Los padres de él
6.0
66,149
Comedia
Cuatro años después de que el enfermero Greg (alias Gaylord) Focker, durante un fin de semana en casa de sus suegros, se las ingeniara para perder el equipaje, provocar un incendio y pintar a un gato, por fin, ha conseguido ganarse la confianza de su suegro y todo son planes de boda. Sólo queda un pequeño escollo que superar: los futuros consuegros deben pasar un fin de semana juntos para conocerse mejor y, sobre todo, para que Jack, el ... [+]
4 de enero de 2009
4 de enero de 2009
30 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
La secuela de 'Los padres de ella' supera a su predecesora por varias razones: es más excéntrica y divertida y el reparto se engrandece con la presencia de una simpática Barbra Streisand y, sobre todo, un cachondísimo Dustin Hoffman.
El matrimonio que se suma a De Niro y señora esposa viene a ser el perfecto contrapunto moral y humorístico a pareja de tan tradicionales costumbres, chocando así con unos Fockers desatados en su suerte de familia neo-hippie extravagante.
No hay espacio para discurso ético y/o político alguno y ni siquiera para desarrollar una simpática historieta romántica. Sólo hay hueco para las bromas recurrentes, los chistes inesperados, los gags efectivos y los diálogos ágiles y divertidos. Y, la verdad, no se echa en falta otra cosa.
El film está servido según el esquema típico de esta clase de películas, no elude su condición de producto inequívocamente convencional, predecible, comercial y familiar, pero es que resulta que es tremendamente divertida, beneficiándose del previo conocimiento de cada personaje y sus relaciones personales y de la brutal eficacia de las ya mencionadas nuevas incorporaciones, que suponen un cómico y fuerte contraste del cual se derivan momentos ingeniosos y muchas risas.
Así pues, tenemos una cinta que ni sorprende ni inventa, y ni falta que la hace, porque pasa por ser un divertimento agradable, entrañable y muy entretenido, capaz de ofrecer risas e ingenio suficientes para dejar al espectador sin prejuicios muy satisfecho.
"- Ca-pu-lloo.
- Sí, lo sé... soy un capullo."
Puntuación: ***/5
PD: ustedes elijan la forma que más les guste para educar a su retoño, pero, por favor, no sean como tenientes salidos de 'La chaqueta metálica'. Y cuidado con las palabras que usan en su presencia... puede convertirse en un deslengüado... jiji.
El matrimonio que se suma a De Niro y señora esposa viene a ser el perfecto contrapunto moral y humorístico a pareja de tan tradicionales costumbres, chocando así con unos Fockers desatados en su suerte de familia neo-hippie extravagante.
No hay espacio para discurso ético y/o político alguno y ni siquiera para desarrollar una simpática historieta romántica. Sólo hay hueco para las bromas recurrentes, los chistes inesperados, los gags efectivos y los diálogos ágiles y divertidos. Y, la verdad, no se echa en falta otra cosa.
El film está servido según el esquema típico de esta clase de películas, no elude su condición de producto inequívocamente convencional, predecible, comercial y familiar, pero es que resulta que es tremendamente divertida, beneficiándose del previo conocimiento de cada personaje y sus relaciones personales y de la brutal eficacia de las ya mencionadas nuevas incorporaciones, que suponen un cómico y fuerte contraste del cual se derivan momentos ingeniosos y muchas risas.
Así pues, tenemos una cinta que ni sorprende ni inventa, y ni falta que la hace, porque pasa por ser un divertimento agradable, entrañable y muy entretenido, capaz de ofrecer risas e ingenio suficientes para dejar al espectador sin prejuicios muy satisfecho.
"- Ca-pu-lloo.
- Sí, lo sé... soy un capullo."
Puntuación: ***/5
PD: ustedes elijan la forma que más les guste para educar a su retoño, pero, por favor, no sean como tenientes salidos de 'La chaqueta metálica'. Y cuidado con las palabras que usan en su presencia... puede convertirse en un deslengüado... jiji.
10 de julio de 2008
10 de julio de 2008
27 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cambio radical. Estaba claro que si se pretendía continuar con la sobresaliente "Los padres de ella" no se podía repetir. Ya quedaría de más la preciosa casa de los Byrnes. Sobraban los cuñados, los Banks al completo, incluso sobraba que Gay-lo-follen (sí, lo escribo en castellano) fuese el invitado de la trama. Para ello se usó la idea de pasar la pelota al tejado Focker (ahora en ingles). Y realmente funcionó. No tanto como la primera, pero sí a una altura bastante decente.
