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Una cuestión de amor (Juste une question d'amour) (TV)

Drama Laurent es un chico de 23 años que no oculta su homosexualidad ante sus amigos pero sí ante sus padres. Sus tíos renegaron de su hijo Marc cuando se enteraron de que era homosexual y Laurent, por miedo a que sus padres hagan lo mismo, lleva una doble vida con la ayuda de su mejor amiga Carole. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
24 de marzo de 2010
19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El dilema de Laurent es el mismo por el que tienen que tragar muchos que se chocan contra un muro demasiado elevado para franquearlo de un simple salto. Es el muro de los prejuicios, de las etiquetas que confinan a las personas a un carril sin desvíos, a un anaquel cerrado por todos sus lados, mientras en la parte frontal se exhibe el consabido cartelito, al igual que ocurre en las colecciones de insectos, de plantas o de minerales. Cada ejemplar o espécimen ordenado y clasificado.
¿Se puede hacer eso con la gente? ¿Se la puede colocar en anaqueles con cartelitos colgados del cuello?
Pues eso es lo que se hace. Les endosamos etiquetas (y nos las endosan) mientras se está todavía en la cuna, antes de haber tenido tiempo de decidir por uno mismo. Otros eligen cómo ha de ser el futuro ajeno. “Hombre”. “Mujer”. “Heterosexual” (por supuesto). “Machote” (¿es que puede ser de otro modo?). “Femenina” (las mujeres que no son femeninas no son mujeres). Y, como ésas, miles de etiquetas.
¿Cuánto daño podemos estar causando con ese simple hábito de predeterminar cómo tienen que ser los demás? ¿Con la manía de organizarles la vida?
Asfixiar una planta en crecimiento, por no dejarla desarrollarse según su instinto. Matar un retoño que no puede evitar ser como es, por el empeño en moldearlo como nos gustaría que fuera.
El gran problema es ése. No aceptar por lo que otro es, sino con la condición de que se adapte a lo que nos gustaría.
La homosexualidad a día de hoy sigue siendo un tabú que provoca mucha confusión y graves conflictos familiares y sociales. Pero incluso la palabra “homosexualidad” es un cartel, una etiqueta que restringe. ¿Se puede catalogar el amor, la atracción, la pasión? Si en lugar de tratar de buscar taxonomías para el amor, lo dejáramos libre, como lo que es, porque el amor no admite restricciones… ¿No seríamos más comprensivos, más justos, más felices?
Christian Faure no expone nada nuevo. Un tema tristemente trillado. Pero tan cercano, tan real, tan controvertido, que cualquier acto de valentía para abordarlo cara a cara es bienvenido. Faure, siguiendo la estela de otros directores, da la cara por todos los que tienen miedo a lanzarse y contarles a sus padres, gritar a los cuatro vientos la pura verdad. Ésta es una película que ignora las vendas que algunos se atan delante de los los ojos, y les planta ante la jeta la realidad que se niegan a admitir.
Bravo por el ejercicio de concienciación. Pero también por ser una película bonita, genuina, sobria, sin exageraciones ni idealizaciones.
Y lo que enseña es que lo primero que uno debe pensar es que no se puede obligar a nadie a ir en contra de sí mismo. Y que uno sólo puede ser lo que es. Y que cada cual ama a su manera.
Vivoleyendo
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30 de octubre de 2009
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque suene al tópico argumento, chico dentro del armario se enamora de chico fuera de él, ésta película va más allá de las situaciones que ello conlleva y nos adentra en los sentimientos enfrentados entre padres-hijos, padres-padres, hijos-hijos, amigos....
Un caleidoscopio de emociones, situaciones, problemas, sentimientos.... amor en general que no sólo abarca una relación entre dos personas, sino todo aquello que nos rodea y que nos plantea la siguiente pregunta:
¿Estamos dispuestos a perder a alguien por no perder a otros?.
Como se dice acertadamente en el film, es sólo una cuestión de amor y ahí es donde tenemos que echar abajo todas las barreras que nosotros mismos hemos creado. Ponernos en ambos lados y decidir entre estar en uno u otro o simplemente, borrar ésa delgada línea que puede suponer un muro para otros.
Aunque la pareja protagonista están bastante comedidos en sus papeles, me quedo sin duda la destacada actuación de Eva Darlan , como madre de Cédric, y Carolyne Veyt, como la amiga perfecta que está dispuesta a su sacrificio propio por la felicidad de su amigo.
