Gimme ShelterConcierto
1970 

7.4
1,203
Documental
El 6 de diciembre de 1969, 300 mil personas se reunieron en Altamont para oír en concierto gratuito a The Rolling Stones, Jefferson Airplane, Tina Turner y The Flying Burrito Brothers, entre otros. Cuatro meses antes había sido Woodstock, el mítico concierto de la generación del amor y la unidad. Sin embargo, este concierto acabó en tragedia: los Rolling Stones, preocupados por la seguridad, encargaron del mantenimiento del orden a ... [+]
20 de mayo de 2008
20 de mayo de 2008
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Auténtico documental de culto. Muestra con sobriedad y enorme dureza el concierto de Altmont. Aquel acontecimiento finalizó como el rosario de la aurora...
La película narra con estilo documental las horas previas, el durante y el después del concierto. Impresionante el caos que rodeó a la actuación. La tensión y la tragedia se mascan en el ambiente y el discurrir del concierto fue caótico con contínuas interrupciones del mismo y la invasión del escenario.
La fuerza visual de las imágenes es tremenda. Sin duda, la grabación nos interna en las tendencias hippies que inundaban al mundo a finales de los sesenta. Esta película es interesante para los fans de los Stones y también para aquellos que tengan curiosidad por conocer grupos como los Hell Angels o el movimiento hippie. Demoledor.
La película narra con estilo documental las horas previas, el durante y el después del concierto. Impresionante el caos que rodeó a la actuación. La tensión y la tragedia se mascan en el ambiente y el discurrir del concierto fue caótico con contínuas interrupciones del mismo y la invasión del escenario.
La fuerza visual de las imágenes es tremenda. Sin duda, la grabación nos interna en las tendencias hippies que inundaban al mundo a finales de los sesenta. Esta película es interesante para los fans de los Stones y también para aquellos que tengan curiosidad por conocer grupos como los Hell Angels o el movimiento hippie. Demoledor.
15 de agosto de 2009
15 de agosto de 2009
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realista y crudo reportaje sobre lo que iba a ser una continuación del festival de Woodstock y que terminó siendo el fin del sueño hippie, que fue el concierto de Altamont. Lo que empezó siendo un movimiento noble y pacífico terminó por ser una pesadilla para muchos y el trágico final para alguno de los héroes que lo iniciaron unos años antes. El film lo trata sin ningún tipo de sentimentalismo y sí en cambio con grandes dosis de realismo. Se atisba a medida que pasa la cinta, que algo trágico va a suceder, y nos mete de lleno en la equivocada e injusta actuación de los Hell's Angels, sobre el público en principio pacífico que fue a disfrutar de grandes actuaciones en directo, incluidos The Rolling Stones. Fueron designados por los Stones como "agentes del orden" y encargados de mantener la paz durante el festival. Craso error. Pronto nos damos cuenta, casi desde la primera actuación que la paz va a brillar por su ausencia. Da pena ver a la gente apaleada sin piedad por este grupo violento, desde el inicio. Se producen continuas interrupciones e incluso llegan a agredir a miembros de grupos emblemáticos del movimiento hippie de la época, como The Jefferson Airplane.
En definitiva, lamentable fin a una época que se inició con grandes ideales y entusiasmo por parte de aquella juventud de entonces y que finalizó tan tristemente. Lo único que al final quedó de todo aquello fueron grandes obras maestras de la música popular del siglo XX. De lo demás, desgraciadamente, poco.
En definitiva, lamentable fin a una época que se inició con grandes ideales y entusiasmo por parte de aquella juventud de entonces y que finalizó tan tristemente. Lo único que al final quedó de todo aquello fueron grandes obras maestras de la música popular del siglo XX. De lo demás, desgraciadamente, poco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Finalmente en la actuación de los Stones, se produce la catarsis de violencia que termina con la muerte de un hombre. La imagen de Mick Jagger visionando la escena en una pantalla de televisión es tremenda. Da la impresión de que se siente en cierto modo, culpable de lo que ha ocurrido.
30 de septiembre de 2015
30 de septiembre de 2015
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es un largometraje documental notable no sólo por lo que cuentan y describen sus imágenes sino también por el juego temporal de éstas, un juego en el que se mezclan los preparativos con las consecuencias y con el acontecimiento en sí, el Festival de Altamont, el 6 de diciembre de 1969, como broche final a la gira de The Rolling Stones por los Estados Unidos a fines de este mismo año. Mick Jagger y otros miembros de la banda ven en una moviola las imágenes de su actuación en dicho festival, lamentándose por lo sucedido (el caos, el asesinato de Meredith Hunter) y es muy interesante esta dualidad entre actores y espectadores de un mismo drama que la película plantea.
