Oldboy: Cinco días para vengarse
7.8
73,743
27 de octubre de 2008
27 de octubre de 2008
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oldboy cuenta la historia de Dae-Su, un hombre retenido durante 15 años en una habitación aparentemente sin motivo. Durante todo ese tiempo su único contacto con la realidad es un televisor.
Despues de esos quince años es liberado y decide vengarse pero conforme avanza la trama se da cuenta de que lo que en verdad desea no es solo la venganza sino por encima de esta saber por qué le encerraron.
La pelicula ofrece nuevas cosas con cada visionado que no se apreciaron la primera vez, recomiendo verla varias veces para entenderla completamente.
La banda sonora de la pelicula merece mención especial, y es que se adapta perfectamente a cada situación, además de ser muy buena.
Si que hay algo que no me gustó, el doblaje al castellano es pésimo, recomiendo verla por lo menos una vez en VOS.
Por lo demás una gran obra de culto, con grandes frases que recordarás durante mucho tiempo (o al menos te harán pensar).
Despues de esos quince años es liberado y decide vengarse pero conforme avanza la trama se da cuenta de que lo que en verdad desea no es solo la venganza sino por encima de esta saber por qué le encerraron.
La pelicula ofrece nuevas cosas con cada visionado que no se apreciaron la primera vez, recomiendo verla varias veces para entenderla completamente.
La banda sonora de la pelicula merece mención especial, y es que se adapta perfectamente a cada situación, además de ser muy buena.
Si que hay algo que no me gustó, el doblaje al castellano es pésimo, recomiendo verla por lo menos una vez en VOS.
Por lo demás una gran obra de culto, con grandes frases que recordarás durante mucho tiempo (o al menos te harán pensar).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final es fantástico, "no se puede llegar a la conclusión correcta si te formulas la pregunta equivocada", la pregunta al final no resultaba ser por qué le habian encerrado sino por qué le liberaron. Una venganza desproporcionada para el pequeño crimen cometido "sea un grano de arena o una piedra, en el agua se hunden igual".
21 de febrero de 2008
21 de febrero de 2008
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
A muchos les ha resutado desagradable esta pelíicula, pero...cuan cerca está de la realidad...¿cuantas veces alguien nos ha marcado de por vida con algún comentario "tonto", "inofensivo", que "pronto olvidamos". Oldboy es un una apología al ojo por ojo, también a la paciencia, pero con tintes de arrepentimiento. Si Alejandro Dumas hubiera visto este film, posiblememente felicitaría a Chan-wook Park y su visión alterna de la venganza.
Uno de las cintas más grandes que ha dado Asia en los ultimos años y joya del cine coreano...después de verla tal vez, serás mas cuidadoso con lo que digas y hables...genial pelicula..
Uno de las cintas más grandes que ha dado Asia en los ultimos años y joya del cine coreano...después de verla tal vez, serás mas cuidadoso con lo que digas y hables...genial pelicula..
23 de marzo de 2009
23 de marzo de 2009
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada parece más alejado de la concepción del cine de la Nouvelle Vague que una película como Old Boy. Sin embargo tomando como referencia la cuestión moral del travelling, entendido como la forma de conectar con el público y mostrarle cual va ser el tono discursivo del film y así ejercer una selección natural entre la audiencia, merece la pena analizar uno de los momentos claves del film de Park Chan-Wook.
La referencia habitual para describir esta secuencia es el mundo de los videojuegos, concretamente el kung-fu master, sólo que se parece obviar que aquel era un juego cuyo único punto en común es el desplazamiento puesto que por lo demás gozaba de una estética limpia en las antípodas de la fisicidad sucia que destila la imagen del film. Efectivamente nos hallamos ante un travelling lateral que parece de manual y sin embargo, contiene ciertas particularidades que subvierten la propia concepción del recurso. Aunque en el punto de partida la cámara sigue los movimientos del protagonista, pronto nos damos cuenta que su movimiento es idealista, pretendiendo moverse a la velocidad del clásico héroe de acción, que acabaría con sus rivales tranquilamente, con vivacidad. Esta velocidad irónicamente deja muy a menudo en off al protagonista, obligando a volver atrás, a tener la sensación de ir siempre unos pasos por delante de la acción, de que las cosas no funcionan como es debido en esta clase de secuencias.
Poco a poco el movimiento se torna fatigado y casi estático, siguiendo las propias evoluciones del protagonista, mostrando toda su fiereza, toda la suciedad de la atmósfera, toda la naturalidad del antihéroe. Es aquí donde no es la cámara quién marca el tono del film, es el personaje quién se apodera de la visión del director, combinando el aire de presunto verismo sucio con una puesta en escena deliberadamente estilizada, de poesía violenta con tintes casi oníricos.
Esta es pues una secuencia que descubre el tono de un film apasionado, de romanticismo icónico que bordea lo surreal y lo perturbador, una escena que descubre las interioridades psicológicas tanto del protagonista como del cineasta, que pretendiendo realizar un ejercicio de intertextualidad acaba por reflexionar sobre cuestiones éticas cinematográficas. Concluyendo en definitiva, que cuando la historia tiene la fuerza suficiente acaba por romper las barreras de la propia forma, de los recursos utilizados, de la moral del travelling y se erige en un artefacto bigger than life, en algo cuya densidad y prestancia escapa a todo juicio ético para pasar a ser un monumento solemne a la belleza más descarnada.