De mi gusto habría dado a los padres de él una personalidad menos radical. Que desde el primer fotograma se viese que estaban como una regadera reducía el impacto de los encontronazos con .Jack Byrnes (De Niro), ya que el siguiente disparate se volvía predecible no sólo para el espectador, sino para el propio Byrnes.
Al gato también lo habría eliminado de la película; tuvo su pase en la primera pero aquí no pintaba nada de nada. Pero bueno, pese a todo es una gran película con la que el disfrute es mayor si se ve justo después de la primera entrega. En frío no tiene el mismo impacto.
El chiquillo, nieto de Jack, está graciosísimo. Es uno de los mayores aciertos ya que dio un juego tremendo (teta postiza, "capullo", signos...).
Nota: Como imagen de la película, me quedo con la muchacha que conduce el bus de animadoras y pide con cara de niña buena un intercambio de claxon. Retrocedí unas seis veces la imagen a ese instante... se me disparó el libido. :D
De mi gusto habría dado a los padres de él una personalidad menos radical. Que desde el primer fotograma se viese que estaban como una regadera reducía el impacto de los encontronazos con .Jack Byrnes (De Niro), ya que el siguiente disparate se volvía predecible no sólo para el espectador, sino para el propio Byrnes.
Al gato también lo habría eliminado de la película; tuvo su pase en la primera pero aquí no pintaba nada de nada. Pero bueno, pese a todo es una gran película con la que el disfrute es mayor si se ve justo después de la primera entrega. En frío no tiene el mismo impacto.
El chiquillo, nieto de Jack, está graciosísimo. Es uno de los mayores aciertos ya que dio un juego tremendo (teta postiza, "capullo", signos...).
Nota: Como imagen de la película, me quedo con la muchacha que conduce el bus de animadoras y pide con cara de niña buena un intercambio de claxon. Retrocedí unas seis veces la imagen a ese instante... se me disparó el libido. :D
3 de febrero de 2007
3 de febrero de 2007
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La segunda parte de “los padres de ella” bien viene a ser un digno ejemplo que destierra toda esta clase de tópicos que aunque basados en ciertas estadísticas no por ello dejan de serlo. Al increíble reparto de la magnífica comedia formado por Robert de Niro, Blythe Danner. Teri Polo y Ben Stiller se les une el otro matrimonio discordia. Este constituido por Dustin Hoffman y Barbra Streisand aporta un espléndido soplo de aire fresco a una cinta que se pudo quedar en mero compromiso comercial tras el éxito de la primera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Dicen que las secuelas nunca son buenas porque se limitar a explotar aquello que glorificó a las primeras pero hay más de una honrosa excepción cuyo nombre me reservo el derecho a ocultar. Más que nada para que cada uno saque sus propias conclusiones.
La segunda parte de “los padres de ella” bien viene a ser un digno ejemplo que destierra toda esta clase de tópicos que aunque basados en ciertas estadísticas no por ello dejan de serlo. Al increíble reparto de la magnífica comedia formado por Robert de Niro,Blythe Danner. Teri Polo y Ben Stiller se les une el otro matrimonio discordia. Este constituido por Dustin Hoffman y Barbra Streisand aporta un espléndido soplo de aire fresco a una cinta que se pudo quedar en mero compromiso comercial tras el éxito de la primera.
Si los padres de ella eran conservadores, recatados, amantes del buen gusto,” de la ley y el orden” y de los felinos,los Fucker( traducido al español por los “Follen”) son liberales, sin prejuicios, tolerantes y por supuesto amantes del sexo y de los cánidos. Es decir, una bomba de relojería a punto de estallar en la cara de los futuros esposos.
Y lo hace. ¡Vaya si lo hace! Altera la vida de los padres de ella hasta volverla del revés y da pie a numerosas situaciones y secuencias extremadamente divertidas. Para colmo de males, ella ya está embarazada y aparece un “supuesto” hijo del “pequeño Fucker” cuyas hilarantes consecuencias no se hacen esperar.
El guión es propio de una brillante comedia pero lo que genera talento renovado en ella es la interpretación de Dustin y Barbra. El ,un vitalista vegetariano y lleno de sentido del humor que choca frontalmente con la intolerancia y el recalcitrante conservadurismo del padre de la novia, un De Niro que a pesar de repetir registros no cansa al espectador, ella una sexóloga a la que le gusta expresarse con libertad y sin coacciones, tan vital e inteligente como su esposo y opuesta por completo a la casta sobriedad y serenidad de Blythe Danner.
