Haz click aquí para copiar la URL

Sueños de un seductor

Comedia Allan Felix (Woody Allen) es un cinéfilo que sufre una extraña y recurrente alucinación: Humphrey Bogart le da consejos sobre cómo seducir a las mujeres. Dick y Linda (Roberts y Keaton), un matrimonio amigo suyo, le presentan a varias chicas, pero Allan tiene tan poca confianza en sí mismo que todas sus citas resultan un fracaso. (FILMAFFINITY)
Críticas 56
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
9
8 de junio de 2007
71 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
Da gusto ver películas así. Da gusto ver como se pueden tomar referentes en los clásicos sin insultarlos y/o destrozarlos.

El film constituye un eslabón más en la exploración de las relaciones hombre-mujer que trufan la filmografía alleniana. Esta vez se aporta la novedad de tener un punto de referencia externo a las propias cavilaciones de Allen. Se trata de Bogart ejerciendo de consejero sentimental. La gran virtud es que se consigue no reducir a Humphrey a una especie de guiñol estereotipado, sino que se le muestra de forma seria y respetuosa, constituyendo así un homenaje en toda regla al citado actor.

No faltan, como no, los momentos de humor irónico. Aunque destaca, como en toda la primera parte de las películas de Allen una cierta tendencia al humor más físico que a la preponderancia en los diálogos.

No puedo dejar de mencionar el maravilloso final. Todo un monumento al buen gusto y al homenaje desde la admiración a ese clásico imperecedero que es "Casablanca". Una maravilla.

Lo mejor: Todo, pero hago mención especial a la espectacular Diane Keaton. Es triste ver como está acabando su carrera.
Lo peor: Que Allen no la dirigiera.
10
11 de septiembre de 2006
56 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cineasta de "Footloose" Herbert Ross, rueda esta adaptación cinematográfica de la pieza teatral epónima en su título original "Play it again Sam" de Woody Allen con el protagonismo de un histriónico aunque divertidísimo Allen, quien nunca había hecho tantas muecas bufonescas desde su celebrada "El dormilón"...

La primera vez que Allen rueda con Diane Keaton nos muestra una química dentro de la pantalla realmente apabullante... es más, en algún punto del metraje pareciera como si Keaton disfrutara realmente con las bufonadas de un Allen que está así mismo esplendoroso...

La idea de un Bogart virtual pudo ser influencia posterior para que Tarantino la emulara con el personaje de Elvis en el guión para la película de Tony Scott, "Amor a quemarropa"...

Lo cierto es que en el idioma original, la caracterización de Bogart por parte de Jerry Lacy es absolutamente impactante dada su increíble verosimilitud de pose y dicción...

La fotografía es bastante aceptable a cargo de Owen Roizman el creador de la persecución policial más espectacular en la historia del cine en "French Connection" y la banda sonora bebe del jazz de Oscar Peterson y la ópera de Béle Bartok y su sinfonía para cuerdas número 5, siendo el creador musical para tv, Billy Goldenberg el responsable de la misma...

Van Gogh, Lautrec o Jackson Pollock son en esta ocasión las notas al pie de página de esta divertidísima obra de Herbert Ross, hecha por encargo de Allen sobre una obra suya...

G E N I A L.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película arranca con el personaje de Allan Felix (W. Allen), un hebreo, crítico de cine para la revista Film Weekly, sentado en un cine de San Francisco observando embelesado el final de "Casablanca" en aquel avión con escala en Lisboa que habría de separar para siempre a Ricki y a Ilsa...

Allan es un ser neurótico, hipocondríaco, cinéfilo (no en vano las paredes de su casa están llenas de referencias mitománas a Bogart y sus películas; "Casablanca" y el "Sueño Eterno" por encima de todas), y amante del jazz de Oscar Peterson y la música clásica de Béla Bartok , y con cierto complejo de Tolouse Lautrec por aquello de que era feo y bajito...

Su mujer Nancy (Susan Anspach) le acaba de abandonar por un tema de "insuficiencia de risas"...

Bromas aparte, Nancy considera a Allan un mero espectador de la vida, mientras que ella prefiere ser una mujer de acción...

Triste y deprimido, Alan recurre al consuelo de la pareja formada por su mejor amigo, Dick Christie (Tony Roberts) un promotor inmobiliario demasiado ocupado en dejar sus señas en el número de teléfono de cualquier garito que frecuente circunstancialmente, y su mujer Linda (Diane Keaton) quien comparte con Allan su hipocondría e inseguridad...

Lo cierto es que a pesar de que la pareja amiga se vuelca en su ayuda intentando endilgarle cualquier compañía femenina de su entorno, Allan actúa de manera torpe y fingida, acuciado por la conciencia de un Bogart virtual(Jerry Lacy y su espléndida caracterización y dicción del más genuino Bogey) que le aconseja en cada momento cómo comportarse con la compañía femenina de turno..."No hay nada que no se arregle con una bofetada...un disparo a bocajarro... o un buen vaso de bourbon..."...