Sin duda una película entretenida, lenta a momentos, pero que nos deja un buen sabor de boca y un tema sobre el que meditar.
terestere
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2 de febrero de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interpretaciones muy sencillas y auténticas para un problema creado por nosotros mismos, o blanco o negro. Relata que el amor se siente y se demuestra , no se explica ni se dan excusas, no tiene tarjeta de presentación ni existe abanico de elección. O no es amor los sentimentos hacia una hija una madre una amiga? Aún hoy en dia he escuchado que se peinan de forma distinta, que raro no lleva joyas, tampoco faldas, y risitas. El drama que viven los padres de Laurent es comprensible, aunque no justificado, porque integrados en una sociedad con barreras incluidas no tienen recursos para saltárselas y seguir considerándose unos padres normales sin culpa ya que su hijo no ha cometido ningún pecado.
Vale la pena ver a la compressiva madre de Cédric, a la intolerancia de los tios de Laurent, al silencio doloroso de la amiga de Laurent, al dolor de un hombre que ve morir a su amor sólo y humillado y a Cedric maduro, seguro de sí mismo y vulnerable ante un Laurent , fresco, divertido que se esconde porque le parece más fácil.
El director con estos personajes ha descubierto la fórmula de la intolerancia. Un genio
elomiro
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8 de mayo de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguro que la mayoría estaremos de acuerdo en el tema de la película, en la dificultad de manifestar la propia homosexualidad a unos padres que han tenido una educación retrógrada. Y de ese tema se pueden desarrollar un montón de ensayos, de estudios psicológicos, y por supuesto novelas y de estas guiones. O simplemente escribir un guión teniendo claro el tema y cual es la opción que tomas como guionista, a donde quieres ir con ese guión. En este claro creo que el grupo de guionistas, incluido el director como tal, han conseguido un magnífico guión, uno de esos guiones que debe ser un placer leerlo. Pero a mi me parece que al realizarlo como película, al tener que trasladar el guión a imágenes, al contar la historia con imágenes y sonido, al director le ha fallado la realización. Creo que se ha perdido en los discursos, en los diálogos, dejando que las palabras vayan por un lado y las imágenes no acompañen. Me parece que la mayoría estará de acuerdo con todo lo que dicen y hacen los personajes, por una razón u otra, pero en lo que yo no estoy de acuerdo es en que las escenas sean tan literarias, tan poco imaginativas, entendiendo en este caso que la imaginación recurre a la imagen. Este es un defecto del cine francés, es muy discursivo la mayoría de las veces perdiendo imaginación.
Del Mar
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27 de abril de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No cabe duda que nuestras actuales sociedades nos llevan a vivir un montón de máscaras y cada una de ella dependiendo del carnaval de la vida al cuál estamos invitados a pertenecer. El primer escollo que debe sortear una personas homosexual son las altas pretenciones familiares que se entretejen en torno a su felicidad, las expectativas que son de otros pero que nos son las propias. Luego viene el dolor de una escuela donde la libertad y el respeto por la diferencia está años luz de ser entendida y enseñada. Luego enfrentarse al mundo profesional, donde se hace más complejo porque se tiene miedo a la diferencia.

Este es un punto interesante de la película, pero hay otro que es fundamental e importante a la hora de entablar una relación de pareja: los miedos, los temores, pero sobre todo, el respeto al ritmo personal de vida. Cuántas veces no presionamos al otro a que viva o haga las cosas tal cual nosotros queremos, esto lleva al agotamiento, pero sobre todo puede llevar a la muerte del amor.

El amor es un sentimiento que libera, pero que a su vez genera y construye libertad. Amar a otro por quien es, no po lo que queremos que sea, amamos a otros con sus ritmos, no porque desean vivir y hacer lo que nosotros queramos. Amar es vivir en libertad y la verdadera libertad es el amor
carlos
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