El caso DreyfusCortometraje
5.4
387
Drama
El caso Dreyfus tuvo como origen un error judicial, sobre un trasfondo de espionaje y antisemitismo, en el que la víctima fue el capitán Alfred Dreyfus (1859-1935), de origen judío-alsaciano, y que durante doce años conmocionó a la sociedad francesa de la época, marcando un hito en la historia del antisemitismo. (Fuente: Wikipedia) (FILMAFFINITY)
9 de septiembre de 2011
9 de septiembre de 2011
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene mucho mérito que en el año 1899 se realice un cortometraje sobre un caso de un error judicial. El corto está bien montado y la historia también, mostrando perfectamente el sufrimiento y las desgracias que provoco este error; aparte de las fases de juicio... Es un cortometraje que consta de varios cortos representando las fases de la historia. Muy interesante que se haya registrado un cortometraje denuncia, de 12 minutos, antes de entrar en el S. XX.
14 de octubre de 2011
14 de octubre de 2011
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuestro gran director francés demuestra con esta película que quiere llevar el cine a otra dimensión, es decir, como un buen creador, busca y experimenta.
Georges Méliès es el caso de un hombre que buscaba y buscaba dentro del séptimo arte, el cine le servía para poder crear y experimentar todas las cosas que se le pasaban por la cabeza.
Su cine se caracteriza por tener ese toque de fantasía, surrealismo, comedia pero en este caso se simpatiza con su época y lleva a la pantalla un hecho que marcó a su generación.
Es la primera vez que deja atrás sus apariciones y desapariciones para centrarse en el realismo y escribir un guión a partir de lo sucedido.
No es la adaptación de un guión sino lo que hoy diríamos...”basado en hechos reales”, aquí es la primera vez en la historia del cine que podríamos aplicar esta frase.
Es normal que la cosa no saliese todavía muy bien porque no se estaba acostumbrado a escribir grandes guiones llevados al cine así que vamos a disculpar a nuestro director francés ya que su guión resulta un poco pobre y cuestra seguir el hilo narrador.
Georges Méliès es el caso de un hombre que buscaba y buscaba dentro del séptimo arte, el cine le servía para poder crear y experimentar todas las cosas que se le pasaban por la cabeza.
Su cine se caracteriza por tener ese toque de fantasía, surrealismo, comedia pero en este caso se simpatiza con su época y lleva a la pantalla un hecho que marcó a su generación.
Es la primera vez que deja atrás sus apariciones y desapariciones para centrarse en el realismo y escribir un guión a partir de lo sucedido.
No es la adaptación de un guión sino lo que hoy diríamos...”basado en hechos reales”, aquí es la primera vez en la historia del cine que podríamos aplicar esta frase.
Es normal que la cosa no saliese todavía muy bien porque no se estaba acostumbrado a escribir grandes guiones llevados al cine así que vamos a disculpar a nuestro director francés ya que su guión resulta un poco pobre y cuestra seguir el hilo narrador.
11 de enero de 2018
11 de enero de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En menos de quince minutos repartidos en las 11 escenas de que consta el corto, G. Méliès ofrece con concisión pero suficiencia los hechos asociados al episodio histórico a que se alude en el encabezamiento.
Debe destacarse, sobre todo, la dificultad de narrar una historia compleja en la que no hay más intervención oral o escrita que los títulos que encabezan el comienzo de cada capítulo.
El director francés consigue un gran efecto y hay que señalar su habilidad para expresar estados de ánimo (opresión, indefensión, opresión, resignación, etc.) así como para la descripción de ambientes subjetivos (solemnidad, maquinación, indiferencia, etc.).
Magnífica obra de indudable interés histórico pero, sobre todo, cinematográfico.
1899 representó un magnífico año para la historia del cine.
Debe destacarse, sobre todo, la dificultad de narrar una historia compleja en la que no hay más intervención oral o escrita que los títulos que encabezan el comienzo de cada capítulo.
El director francés consigue un gran efecto y hay que señalar su habilidad para expresar estados de ánimo (opresión, indefensión, opresión, resignación, etc.) así como para la descripción de ambientes subjetivos (solemnidad, maquinación, indiferencia, etc.).
Magnífica obra de indudable interés histórico pero, sobre todo, cinematográfico.
1899 representó un magnífico año para la historia del cine.
20 de julio de 2024
20 de julio de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobrio y hermoso relato de/sobre los famosos hechos acaecidos en Francia hace tanto tiempo a través de planos fijos concretos en escenas bien pensadas recreadas ad hoc y en/con el justo tono.
Es difícil contar una historia tan compleja y llena de acontecimientos en apenas diez minutos de vellón de cine mudo y, por ello, no se le puede pedir peras al olmo, rigor excesivo, profundizamiento, didactismo, no, se trata (o se debería tratar) de otra cosa, de dejarse llevar por lo puramente cinematográfico en su versión pionera realista atada a los sucesos históricos del momento (hay que tener en cuenta también que se rodó en plena tormenta, un año, más o menos, después del tremendo Yo acuso de Zola) tan cambiantes y vidriosos, por todo ello, si nos atenemos a esa/su cualidad esencial como cuasi documental, es o supone un gran logro, bravo.
El blanco y negro es bello y la composición/planificación de las escenas es acorde/coherente con lo que se cuenta de manera perfecta. Sin pega.
Es difícil contar una historia tan compleja y llena de acontecimientos en apenas diez minutos de vellón de cine mudo y, por ello, no se le puede pedir peras al olmo, rigor excesivo, profundizamiento, didactismo, no, se trata (o se debería tratar) de otra cosa, de dejarse llevar por lo puramente cinematográfico en su versión pionera realista atada a los sucesos históricos del momento (hay que tener en cuenta también que se rodó en plena tormenta, un año, más o menos, después del tremendo Yo acuso de Zola) tan cambiantes y vidriosos, por todo ello, si nos atenemos a esa/su cualidad esencial como cuasi documental, es o supone un gran logro, bravo.
El blanco y negro es bello y la composición/planificación de las escenas es acorde/coherente con lo que se cuenta de manera perfecta. Sin pega.
28 de enero de 2012
28 de enero de 2012
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los grandes problemas de la historia derivan de problemas de comunicación. Y estos a menudo ocurren cuando el emisor supone conocidas cosas que el receptor ignora. Por eso es intolerable –mucho más en el cine mudo– suponer que el espectador conoce, en este caso el caso Dreyfus. Probablemente cualquier francés de finales del siglo XIX estaría al día, pero desgraciadamente un siglo después hay gente que no lo entendemos y tenemos que parar el vídeo a la mitad para buscar información en la Wikipedia porque no nos enteramos de nada. Supondré en su defensa que Méliès no concibió el cortometraje para trascender, sino solo como pataleta política.
Por otro lado, hay que reconocer el mérito de ser el primer cortometraje “basado en hechos reales” y ser una denuncia social del tema dreyfusista, de moda en 1899. Aparte quedan aquí las apariciones y desapariciones características del mago francés para contar una cruda historia que, en su momento, conmovió a toda Francia.
Por otro lado, hay que reconocer el mérito de ser el primer cortometraje “basado en hechos reales” y ser una denuncia social del tema dreyfusista, de moda en 1899. Aparte quedan aquí las apariciones y desapariciones características del mago francés para contar una cruda historia que, en su momento, conmovió a toda Francia.
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