene muchas razones para disfrutar de la propuesta que nos presenta Rob Reiner. No sólo es una tragicomedia al uso, es de las buenas. De esas que cuando está la parte dramática te pone un nudo en la garganta y cuando te debes reír, te tiras por el suelo.
A veces cuando nos dan una mala noticia o más bien una noticia fatídica, nuestra reacción suele ser quedarnos en blanco, congelados y estar un tiempo sin arrancar. Sabemos que así no solucionamos nada, pero es una forma normal y natural de ir asimilando la información hasta llegar a la aceptación.
Nuestros dos protagonistas son tan diferentes como la noche y el día y no solo en su físico, sino también en sus personalidades y en sus vidas personales. Uno es extremadamente rico solitario y el otro el típico abuelo de familia que querríamos todos tener en nuestras casas. Por motivos de política de empresa, son asignados a la misma habitación de hospital cuando les diagnostican a cada uno de ellos enfermedades terminales. Y en lugar de volver a sus respectivas casas y vivir los últimos meses aislados y lamiéndose las heridas, deciden hacer una lista de cosas pendientes por hacer antes de morir, liarse la manta a la cabeza y viajar por cualquier país del mundo para lograr tal hazaña.
Ahora o nunca representa la idea principal de la historia en el título, porque el reloj ha comenzado la cuenta atrás y el tiempo se acaba, no hay tiempo para pensar o preparar proyectos a medio/largo plazo...es ahora o nunca. La película se la comen con papas dos monstruos de la interpretación, Nicholson y Freeman, ambos ganadores de oscar, nos dejan unas interpretaciones majestuosas en relación al personaje que interpretan. Uno alocado y pasota y el otro más comedido. Tendremos tiempo para reír, llorar, disfrutar de unos pasajes increíbles y de momentos grandiosos.
Pero déjense llevar por la voz en off que nos hará una reflexión final muy interesante, un resumen de lo que tendría que ser la clave de la felicidad.
A veces cuando nos dan una mala noticia o más bien una noticia fatídica, nuestra reacción suele ser quedarnos en blanco, congelados y estar un tiempo sin arrancar. Sabemos que así no solucionamos nada, pero es una forma normal y natural de ir asimilando la información hasta llegar a la aceptación.
Nuestros dos protagonistas son tan diferentes como la noche y el día y no solo en su físico, sino también en sus personalidades y en sus vidas personales. Uno es extremadamente rico solitario y el otro el típico abuelo de familia que querríamos todos tener en nuestras casas. Por motivos de política de empresa, son asignados a la misma habitación de hospital cuando les diagnostican a cada uno de ellos enfermedades terminales. Y en lugar de volver a sus respectivas casas y vivir los últimos meses aislados y lamiéndose las heridas, deciden hacer una lista de cosas pendientes por hacer antes de morir, liarse la manta a la cabeza y viajar por cualquier país del mundo para lograr tal hazaña.
Ahora o nunca representa la idea principal de la historia en el título, porque el reloj ha comenzado la cuenta atrás y el tiempo se acaba, no hay tiempo para pensar o preparar proyectos a medio/largo plazo...es ahora o nunca. La película se la comen con papas dos monstruos de la interpretación, Nicholson y Freeman, ambos ganadores de oscar, nos dejan unas interpretaciones majestuosas en relación al personaje que interpretan. Uno alocado y pasota y el otro más comedido. Tendremos tiempo para reír, llorar, disfrutar de unos pasajes increíbles y de momentos grandiosos.
Pero déjense llevar por la voz en off que nos hará una reflexión final muy interesante, un resumen de lo que tendría que ser la clave de la felicidad.
17 de julio de 2024
17 de julio de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos hombres enfermos terminales coinciden en un hospital, uno de ellos un hombre de trabajo y el otro un millonario. Uno de ellos piensa en el sentido de la vida y el otro sólo piensa en disfrutar. Uno es un hombre mesurado y el otro es un gruñón cascarrabias (papel habitual en Jack Nicholson). Ambos escriben sus últimos deseos antes de morir, cada uno lo escribe desde su correspondiente filosofía. En principio no se conocen entre sí, pero llegan a ser grandes amigos y cada uno aprende del otro.
Cada espectador tiene derecho a su propia opinión; en reiteradas ocasiones se ha dicho que lo que para unos es obra maestra, bien puede ser un bodrio para otros. Acá nos encontramos ante un filme con sólidos argumentos para ubicarlo entre los mejores tanto de Nicholson como de Freeman, sin perjuicio de que algunos hablen de un filme lacrimógeno. Es un filme que, además de entretener, invita a la reflexión. Si bien, la película tiene un alto contenido dramático, también tiene toques de humor en los momentos precisos.
Sobre las actuaciones, la dupla protagónica nos brinda un duelo interpretativo de antología; este enfrentamiento es para el cine lo que Alí vs Frazier es para el boxeo.
Cada espectador tiene derecho a su propia opinión; en reiteradas ocasiones se ha dicho que lo que para unos es obra maestra, bien puede ser un bodrio para otros. Acá nos encontramos ante un filme con sólidos argumentos para ubicarlo entre los mejores tanto de Nicholson como de Freeman, sin perjuicio de que algunos hablen de un filme lacrimógeno. Es un filme que, además de entretener, invita a la reflexión. Si bien, la película tiene un alto contenido dramático, también tiene toques de humor en los momentos precisos.
Sobre las actuaciones, la dupla protagónica nos brinda un duelo interpretativo de antología; este enfrentamiento es para el cine lo que Alí vs Frazier es para el boxeo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El personaje interpretado por Morgan Freeman es el primero en morir, lo que hace muy llamativo el hecho de que sea él quien narra la historia. Tal vez la narra desde el más allá o bien este hecho constituye algún simbolismo.
Finalmente cumplen todos los deseos de su respectiva lista, incluído el entierro majestuoso.
Finalmente cumplen todos los deseos de su respectiva lista, incluído el entierro majestuoso.
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