Aisha
6.4
761
Drama
Una joven nigeriana busca asilo internacional en Irlanda. Atrapada en el limbo durante años en el sistema de inmigración irlandés, Aisha Osagie desarrolla una amistad con el exprisionero Conor Healy, a quien conoce en uno de los centros de alojamiento. La creciente amistad de Aisha y Conor pronto parece ser efímera, ya que el futuro de Aisha en Irlanda se ve amenazado. (FILMAFFINITY)
30 de junio de 2023
30 de junio de 2023
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al comienzo de la película se indica cómo la colaboración con solicitantes de asilo en la República de Irlanda y las experiencias reales de varias personas han sido cruciales para su realización. Esto acaba viéndose reflejado en una historia filmada con tacto y desde el absoluto respeto, además de en la inclusión de algún momento cercano al documental que permite afianzar en nuestra realidad cercana la veracidad de los hechos mostrados.
"Aisha" se configura con un marcado componente social y político que puede llegar a recordar al cine de Ken Loach –pese a sus marcadas diferencias–. Desde su primera escena, se marca el tono que mantendrá durante todo el metraje. En ella, una expulsión del aula donde se estaba practicando una clase de danza sirve casi como símil del trato hacia inmigrantes y refugiados: la ausencia de un espacio donde ser y permanecer. Eso se va desarrollando a través del entorno de Aisha y, lentamente, desde su propia experiencia individual, con una cámara que cada vez se le acerca más y unos planos más centrados en su semblante preocupado. Poco a poco, la película va desvelando la falsa caridad de la burocracia, la superioridad moral frente a la mínima insubordinación, el trato de desigualdad y, sobre todo, la imposibilidad de muchas personas en busca de una nueva vida de ser dotadas con opciones de futuro.
Frank Berry consigue no caer en un drama emocionalmente edulcorado y aproximarse desde una voluntad casi testimonial, a pesar de la dureza incuestionable de la temática planteada que, asimismo, se maneja desde un uso hábil del fuera de campo. Además, ese mismo respeto e interés, que se transmite con el relato, emana también de las actuaciones protagonistas de Letitia Wright y Josh O’Connor. Ese vínculo de amistad, que evoluciona hacia el romance, equilibra un constante diálogo entre ciertas problemáticas sociales que afectan sendas vidas con una bondad esperanzadora e inspiradora.
www.contraste.info
"Aisha" se configura con un marcado componente social y político que puede llegar a recordar al cine de Ken Loach –pese a sus marcadas diferencias–. Desde su primera escena, se marca el tono que mantendrá durante todo el metraje. En ella, una expulsión del aula donde se estaba practicando una clase de danza sirve casi como símil del trato hacia inmigrantes y refugiados: la ausencia de un espacio donde ser y permanecer. Eso se va desarrollando a través del entorno de Aisha y, lentamente, desde su propia experiencia individual, con una cámara que cada vez se le acerca más y unos planos más centrados en su semblante preocupado. Poco a poco, la película va desvelando la falsa caridad de la burocracia, la superioridad moral frente a la mínima insubordinación, el trato de desigualdad y, sobre todo, la imposibilidad de muchas personas en busca de una nueva vida de ser dotadas con opciones de futuro.
Frank Berry consigue no caer en un drama emocionalmente edulcorado y aproximarse desde una voluntad casi testimonial, a pesar de la dureza incuestionable de la temática planteada que, asimismo, se maneja desde un uso hábil del fuera de campo. Además, ese mismo respeto e interés, que se transmite con el relato, emana también de las actuaciones protagonistas de Letitia Wright y Josh O’Connor. Ese vínculo de amistad, que evoluciona hacia el romance, equilibra un constante diálogo entre ciertas problemáticas sociales que afectan sendas vidas con una bondad esperanzadora e inspiradora.
www.contraste.info
26 de mayo de 2023
26 de mayo de 2023
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un drama muy sensible con una historia sencilla que consigue conmoverte hasta el final.
Seguimos el día a día de una inmigrante de Nigeria llamada Aisha, está buscando asilo en Irlanda, ya que a su padre y a su hermano los mataron por unas deudas. Trabaja como peluquera y trata de no causar problemas. Sin embargo, se encuentra a merced de los funcionarios que no hacen más que ponerle trabas a su papeleo. Tras entablar amistad con Connor, un guardia de seguridad que trabaja en el piso de alojamiento donde reside, comienza a vislumbrar algo de luz con su apoyo...
