Crepúsculo: Luna nueva
2009 

4.6
38,933
Fantástico. Romance. Thriller
Edward Cullen (Robert Pattinson) decide abandonar a Bella Swan (Kristen Stewart) para mantenerla alejada de los peligros del mundo vampírico. Con la ayuda de Jacob Black (Taylor Lautner), su amigo de la infancia y miembro de la misteriosa tribu quileute, Bella intentará superar el abandono de Edward, que la ha dejado sumida en el mayor de los desconsuelos. Pero los peligros siguen acechando a la joven; nuevas y asombrosas criaturas ... [+]
15 de diciembre de 2009
15 de diciembre de 2009
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La uno ya era de por sí una mierda hecha para niñas recién entradas en la pubertad, pero ésta... es muchísimo peor. Sólo pude aguantar 15 minutos, todo esto porque una amiga me pidió que la diese una oportunidad debido a que a veces me paso de duro con las pelis, pfff ni de coña. Los personajes son estúpidos. El vampiro tiene una cabeza enorme y es el estereotipo del homosexual reprimido. El indio aparece atiborrado de esteroides y enemas para eliminar cualquier resquicio de grasa de su etnia de origen. La protagonista no es más que una depresiva emo anoréxica a la que más le valdría comprarse un consolador y olvidarse de lobos culturistas y vampiros maricones. Es una película insoportable.
Si quieres ver vampiros de verdad, ve las siguientes pelis y series:
-Dracula de Bram Stoker. (No soy muy fan de ella, pero hay quien le gusta mucho este film)
-True Blood.
-Las otras versiones de Dracula de Bela Lugosi y Christopher Lee.
-Vampiros de John Carpenter
-Déjame entrar. (Aún no la he visto)
-Buffy cazavampiros.
Si quieres ver vampiros de verdad, ve las siguientes pelis y series:
-Dracula de Bram Stoker. (No soy muy fan de ella, pero hay quien le gusta mucho este film)
-True Blood.
-Las otras versiones de Dracula de Bela Lugosi y Christopher Lee.
-Vampiros de John Carpenter
-Déjame entrar. (Aún no la he visto)
-Buffy cazavampiros.
22 de noviembre de 2009
22 de noviembre de 2009
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca he escrito una crítica en esta página pero tras vaer ayer luna nueva me veo en la obligación de advertiros de q esta película es un verdadero tostón.
La primera parte, sin ser una buena película, me llegó a entretener y me pareció incluso original, pero esta no tiene ni pies ni cabeza.
Situaciones ridículas por doquier, diálogos que provocan el vómito, actores lamentables, efectos digitales penosos....en fin...Una pregunta: ¿los hombres lobo desconocen lo que es una camiseta?
NO vayais a verla porque perderéis dinero y tiempo con una película que no aporta nada.
La primera parte, sin ser una buena película, me llegó a entretener y me pareció incluso original, pero esta no tiene ni pies ni cabeza.
Situaciones ridículas por doquier, diálogos que provocan el vómito, actores lamentables, efectos digitales penosos....en fin...Una pregunta: ¿los hombres lobo desconocen lo que es una camiseta?
NO vayais a verla porque perderéis dinero y tiempo con una película que no aporta nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena en la q el hombre lobo se quita la camiseta para secar la sangre a la chica es de lo peor que he visto en mi vida, todo ante un gran uooooo de las niñas y no tan niñas que abarrotaban el cine.
La escena de la votación al final de la película es penosa.
Las transformaciones en lobo...cuando menos lamentables.
PURO ABURRIMIENTO!!!
La escena de la votación al final de la película es penosa.
Las transformaciones en lobo...cuando menos lamentables.
PURO ABURRIMIENTO!!!
28 de noviembre de 2009
28 de noviembre de 2009
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me siento generoso. Debe ser que se aproxima la navidad y me entra el rollo turrón el almendro y se me destensan las carnes malvadas, porque le casco un aprobado al típico bodrio al que en pleno uso de mis facultades psíquicas daría no más de un tres.
Con la profundidad de un plato sopero y un guión lleno de emociones sólo entendibles/sensibles para nenas de quince de esas que forran carpetas y acuden a conciertos a chillar a las puertas, "Luna nueva", que sólo comparte título con uno de los buenos Howard Hawks continua la estela marcada millonariamente por "Crepúsculo", sólo que lo que parecían errores solucionables en aquella aquí ya se muestran como garrafales meteduras de pata.
Tensión sexual nula, interpretaciones de manicomio rumano y estética de videoclip chungo new age para que los-mayormente las-fans de una saga literaria de ediciones "la zurrapa" rocen el éxtasis y salgan del cine con la cara de la santa Teresa de Bernini.
Hombres lobo protagonizados por jovencitos depilados sacados de peli porno "Belamí", vampiros que brillan a la luz del sol, sentimientos de pacotilla y pueblos medievales toscanos celebrando el exterminio vampírico.
Un disparate.
