V.I.P.

Park Hoon-jung el escritor de la estupenda "Encontré al diablo"(I saw the devil) de la que parece ser se va a rodar una segunda parte, dirige y escribe este nuevo film violento policiaco de un asesino en serie norcoreano protegido por el gobierno e intocable ante la ley.

Toda la filmografía de este realizador que incluye títulos tan buenos como "New World""The Tiger" o "The showdown" destacan por la gran dosis de violencia y esta no podría ser menos.

Jonk Sunl-Lee conocido por sus papeles como protagonista romántico en exitosos dramas del cine coreano es la última persona que esperarías ser un asesino psicópata pero lo interpreta realmente bien. Dong Gun Jang (Lazos de guerra, el redentor) y Myung-Min Kim son los dos policías que intentan detener a este singular asesino.

Un buen guión con interesantes giros, escenas de acción muy bien conseguidas y una factura técnica sobresaliente hacen de esta película un buen disfrute.
Destino Arrakis.com

La película propone un thriller, que gira entorno a los horribles asesinatos perpetrados por el hijo de un alto gerifalte de la tiranía coreana, la del norte, esta que tiene en la actualidad gran presencia mediática por los encuentros y conversaciones entre Donald Trump y el sátrapa kim jong un.

El ritmo de la cinta es frenético, con los servicios secretos de Corea del Sur y Estados Unidos pendientes de la suerte del criminal. La relación de estas agencias de seguridad con el psicópata son reflejadas con una cierta ambigüedad, poniendo el énfasis en las contradicciones que surgen entre la salvaguarda de determinados secretos de estado, y la necesidad de llevar ante la justicia a responsables de pérfidos actos.

Se establece una rivalidad entre agencias de inteligencia y policía, encabezada esta última por un detective que une su sentido del deber a unos métodos poco ortodoxos, anteponiendo los resultados a los procedimientos.

La efectividad de la propuesta radica en saber conciliar las motivaciones de unos personajes tan dispares, en un contexto tan complejo como el que se vive en la península coreana.
Por añadidura, ciertas subtramas nos pueden resultar extrañas o exóticas, dadas las diferentes formas de concebir las cosas en la cultura oriental. Sin duda los amantes del género pasarán un buen rato

El cine oriental tiene su ritmo pero cuando vas a ver es una película de crímenes y acción y ves una de diálogos en coreano alabada por la "critica" te acuerdas sus muertos, de los de la crítica.
Solo la salva dos pequeñas escenas violentas, el resto es aburrimiento soporífero.
Los actores no son creíbles, sobre todo el malo, que parece un guapo niñato que mejor hubiera estado en una película coreana High School.
Ojo. No la veas por la noche y, si no tienes remedio, ten cerca el mando para ir adelantándola.