El escritor y director Frank Berry nos hace reflexionar con este drama de los obstáculos de una joven emigrante a la hora de labrarse un futuro en otro país, con un estilo muy parecido al cine, denuncia de Ken Loach (recuerda un poco a Yo Daniel Blake) la cámara consigue captar la difícil situación por la que pasan estas personas sin tener un atisbo de esperanza.
Con gran desesperación y melancolía, la actriz vista últimamente en Black Panther "Wakanda Forever" Letitia Wright sorprende con este papel tan íntimo y a la vez desgarrador, y con muy pocas palabras consigue que te hundas con ella en su trágica vida.
Posiblemente, es un film difícil de digerir, ya que dista de ser una historia inspiradora y esperanzadora. Si no que es mucho más realista de lo que podamos imaginar.
Destino Arrakis.com
Seguimos el día a día de una inmigrante de Nigeria llamada Aisha, está buscando asilo en Irlanda, ya que a su padre y a su hermano los mataron por unas deudas. Trabaja como peluquera y trata de no causar problemas. Sin embargo, se encuentra a merced de los funcionarios que no hacen más que ponerle trabas a su papeleo. Tras entablar amistad con Connor, un guardia de seguridad que trabaja en el piso de alojamiento donde reside, comienza a vislumbrar algo de luz con su apoyo...
El escritor y director Frank Berry nos hace reflexionar con este drama de los obstáculos de una joven emigrante a la hora de labrarse un futuro en otro país, con un estilo muy parecido al cine, denuncia de Ken Loach (recuerda un poco a Yo Daniel Blake) la cámara consigue captar la difícil situación por la que pasan estas personas sin tener un atisbo de esperanza.
Con gran desesperación y melancolía, la actriz vista últimamente en Black Panther "Wakanda Forever" Letitia Wright sorprende con este papel tan íntimo y a la vez desgarrador, y con muy pocas palabras consigue que te hundas con ella en su trágica vida.
Posiblemente, es un film difícil de digerir, ya que dista de ser una historia inspiradora y esperanzadora. Si no que es mucho más realista de lo que podamos imaginar.
Destino Arrakis.com
18 de febrero de 2024
18 de febrero de 2024
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sortea (roza) casi todos las tentaciones más peligrosas, la demagogia burda, el buenismo estúpido, el dramatismo excesivo, la tragedia a espuertas, el romanticismo chungo, la pancarta y el panfleto, el morbo bobo, el maniqueísmo oportunista, la denuncia obvia, el horror sin parangón, la moraleja cutre, y más, Loving, menos una (esta la abraza, cae de bruces en ella), nadie es perfecto, la de intentar jugar un poco al gato y al ratón con el espectador, pobre hombre al que le dan a entender una cosa y la contraria casi constantemente, o, mejor, le quieren hacer creer que va a pasar una cosa y la contraria casi constantemente, y normalmente, no siempre, suelen ser los dos extremos o posibilidades más antagónicas, el palo y la zanahoria, lo malo o peor y lo bueno o mejor, vale, basta, de acuerdo.
Es tierna y triste, reposada, delicada y llevadera, te habla de La terminal de Spielberg, sin paradero conocido, en tierra de nadie, del limbo y el purgatorio, de vivir de prestado, usurpado, en paréntesis, o, peor, de no vivir, de pasar a ser un fantasma o ectoplasma, una entelequia de cuerpo presente, habeas corpus, de pasar a ser un nadie que no es de ningún sitio, de un espacio suspendido en el vacío, zona muerta, a la espera, Ante la ley de Kafka, y que, en verdad, no tiene ni nombre o no importa, nada.
Y es hábil al darte o darnos la contraparte relajante y agradable del segurata, efecto placebo, para poder respirar, no (del todo) asfixiarte (de pena o angustia), ese caramelo o regalo ante tanto soterrado, y a veces a bote pronto, espanto, no todo iba a ser malo, u horroroso.