Lo cierto es que Altamont tuvo una pésima organización, de manera que entre el público y el escenario no había separación alguna, y así, muchos espectadores querían subirse al escenario, mientras que los Ángeles del Infierno, banda de motoristas californianos, trataban de mantener al público a raya con métodos contundentes. De todo este caos hay imágenes de todo tipo: la mujer desnuda que se quería subir al escenario, un perro paseándose al lado de Mick Jagger, Grace Slick tratando de serenar los ánimos de todos, sin conseguirlo, o el asesinato de Meredith Hunter. Este caos, la violencia, y la situación cronológica de este festival gratuito, han hecho que algunos hayan entendido Altamont como el fin de la contracultura pop de los años 60, una contracultura que en el previo Festival de Woodstock había tenido su máximo auge. Teniendo en cuenta que en los 70 habría más festivales, más bien puede considerarse Altamont como la expresión más negra de esa contracultura en su expresión más multitudinaria.
La imagen que este documental da de los Ángeles del Infierno es bastante negativa, y según la Wikipedia en inglés, esta imagen negativa motivó un plan de este grupo para matar a Mick Jagger, un plan que afortunadamente no prosperó. Sin duda, los acontecimientos sucedidos llevan a una reflexión acerca de la responsabilidad de The Rolling Stones y especialmente de los organizadores del concierto (por ejemplo Emmett Grogan) en todo este desastre. Pese a la reputación del film de los Maysles y Zwerin, tal vez éste adolece de un mayor sentido crítico, en este sentido. Más que pretender una crítica profunda, el documental se conforma con una dimensión testimonial para que cada espectador saque sus propias conclusiones de un acontecimiento en el que murieron cuatro personas, hubo cuatro nacimientos, y se produjeron numerosos destrozos.
Lo cierto es que Altamont tuvo una pésima organización, de manera que entre el público y el escenario no había separación alguna, y así, muchos espectadores querían subirse al escenario, mientras que los Ángeles del Infierno, banda de motoristas californianos, trataban de mantener al público a raya con métodos contundentes. De todo este caos hay imágenes de todo tipo: la mujer desnuda que se quería subir al escenario, un perro paseándose al lado de Mick Jagger, Grace Slick tratando de serenar los ánimos de todos, sin conseguirlo, o el asesinato de Meredith Hunter. Este caos, la violencia, y la situación cronológica de este festival gratuito, han hecho que algunos hayan entendido Altamont como el fin de la contracultura pop de los años 60, una contracultura que en el previo Festival de Woodstock había tenido su máximo auge. Teniendo en cuenta que en los 70 habría más festivales, más bien puede considerarse Altamont como la expresión más negra de esa contracultura en su expresión más multitudinaria.
La imagen que este documental da de los Ángeles del Infierno es bastante negativa, y según la Wikipedia en inglés, esta imagen negativa motivó un plan de este grupo para matar a Mick Jagger, un plan que afortunadamente no prosperó. Sin duda, los acontecimientos sucedidos llevan a una reflexión acerca de la responsabilidad de The Rolling Stones y especialmente de los organizadores del concierto (por ejemplo Emmett Grogan) en todo este desastre. Pese a la reputación del film de los Maysles y Zwerin, tal vez éste adolece de un mayor sentido crítico, en este sentido. Más que pretender una crítica profunda, el documental se conforma con una dimensión testimonial para que cada espectador saque sus propias conclusiones de un acontecimiento en el que murieron cuatro personas, hubo cuatro nacimientos, y se produjeron numerosos destrozos.
16 de marzo de 2025
16 de marzo de 2025
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravilla filmada en 1970.
Atmósfera malsana, un monumento a la imagen incurable realizado por dos de los más geniales documentalistas de la historia: los hermanos Maysles.
El documental abre con los Stones en su plenitud y cierra con una estampa del desasosiego: un Jagger silencioso, desencajado, congelado en la imagen de su propia catástrofe.
La película es un espejo averiado en el que se refleja la muerte del sueño sesentero.
El infierno del Bosco plasmado en celuloide: cuerpos enredados, miradas extraviadas, secreciones y violencia gratuita, un aquelarre donde el éxtasis se vuelve un palimpsesto de agobio y sufrimiento. Hay algo dantesco en la forma en que la cámara de los Maysles captura la psicodelia, como si el infierno fuera una ingente masa humana sin rumbo, condenada a perpetuidad. Ultrajada por fuerzas que ni entiende ni controla.
Un festival que debía ser la cima de la utopía hippie convertido en un pandemonio de violencia irracional.
