Una película de Minecraft
2025 

4.6
2,346
Fantástico. Aventuras. Comedia
Bienvenido al mundo de Minecraft, donde la creatividad no sólo ayuda a crear, sino que es esencial para la supervivencia. Cuatro inadaptados -Garrett "El Basurero" Garrison (Momoa), Henry (Hansen), Natalie (Myers) y Dawn (Brooks)- se encuentran luchando con problemas ordinarios cuando de repente se ven arrastrados a través de un misterioso portal al Mundo Exterior: un extraño país de las maravillas cúbico que se nutre de la imaginación. ... [+]
4 de abril de 2025
4 de abril de 2025
78 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viendo "Una película de Minecraft" en el cine me he sentido un poco como Carl cuando desde el porche de su casa ve pasar la vida y se siente ajeno a ella, o como Clint Eastwood frunciendo el ceño al observar a sus vecinos en "Gran Torino". No es que me haya pasado ahora por primera vez pero está claro que definitivamente, hay cosas que ya me han pasado de largo y la prueba la tengo en el propio contexto de la proyección de la película: a llegar los créditos, niños y padres aplaudieron como no escuchaba desde el "Vengadores reuníos" o la aparición de Han Solo en "El despertar de la fuerza", y mi sobrino de 11 años me confesó que ésta era -junto a Sonic- su nueva película favorita. Yo, he de admitir, la toleré a grandes rasgos y seguramente me olvide de ella hasta que salga su inevitable (y ya anticipada) secuela.
¿Pero es TAN mala? Lo cierto es que no, porque en 2025 es prácticamente imposible hacer mal un blockbuster salvo que te llames Disney y quieras seguir cavando tu tumba con decisiones cuestionables. Es una fórmula funcional: tirar de la nostalgia a nivel estructural para que los adultos no sufran acompañando a sus retoños y lanzar guiños y referencias a la obra original (en este caso el videojuego Minecraft, uno de los más vendidos de la historia). Así, igual que el Steve de Jack Black tiene un póster de Los Goonies en la pared de su cuarto, todo huele a ese estilo de cine ochentero del que han bebido durante décadas obras tan exitosas como "Stranger Things" o intentos como "Super 8", con el añadido virtual-gaming de los reboots de Jumanji, Pixels y derivados.
El problema -o varios de ellos- vienen de lo siguiente, y es que ni Jared Hess es Robert Zemeckis, Joe Dante o Rob Reiner, ni Momoa y Black (los mejores del casting sin duda alguna) tienen tanta fuerza como para elevar un guión repleto de conveniencias, con arquetipos de personaje completamente sobados y que funcionan por pura fuerza bruta, esto es, porque los hemos visto en mil situaciones y son de probada eficacia. Y con todo el mayor crimen que comete "Una película de Minecraft" es así traicionar la pura esencia de la obra en la que se basa: la imaginación. Es una película carente de creatividad, donde todo parece hecho con un molde o, en términos del propio título, con una mesa de crafteo en la que no hay ensayo y error, sino que tienes por defecto marcadas todas las recetas y no hay espacio para la experimentación.
Con un CGi cuestionable y unos cromas escandalosos, al menos la recreación del mundo, diseño de las criaturas y alguna escena aislada están moderadamente bien e insisto, es entretenida y meramente funcional, pero hasta ahí. Seguramente habría sido mejor si fuera de animación pura y sin personajes humanos porque el contraste no sería tan exagerado y aún con eso, apenas rozaría el aprobado. Pero eso soy yo, claro, que no esperaba precisamente Ciudadano Kane pero sí algo con un poco más de cuerpo, no sé, una Las crónicas de Spiderwick o Un puente hacia Terabithia, por ejemplo. Aunque de todas maneras volviendo al primer párrafo no puedo negar que parece que para su público potencial está claro que ha dado en el clavo.
Así que en resumen, y esto es para celebrarlo, no es la abominación que parecían los tráilers. Teniendo en cuenta la casi imposibilidad de adaptar Minecraft sin liarla (lo más decente sin ser gran cosa había sido Minecraft Story Mode de Telltale, y se desinfló en su segunda temporada), al menos sin arriesgar un ápice han hecho algo con lo que salir del paso o, a juzgar por los vítores y aplausos, quién sabe si un futuro clásico generacional.
