Torrente 2: Misión en Marbella

Este es mi primer Torrente y ha sido mejor de lo que esperaba.

Solo había visto con anterioridad el teaser de la gitana y la máquina tragaperras que me hizo reír.

Lo mejor fue la propuesta del personaje de Cuco, para mi Gabino Diego lo bordó. Sin embargo José Luis Moreno hizo un mal personaje, una actuación muy artificial.

Lo peor es la continua referencia de Torrente a las "mamadas", a su minga y la frecuente cosificación sexual de la mujer. Un poco vale, pero tanto hasta asquea. Y eso que lo de "las 5 muñecas" si me hizo gracia.

En fin, me hubiera parecido una buena comedia e incluso original si Segura no hubiera sido tan vulgar en las referencias sexuales.

De todas formas no creo que vuelva a ver a Torrente, es un personaje demasiado casposo para mi.

Da la sensación de que la trama en sí pierde importancia para dejar protagonismo a los personajes, Torrente y su ayudante, a los secundarios y a los cameos. Al igual que con la primera película, la recordaba mejor, pero tras verla de nuevo noto como si hubiera perdido frescura desde la anterior vez.

En esta ocasión los personajes del ayudante de Torrente y el villano han sido mejorados respecto al anterior film. Torrente sigue encantando con su irreverencia y en definitiva, es entretenida.

No solo está a la altura de la primera si no que incluso está un pelín por encima. Aquí al amiguete lo tenemos en Marbella (tierra del que fuera su fuente de inspiración) y cuenta con el mejor ayudante de todas sus aventuras: Cuco.

Eso sí, en Torrente 2 empiezan ya a asomar (aquí aún de manera anecdótica) los destructores de la saga: Los Cameos. Resines, Cristina Tárrega, El Cigala, Carlos Moyá, Yola Berrocal... nos deberían haber hecho presagiar en lo que se convertiría la saga: Sucesión constante de Cameos del personal patrio que poco o nada aportarán a la trama.

Vamos a partir de un par de cosas antes de masacrar la película, que por cierto a un servidor es la que más si no la única que CONVENCE de toda esta saga del agente casposo que ha creado Segura.

-La original había sido sucia y zafia como POCAS. Segura ya ha indicado en varias ocasiones que quería hacer un poco más limpia la segunda parte para que más público fuese a verla.

-Marbella estaba en pleno auge con diversos casos (Malaya y etcétera si no me equivoco deberían de estar ya ocurriendo o al caer por el año que la película salió). Jesús Gil era un habitual en las portadas de nuestro país, pese al hostión a nivel nacional que se pegó en las elecciones nacionales e incluso personajes como Arturo Pérez Reverte publicó el mismo año su novela La Reina del Sur, ambientada en su mayoría en Marbella.

-Más explosiones y escenas de acción.

-Las bromas de cacas, pedos y granos se reducen y el tipo mete más carnaza (destetes femeninos).

-Este filme cuenta con UN VILLANO COMO JOSÉ LUIS MORENO que está espléndido. Una elección acertada. De hecho no recuerdo un villano mejor escogido en toda la saga (ni siquiera Alec Baldwin).

-Sigue habiendo una crítica social. Más leve que la anterior, pero sigue estando ahí.

-Se crea una figura del sancho panza más adecuada en Cuco. Cuadra más que un yonqui sea ayudante del policía que un pardillo que no le echaría ni un par. Gabino Diego además está inmenso.

-Tiene más cameos y fue la que comenzó la obsesión de Segura de sacar cameos cada tres segundos (bien es cierto que no es como la cuarta, donde literalmente no había trama y solo había cameos y más cameos)

-Hay mala uva a raudales.

-Es junto con la cuarta la más corta de la saga. No hay excesivo contenido sobrante.

-Respeta el material original.

-La ascensión y caída en Marbella de Torrente. Cuánto menos peculiar.

En fin. No es una obra de arte, dista mucho y sigue habiendo un mal gusto tan típicamente Torrentiano que Segura le imprime (también digo, prefiero esto a las últimas comedias blancas) PERO ofrece un poco más que el resto de filmes posteriores de la saga. HASTA AQUÍ TENDRÍA QUE HABER QUEDADO LA SAGA.

Ah y TOUCHÉ pòr lo de Gibraltar, me cuadra perfectamente que cualquier ser similar a Torrente ante la desesperada situación, soltase la idiotez de turno y lanzase el misil allí.

Esta segunda entrega de todas las basadas en las andanzas de ese penoso personaje, y detective privado, que se dio a conocer en el cine español a través de Santiago Segura, y que responde al nombre de Torrente, sin duda es la mejor de ellas. En parte, probablemente, esto se deba a la presencia de Gabino Diego, pero también posee cierta entidad propia y algún gag bastante bueno, curiosamente, estos, son los más blancos, los que más se apartan, de la a veces, todo hay que decirlo, ordinariez habitual en esta saga.

Sé que este fenómeno, más que obras cinematográficas propiamente dichas, desata muchas pasiones encontradas. Para unos, son odiosas y aun vomitivas. Pero otros, sin embargo, las encuentran tremendamente divertidas y se tiran por los suelos de la risa. Y en mi opinión, si en algo les sirve, les diré: que salvo ésta -“Torrente 2: Misión en Marbella”- y quizá algo la primera, me parecen totalmente prescindibles. Aunque sí le reconozco una cosa, en cierto modo, emparenta con la novela picaresca de los siglos XVI y XVII, no quisiera hacer odiosas comparaciones, pero guardando las distancias, a ratos me la recuerda. Y esto me recuerda, a cierto párrafo dentro de un prólogo, creo que de Marañón, que leí en una edición de, la primera y más cumbre obra de este género, “La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades” (anónimo -1554-), en el que se venía a decir, y hablo de memoria: “...cierto es que la literatura picaresca fue tan difundida en nuestro país que en el mundo ya no fueron los españoles conocidos por otra cosa, pero esto resulta bastante injusto, porque si, justamente, en aquellos momentos de La Historia, en algunos casos fuimos hegemónicos, cuesta pensar que en todo fuésemos los últimos. Además si fuera prefieren resaltar nuestras miserias, en vez de las suyas propias, allá ellos. Y por otra parte no hacía ninguna falta; ya que nosotros mismos nos hemos bastado y sobrado para ello...”

Con esto sólo quise hacer notar, aunque quizá exageradamente, que a veces hay que reírse de uno mismo, y no hay porque enfadarse con lo que sin duda son caricaturas que no deben tomarse al pie de la letra. Aun así he de reconocer que a mí también me desagradan ciertas facetas de este fenómeno de las pantallas hispanas, pero en esta ocasión se lo perdono, pues me reí bastante, y le hallé cierta originalidad parodiando las pelis de James Bond.

Y deseando que a la presente se hallen bien, se despide de ustedes, su seguro servidor, Torrente, José Luis Torrente.