La novia es la mejor película española del año y es personalmente la mejor película que he visto en este 2015. Paula Ortiz de ha encargado de adaptar a Lorca con una calidad que se escapa de lo que el cine de este país nos tiene acostumbrados y, aunque yo no conozca demasiado del poeta andaluz, me he empapado de él en cada conversación, en cada plano. La historia de "Bodas de sangre" se traslada a la gran pantalla de forma impecable, con amor por los detalles por los relatos bien contados.

La directora ha hecho cada escena con pasión, exprimiendo la belleza de cada secuencia y haciendo de la fotografía uno de los puntos fuertes del film. No es usual toparte con una joya como esta, donde todos y cada uno de los planos desgarran y atrapan, al ritmo pausado y sentido que pide la historia, llegando al espectador con muchísima fuerza y sin pizca de añadidos innecesarios. Desde el primer instante hasta el fundido a negro te agarras a la butaca para presenciar una obra clásica narrada con un cariño que, como amante del cine, agradezco.

Ya acabo, solamente quiero añadir que el reparto está sublime, desde Imma Cuesta hasta el último figurante. Creo que me he enamorado de esta película. Si no arrasa en los Goya, llevándose todos los galardones, enviaré una carta a cada miembro del jurado con algún tipo de amenaza de algún tipo. Eso sí, en verso.

Nueva y moderna adaptación o mejor dicho recreación de Bodas de Sangre que en nada mejora las anteriores.
Pese a un inicio inspirado y con fuerza visual, la directora se encarga a la media hora de tirarlo todo por la borda. Y es que resulta muy complicado intentar mantener el lenguaje visual del arranque,cuando el desarrollo de la historia es tan desequilibrado como mediocre. Hay algún destello de talento como en la secuencia de la boda pero se ve lastrado por un final lamentable. La belleza física, repetidamente explotada por los planos de desnudo de la protagonista y lo acertado de algunas localizaciones no hacen merecedoras a esta desigual y ampulosa producción de un visionado , a menos de estar interesado por la traslación de las obras del gran poeta granadino a la gran pantalla. Y es que Lorca no es fácil, ni reviste adaptaciones fáciles para ninis. En la memoria queda la Bodas de Sangre de Saura infinitamente superior. Los momentos musicales de esta, son siendo generosos ridículos.

Es una película artísticamente magnífica y emocionalmente compleja, por lo que desafortunadamente no va a estar al alcance de aquel público amébico que ha dejado décadas de series argumentalmente simplistas y aquel cine frío, excesivamente sexualizado y superficial tras el que escondemos nuestras tragedias y tabúes en este país. El componente desequilibrado de género era notorio en la sala y me temo que muchos hombres "concienciados" de este siglo tan "feminista" no se atreverán a cruzar el umbral de un cine con el título de esta obra. Una lástima.

No exenta de ciertas escenas que coquetean con lo ridículo o con el exceso, casi cada secuencia rebosa intensidad y deja en manos de los intérpretes una responsabilidad enorme, que han sabido asumir, aunque quizás de un modo más propio del teatro que del cine; es también una amable mirada al folklore de nuestro pasado, como era propio de la obra original. Este es ese Cine que a veces también nuestros artistas son capaces de hacer y que unos cuantos sabrán disfrutar como la gran obra que es.

No hay nada más bello en el arte del cine adaptado que se dé vida a la obra original respetando su esencia y, aun del modo en que desborda sus líneas, sinceramente creo que Federico García Lorca estaría orgulloso de ella.

Un bodrio ininteligible que destroza la obra de Lorca, y se regodea en la preciosidad de una fotografía que no basta para llenar un sinsentido de frases literales de la obra que ni siquiera se oyen.
Una lastima de desperdicio de unas grandes interpretaciones.

Una interpretacion gris y vacia de un romance ya definitivamente clásico y efímero, al final escuchaba la dicción de los actores, por que no habia otra cosa donde mirar que los paisajes