9 semanas y media
1986 

5.6
29,780
Romance. Drama
Elizabeth, una atractiva marchante de arte, entabla relación con John, un enigmático broker de Wall Street. Tras unos inicios apasionados, la pareja se embarcará, por deseo de él, en una serie de juegos eróticos cada vez más extraños que confundirán a Elizabeth, pues ella le ama pero desconoce los verdaderos sentimientos de John. (FILMAFFINITY)
15 de agosto de 2010
15 de agosto de 2010
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece irónico que la atractiva Kim Bassinger interprete aquí a una galerista; y sea ella misma parte de una galería erótica en la mente de varios hombres a lo largo del tiempo.
Dos meses y unos cuantos días, parece poco tiempo para disfrutar de un amor inolvidable. Y quizás sea esta la razón por la que se consideraría una historia ficticia. Pero los grandes amores con el paso del tiempo se acrecientan como un fugo vivo que aviva el viento de los años en le recuerdo anidado en la mente de las cosas bonitas que se vivieron en una relación. Y que esta película tiene ese toque de magia; algo tan sencillo pero tan necesario para que la chispa del amor entre dos seres no se extinga.
Sin este condimento, el amor se desquebraja.
En esta gran galería, brillan en el salón de la fama las mujeres bellas, pero también los hombres guapos. Y Mickey Rourke en esos años ochenta, representaba ese prototipo de galán amado, de rasgos tiernos y la vez sensuales. Hay nostalgia porque el tiempo y los excesos le pasaron una factura a Mickey y hoy en dia su imagen ya no es la misma. Ha sufrido una transformación brusca en su envoltura. Pero para mí… Kim y Mickey, siempre estarán en la galería de las parejas que nos hicieron fantasear con el amor excitante, audaz, embriagador, juvenil, sensual, erótico, incansable. Una cita de amor eterna, almacenada en mi memoria que arde como fuego nuevo. ¿Acaso volverán de algún modo tantos besos que guarde en un cuerpo estremecido y que me miraban con esos ojos tan apasionados? Te extraño tanto, amada mía. Te fuiste como arena entre mis manos… con dolor.
Al ver nuevamente “9 semanas y media” me pregunto: ¿Si algún día volveré a enamorarme como en aquel ayer?… con un fuego que nunca se extingue.
Dos meses y unos cuantos días, parece poco tiempo para disfrutar de un amor inolvidable. Y quizás sea esta la razón por la que se consideraría una historia ficticia. Pero los grandes amores con el paso del tiempo se acrecientan como un fugo vivo que aviva el viento de los años en le recuerdo anidado en la mente de las cosas bonitas que se vivieron en una relación. Y que esta película tiene ese toque de magia; algo tan sencillo pero tan necesario para que la chispa del amor entre dos seres no se extinga.
Sin este condimento, el amor se desquebraja.
En esta gran galería, brillan en el salón de la fama las mujeres bellas, pero también los hombres guapos. Y Mickey Rourke en esos años ochenta, representaba ese prototipo de galán amado, de rasgos tiernos y la vez sensuales. Hay nostalgia porque el tiempo y los excesos le pasaron una factura a Mickey y hoy en dia su imagen ya no es la misma. Ha sufrido una transformación brusca en su envoltura. Pero para mí… Kim y Mickey, siempre estarán en la galería de las parejas que nos hicieron fantasear con el amor excitante, audaz, embriagador, juvenil, sensual, erótico, incansable. Una cita de amor eterna, almacenada en mi memoria que arde como fuego nuevo. ¿Acaso volverán de algún modo tantos besos que guarde en un cuerpo estremecido y que me miraban con esos ojos tan apasionados? Te extraño tanto, amada mía. Te fuiste como arena entre mis manos… con dolor.
Al ver nuevamente “9 semanas y media” me pregunto: ¿Si algún día volveré a enamorarme como en aquel ayer?… con un fuego que nunca se extingue.
10 de septiembre de 2011
10 de septiembre de 2011
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empieza siendo una interesante relación entre dos personas con un trasfondo oscuro y situaciones que conllevan mucha tensión para acabar siendo (para mi gusto) una ñoñada en toda regla.