Es cierto que hay gags prescindibles y algún que otro chiste demasiado obvio pero el conjunto resulta ser un puzzle perfecto con un final complaciente pero no por ello menos divertido y sólido. Esta vez no es Ben Stiller y sus payasadas el foco sobre el que gira el hilo argumental sino la oposición entre los dos matrimonios, las dos Américas y la evolución de una convivencia imposible que se va tornando llevadera y finalmente dichosa.
A destacar el genio de Ben Stiller, uno de los mejores cómicos del momento cuyos méritos (por desgracia en la comedia es habitual) , le costará reconocer a la estirada Academia de Hollywood.
Pero, ¿quién ha dicho que hacer reir es fácil? Y en un mundo como en el que vivimos menos….
La segunda parte de “los padres de ella” bien viene a ser un digno ejemplo que destierra toda esta clase de tópicos que aunque basados en ciertas estadísticas no por ello dejan de serlo. Al increíble reparto de la magnífica comedia formado por Robert de Niro,Blythe Danner. Teri Polo y Ben Stiller se les une el otro matrimonio discordia. Este constituido por Dustin Hoffman y Barbra Streisand aporta un espléndido soplo de aire fresco a una cinta que se pudo quedar en mero compromiso comercial tras el éxito de la primera.
Si los padres de ella eran conservadores, recatados, amantes del buen gusto,” de la ley y el orden” y de los felinos,los Fucker( traducido al español por los “Follen”) son liberales, sin prejuicios, tolerantes y por supuesto amantes del sexo y de los cánidos. Es decir, una bomba de relojería a punto de estallar en la cara de los futuros esposos.
Y lo hace. ¡Vaya si lo hace! Altera la vida de los padres de ella hasta volverla del revés y da pie a numerosas situaciones y secuencias extremadamente divertidas. Para colmo de males, ella ya está embarazada y aparece un “supuesto” hijo del “pequeño Fucker” cuyas hilarantes consecuencias no se hacen esperar.
El guión es propio de una brillante comedia pero lo que genera talento renovado en ella es la interpretación de Dustin y Barbra. El ,un vitalista vegetariano y lleno de sentido del humor que choca frontalmente con la intolerancia y el recalcitrante conservadurismo del padre de la novia, un De Niro que a pesar de repetir registros no cansa al espectador, ella una sexóloga a la que le gusta expresarse con libertad y sin coacciones, tan vital e inteligente como su esposo y opuesta por completo a la casta sobriedad y serenidad de Blythe Danner.
Es cierto que hay gags prescindibles y algún que otro chiste demasiado obvio pero el conjunto resulta ser un puzzle perfecto con un final complaciente pero no por ello menos divertido y sólido. Esta vez no es Ben Stiller y sus payasadas el foco sobre el que gira el hilo argumental sino la oposición entre los dos matrimonios, las dos Américas y la evolución de una convivencia imposible que se va tornando llevadera y finalmente dichosa.
A destacar el genio de Ben Stiller, uno de los mejores cómicos del momento cuyos méritos (por desgracia en la comedia es habitual) , le costará reconocer a la estirada Academia de Hollywood.
Pero, ¿quién ha dicho que hacer reir es fácil? Y en un mundo como en el que vivimos menos….
20 de febrero de 2023
20 de febrero de 2023
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es algo mejor que la primera. Se ve a la perfección las diferencias que hay entre los suegros por lo diferentes que son ja, ja, ja aunque aquí se ve que Robert de Miro se quedó algo solo por pecar de antiguo. Momentos colosales como el de la teta postiza, el perro y el gato dándole al tema y lo del suero de la verdad jajaja. A ver como será la tercera película de la saga, pero por ahora, esta es la mejor.
-Hay momentos de un poco de humor verde, pero se puede permitir y seguir siendo una buena película para verla en compañía, con amigos y en un gran día. Robert De Niro es muy buen actor y aquí lo vuelve a hacer de fábula. Benardo en su línea y algo reprochable que duró algo de demás la película pero bueno. Recomendable verla si te gusta este tipo de humor-
-Hay momentos de un poco de humor verde, pero se puede permitir y seguir siendo una buena película para verla en compañía, con amigos y en un gran día. Robert De Niro es muy buen actor y aquí lo vuelve a hacer de fábula. Benardo en su línea y algo reprochable que duró algo de demás la película pero bueno. Recomendable verla si te gusta este tipo de humor-
1 de junio de 2010
1 de junio de 2010
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como ya es regla en la industria cinematográfica, cuando una película tiene éxito no tarda demasiado tiempo en aparecer la "secuela" o continuación. Este es el caso de "La familia de mi novia" que en el 2000 recaudó millones de dólares en todo el mundo. Luego de cuatro años y con el mismo director de aquella taquillera experiencia, Jay Roach, retoma en "Meet the Fockers" -tal el título original- la historia de la pareja de Greg y su prometida Pam. La joven tiene una familia muy controladora, ya que su padre (Jack Byrnes, interpretado por Robert De Niro) es un agente retirado de la CIA, identidad encubierta bajo la apacible actividad de horticultor.