¿Pero es TAN mala? Lo cierto es que no, porque en 2025 es prácticamente imposible hacer mal un blockbuster salvo que te llames Disney y quieras seguir cavando tu tumba con decisiones cuestionables. Es una fórmula funcional: tirar de la nostalgia a nivel estructural para que los adultos no sufran acompañando a sus retoños y lanzar guiños y referencias a la obra original (en este caso el videojuego Minecraft, uno de los más vendidos de la historia). Así, igual que el Steve de Jack Black tiene un póster de Los Goonies en la pared de su cuarto, todo huele a ese estilo de cine ochentero del que han bebido durante décadas obras tan exitosas como "Stranger Things" o intentos como "Super 8", con el añadido virtual-gaming de los reboots de Jumanji, Pixels y derivados.
El problema -o varios de ellos- vienen de lo siguiente, y es que ni Jared Hess es Robert Zemeckis, Joe Dante o Rob Reiner, ni Momoa y Black (los mejores del casting sin duda alguna) tienen tanta fuerza como para elevar un guión repleto de conveniencias, con arquetipos de personaje completamente sobados y que funcionan por pura fuerza bruta, esto es, porque los hemos visto en mil situaciones y son de probada eficacia. Y con todo el mayor crimen que comete "Una película de Minecraft" es así traicionar la pura esencia de la obra en la que se basa: la imaginación. Es una película carente de creatividad, donde todo parece hecho con un molde o, en términos del propio título, con una mesa de crafteo en la que no hay ensayo y error, sino que tienes por defecto marcadas todas las recetas y no hay espacio para la experimentación.
Con un CGi cuestionable y unos cromas escandalosos, al menos la recreación del mundo, diseño de las criaturas y alguna escena aislada están moderadamente bien e insisto, es entretenida y meramente funcional, pero hasta ahí. Seguramente habría sido mejor si fuera de animación pura y sin personajes humanos porque el contraste no sería tan exagerado y aún con eso, apenas rozaría el aprobado. Pero eso soy yo, claro, que no esperaba precisamente Ciudadano Kane pero sí algo con un poco más de cuerpo, no sé, una Las crónicas de Spiderwick o Un puente hacia Terabithia, por ejemplo. Aunque de todas maneras volviendo al primer párrafo no puedo negar que parece que para su público potencial está claro que ha dado en el clavo.
Así que en resumen, y esto es para celebrarlo, no es la abominación que parecían los tráilers. Teniendo en cuenta la casi imposibilidad de adaptar Minecraft sin liarla (lo más decente sin ser gran cosa había sido Minecraft Story Mode de Telltale, y se desinfló en su segunda temporada), al menos sin arriesgar un ápice han hecho algo con lo que salir del paso o, a juzgar por los vítores y aplausos, quién sabe si un futuro clásico generacional.
6 de abril de 2025
6 de abril de 2025
27 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Quién es el espectador objetivo de este filme? Esto es fundamental para valorarlo. Hoy, en la sala de cine, a las 17:00, estaba lleno de niños de menos de 10 años y sus padres acompañándolos. Y, por los gritos y las risas que daban, parece que se lo han pasado bien. En mi misma fila se ha sentado un chavalito de unos 7 años que ha venido equipado con una espada y un pico de Minecraft.
La película es mala. Sí, eso no hay duda. Pero su público se lo ha pasado pipa. Una taquilla de 157 millones de $ llevan recaudados en los EE.UU. en estos días. Ya ha recuperado su inversión de 150 millones. Ayuda a ello que no se trata de una película seria, sino de una gamberrada, de una parodia.
Toma elementos de varios filmes como son "Jumanji" (en sus últimas entregas), con algo de "El Señor de los Anillos" y de "Warcraft: el origen", pero sin esa carga dramática. La presencia de Jake Black haciendo, como siempre, de si mismo, histrión donde los haya y hasta cantando, junto a un Momoa irreconocible, en modo descerebrado simpático, también hace que los niños se lo pasen bien, porque el resto del elenco es penoso tanto en el fondo como en la forma.
