Philip K. Dick's Electric Dreams: Real LifeEpisodio
2017 

6.2
1,678
Ciencia ficción
Una futura policía comparte espacio mental con un brillante diseñador de juegos. Los dos persiguen a violentos asesinos cuyos planes podrían tener consecuencias desastrosas. En una carrera contra el tiempo, al compartir un vínculo que nadie más ve, descubren que el dispositivo mismo que los conecta también puede destruirlos. Adaptación de una historia corta de Philip K. Dick. (FILMAFFINITY)
6 de febrero de 2018
6 de febrero de 2018
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
31/01(01/01/18) Una entrega más de la serie antológica de ciencia ficción creada por Ronald D.Moore (Las series “Carnivale” o “Star Trek”) basada en la obra del escritor de culto californiano Philip K. Dick, estrenada en Channel 4, esta temporada consta de diez episodios, en este caso episodio dirigido por Jeffrey Reiner (“Awake”o “Homeland”) y adaptado (muy libremente) por Ronald D. Moore de la historia original de K. Dick “Exhibit Piece” (1954) en el que una vez más el tema de cuestionamiento de K. Dick sobre la veracidad de la realidad, salta al escenario, ya tratado por ejemplo en “Total Recall”, jugando con dos mundos paralelos donde alguien coexisten sin saber bien cuál es el real y cual el inventado, en este caso con la peculiaridad de que es hombre en uno y mujer en el otro, así como tiempos disimilares, derivando en el dilema moral de cuál de los dos universos es el que quieres y cual deseas eliminar para no volverte loco. Es un relato entretenido para empatizar con la situación que s discurre acelerada, sin espacio para que te cale el sufrimiento existencial, todo apresurado y forzado, dándote igual al final si es uno el bueno o el otro. Lo que está bien es el modo de presentar las situaciones, incidiendo en como las personas somos como el perro del hortelano, ni comemos ni dejamos comer, sufrimos por nuestros seres queridos y sufrimos si somos felices con ellos (nos sentimos culpables si somos felices).
Sarah (buena Anna Paquin) es una mujer policía del futuro quien ha tenido una mala temporada lo peor es que ella se culpa a sí misma de un acontecimiento en el que varios de sus compañeros y amigos perdieron la vida. Su pareja, Katie (buena Rachelle Lefevre) decide darle un regalo; mediante un aparato colocado en su cabeza puede realizar una especie de “escape virtual” y convertirse en otra persona. Pero no solo eso, puede cambiar de país, de sexo, de tiempo…Entusiasmada por la propuesta, ella acepta y se encarna en George Miller (notable Terrence Howard) un hombre multimillonario que en 2012 creó “Avacom” poderosa empresa que se enfoca en crear videojuegos. George está desarrollando precisamente el gadget que Sarah usará en el futuro. Él también se conecta al aparato… porque también desea evadir un acontecimiento terrible.
El metraje explora las personalidades protagonistas contrapuestas, iguales pero diferentes en sus contextos, juega con las percepciones del espectador, nos hace creer al comienzo que el futuro es lo real, y luego en ese viaje nos lleva a un mundo similar a nuestro tiempo, haciéndonos empatizar con este, con lo que acentuado por argumentos que dan unos y otros te hacen dudar sobre lo subliminal y certero, de cómo la mente es tan voluble y maleable, de cómo reaccionaríamos nosotros en la misma situación. El nexo entre los dos mundos paralelos es Kate, amante de Sarah, y esposa muerta de George, ella es el elemento turbador que inquieta y desconcierta, ya que para Sarah ella puede ser una idealización masculina, una bella y sensual mujer que tiene una amante lesbiana (el sueño húmedo de muchos hombres), aunque con el fantasma de un grupo de compañeros de trabajo muertos, y en el otro es un millonario con una hermosa inteligente amante, aunque con el fantasma de su mujer fallecida. Son estos los recursos que explora para engancharte, y lo hace a medias, pues existe cierto desequilibrio entre los dos mundos, recayendo sobre George la mayor parte del tiempo (lo aprovecha para expresar emoción y dolor), ello en detrimento de Sarah, se le da más fondo dramático a él, pero aún con esto se siente el capítulo como un esbozo de lo que podría ser, faltando conexión emocional con la situación y los personajes. Entretenido pero falto de profundidad, y además sintiéndonos que lo que vemos está ya trillado y no nos ofrece algún elemento original que le haga destacar.