Fracaso tras fracaso con las candidatas de ocasión, finalmente Allan se ve repentinamente atraído por un ser muy similar a él, Linda a quien sin embargo y emulando de manera magistralmente Alleniana al final de la homenajeada "Casablanca", Allan se ve forzado a abandonar para que no se arrepienta más tarde de una tontería como aquella...El mítico avión hacia Lisboa del final de "Casablanca" se dirige ahora a Cleveland, donde la pareja Linda y Dick se darán una nueva oportunidad...
8
19 de febrero de 2011
41 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
- “Siempre nos quedará París. Lo habíamos perdido hasta que viniste a Casablanca. Anoche volvimos a recuperarlo”

Y nació el mito. Una película intocable por el tiempo, pero no por Woody. Solo un genio como Allen podía “tocar” Casablanca y al mítico Bogart sin caer en la estupidez y quedando en un hermoso homenaje. Con las palabras de Rick a Ilsa, nos presentan a Allan, quien observa embelesado la película en una sala de cine. Un brillante comienzo para una película en el que el amor al cine está presente constantemente.

Así comienza “Sueños de un seductor” , dirigida por Herbert Ross en 1972. Se trata de una adaptación de Allen de su propia obra teatral, estrenada en el Broadhurst Theatre de Nueva York en 1969 con enorme éxito de público y crítica. Se trataba de Play it again, Sam, que fue interpretada precisamente por Woody Allen y Diane Keaton.

Aunque la película no figure en su filmografía, marca un antes y un después en la carrera de Allen. Porque, aunque el humor de Sueños de un seductor se basa más en el gag visual, más propio del cine mudo, que en esos temas que tanto le obsesionan y en los que profundizará en el resto de sus películas, estamos ante una película completamente Alleniana, en la que Woody encontró un personaje que ya no le abandonaría. Todas las neurosis que han caracterizado el cine posterior de Allen como director, están presentes en el guión de esta película

Allan Félix es un neurótico cinéfilo recién abandonado por su mujer, que buscará consejo en la imaginaria imagen de su ídolo: Bogart. Al que intenta imitar aunque eso signifique el renunciar a ser uno mismo.

Un buen guión es aquel que hace que cada espectador piense que se está hablando de él. Y Woody es un experto en esta materia, pues retrata unos personajes cargados de miedos, inseguridades y las mismas dudas con las que nos sentimos identificados todos.

Un guión excelente unido al nacimiento de una pareja que nos dejaría más adelante películas como “Annie Hall” o “Manhattan”. Keaton y Woody daban los primeros síntomas de la gran química que existía entre ellos.

El teatro Maravillas representa actualmente Tócala otra vez, Sam. Una excelente adaptación del texto de Allen, que te traslada a Manhattan durante unos gratificantes 90 minutos, y te devuelve a la vida real rebosando felicidad.
7
6 de septiembre de 2007
38 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es más fácil cuando hay química.

Cuando hay química, los diálogos fluyen.

Cuando hay química, la réplica es natural.

Cuando hay química, las risas se contagian.

Cuando hay química, los pesares nos duelen.

Cuando hay química, las relaciones se hacen familiares.

Cuando hay química, todo es más íntimo y cercano.

Cuando hay química, no queremos que se acabe.

Cuando hay química, una película normal se convierte en una buena película.

Cuando hay química, todo es más convincente.

Si Woody Allen y Diane Keaton coinciden en un film, está claro que hay química, y si además llevan realizando esta película en el teatro durante mucho tiempo, la química se convierte en una atracción magnética natural. Si además se parodia al gran "Bogart" mejor que mejor. "Sueños de un seductor" divierte, y mucho.

Lo mejor: los momentos Allen-Keaton y "Bogart". "Si me necesitas, ...silba".
10
11 de septiembre de 2006
28 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si con Annie Hall Woody Allen se consagró como una verdadera estrella del celuloide, 5 años antes creo una pequeña gran obra de arte sacada de sus propios guiones para el teatro.
Para mí, Sueños de un seductor es la obra maestra de este maestro judío y miope. Creo que acertó con esa idea tan brillante, alejada a los lios de matrimonios, amantes..etc, pero sin dejar de ser él en cierto modo, tan hipocondríaco y con crisis sentimentales. A esta gran idea de querer ser como Bogardt se le une la forma tan delicada de combinar en las escenas las personas de verdad, con los personajes que rondan los pensamientos de Allan Felix. Si a esto le añadimos un guión excepcional y
a Diane Keaton en una actuación de 10 y al propio Allen en uno de sus mejores papeles obtenemos este PELICULÓN , para mí, con mayúsculas.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para