Es Lost in translation versión pobre, la otra cara de la moneda y de la luna. Los ángeles derrotados de Johnson Denis golpeados/vapuleados inmisericordemente por la vida, o Los ángeles del (en el) infierno, o ángeles caídos (en desgracia). Amor fou bajo agua o tierra, en sordina. Ella es, pese (o con más motivo por ello) a las malhadadas terribles circunstancias, apunta maneras, orgullosa, lista y pistonuda, está perdida, dolorosa o dolorida, puñetera, pundonorosa, sola; él, un perro callejero humilde y faldero, sensible y bueno, maja pareja, aunque ella segura/probablemente, en otro contexto (mucho más favorable), no lo hubiera mirado, quién sabe. Pero la historia entre los dos, tal y como está contada, es preciosa o bonita, tan triste, sin duda, faltaría.
Y también es inteligente al no cargar las tintas con los malvados o villanos, que sean tan humanos (como robots, impersonalmente correctos o legales), que se refugien en la burocracia para hacer el mal abismal, que ellos sean la burocracia encarnada, tatuada en sus cuerpos (En la colonia penitenciaria, otro cuento relato del maestro), imprimida en su alma, y que la burocracia sea el mal en sí mismo (esas entrevistas son como las que hacía la enfermera Fletcher en Alguien voló sobre el nido del cuco, más mecánicas que aquellas, pero igualmente sádicas perversas en su contenido, de eso se trata, para eso sirven los servicios sociales o de extranjería, para derruir al otro, para convertirlo en un ser desvalido a expensas suyo, para que Nicholson no más incordie a nadie, para que esta pobre chica se largue o, si aguanta, esté preparada para lo que le espera o le echen; se trata de pasar pruebas, de resistir como un junco salvaje, para que los que queden o insistan sean los más aptos o evolucionados, el modelo mejor adaptado, los más dignos de ser explotados/expoliados por la máquina de picar carne que es el estado, de cañón carne, con todos los derechos humanos a cuestas, en sus carnes morenas, sin pega, de forma perfecta).
Sí, como los Dardenne pero sin su nervio y garra, de manera más dulce o suave tranquila cuenta lo mismo.
Como Zonca, pero sin su tremendismo, la vida soñada de los ángeles.
Es una buena o entretenida o interesante película, tres (suma y sigue) en una.
Y ella es muy guapa y lo hace muy bien y él también lo segundo. Y está muy bien contada, sin queja, lo suficientemente manipulada/tratada para que entre la medicina como dios manda, sin arcadas, con gusto (la sarna no pica) y donosura.
Es tierna y triste, reposada, delicada y llevadera, te habla de La terminal de Spielberg, sin paradero conocido, en tierra de nadie, del limbo y el purgatorio, de vivir de prestado, usurpado, en paréntesis, o, peor, de no vivir, de pasar a ser un fantasma o ectoplasma, una entelequia de cuerpo presente, habeas corpus, de pasar a ser un nadie que no es de ningún sitio, de un espacio suspendido en el vacío, zona muerta, a la espera, Ante la ley de Kafka, y que, en verdad, no tiene ni nombre o no importa, nada.
Y es hábil al darte o darnos la contraparte relajante y agradable del segurata, efecto placebo, para poder respirar, no (del todo) asfixiarte (de pena o angustia), ese caramelo o regalo ante tanto soterrado, y a veces a bote pronto, espanto, no todo iba a ser malo, u horroroso.
Es Lost in translation versión pobre, la otra cara de la moneda y de la luna. Los ángeles derrotados de Johnson Denis golpeados/vapuleados inmisericordemente por la vida, o Los ángeles del (en el) infierno, o ángeles caídos (en desgracia). Amor fou bajo agua o tierra, en sordina. Ella es, pese (o con más motivo por ello) a las malhadadas terribles circunstancias, apunta maneras, orgullosa, lista y pistonuda, está perdida, dolorosa o dolorida, puñetera, pundonorosa, sola; él, un perro callejero humilde y faldero, sensible y bueno, maja pareja, aunque ella segura/probablemente, en otro contexto (mucho más favorable), no lo hubiera mirado, quién sabe. Pero la historia entre los dos, tal y como está contada, es preciosa o bonita, tan triste, sin duda, faltaría.