Si seguimos haciendo un ejercicio de cinefilia reconoceremos detallitos de otros filmes, además de los mencionados; así el salón de juegos electrónicos de Momoa nos puede recordar al del padre del protagonista de "Tron: legacy" y los combates entre un golem de hierro muy particular y un monstruo gigante nos puede recordar a los filmes de "Transformers" o a "Pacific Rim". Y un pueblo con unas gentes que parecen escapados del Springfield de "Los Simpson", pero con una fábrica de patatas fritas y no con una central nuclear. Pero toda esta cinefilia está pasada por el tamiz cómico e irreverente del equipo ZAZ, el de "Aterriza como puedas". Esta película no puede tomarse en serio.
Mención aparte supone el infame vestuario de los actores: SI ya es horrorosa la cazadora rosa de Momoa, el chandal de tactel de yonqui que lleva la afroamericana con sobrepeso es de esos que se aparecen en tus pesadillas. Y sí, tenemos doctrina woke, desde la afroamericana de cupo hasta el empoderamiento femenino de garrafón, junto a la estupidez masculina.
¿Fiel al juego? Tanto como "Dragonball: Evolution" al manga. Llevo años jugando y, francamente, hubiese preferido una historia de animación sin humanos infiltrados. Una aventura del Steve del juego. Si se ha hecho con los legos con éxito, ¿porqué no iba a funcionar? Hay cobardía en Hollywood.
Trama tonta, bromas infantiles. Pero entretiene. Y amenazan con una segunda parte.
Le doy un cinco porque pienso en los niños que he visto y en el chavalito de la espada. Han disfrutado. Por ellos.
La película es mala. Sí, eso no hay duda. Pero su público se lo ha pasado pipa. Una taquilla de 157 millones de $ llevan recaudados en los EE.UU. en estos días. Ya ha recuperado su inversión de 150 millones. Ayuda a ello que no se trata de una película seria, sino de una gamberrada, de una parodia.
Toma elementos de varios filmes como son "Jumanji" (en sus últimas entregas), con algo de "El Señor de los Anillos" y de "Warcraft: el origen", pero sin esa carga dramática. La presencia de Jake Black haciendo, como siempre, de si mismo, histrión donde los haya y hasta cantando, junto a un Momoa irreconocible, en modo descerebrado simpático, también hace que los niños se lo pasen bien, porque el resto del elenco es penoso tanto en el fondo como en la forma.
Si seguimos haciendo un ejercicio de cinefilia reconoceremos detallitos de otros filmes, además de los mencionados; así el salón de juegos electrónicos de Momoa nos puede recordar al del padre del protagonista de "Tron: legacy" y los combates entre un golem de hierro muy particular y un monstruo gigante nos puede recordar a los filmes de "Transformers" o a "Pacific Rim". Y un pueblo con unas gentes que parecen escapados del Springfield de "Los Simpson", pero con una fábrica de patatas fritas y no con una central nuclear. Pero toda esta cinefilia está pasada por el tamiz cómico e irreverente del equipo ZAZ, el de "Aterriza como puedas". Esta película no puede tomarse en serio.
Mención aparte supone el infame vestuario de los actores: SI ya es horrorosa la cazadora rosa de Momoa, el chandal de tactel de yonqui que lleva la afroamericana con sobrepeso es de esos que se aparecen en tus pesadillas. Y sí, tenemos doctrina woke, desde la afroamericana de cupo hasta el empoderamiento femenino de garrafón, junto a la estupidez masculina.
¿Fiel al juego? Tanto como "Dragonball: Evolution" al manga. Llevo años jugando y, francamente, hubiese preferido una historia de animación sin humanos infiltrados. Una aventura del Steve del juego. Si se ha hecho con los legos con éxito, ¿porqué no iba a funcionar? Hay cobardía en Hollywood.
Trama tonta, bromas infantiles. Pero entretiene. Y amenazan con una segunda parte.
Le doy un cinco porque pienso en los niños que he visto y en el chavalito de la espada. Han disfrutado. Por ellos.
4 de abril de 2025
4 de abril de 2025
57 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como crítico de cine no profesional estoy en mi derecho a expresar mi decepción sobre esta blasfemia contra el séptimo arte. Antes de todo, me sorprende que los responsables de esta película no estén vetados por la UNESCO como amenaza cultural, porque desde 2001 no veía semejante crimen contra la humanidad, lo único que esto no es terrorismo visual, es directamente una agresión premeditada al sentido común que te deja el alma hecha cubitos. Si entra Tarantino aquí se arranca los ojos con una cucharilla de postre.