Como a pesar de todas las objeciones familiares y demás obstáculos, los planes de boda de los jóvenes son inminentes, ha llegado el momento de conocer a los padres del novio. Y aquí está el conflicto principal, porque se trata de juntar al agua con el aceite, ya que los padres de Greg (encarnados nada menos que por Dustin Hoffman y Barbra Streisand), son una delirante pareja de hippies tardíos muy alejados de la respetable imagen de abogado y médica que de ellos tiene el rígido Jack. Los futuros consuegros deben conocerse y pasar un fin de semana juntos, y con ese objetivo parten en un coche-casa con carrocería reforzada a visitar la isla donde viven los Focker. El filme narra las 48 horas de ese encuentro, donde en desopilantes situaciones saldrán a la luz unos cuantos secretos guardados "como esqueletos en el closet", según grafica el inquisidor Mr. Byrnes, en un pronóstico del cual tampoco él no se verá excluido, aunque sus cámaras y micrófonos ocultos, junto con otros métodos aún más coercitivos no aportarán soluciones sino hilarantes confusiones.
La producción de este filme cuenta con una atractiva fotografía, una música adecuada, más de un guionista para sostener la historia, pero su punto fuerte reside en la constelación de actores reunidos en el elenco. Estos aportan su consumado oficio para componer actuaciones convincentes aunque muy alejadas de los tonos dramáticos de Perdidos en la noche, The Mission o El príncipe de las mareas; en los que Hoffman, De Niro y Streisand, respectivamente, ponían a la luz otras facetas de su versatilidad para componer personajes más densos y profundos. Una fórmula efectiva que puede sintetizarse en: muchas estrellas, muchas carcajadas pero... pocas luces que al menos implosionan como chispas en torno del pequeño nieto que Jack cuida y educa con particulares métodos, y los alucinantes gags entre el circunspecto gato de Byrnes y el erotizado perrito de los Fockers que se llevan las risas más justificadas en esta película rodada en la administración Bush.
Como a pesar de todas las objeciones familiares y demás obstáculos, los planes de boda de los jóvenes son inminentes, ha llegado el momento de conocer a los padres del novio. Y aquí está el conflicto principal, porque se trata de juntar al agua con el aceite, ya que los padres de Greg (encarnados nada menos que por Dustin Hoffman y Barbra Streisand), son una delirante pareja de hippies tardíos muy alejados de la respetable imagen de abogado y médica que de ellos tiene el rígido Jack. Los futuros consuegros deben conocerse y pasar un fin de semana juntos, y con ese objetivo parten en un coche-casa con carrocería reforzada a visitar la isla donde viven los Focker. El filme narra las 48 horas de ese encuentro, donde en desopilantes situaciones saldrán a la luz unos cuantos secretos guardados "como esqueletos en el closet", según grafica el inquisidor Mr. Byrnes, en un pronóstico del cual tampoco él no se verá excluido, aunque sus cámaras y micrófonos ocultos, junto con otros métodos aún más coercitivos no aportarán soluciones sino hilarantes confusiones.
La producción de este filme cuenta con una atractiva fotografía, una música adecuada, más de un guionista para sostener la historia, pero su punto fuerte reside en la constelación de actores reunidos en el elenco. Estos aportan su consumado oficio para componer actuaciones convincentes aunque muy alejadas de los tonos dramáticos de Perdidos en la noche, The Mission o El príncipe de las mareas; en los que Hoffman, De Niro y Streisand, respectivamente, ponían a la luz otras facetas de su versatilidad para componer personajes más densos y profundos. Una fórmula efectiva que puede sintetizarse en: muchas estrellas, muchas carcajadas pero... pocas luces que al menos implosionan como chispas en torno del pequeño nieto que Jack cuida y educa con particulares métodos, y los alucinantes gags entre el circunspecto gato de Byrnes y el erotizado perrito de los Fockers que se llevan las risas más justificadas en esta película rodada en la administración Bush.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recuerdo haber visto esta película en una sala llena de bote a bote que festejaba a risotadas cada gag y que esas carcajadas llegaban a su clímax en una escena escatológica. Recuerdo también haberme preguntado por qué ese mismo público no acompaña películas que nos dejan algo más que una alegría fugaz y pochoclera.
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