Distraída película de aventuras, que también se puede inscribir en el género fantástico por aquello de la alfombra mágica.
Se trata de una indudable serie B, con gran colorido y bonito vestuario y dirección artística. Sin embargo el guión está lleno de tópicos y las situaciones no tienen gran imaginación.
Lew Landers dirige rutinariamente y la cinta resulta de lo más convencional, por lo que, no aburre, conste, pero se olvida con facilidad.
A destacar la belleza de todas las chicas que salen, incluyendo a la siempre agradable Lucille Ball.
No tiene mucho que rascar la peli.

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