Bueno, y Kristen Stewart con cara de necesitar un "All bran" para arreglar esa cara de oclusión intestinal estreñida durante dos horas...
Lo mejor: La familia chunga vampira, los más normales.
Lo peor: El rollo amor pasional adolescente, para vomitar cuan bulímica en McDonalds.
Con la profundidad de un plato sopero y un guión lleno de emociones sólo entendibles/sensibles para nenas de quince de esas que forran carpetas y acuden a conciertos a chillar a las puertas, "Luna nueva", que sólo comparte título con uno de los buenos Howard Hawks continua la estela marcada millonariamente por "Crepúsculo", sólo que lo que parecían errores solucionables en aquella aquí ya se muestran como garrafales meteduras de pata.
Tensión sexual nula, interpretaciones de manicomio rumano y estética de videoclip chungo new age para que los-mayormente las-fans de una saga literaria de ediciones "la zurrapa" rocen el éxtasis y salgan del cine con la cara de la santa Teresa de Bernini.
Hombres lobo protagonizados por jovencitos depilados sacados de peli porno "Belamí", vampiros que brillan a la luz del sol, sentimientos de pacotilla y pueblos medievales toscanos celebrando el exterminio vampírico.
Un disparate.
Bueno, y Kristen Stewart con cara de necesitar un "All bran" para arreglar esa cara de oclusión intestinal estreñida durante dos horas...
Lo mejor: La familia chunga vampira, los más normales.
Lo peor: El rollo amor pasional adolescente, para vomitar cuan bulímica en McDonalds.
29 de noviembre de 2009
29 de noviembre de 2009
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
... ¿Lo merece?, ¿Es digna esta película del honor de ser una de las películas más esperadas del año?
Las fans de la saga dirán que sí, por supuesto, cegadas ante el falso brillo de, posiblemente, la peor película que he visto durante el presente, y cada vez más cercano a su fin, año.
He pagado 7€ por ver este filme en el cine, lo mismo hice con la primera parte, película floja, pero mucho mejor que ésta, cuando la otra tuvo la virtud de entretenerme y mantenerme el interés, sin llegar a nada especial pero bueno, ésta ha conseguido aburrirme como pocas películas son capaces de hacerlo en una sala.
El ritmo es penoso, Weitz debe de haberse quedado sin sangre durante el rodaje, por que es la única explicación que encuentro a cómo ha podido crear semejante estanque de fango. Las palabras de amor entre Ed y Bella son de lo más repetitivas, y más espesas que un bol de gachas dulces. La depresión de Bella, con gemidos incluidos, parece sacada del más exagerado de los culebrones latinos, que ya es mucho decir. Las escenas de acción, en fin, las escenas en el bosque, con los lobos, no poseen la energía que deberían, además la Banda Sonora abusa de las canciones, hay más temas cantados que melodías, sobre todo durante las peleas, el filme se asemeja demasiado a un videoclip.
¿El salto técnico?, si, se nota, pero eso no sirve da nada en un despropósito de filme como éste.
Si, no he leído los libros, pero aquí un servidor acudió a la sala dispuesto a pasar un buen rato, algo cómo mínimo a la altura de la primera, a la vez que hacía el favor de acompañar a su fanática amiga, que llevaba esperando mucho tiempo para verla.
Contando con más y mejores elementos que la primera (la trama de los lobos, los Volturis), Weitz se las ha arreglado para hacer una película mucho peor, y eso que crepúsculo era bastante floja.
Si tengo que decir algo que me haya gustado, fácil: los diez minutos que pasan junto a los Volturis, un resquicio de dignidad salido de un enfermizo barrizal.
Las fans de la saga dirán que sí, por supuesto, cegadas ante el falso brillo de, posiblemente, la peor película que he visto durante el presente, y cada vez más cercano a su fin, año.
He pagado 7€ por ver este filme en el cine, lo mismo hice con la primera parte, película floja, pero mucho mejor que ésta, cuando la otra tuvo la virtud de entretenerme y mantenerme el interés, sin llegar a nada especial pero bueno, ésta ha conseguido aburrirme como pocas películas son capaces de hacerlo en una sala.
El ritmo es penoso, Weitz debe de haberse quedado sin sangre durante el rodaje, por que es la única explicación que encuentro a cómo ha podido crear semejante estanque de fango. Las palabras de amor entre Ed y Bella son de lo más repetitivas, y más espesas que un bol de gachas dulces. La depresión de Bella, con gemidos incluidos, parece sacada del más exagerado de los culebrones latinos, que ya es mucho decir. Las escenas de acción, en fin, las escenas en el bosque, con los lobos, no poseen la energía que deberían, además la Banda Sonora abusa de las canciones, hay más temas cantados que melodías, sobre todo durante las peleas, el filme se asemeja demasiado a un videoclip.
¿El salto técnico?, si, se nota, pero eso no sirve da nada en un despropósito de filme como éste.
Si, no he leído los libros, pero aquí un servidor acudió a la sala dispuesto a pasar un buen rato, algo cómo mínimo a la altura de la primera, a la vez que hacía el favor de acompañar a su fanática amiga, que llevaba esperando mucho tiempo para verla.