La referencia habitual para describir esta secuencia es el mundo de los videojuegos, concretamente el kung-fu master, sólo que se parece obviar que aquel era un juego cuyo único punto en común es el desplazamiento puesto que por lo demás gozaba de una estética limpia en las antípodas de la fisicidad sucia que destila la imagen del film. Efectivamente nos hallamos ante un travelling lateral que parece de manual y sin embargo, contiene ciertas particularidades que subvierten la propia concepción del recurso. Aunque en el punto de partida la cámara sigue los movimientos del protagonista, pronto nos damos cuenta que su movimiento es idealista, pretendiendo moverse a la velocidad del clásico héroe de acción, que acabaría con sus rivales tranquilamente, con vivacidad. Esta velocidad irónicamente deja muy a menudo en off al protagonista, obligando a volver atrás, a tener la sensación de ir siempre unos pasos por delante de la acción, de que las cosas no funcionan como es debido en esta clase de secuencias.
Poco a poco el movimiento se torna fatigado y casi estático, siguiendo las propias evoluciones del protagonista, mostrando toda su fiereza, toda la suciedad de la atmósfera, toda la naturalidad del antihéroe. Es aquí donde no es la cámara quién marca el tono del film, es el personaje quién se apodera de la visión del director, combinando el aire de presunto verismo sucio con una puesta en escena deliberadamente estilizada, de poesía violenta con tintes casi oníricos.
Esta es pues una secuencia que descubre el tono de un film apasionado, de romanticismo icónico que bordea lo surreal y lo perturbador, una escena que descubre las interioridades psicológicas tanto del protagonista como del cineasta, que pretendiendo realizar un ejercicio de intertextualidad acaba por reflexionar sobre cuestiones éticas cinematográficas. Concluyendo en definitiva, que cuando la historia tiene la fuerza suficiente acaba por romper las barreras de la propia forma, de los recursos utilizados, de la moral del travelling y se erige en un artefacto bigger than life, en algo cuya densidad y prestancia escapa a todo juicio ético para pasar a ser un monumento solemne a la belleza más descarnada.
23 de octubre de 2009
23 de octubre de 2009
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Park Chan-wook es un desconocido para mi, no sabía quien es, y ahora casi que tampoco, pero debe tener las cosas claras a la hora ponerse tras la cámara. Todo un pim pam pum del cine.
Película coral, con un guión exigente, emocionante, tanto en hondura como en variedad, explora varios géneros, a ratos parece cómic, a ratos parece una tragedia griega, a ratos incluso languidece, pero hay calidad, emociona, revuelve y deja inquieto al espectador mientras le mece una buena banda sonora, clásica y sobria.
La película arranca con el protagonista, Oh Dae Su borracho en una comisaría, humillado, luego despierta en una celda anónima en la que pasa los siguientes quince años de su vida, para luego volver a la calle a recuperar parte de la identidad perdida, de las razones y de los responsables que le separaron de su mujer y de su hija.
A partir de ahí el ritmo es algo desigual, con un atmósfera lúgubre, y oscura el personaje principal va girando sobre si mismo para recuperar su propia historia, su memoria y finalmente a su hija.
Al final de postre la natural venganza, quince años robados bien lo justifican, aunque me queda la duda si el vengador queda realmente vengado.-
Película coral, con un guión exigente, emocionante, tanto en hondura como en variedad, explora varios géneros, a ratos parece cómic, a ratos parece una tragedia griega, a ratos incluso languidece, pero hay calidad, emociona, revuelve y deja inquieto al espectador mientras le mece una buena banda sonora, clásica y sobria.
La película arranca con el protagonista, Oh Dae Su borracho en una comisaría, humillado, luego despierta en una celda anónima en la que pasa los siguientes quince años de su vida, para luego volver a la calle a recuperar parte de la identidad perdida, de las razones y de los responsables que le separaron de su mujer y de su hija.
A partir de ahí el ritmo es algo desigual, con un atmósfera lúgubre, y oscura el personaje principal va girando sobre si mismo para recuperar su propia historia, su memoria y finalmente a su hija.
Al final de postre la natural venganza, quince años robados bien lo justifican, aunque me queda la duda si el vengador queda realmente vengado.-
22 de febrero de 2010
22 de febrero de 2010
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Saludos a tod@s.
Maravillosamente genial!
Fotografía exquisita, cambios de plano tremendamente impactantes, pero, sin llegar a ser desacordes, acompañamiento musical majestuoso, un papel principal impecable, un espectacular y escandaloso desenlace, hacen de "Oldboy" una de las obras más minuciosamente cuidadas e impactantes que he conocido.
Estremecedora historia que se va desvelando minuto a minuto, intensificando la duda en el espectador a través de espectaculares secuencias que se suceden una tras otra sin dar tiempo a recuperar el aliento.
Park Chan Wook nos muestra de éste modo la evolución de un ridículo y penoso personaje que a lo largo de la cinta va sumiéndose en la deseperación de la ignorancia, del desconocimiento, de la ira... Todo ello desemboca en una profundísima necesidad de veganza que no le permite ver más allá de su propio egoísmo.
Se la recomiendo a toda persona que sepa disfrutar del buen cine.
Maravillosamente genial!
Fotografía exquisita, cambios de plano tremendamente impactantes, pero, sin llegar a ser desacordes, acompañamiento musical majestuoso, un papel principal impecable, un espectacular y escandaloso desenlace, hacen de "Oldboy" una de las obras más minuciosamente cuidadas e impactantes que he conocido.
Estremecedora historia que se va desvelando minuto a minuto, intensificando la duda en el espectador a través de espectaculares secuencias que se suceden una tras otra sin dar tiempo a recuperar el aliento.
Park Chan Wook nos muestra de éste modo la evolución de un ridículo y penoso personaje que a lo largo de la cinta va sumiéndose en la deseperación de la ignorancia, del desconocimiento, de la ira... Todo ello desemboca en una profundísima necesidad de veganza que no le permite ver más allá de su propio egoísmo.
Se la recomiendo a toda persona que sepa disfrutar del buen cine.
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