Más de hora y media esperando a que ocurra algo que no duela, y para mi sorpresa, lo único que ocurrió fue una sucesión de escenas tan bochornosas que harían llorar a un cactus. Un guion que parece escrito por un aldeano, una historia que no sabe si va o viene, y un final donde todos se ponen a bailar como si eso fuera una boda de borrachos, pero sin alcohol y sin gracia.
Jason Momoa está ahí porque le han prometido un bocata lomo al terminar y Jack Black no funciona ni como elemento cómico. Lo peor de todo es que esto intenta ser gracioso, emotivo y épico a la vez, pero me entretiene más comer sin ver YouTube.
Más de hora y media esperando a que ocurra algo que no duela, y para mi sorpresa, lo único que ocurrió fue una sucesión de escenas tan bochornosas que harían llorar a un cactus. Un guion que parece escrito por un aldeano, una historia que no sabe si va o viene, y un final donde todos se ponen a bailar como si eso fuera una boda de borrachos, pero sin alcohol y sin gracia.
Jason Momoa está ahí porque le han prometido un bocata lomo al terminar y Jack Black no funciona ni como elemento cómico. Lo peor de todo es que esto intenta ser gracioso, emotivo y épico a la vez, pero me entretiene más comer sin ver YouTube.
5 de abril de 2025
5 de abril de 2025
29 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una peli en la línea de lo que hace mojang, meter mucho hype para sacar una mierda del tamaño de la giralda, la peli dura una hora y media la cual se basa en mirar la pantalla con cara de indiferencia y pensando en que cojones hago dentro de esta sala rodeado de niños de 12 años (como máximo) con espadas de diamante de juguete y con capas o sudaderas de Minecraft. Recomiendo ir a verla en la sesión de las 16:00, así te echas una siesta después de comer.
24 de abril de 2025
24 de abril de 2025
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película de Minecraft es, ante todo, un producto claramente enfocado al público infantil y familiar. Su mayor virtud es que resulta amena y fácil de ver, ideal para una tarde de cine con peques, pero no va mucho más allá de eso.
El humor es bastante tontorrón, con escenas sobreactuadas que, si bien arrancarán risas entre los más pequeños, pueden resultar algo cargantes para los adultos. Jack Black como Steve lo da todo (quizá demasiado), con una interpretación pasada de rosca que, dependiendo del espectador, puede hacer gracia o cansar rápido. Por otro lado, Jason Momoa parece estar disfrutando como un niño y eso se nota: su energía y carisma le dan vidilla a la película.
Uno de los puntos que más prometía —la idea de fomentar la creatividad, tan propia del juego original— queda algo diluido. Se menciona, se insinúa, pero nunca se desarrolla con verdadero peso o intención. Es como si la película jugara a construir, pero solo con piezas muy grandes y sin demasiados detalles.
En resumen: un film para pasar el rato, simpático y con momentos divertidos, pero que apenas rasca la superficie de lo que Minecraft podría haber ofrecido como universo narrativo. Ideal para verla en familia, aunque los fans del juego probablemente se queden con ganas de mucho más.
El humor es bastante tontorrón, con escenas sobreactuadas que, si bien arrancarán risas entre los más pequeños, pueden resultar algo cargantes para los adultos. Jack Black como Steve lo da todo (quizá demasiado), con una interpretación pasada de rosca que, dependiendo del espectador, puede hacer gracia o cansar rápido. Por otro lado, Jason Momoa parece estar disfrutando como un niño y eso se nota: su energía y carisma le dan vidilla a la película.
Uno de los puntos que más prometía —la idea de fomentar la creatividad, tan propia del juego original— queda algo diluido. Se menciona, se insinúa, pero nunca se desarrolla con verdadero peso o intención. Es como si la película jugara a construir, pero solo con piezas muy grandes y sin demasiados detalles.
En resumen: un film para pasar el rato, simpático y con momentos divertidos, pero que apenas rasca la superficie de lo que Minecraft podría haber ofrecido como universo narrativo. Ideal para verla en familia, aunque los fans del juego probablemente se queden con ganas de mucho más.
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