Contando con más y mejores elementos que la primera (la trama de los lobos, los Volturis), Weitz se las ha arreglado para hacer una película mucho peor, y eso que crepúsculo era bastante floja.
Si tengo que decir algo que me haya gustado, fácil: los diez minutos que pasan junto a los Volturis, un resquicio de dignidad salido de un enfermizo barrizal.
23 de noviembre de 2009
23 de noviembre de 2009
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvando la honorable distancia que va de las páginas de Shakespeare a la banalización folletinesca, es cierto que hay similitudes en la historia de amores contrariados de los protagonistas de la saga iniciada en “Crepúsculo”, basada en la pluma de la escritora estadounidense Stephenie Meyer. Como en el drama universal de Romeo y Julieta, los protagonistas Bella Swan y Edward Cullen, no suman juntos cuarenta años y pertenecen a mundos diferentes: ella es humana y él un vampiro especial, piadoso y bello. Es un amor condenado a los equívocos y las oposiciones.
Esta continuación de la saga muestra un momento oscuro en la vida de la heroína Bella Swan, que pasa por una honda depresión tras la partida de su novio quien, para evitar ponerla en peligro (la sangre humana sigue siendo una permanente tentación aún entre vampiros descafeinados) prefiere alejarse, aunque sin dejar de amarla. Así Edward abandona el pueblo de Forks, mientras Bella busca consuelo en Jacob Black, un encantador amigo de la infancia, con quien compartirá algunas actividades riesgosas (otro tópico adolescente).
Entre ciertas trasgresiones suicidas y algunas recurrentes pesadillas, la joven siente una progresiva atracción por Jake, aunque el recuerdo de Edward persiste en visiones que tiene cuando está en peligro. Pero el amigo de la infancia tampoco es totalmente humano y está vinculado a los licántropos, hombres-lobo enemigos ancestrales de los vampiros, con lo que nuevamente aparece la necesidad de optar entre mundos irreconciliables.
Entre apelaciones permanentes a Romeo y Julieta se araña el tema de los amores condenados con el esperable despliegue de efectos visuales, imágenes en cámara lenta y miradas tan seductoras como las de un sofisticado anuncio comercial. La banda sonora aporta decenas de canciones que intentan tapar los baches narrativos. La historia se apoya en un aparato visual que busca la belleza en juegos simplistas de iluminación y de movimientos de cámara, para resaltar un continuo desfile de abdominales marcados, mostrados con buscada ralentización. Lo más asombroso es constatar la empatía del filme con sus espectadores, mayoritariamente adolescentes. Se percibe en la platea una revolución de hormonas avivadas con el gran protagonismo de la música a medida. Eso sí, no busquen arte duradero sino belleza y emociones un tanto superficiales, desde los esculturales torsos de los muchachitos a los paisajes agrestes de los gigantescos bosques del norte estadounidense, con la atmósfera de sus mitos folclóricos vinculados a la naturaleza agreste.
Esta continuación de la saga muestra un momento oscuro en la vida de la heroína Bella Swan, que pasa por una honda depresión tras la partida de su novio quien, para evitar ponerla en peligro (la sangre humana sigue siendo una permanente tentación aún entre vampiros descafeinados) prefiere alejarse, aunque sin dejar de amarla. Así Edward abandona el pueblo de Forks, mientras Bella busca consuelo en Jacob Black, un encantador amigo de la infancia, con quien compartirá algunas actividades riesgosas (otro tópico adolescente).
Entre ciertas trasgresiones suicidas y algunas recurrentes pesadillas, la joven siente una progresiva atracción por Jake, aunque el recuerdo de Edward persiste en visiones que tiene cuando está en peligro. Pero el amigo de la infancia tampoco es totalmente humano y está vinculado a los licántropos, hombres-lobo enemigos ancestrales de los vampiros, con lo que nuevamente aparece la necesidad de optar entre mundos irreconciliables.
Entre apelaciones permanentes a Romeo y Julieta se araña el tema de los amores condenados con el esperable despliegue de efectos visuales, imágenes en cámara lenta y miradas tan seductoras como las de un sofisticado anuncio comercial. La banda sonora aporta decenas de canciones que intentan tapar los baches narrativos. La historia se apoya en un aparato visual que busca la belleza en juegos simplistas de iluminación y de movimientos de cámara, para resaltar un continuo desfile de abdominales marcados, mostrados con buscada ralentización. Lo más asombroso es constatar la empatía del filme con sus espectadores, mayoritariamente adolescentes. Se percibe en la platea una revolución de hormonas avivadas con el gran protagonismo de la música a medida. Eso sí, no busquen arte duradero sino belleza y emociones un tanto superficiales, desde los esculturales torsos de los muchachitos a los paisajes agrestes de los gigantescos bosques del norte estadounidense, con la atmósfera de sus mitos folclóricos vinculados a la naturaleza agreste.
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