Carreras sofocantesCortometraje
1914 

5.6
607
Comedia
Chaplin interpreta a un espectador de una carrera de autos infantiles en una playa de Los Angeles llamada Venecia. Un camarógrafo está filmando la carrera, pero el espectador insiste en aparecer en la película; lo echan, vuelve, se interrumpe la filmación, complica la carrera y causa gran frustración entre el público y los participantes. (FILMAFFINITY)
23 de julio de 2011
23 de julio de 2011
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos directores del cine cómico rodaban en eventos reales. Henry Lehrman era uno de ellos y rodó poniendo al pesado de Charlot junto a los coches. No da para mucho el corto ya que es un nota haciéndose el gracioso para poder chupar cámara. Claro que al pesado y chupa cámara le auguro un gran porvenir en el cine. Y Mack Swain no sale por aquí pero les aseguro que sale en La quimera del oro.
14 de junio de 2013
14 de junio de 2013
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
En sí, este corto es bastante malo; si el protagonista no fuese Chaplin, ni llegaría al suspenso; si ésta fuera la trigesimoséptima película de Chaplin, tampoco.
Pero el caso es que ésta es la primera vez que Chaplin aparece en el papel de vagabundo, el personaje que, salvo excepciones, no abandonaría hasta 1936, con Tiempos Modernos. Me parece interesantísimo y muy recomendable contemplar esta versión primitiva, tan poco desarrollada, tan diferente y rara; por las caras, gestos, aspavientos y forma de comportarse, hasta parece más un imitador de charlot que el propio charlot. Produce una sensación extraña, pero que sabrán apreciar todos los seguidores de este grandísimo artista. Con este corto, uno comprende que la naturalidad perfecta de la actuación de Chaplin en sus posteriores obras maestras es mucho más compleja de lo que a simple vista parece.
En cuanto al corto, pues eso, no tiene ni pizca de gracia y no es más que el mismo "sketch" una y otra vez.
Pero el caso es que ésta es la primera vez que Chaplin aparece en el papel de vagabundo, el personaje que, salvo excepciones, no abandonaría hasta 1936, con Tiempos Modernos. Me parece interesantísimo y muy recomendable contemplar esta versión primitiva, tan poco desarrollada, tan diferente y rara; por las caras, gestos, aspavientos y forma de comportarse, hasta parece más un imitador de charlot que el propio charlot. Produce una sensación extraña, pero que sabrán apreciar todos los seguidores de este grandísimo artista. Con este corto, uno comprende que la naturalidad perfecta de la actuación de Chaplin en sus posteriores obras maestras es mucho más compleja de lo que a simple vista parece.
En cuanto al corto, pues eso, no tiene ni pizca de gracia y no es más que el mismo "sketch" una y otra vez.
13 de mayo de 2012
13 de mayo de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda aparición de Charlot, esta vez en unas carreras de coches. Charlot se pone constantemente delante de la cámara en plan toca pelotas y chupón de cámara. El argumento es una carrera de coches y un camarógrafo filmando; Charlot se pone delante de la cámara y es expulsado no se cuantas veces. El rodaje es en exterior totalmente y la gente se ve como mira fijamente a la cámara en varios planos generales.
La duración del mismo no es de 11 minutos, sino de 6.
Un corto bastante insustancial salvo por la aparición de Chaplin.
La duración del mismo no es de 11 minutos, sino de 6.
Un corto bastante insustancial salvo por la aparición de Chaplin.
13 de marzo de 2014
13 de marzo de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Año 1914. En un pequeño lugar de Los ángeles llamado Venice se celebra una pequeña competición de coches en la que los conductores son niños. Henry Lehrman el director del cortometraje, de apenas seis minutos de duración, pretende registrar la competición que tiene lugar, pero un molesto miembro del público interrumpe continuamente la filmación, impidiendo que las cámaras registren la carrera. El molesto personaje es ni más ni menos que Charles Chaplin, que decide ponerse en medio de los planos para tratar de aparecer continuamente en la pantalla. Obviamente, el cortometraje está realizado realmente para el lucimiento del actor cómico, aunque precisamente uno de los aspectos más interesantes de Carreras sofocantes es como juega el guión escrito por ambos, Lehrman y Chaplin, con las múltiples dimensiones fílmicas. De hecho durante todo el cortometraje la intención del film es aparentemente el registro de la carrera (por eso los intertítulos de texto hacen referencia únicamente a esta, y el propio director de la película, Henry Lehrman, aparece en esta también como el director que quiere grabar la carrera), y tratar de hacer pasar las apariciones molestas de Chaplin como un asunto real. Ciertamente el film es bastante insólito dentro de la filmografía del actor británico.
20 de septiembre de 2012
20 de septiembre de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y no me refiero al protagonista si no que Charlot representa al pesado de turno que intenta robar planos en todo momento. El corto es un día en las carreras de vehículos propulsados sin motor (gracias a la fuerza de una rampa en la carretera), y al protagonista (Charlot) metiéndose en los planos del cámara que intenta grabar dicha carrera. Observamos que el director vuelve a introducir la grabación de una película dentro de la propia película como ya hizo anteriormente en "Charlot periodista".
El corto no es gran cosa, aunque si bien es cierto que atrae hasta el final viendo los empujones que recibe Charlot de un cámara cada vez más enfadado.
El corto no es gran cosa, aunque si bien es cierto que atrae hasta el final viendo los empujones que recibe Charlot de un cámara cada vez más enfadado.
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