Rumbo al norte

El hermano de Aki mejora con "Rumbo al norte" su entrega del pasado año en la Seminci de Valladolid. Su película es más digerible y entretenida al tratarse de una road movie que apuesta, salvo en momentos muy puntuales, por la comedia.

El regreso de Leo (Paavo Nurmi, legendario atleta olímpico, según su pasaporte) a Finlandia, tras treinta y cinco años de ausencia, significará un estallido y también un revulsivo en la vida de su hijo, Timo, concertista de piano, que le daba por perdido.
El recorrido hacia el Norte irá descubriendo aspectos desconocidos para el artista y no pocos secretos que tienen que ver con sus años sin memoria.

Sin mostrar nada nuevo, Mika Kaurismaki, presenta una obra sin pretensiones pero aseadita y más que salvable en su parte divertida, que queda un poco deslucida por la intencionalidad moralizante y el añadido del viaje existencialista.

El cineasta finlandés Mika Kaurismaki, al igual que en su inmediatamente anterior película, "Hermanos", indaga de nuevo en las relaciones familiares aunque en esta ocasión con formato de road movie y con su habitual mezcla de dramatismo y humor.

Mejora en su segunda mitad, pero este nuevo trabajo del menos prestigioso de los dos hermanos Kaurismaki peca también de excesivamente convencional en un relato que no ofrece nada diferente a lo esperado según avanza su trama, y que ofrece escasos puntos de verdadero interés. Destaca, eso sí, la interpretación del actor que interpreta al padre.