1 de abril de 2017
1 de abril de 2017
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película intrascendente, elaborada con hechos cotidianos y protagonizada por gente guapa que colorea la pantalla de un glamour con el que algunos espectadores gustan identificarse.
Correcta dirección (A. Lyne), correcta interpretación (M. Rourke y K. Basinger), correcta ambientación, correcta banda sonora y, en definitiva, corrección formal, material y conceptual.
Sólo la pequeña transgresión de algunas escenas algo subidas de tono o cierta toxicidad en la relación de los protagonistas han conseguido convertir el film en un referente cinematográfico.
Y no hay más.
Correcta dirección (A. Lyne), correcta interpretación (M. Rourke y K. Basinger), correcta ambientación, correcta banda sonora y, en definitiva, corrección formal, material y conceptual.
Sólo la pequeña transgresión de algunas escenas algo subidas de tono o cierta toxicidad en la relación de los protagonistas han conseguido convertir el film en un referente cinematográfico.
Y no hay más.
30 de noviembre de 2019
30 de noviembre de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien hay que reconocer que este curioso proyecto firmado por Adrian Lyne, tuvo cierto "estatus" de culto por las parejas que empezaron a conocer y "disfrutar" de las muchas posibilidades de los llamados "juegos sexuales" que incluyen "fetiches" y un sinfín de cosas, también hay que reconocer que aunque parte con un inicio algo misterioso y prometedor, continúa con una potente premisa, pero que poco a poco, termina convirtiéndose en un auténtico despropósito, cuya mayor falencia es el enorme agujero de guión que deja al final y que envés de plantear una respuesta, lo que plantea es generar una decepción hacia todo lo visto, por la irritante y pretenciosa visión machista de la historia, por el vago e insensible tratamiento de los personajes y en resumen por lo mal planificada que está.
Seré breve, así que solo añadiré que cierto es que una película puede llegar a ser ambigua, y puede dejar algunos "cabos sueltos" al final, pero es que lo más frustrante es que además de no valorar la intensidad de las interpretaciones, no se da un sentido, ni tiene lógica todo lo que hizo la pareja protagonista (correctos y vibrantes Kim Basinger y Mickey Rourke), lo peor es que este film se convierte junto con los créditos finales en una auténtica "oda" al machismo y misoginia "sin ton, ni son" y sin una justificación sensata o repito, lógica. Por esa misma razón sorprende que el guión haya sido realizado por Patricia Louisianna Knop, Zalman King junto a Sarah Kernochan y precisamente basado en la novela de (aún más sorpresa, otra mujer) Elizabeth McNeill. Una contradicción e ironía sonrojante y de auténtica vergüenza ajena, en estos tiempos en donde el "empoderamiento femenino" está a la orden del día.
Esta película, de estrenarse en la actualidad (una época en la que la "hiper-sensibilidad" digital, junto con el "feminismo extremo" pueden "aniquilarte" socialmente, si no mides tus expresiones) ardería en fuego, pero esta sí, con justo merecimiento.
Un desperdicio de cinta, ni buena dosis de erotismo tiene, por favor.
Seré breve, así que solo añadiré que cierto es que una película puede llegar a ser ambigua, y puede dejar algunos "cabos sueltos" al final, pero es que lo más frustrante es que además de no valorar la intensidad de las interpretaciones, no se da un sentido, ni tiene lógica todo lo que hizo la pareja protagonista (correctos y vibrantes Kim Basinger y Mickey Rourke), lo peor es que este film se convierte junto con los créditos finales en una auténtica "oda" al machismo y misoginia "sin ton, ni son" y sin una justificación sensata o repito, lógica. Por esa misma razón sorprende que el guión haya sido realizado por Patricia Louisianna Knop, Zalman King junto a Sarah Kernochan y precisamente basado en la novela de (aún más sorpresa, otra mujer) Elizabeth McNeill. Una contradicción e ironía sonrojante y de auténtica vergüenza ajena, en estos tiempos en donde el "empoderamiento femenino" está a la orden del día.
