La brigada de los condenados

Producción bélica sencilla y correcta, apoyada en un relato plagado de tópicos en el que un grupo de hombres apartados del servicio militar por indisciplinados y problemáticos, son seleccionados para llevar una peligrosa misión en Francia.
La brigada de los condenados, no ofrece nada realmente nuevo y su premisa peca de recordar demasiado a lo visto en Doce del patíbulo, pero a pesar de ello, deja buenas sensaciones y correctas secuencias bélicas ajustadas a un presupuesto menor.
Los personajes y sus motivaciones quedan presentados con claridad y por encima de todo el reparto está el tremendo y contundente, Jack Palance, dejando patente su poderío a la hora de dar fuerza a un personaje que sabe imponer respeto ante las complicaciones que se le presentan.
He disfrutado de su visionado, porque me ha ofrecido lo que esperaba de ella, acción y épica en combate armado, con espacio para enfrentamientos y motivaciones personales.

Hace poco comentaba otra película de Umberto Lenzi, hombre para todo, De Dunquerque a la victoria, en la que gozaba de mayor presupuesto y podía trabajar con saldos de Hollywood. La brigada de los condenados es una pobretona imitación de Doce del patíbulo, a la que añadieron unas gotas de Los cañones de Navarone y una chispa de El día más largo. Lo de siempre: un brutal y expeditivo coronel ha de llevar a cabo una misión suicida, y sólo tiene a mano una caterva de patibularios a los que arrastra en su locura. Pero como el presupuesto, en este caso, no era para tirar cohetes, reducimos los efectivos a media docena y asunto concluido. El coronel de marras es, cómo no, Jack Palancas, el Rey de la Mueca, en otra muestra más de su desdichado paso por el cine europeo. Hay qué ver la cantidad de basuras que rodó sin el menor recato, de todo tipo de géneros. No quiero ni recordar la Justine de Jesús Franco, tal vez su aparición más extravagante y lamentable. Como la pasta no daba para más, sólo le acompaña una estrella en declive, Curd Jürgens, señalado por algunos críticos como uno de los peores actores de la historia. Hombre, no era Laurence Olivier, pero yo siempre le tendré cariñito por aquel Miguel Strogoff de Carmine Gallone que iluminó una tarde de mi infancia (debía ser mala, imagino, pero Verne para mí era Dios). Siguiendo con lo de la pobreza, en todos los sentidos, de imaginación, de entusiasmo, de vestuario, de armamento, lo que queráis, la banda sonora de Marcello Giombini es cochambrosa, y el gran Alejandro Ulloa no pudo hacer gran cosa con aquella planificación ramplona y convencional.
A título de curiosidad, reseñar que en el guión participó Dario Argento, un año antes de lanzarse a la realización con El pájaro de las plumas de cristal.. Tranquilos, porque no se nota en absoluto su impronta.

El film es estilo en Spaghetti/Paella con lleno de acción ambientada al final de la Segunda Guerra Mundial, sigue las temerarias aventuras de un valiente pelotón, unos duros soldados que desembarcan en Francia a fin de desactivar minas submarinas y destruir un gigante cañón. El coronel Charley MacPherson (Jack Palance) está enojado con sus superiores (John Stacy) por una misión suicida, ya que las tropas alemanas comandadas por el coronel Ackerman (Wolfgang Preiss) acaban de masacrar a su escuadrón de veintiocho soldados. Así MacPherson buscará venganza contra él debido a que las tropas alemanas exterminaron a su último grupo. Es por eso que el jactancioso coronel del ejército lleva a unos convictos a su siguiente misión en Francia, en una peligrosa asignación para hacer explotar un tren cañón construido en Alemania antes de que se use contra las fuerzas aliadas, lo cual podría hacer cambiar el curso de la guerra. Estos son los siguientes: soldado Sam Schrier (Helmuth Schneider), soldado Tom Carlyle (Guido Lollobrigida como Lee Burton), el sargento Karim Habinda (Aldo Sambrell), soldado Frank Madigan (Bruno Corazzari), Albert Hank (Antonio Molino Rojo), Raymond Stone (Robert Hundar), Bernard Knowles (Lorenzo Robledo) y se une capitán US Burke (Thomas Hunter). Muchos de ellos mueren, pero McPhearson insiste en intentar completar la misión.

