Sin duda una gran obra maestra que a pesar de ser una película cinematográfica, recuerda a los orígenes del cine: el teatro. Esto se siente en cada momento en la interpretación de los personajes, los "pobres" escenarios, los juegos de iluminación...
Además, éste es también el tema principal de la película, ya que el teatro es la excusa o coartada que ayudará al protagonista a llevar a cabo su venganza.

Cabe además destacar la BSO (muy alejada de las propias de la época), vestuario, fotografía... Cada uno de los detalles están sumamente cuidados, como una gran obra de teatro.

165/24(23/04/09 Teatral historia de venganza nipona, donde las situaciones dan la sensación de estar forzadas para dar cabida a sus acontecimientos. A mi (no sé si por mi cultura occidental) no me encaja el personaje principal, Yukinojo (Kazuo Hasehawa), un actor del kabuki que interpreta sobre las tablas a mujeres, que sigue travestido fuera de ellas, y que de esta forma enamora a mujeres, me resulta poco verosímil. El argumento me recuerda a “Yoyimbo” de Kurosawa, en el que un samurái llega a un pueblo y hace que se peleen dos jefes de bandas. Por lo menos es de agradecer que la historia entre venganzas, ladrones, peleas (algo pueriles) y demás situaciones resulte amena, pero sin más. Asimismo es curiosa su banda sonora anacrónica y bastante cercana al jazz. Recomendable a los que gusten de cine japonés. Fuerza y honor!!!