Una joya sin brillo. Esta segunda parte tiene el carisma de un objeto de coleccionista o tótem para mitómanos, porque siempre es agradable reencontrarse con nuestras neoyorkinas favoritas, más conservadoras de lo que parece; y aún así, la trama ni innova ni interesa, la nómina de chistes ha bajado de forma escandalosa. Poco podemos salvar de una secuela que sabe a prolongación de un negocio que debió echar el cierre hace tiempo. Llevar a las locas cuarentonas a Abu Dhabi e intentar hacer una minicrítica social a la cultura árabe es un error de cálculo considerable (¡como si Samantha, Miranda y Charlotte fueron modelos a seguir!). Incluso en su reivindicación de Liza Minnelli, la película gana estrías y presume de cierto toque rancio. No hay dos sin tres, pero esto debería acabar aquí, en el final feliz que la serie coció a fuego lento durante seis magníficas temporadas y que materializó en un inolvidable viaje a París (¿recuerdan?). Eso si los creadores no quieren pasar de los Globos de oro y Emmys de antaño a los Razzies del futuro...

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities http://cachecine.blogspot.com

Convencido por un grupo de mujeres que ansiaban ver esta película, fui vilmente acosado a visionarla. Pensé que sería algo parecido a los trozos que había visto de la serie en la televisión, (que ya no me gustaban mucho, pero al menos podías quedarte un rato mirando sin problemas) y menuda decepción.
Como perder 2 horas de tu vida viendo a 4 mujeres en pantalla que realmente no hacen NADA interesante. Jamás me había aburrido tanto viendo una película, y eso que hace poco vi 'Mongol'.

Pienso que en el fondo es; o una película muy estúpida, o muy machista. Uno de los personajes es una mujer que quiere que su pareja "masculina" la sorprenda todos los días con cenas en sitios caros (y, además, distintos) y joyas. El otro personaje ridiculiza la función de las amas de casa, al ponérlas, prácticamente, de histéricas. Otra es una mujer que va de libre por la vida, obsesionada con el botox y las hormonas, y que es tan pelandusca que el personaje raya en lo grotesco. Y la cuarta es un personaje tan insulso que ni me acuerdo (creo que era la que daba consejitos al ama de casa). A destacar que los hombre en esta película son todos eunucos o calzonazos; o, simplemente no salen.

Sobra más de la mitad de la película. Un argumento absurdo, pobre y extremadamente aburrido que intenta sorprender al espectador con el lujo árabe más estrafalario desde los Emiratos.

Ignoro si Michael Patrick King volverá a intentar otro canto de cisne a este grupo de amigas que durante un tiempo fueron una verdadera novedad dentro del panorama televisivo. "Sexo en New York" viaja a Oriente para contar su versión de Aladino y su princesa, con más alcohol que en la adaptación Disney y alguna deshinbida como Samantha, cuyo personaje parece inalterable al desaliento y al efecto de Cronos.

Curioso que un programa que pudo presumir en sus días de rabiosa actualidad se enmarque en una odisea despilfarradora y una versión de ex Oriente American Express, aunque probablemente a los fans incondicionales del programa les agradará volver a ver a las protagonistas, con Sarah Jessica Parker nuevamente a la cabeza de la cuadrilla.

Desgraciadamente, el resto lo tenemos mucho más difícil para disfrutar de este film.