Y también es inteligente al no cargar las tintas con los malvados o villanos, que sean tan humanos (como robots, impersonalmente correctos o legales), que se refugien en la burocracia para hacer el mal abismal, que ellos sean la burocracia encarnada, tatuada en sus cuerpos (En la colonia penitenciaria, otro cuento relato del maestro), imprimida en su alma, y que la burocracia sea el mal en sí mismo (esas entrevistas son como las que hacía la enfermera Fletcher en Alguien voló sobre el nido del cuco, más mecánicas que aquellas, pero igualmente sádicas perversas en su contenido, de eso se trata, para eso sirven los servicios sociales o de extranjería, para derruir al otro, para convertirlo en un ser desvalido a expensas suyo, para que Nicholson no más incordie a nadie, para que esta pobre chica se largue o, si aguanta, esté preparada para lo que le espera o le echen; se trata de pasar pruebas, de resistir como un junco salvaje, para que los que queden o insistan sean los más aptos o evolucionados, el modelo mejor adaptado, los más dignos de ser explotados/expoliados por la máquina de picar carne que es el estado, de cañón carne, con todos los derechos humanos a cuestas, en sus carnes morenas, sin pega, de forma perfecta).
Sí, como los Dardenne pero sin su nervio y garra, de manera más dulce o suave tranquila cuenta lo mismo.
Como Zonca, pero sin su tremendismo, la vida soñada de los ángeles.
Es una buena o entretenida o interesante película, tres (suma y sigue) en una.
Y ella es muy guapa y lo hace muy bien y él también lo segundo. Y está muy bien contada, sin queja, lo suficientemente manipulada/tratada para que entre la medicina como dios manda, sin arcadas, con gusto (la sarna no pica) y donosura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es como el preso que pide a las autoridades penales o penitenciarias que le den un permiso y no hay manera, siempre hay una excusa para mantenerle en la trena a pesar de que esté allí encerrado a causa de un crimen o delito que no ha cometido, y de que su comportamiento sea tan intachable.
Curiosa o paradójicamente el único (o el que más con diferencia) momento que resulta artificioso u ortopédico es aquel en el que parece más un documental (real), cuando hablan, sucesivamente, las mujeres sobre lo que significa estar a la espera de asilo, no pega (con la idea general sí, claro) con el tono de la historia tan poco enfático o didáctico, tan sugerido o insinuado, callado casi mudo, íntimo.
Curiosa o paradójicamente el único (o el que más con diferencia) momento que resulta artificioso u ortopédico es aquel en el que parece más un documental (real), cuando hablan, sucesivamente, las mujeres sobre lo que significa estar a la espera de asilo, no pega (con la idea general sí, claro) con el tono de la historia tan poco enfático o didáctico, tan sugerido o insinuado, callado casi mudo, íntimo.
28 de julio de 2023
28 de julio de 2023
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"- Uno que jugaba a fútbol con nosotros se llevó a Barry a su garaje y le amenazó. Abusó de varios niños.
- ¿Te lo contó?
- Y yo a él".
Buen film, un drama de tinte social, que tiene como mejor aval su credibilidad a prueba de balas, no en vano se trata de un film sobrio, realista, que muestra sin tapujos la dura vida de las personas inmigrantes que buscan asilo en ciertos países cuya burocracia les golpea diariamente.
El egoísmo y la falta de empatía de funcionarios y miembros de seguridad, son impedimentos contra los que seres indefensos chocan con resultados inciertos.
La dignidad humana se siente mancillada, logrando que el ser humano se reprima y no logre la estabilidad necesaria para llevar una vida como ciudadana con todos los derechos.
Así le sucede a la protagonista, una mujer sufrida pero luchadora, que trata de establecerse y que encuentra aire en el camino de la mano de un muchacho que trabaja de segurata y le ofrece su leal amistad.
La bonita y difícil relación entre ellos ofrece ternura y delicadez en el trazo, frente a la dureza y frialdad del mundo en el que viven, donde el sistema falla continuamente a quienes le necesitan.
Una película de las que solemos llamar "necesarias", que indudable y desgraciadamente no sirven para cambiar el mundo y las represoras leyes de hoy en día, pero que, ojalá, aporten algo de lucidez y decencia a quienes deben velar por las personas que huyen de sus controvertidos países y buscan su ayuda humana y legal.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
- ¿Te lo contó?