La puesta en escena resulta correcta, con un estimable diseño de producción de Julie Berghoff (“The Handmaid's Tale”), siendo buenos los escenarios de los apartamentos, sus diáfanas cristaleras, o el vehículo futurista que vuela, aunque en su debe cuando se supone una zona marginal se nota demasiado que es un plató. Paul M. Sommers (“Crónicas vampíricas”) es el encargado de la cinematografía, en una labor sin marca.
Spoiler:
Sarah (buena Anna Paquin) es una mujer policía del futuro quien ha tenido una mala temporada lo peor es que ella se culpa a sí misma de un acontecimiento en el que varios de sus compañeros y amigos perdieron la vida. Su pareja, Katie (buena Rachelle Lefevre) decide darle un regalo; mediante un aparato colocado en su cabeza puede realizar una especie de “escape virtual” y convertirse en otra persona. Pero no solo eso, puede cambiar de país, de sexo, de tiempo…Entusiasmada por la propuesta, ella acepta y se encarna en George Miller (notable Terrence Howard) un hombre multimillonario que en 2012 creó “Avacom” poderosa empresa que se enfoca en crear videojuegos. George está desarrollando precisamente el gadget que Sarah usará en el futuro. Él también se conecta al aparato… porque también desea evadir un acontecimiento terrible.
El metraje explora las personalidades protagonistas contrapuestas, iguales pero diferentes en sus contextos, juega con las percepciones del espectador, nos hace creer al comienzo que el futuro es lo real, y luego en ese viaje nos lleva a un mundo similar a nuestro tiempo, haciéndonos empatizar con este, con lo que acentuado por argumentos que dan unos y otros te hacen dudar sobre lo subliminal y certero, de cómo la mente es tan voluble y maleable, de cómo reaccionaríamos nosotros en la misma situación. El nexo entre los dos mundos paralelos es Kate, amante de Sarah, y esposa muerta de George, ella es el elemento turbador que inquieta y desconcierta, ya que para Sarah ella puede ser una idealización masculina, una bella y sensual mujer que tiene una amante lesbiana (el sueño húmedo de muchos hombres), aunque con el fantasma de un grupo de compañeros de trabajo muertos, y en el otro es un millonario con una hermosa inteligente amante, aunque con el fantasma de su mujer fallecida. Son estos los recursos que explora para engancharte, y lo hace a medias, pues existe cierto desequilibrio entre los dos mundos, recayendo sobre George la mayor parte del tiempo (lo aprovecha para expresar emoción y dolor), ello en detrimento de Sarah, se le da más fondo dramático a él, pero aún con esto se siente el capítulo como un esbozo de lo que podría ser, faltando conexión emocional con la situación y los personajes. Entretenido pero falto de profundidad, y además sintiéndonos que lo que vemos está ya trillado y no nos ofrece algún elemento original que le haga destacar.
La puesta en escena resulta correcta, con un estimable diseño de producción de Julie Berghoff (“The Handmaid's Tale”), siendo buenos los escenarios de los apartamentos, sus diáfanas cristaleras, o el vehículo futurista que vuela, aunque en su debe cuando se supone una zona marginal se nota demasiado que es un plató. Paul M. Sommers (“Crónicas vampíricas”) es el encargado de la cinematografía, en una labor sin marca.
Spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Su final lejos de ser certero, pareciendo que lo real es el futuro, es solo nuestra percepción, pues puede que sigamos en plano ambiguo, y lo que vemos de catatónica Sarah sea parte de nuestra visión distorsionada, esto estaría en consonancia con el relato en que se basa donde K. Dick no deja constancia de que es real y que ficticio en su conclusión.
En conjunto, un pasarratos de ver y olvidar, tampoco aspira a más. Fuerza y honor!!!
En conjunto, un pasarratos de ver y olvidar, tampoco aspira a más. Fuerza y honor!!!
15 de julio de 2018
15 de julio de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No estoy de acuerdo con las otras criticas, aca lo que hemos presenciado es una evolucion en el rubro (en cuanto a argumento), pero no solo porque fue escrita ¡45 AÑOS ANTES QUE MATRIX!, sino que ademas no tiene nada que ver con aquella.