Película furiosa, inusualmente viva, más cercana a un documento de metamorfosis licántropa que al cine testimonial, más próximo a la brujería lasciva que al hipismo bien pensante.
Una salvajada inolvidable, con algunas de las imágenes más poderosas alguna vez captadas.
Obra maestra.
Atmósfera malsana, un monumento a la imagen incurable realizado por dos de los más geniales documentalistas de la historia: los hermanos Maysles.
El documental abre con los Stones en su plenitud y cierra con una estampa del desasosiego: un Jagger silencioso, desencajado, congelado en la imagen de su propia catástrofe.
La película es un espejo averiado en el que se refleja la muerte del sueño sesentero.
El infierno del Bosco plasmado en celuloide: cuerpos enredados, miradas extraviadas, secreciones y violencia gratuita, un aquelarre donde el éxtasis se vuelve un palimpsesto de agobio y sufrimiento. Hay algo dantesco en la forma en que la cámara de los Maysles captura la psicodelia, como si el infierno fuera una ingente masa humana sin rumbo, condenada a perpetuidad. Ultrajada por fuerzas que ni entiende ni controla.
Un festival que debía ser la cima de la utopía hippie convertido en un pandemonio de violencia irracional.
Película furiosa, inusualmente viva, más cercana a un documento de metamorfosis licántropa que al cine testimonial, más próximo a la brujería lasciva que al hipismo bien pensante.
Una salvajada inolvidable, con algunas de las imágenes más poderosas alguna vez captadas.
Obra maestra.
30 de junio de 2010
30 de junio de 2010
23 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
De lo que se ve en esta película podemos extraer dos razones:
1. Una serie de grupos musicales hacen el esfuerzo de organizarse para dar un concierto gratuito, hecho por y para el disfrute de la gente. Sin embargo, los integrantes el público, en vez de escuchar a quienes están actuando para ellos, se dedican a comportarse como animales. A empujarse y a dar rienda suelta a su instinto, fortalecido por imprudentes dosis de droga. Putos gilipollas. Así, y pasando de las advertencias de las bandas de música, que les imploran que paren, hasta que llega lo fatídico. Naturaleza humana en estado puro.
2. Hacen un documental sobre los Rolling... que en realidad es un documental sobre Mick Jagger. Al resto, músicos tan grandes, o más, que él, que les jodan. Ignorados. Claro, Jagger es el único que baila, así que de los cinco minutos que dura la versión de Satisfaction, cuatro y medio lo enfocamos a él y el resto a las tías que saltan al escenario. Muy bien, mucho se muere el espíritu hippie y qué nostálgicos y qué pena nos da que lo grabamos todo todito y después lo publicamos para que quede constancia del fin de una época pero sólo enfocamos al puto Mick Jagger, por razones fotogénicas. Si hubo una cámara persiguiendo al cantante durante todo el rodaje y ninguna detrás del resto de la banda, el espíritu hippie ya estaba muerto. Enterrado y sin funeral, además. A lo mejor ni siquiera nació.
Y al resto de las cosas buenas o bonitas de la película, en este momento, que les den también.
Así nos va.
Desesperanza en forma de documental por un tubo.
1. Una serie de grupos musicales hacen el esfuerzo de organizarse para dar un concierto gratuito, hecho por y para el disfrute de la gente. Sin embargo, los integrantes el público, en vez de escuchar a quienes están actuando para ellos, se dedican a comportarse como animales. A empujarse y a dar rienda suelta a su instinto, fortalecido por imprudentes dosis de droga. Putos gilipollas. Así, y pasando de las advertencias de las bandas de música, que les imploran que paren, hasta que llega lo fatídico. Naturaleza humana en estado puro.
2. Hacen un documental sobre los Rolling... que en realidad es un documental sobre Mick Jagger. Al resto, músicos tan grandes, o más, que él, que les jodan. Ignorados. Claro, Jagger es el único que baila, así que de los cinco minutos que dura la versión de Satisfaction, cuatro y medio lo enfocamos a él y el resto a las tías que saltan al escenario. Muy bien, mucho se muere el espíritu hippie y qué nostálgicos y qué pena nos da que lo grabamos todo todito y después lo publicamos para que quede constancia del fin de una época pero sólo enfocamos al puto Mick Jagger, por razones fotogénicas. Si hubo una cámara persiguiendo al cantante durante todo el rodaje y ninguna detrás del resto de la banda, el espíritu hippie ya estaba muerto. Enterrado y sin funeral, además. A lo mejor ni siquiera nació.
Y al resto de las cosas buenas o bonitas de la película, en este momento, que les den también.
Así nos va.
Desesperanza en forma de documental por un tubo.
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