- Y yo a él".
Buen film, un drama de tinte social, que tiene como mejor aval su credibilidad a prueba de balas, no en vano se trata de un film sobrio, realista, que muestra sin tapujos la dura vida de las personas inmigrantes que buscan asilo en ciertos países cuya burocracia les golpea diariamente.
El egoísmo y la falta de empatía de funcionarios y miembros de seguridad, son impedimentos contra los que seres indefensos chocan con resultados inciertos.
La dignidad humana se siente mancillada, logrando que el ser humano se reprima y no logre la estabilidad necesaria para llevar una vida como ciudadana con todos los derechos.
Así le sucede a la protagonista, una mujer sufrida pero luchadora, que trata de establecerse y que encuentra aire en el camino de la mano de un muchacho que trabaja de segurata y le ofrece su leal amistad.
La bonita y difícil relación entre ellos ofrece ternura y delicadez en el trazo, frente a la dureza y frialdad del mundo en el que viven, donde el sistema falla continuamente a quienes le necesitan.
Una película de las que solemos llamar "necesarias", que indudable y desgraciadamente no sirven para cambiar el mundo y las represoras leyes de hoy en día, pero que, ojalá, aporten algo de lucidez y decencia a quienes deben velar por las personas que huyen de sus controvertidos países y buscan su ayuda humana y legal.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
3 de julio de 2023
3 de julio de 2023
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos sumerge en la travesía emocional de una joven nigeriana en busca de protección y un nuevo comienzo en Irlanda.
La actuación de Letitia Wright en el papel principal es simplemente impresionante. Con su habilidad para transmitir las complejidades emocionales del personaje, Wright nos sumerge en la angustia, la valentía y la determinación de Aisha. Su interpretación es conmovedora y auténtica, capturando la atención y el corazón del espectador desde el primer momento.
La dirección de Frank Berry merece reconocimiento por su enfoque sutil y efectivo. Berry permite que la historia se desarrolle de manera natural, sin caer en la exageración o el sentimentalismo excesivo. Su estilo cinematográfico respeta la historia y los personajes, brindándonos una experiencia íntima y realista.
La partitura de Daragh O'Toole complementa magistralmente la narrativa, añadiendo una capa adicional de emoción a cada escena. Con su habilidad para capturar los matices y las tensiones emocionales, la música se convierte en un elemento fundamental que profundiza nuestra conexión con la historia de Aisha.
Conmovedora y bien realizada, aborda temas importantes de manera auténtica y honesta. Esta película nos invita a reflexionar sobre la inmigración y la búsqueda de identidad, generando empatía y comprensión hacia aquellos que luchan por un nuevo comienzo. "Aisha" es un recordatorio poderoso de la fortaleza del espíritu humano y la importancia de la empatía en nuestra sociedad.
La actuación de Letitia Wright en el papel principal es simplemente impresionante. Con su habilidad para transmitir las complejidades emocionales del personaje, Wright nos sumerge en la angustia, la valentía y la determinación de Aisha. Su interpretación es conmovedora y auténtica, capturando la atención y el corazón del espectador desde el primer momento.
La dirección de Frank Berry merece reconocimiento por su enfoque sutil y efectivo. Berry permite que la historia se desarrolle de manera natural, sin caer en la exageración o el sentimentalismo excesivo. Su estilo cinematográfico respeta la historia y los personajes, brindándonos una experiencia íntima y realista.
La partitura de Daragh O'Toole complementa magistralmente la narrativa, añadiendo una capa adicional de emoción a cada escena. Con su habilidad para capturar los matices y las tensiones emocionales, la música se convierte en un elemento fundamental que profundiza nuestra conexión con la historia de Aisha.
Conmovedora y bien realizada, aborda temas importantes de manera auténtica y honesta. Esta película nos invita a reflexionar sobre la inmigración y la búsqueda de identidad, generando empatía y comprensión hacia aquellos que luchan por un nuevo comienzo. "Aisha" es un recordatorio poderoso de la fortaleza del espíritu humano y la importancia de la empatía en nuestra sociedad.
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