Si forzamos la comparacion: Matrix (y otras peliculas del "genero") plantean una facil dicotomia: ilusion - realidad, es blanco o negro, o vivis dentro de la Matrix (dormido dentro de un tanque) o estas fuera siendo plenamente consciente de el esquema general, pero aca no hay nada eso, el asunto es mucho mas complejo porque ambas realidades son construidas por las angustias y alegrias de un misma psiquis, aca no hay una amenaza de las maquinas (que en ultima instancia decis: "bueno, la desenchufo y listo") aca hay realidades diseñadas por el peor enemigo: tu propio subconsciente, del cual no podes escapar/apagar/cambiar.
Las cosas que sufre Sarah de un lado (o que insinua: la falta de autoestima frente a su pareja), en el otro se compensan de alguna forma (como una respuesta de diseño del propio yo) y visceversa, ambos costados son reales porque encajan en el esquema de un mismo cerebro, entonces no es: realidad o ilusion, es: realidad o realidad, solo que entificadas y acentuadas de distinta manera.
Cuando caes en la cuenta de esto parece que...lo que te queda simplemente es elegir: un lado u otro (con algun criterio: aca soy mas feliz, alla soy millonario, lo que sea), yo creo que en el fondo lo que uno quiere es no tener que elegir, y se aferra a la excusa de "dejame en la historia original, antes de ver el negativo de la foto de mi yo", pero claro no hay tal cosa es todo uno, se juega mucho con ese gris, con la indeterminacion, es una vuelta de tuerca mas y una gran diferencia de concepto (dentro del genero) el que no exista una tal "realidad originaria".
Por otro lado y como dice otro usuario, el capitulo es un enorme disparador de preguntas, en mi caso, luego del final...momento, esto va en spoiler
Si forzamos la comparacion: Matrix (y otras peliculas del "genero") plantean una facil dicotomia: ilusion - realidad, es blanco o negro, o vivis dentro de la Matrix (dormido dentro de un tanque) o estas fuera siendo plenamente consciente de el esquema general, pero aca no hay nada eso, el asunto es mucho mas complejo porque ambas realidades son construidas por las angustias y alegrias de un misma psiquis, aca no hay una amenaza de las maquinas (que en ultima instancia decis: "bueno, la desenchufo y listo") aca hay realidades diseñadas por el peor enemigo: tu propio subconsciente, del cual no podes escapar/apagar/cambiar.
Las cosas que sufre Sarah de un lado (o que insinua: la falta de autoestima frente a su pareja), en el otro se compensan de alguna forma (como una respuesta de diseño del propio yo) y visceversa, ambos costados son reales porque encajan en el esquema de un mismo cerebro, entonces no es: realidad o ilusion, es: realidad o realidad, solo que entificadas y acentuadas de distinta manera.
Cuando caes en la cuenta de esto parece que...lo que te queda simplemente es elegir: un lado u otro (con algun criterio: aca soy mas feliz, alla soy millonario, lo que sea), yo creo que en el fondo lo que uno quiere es no tener que elegir, y se aferra a la excusa de "dejame en la historia original, antes de ver el negativo de la foto de mi yo", pero claro no hay tal cosa es todo uno, se juega mucho con ese gris, con la indeterminacion, es una vuelta de tuerca mas y una gran diferencia de concepto (dentro del genero) el que no exista una tal "realidad originaria".
Por otro lado y como dice otro usuario, el capitulo es un enorme disparador de preguntas, en mi caso, luego del final...momento, esto va en spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En la hipotesis directa de que: su cuerpo quedo de un lado y su psiquis "encerrada" en el otro, en estado vegetativo digamos, ¿existen limites creativos en un cerebro que no recibe "estimulos externos"?, ella quedo viviendo en base a recuerdos, cada vez que coma papas fritas (en el estado vegetativo en el que esta) lo que siente es el recuerdo del sabor de las papas fritas, digamos, no podria experimentar sensaciones nuevas...salvo que el cerebro se invente sabores, ahora, existen personas con una potencia imaginativa y creativa inmensas, pero...dudo que semejante realidad se pueda construir y sostener durante años sin perdidas...¿como sera la vida cerebral de un paciente que lleva varios años "durmiendo"?, ¿tendra sueños dentro del sueño?, ¿como recuerda a el color rojo por ejemplo, luego de 20 años de no percibirlo externamente?, este capitulo es genial lisa y llanamente.
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