Esta película, de estrenarse en la actualidad (una época en la que la "hiper-sensibilidad" digital, junto con el "feminismo extremo" pueden "aniquilarte" socialmente, si no mides tus expresiones) ardería en fuego, pero esta sí, con justo merecimiento.
Un desperdicio de cinta, ni buena dosis de erotismo tiene, por favor.
3 de abril de 2021
3 de abril de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
9 1/2 weeks es un subproducto ochentero a partir de un supuesto erotismo mainstream.
Su director, Adran Lyne, responsable de otros hits ochenteros como Flashdance(1983) o Atracción fatal(1987), sabe jugar sus cartas y está más interesado en construir una puesta en escena lujosa, deudora de la publicidad o el videoclip que de la trama. Una trama plagada de escenas supuestamente eróticas (inverosímiles o directamente ridículas en muchos casos) que pretende mostrar los límites del deseo y la dominación. El film fue un escándalo en su estreno USA y tuvo mejor acogida en Europa o en el creciente mercado del alquiler VHS de la época.
Desde la perspectiva del siglo XXI, hay que reconocerle al films varios logros:
-Sus protagonistas están muy bien elegidos y defienden sus papeles con solvencia. En especial admirable la capacidad de Kim Basinger para comunicar sensualidad, deseo y fragilidad convincentemente (estrategias de rodaje de Lyne aparte.
-La estética y lenguaje visual (tildado de videoclipero en la época) son de las que hacen avanzar la evolución del audiovisual y constituyen una marca autoral de su director a reivindicar.
-Su Banda sonora plagada de temas ochenteros (Slave to love o You can leave your heat on) es otra baza fuerte del film para impactar a su público y perdurar en la memoria.
-El set piece del strip-tease a contraluz en la persiana con el tema de Joe Cocker se incrustó para siempre en el imaginario popular. Es una muestra de cómo el cine construye identidades y los ochenta eran esa escena!
-Obviando el escándalo sexual que provocó el film en su estreno, y bajo su despampanante apuesta estética, el film esconde una incómoda reflexión sobre los límites personales y los roles de dominación en las relaciones. Una reflexión honesta y plenamente vigente.
Al final 9 1/2 weeks nos regala momentos icónicos y unos cuantos puntos de interés, si sabemos apreciar la obra desde otras ópticas más allá de su lujosa envoltura.
Su director, Adran Lyne, responsable de otros hits ochenteros como Flashdance(1983) o Atracción fatal(1987), sabe jugar sus cartas y está más interesado en construir una puesta en escena lujosa, deudora de la publicidad o el videoclip que de la trama. Una trama plagada de escenas supuestamente eróticas (inverosímiles o directamente ridículas en muchos casos) que pretende mostrar los límites del deseo y la dominación. El film fue un escándalo en su estreno USA y tuvo mejor acogida en Europa o en el creciente mercado del alquiler VHS de la época.
Desde la perspectiva del siglo XXI, hay que reconocerle al films varios logros:
-Sus protagonistas están muy bien elegidos y defienden sus papeles con solvencia. En especial admirable la capacidad de Kim Basinger para comunicar sensualidad, deseo y fragilidad convincentemente (estrategias de rodaje de Lyne aparte.
-La estética y lenguaje visual (tildado de videoclipero en la época) son de las que hacen avanzar la evolución del audiovisual y constituyen una marca autoral de su director a reivindicar.
-Su Banda sonora plagada de temas ochenteros (Slave to love o You can leave your heat on) es otra baza fuerte del film para impactar a su público y perdurar en la memoria.
-El set piece del strip-tease a contraluz en la persiana con el tema de Joe Cocker se incrustó para siempre en el imaginario popular. Es una muestra de cómo el cine construye identidades y los ochenta eran esa escena!
-Obviando el escándalo sexual que provocó el film en su estreno, y bajo su despampanante apuesta estética, el film esconde una incómoda reflexión sobre los límites personales y los roles de dominación en las relaciones. Una reflexión honesta y plenamente vigente.
Al final 9 1/2 weeks nos regala momentos icónicos y unos cuantos puntos de interés, si sabemos apreciar la obra desde otras ópticas más allá de su lujosa envoltura.
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