Jack Palance como el coronel irlandés McPhearson asume el personaje de líder en esta película corriente y moliente sobre comandos dirigida regularmente por Umberto Lenzi. Cinta bélica europea de medio presupuesto que perdió continuidad con los recortes estadounidenses. Esta historia contiene emocionantes aventuras, implacables hazañas, montones de acción explosiva y frenética violencia. La ruidosa acción está aceptablemente hecha, especialmente merecedoras de mención las desgarradoras escenas finales en las que el variopinto grupo ataca el tren, incluyendo algunos tiroteos y bombardeos espectaculares. La primera mitad de la película permite que el colorido elenco de actores de carácter se divierta mientras desarrollan una relación inestable con su líder. La parte final es pura acción, y todo a lo largo el bravo comando causa estragos y luego huyen para salvar sus vidas. Aparte de los valores del espíritu de equipo, inculcados por Palance en su grupo de rebeldes e inadaptados soldados, la cinta está llena de proezas, suspense y emoción. El rudo Palance es el líder de la variopinto grupo que se une para frustrar los planes nazis, sobreactuando y poniendo muecas y gesticulación como es habitual en él. Él domina este tipo de aventuras bélicas con su actuación histérica como un oficial despiadado y sediento de venganza, no se parará ante nada para completar la misión, y su imperdonable vendetta. Palance protagonizó algunas películas de tiempos de guerra como ¨Halls of Montezuma¨, ¨Diez segundos al infierno¨, ¨Una bala para Rommel¨ y varios personajes exóticos/históricos en ¨El Cáliz de Plata¨, ¨Atila¨, ¨Rosmunda y Alboino¨, ¨The horsemen¨, ¨Barrabás¨, ¨Los Mongoles¨, entre otros. El elenco principal es pasable. Así como el reparto mayoritariamente de apoyo formado por un montón de secundarios español/italianos, todos ellos ordinarios del Pasta/Chorizo Western y Peplum, como por ejemplo: Antonio Molino Rojo, Aldo Sambrell, Lorenzo Robledo, Luis Induni, Diana Lorys, Guillermo Méndez , Gerard Herter, Robert o Claudio Undari, Franco Fantasia, Guido Lollobrigida, Mirko Ellis, Helmuth Schneider y un estadounidense, Thomas Hunter, como el técnico en explosivos Burke. Curd Jürgens (General von Reilow) y Wolfgang Preiss (Coronel Ackerman) ya aparecieron en El día más largo (1962), que también retrataba los desembarcos del Día D.

Éste pertenece a un numeroso grupo de películas ítalo-españolas de la Segunda Guerra Mundial, imitando a las americanas, dirigidas habitualmente por José Luis Merino, León Klimovsky y Lenzi e incluyendo deslucidas estrellas de Hollywood, tal como ¨The legion of no return¨ with Tab Hunter , ¨ Hora cero operación Rommel (Hell's brigade)¨ con Jack Palance , ¨Command attack¨ con Michael Rennie. Todos ellos apoyados por el Ejército español que prestó tanques, armas, soldados-extras para realizar estas películas. Partitura musical atmosférica y funcional de Marcello Giombini, añadiendo un leitmotiv atractivo pero repetitivo. Decente cinematografía en Eastmancolor filmada por el prolífico y notable camarógrafo español Alejandro Ulloa (Horror Express). Siendo filmado en locaciones de Casa de Campo, Madrid, La Pedriza, Colmenar Viejo, Sierra de Navacerrada, Madrid, España. Este es un vehículo típico de tiempos de guerra dentro del ¨subgénero de comando bélico¨, al estilo USA al que también pertenecen los clásicos americanos como: ¨Dirty Dozen (Robert Aldrich)¨,¨ Where eagles dare (Brian G. Hutton)¨,¨ Los héroes de Kelly (Hutton)¨, ¨Tobruk (Arthur Hiller)¨, ¨Devil's Brigade (Andrew V McLagen)¨ y muchos otros.

Esta es un típico film de la Segunda Guerra medianamente concebido con suficiente acción, breve estudio de los roles, drama y rimbombantes batallas, pero nada especial. Los detalles inexactos y un elenco talentoso, aunque desperdiciado, hacen de ésta una producción italiana/española aceptable, aunque fallida. La película contiene noticieros documentales, y metraje de archivo, pero pierde continuidad con varios cortes y zooms. Las escenas de batalla se rodaron en La Pedriza, Manzanares Del Real, Navacerrada, Madrid donde en los años 60 y 70 se filmaron muchos Spaghetti Westerns.

Esta cinta perteneciente al género 'Macaroni combate' fue mediocremente dirigida por Umberto Lenzi, aunque provee suficiente entretenimiento. El usaba a menudo el seudónimo de Hank Milestone y Humphrey Logan. Fue un experto en el género bélico como lo demostró en ¨Comandos del desierto¨, ¨Batalla de comandos¨, ¨Del infierno a la victoria¨ y ¨Puente al infierno¨. Calificación: 5.5/10. El film es solo aconsejable para los entusiastas del género.