El crack Dos
1983 

6.8
5,075
Intriga. Cine negro
El detective Germán Areta es un hombre inteligente, sagaz y de principios inconmovibles. Investiga un caso aparentemente rutinario, un asunto de celos, que se va haciendo cada vez más complejo. Las conclusiones a las que llega la Policía no convencen a Areta, que seguirá investigando hasta llegar al fondo del asunto, un caso altamente peligroso. (FILMAFFINITY)
24 de abril de 2022
24 de abril de 2022
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siento una gran simpatía por Garci, aunque reconozco que no todas sus
películas me gustan, sin embargo pienso que su Óscar fue merecido,
y siempre me alegré por la primicia y por él.
Supo combinar bien todos los factores, buenos actores, mucha nostalgia
para tocar fibra, y el obligado compadreo metiendo a sus queridos yankies
de por medio.
Creo que esta secuela era innecesaria, después de hacer un magnífico
trabajo en la primera. Garci muestra otra vez en esta película muchos de
los temas por los que siente especial predilección y casi obsesión, como
mostrar el Madrid de los años 80, el boxeo, la gente campechana y del
Atlético, las relaciones amorosas de los maduritos, las Navidades, las
cajetillas de Ducados, y sobre todo el españolizar situaciones más propias
de los norteamericanos, los cuales le tienen todavía fascinado, dada la gran
admiración que tiene por ellos y por su 'Way of Life'.
( A Vietnam te tenían que haber mandado, con tu amigo Cassius Clay,
para quitarte la tonteria ).
He disfrutado de la película por todos los tópicos que se muestran, pero no
por el argumento de la misma. Tengo demasiado encasillado a Landa para
que me convenza su papel de Germán Areta como detective implacable e
infalible, encima lleno de amargura, con ese bigotillo ridículo y el semblante
siempre triste, como el de un perro pachón.
No querría repetir aquel comentario, bastante cruel, que dijo otra crítica que
se basaba en que, 'Si al Sr. Antonio Giménez-Rico y al Sr. José Luis Garci les
gusta tanto el cine, podrían mejor haber optado a ser taquilleros, o bien
acomodadores de sala'. No he podido resistirme, puesto que es tronchante.
De verdad que esta vez no puede ser, lo siento, prefiero sin lugar a dudas la
primera.
películas me gustan, sin embargo pienso que su Óscar fue merecido,
y siempre me alegré por la primicia y por él.
Supo combinar bien todos los factores, buenos actores, mucha nostalgia
para tocar fibra, y el obligado compadreo metiendo a sus queridos yankies
de por medio.
Creo que esta secuela era innecesaria, después de hacer un magnífico
trabajo en la primera. Garci muestra otra vez en esta película muchos de
los temas por los que siente especial predilección y casi obsesión, como
mostrar el Madrid de los años 80, el boxeo, la gente campechana y del
Atlético, las relaciones amorosas de los maduritos, las Navidades, las
cajetillas de Ducados, y sobre todo el españolizar situaciones más propias
de los norteamericanos, los cuales le tienen todavía fascinado, dada la gran
admiración que tiene por ellos y por su 'Way of Life'.
( A Vietnam te tenían que haber mandado, con tu amigo Cassius Clay,
para quitarte la tonteria ).
He disfrutado de la película por todos los tópicos que se muestran, pero no
por el argumento de la misma. Tengo demasiado encasillado a Landa para
que me convenza su papel de Germán Areta como detective implacable e
infalible, encima lleno de amargura, con ese bigotillo ridículo y el semblante
siempre triste, como el de un perro pachón.
No querría repetir aquel comentario, bastante cruel, que dijo otra crítica que
se basaba en que, 'Si al Sr. Antonio Giménez-Rico y al Sr. José Luis Garci les
gusta tanto el cine, podrían mejor haber optado a ser taquilleros, o bien
acomodadores de sala'. No he podido resistirme, puesto que es tronchante.
De verdad que esta vez no puede ser, lo siento, prefiero sin lugar a dudas la
primera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Areta es tan frío que no mueve una pestaña al enterarse
de que su nuevo cliente es de los que les gusta más la carne,
que el pescado...y demuestra ser también bastante merluzo
al no aceptar el sobre para compensarle por todos los destrozos
causados en su cutre oficina de la calle Montera.
Igualmente es tremendamente casposo que precisamente
su vehículo personal fuese un Renault 18 GTD, ya que el tío es
tan rata que declara que la gasolina está cara.
Por último y para incrementar el nivel de ranciedad desplegado en todo
el filme, mencionar las botellas de coñac y vinazo peleón que se muestran,
el Floïd con Haugroquina con que se perfuma el Piojo, y su ramplona afición
por las partidas de mus.
Y es que Garci, sin proponérselo, estaría con Areta creando el germen
del que sería un mito años más tarde, efectivamente me estoy refiriendo
al mismísimo Torrente. Por ello, preguntemosle a María Casanova si echó
en falta alguna de sus bragas, para poder obtener la respuesta definitiva a
tantas similitudes.
de que su nuevo cliente es de los que les gusta más la carne,
que el pescado...y demuestra ser también bastante merluzo
al no aceptar el sobre para compensarle por todos los destrozos
causados en su cutre oficina de la calle Montera.
Igualmente es tremendamente casposo que precisamente
su vehículo personal fuese un Renault 18 GTD, ya que el tío es
tan rata que declara que la gasolina está cara.
Por último y para incrementar el nivel de ranciedad desplegado en todo
el filme, mencionar las botellas de coñac y vinazo peleón que se muestran,
el Floïd con Haugroquina con que se perfuma el Piojo, y su ramplona afición
por las partidas de mus.
Y es que Garci, sin proponérselo, estaría con Areta creando el germen
del que sería un mito años más tarde, efectivamente me estoy refiriendo
al mismísimo Torrente. Por ello, preguntemosle a María Casanova si echó
en falta alguna de sus bragas, para poder obtener la respuesta definitiva a
tantas similitudes.
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