Jorge. Una travesía de Coque MallaDocumental
2022 

6.6
187
Documental
En 1987, Jorge Malla, un chico de 16 años, acompañado de sus padres, firmó un contrato con una multinacional para grabar un disco con su grupo, Los Ronaldos. Cuando el grupo se disolvió, el joven solista se encontró sin nadie que le respaldara como músico y teniendo que empezar de cero, literalmente. Más de 30 años después, muchos discos, conciertos, kilómetros, fracasos y triunfos, ese chico que un día quiso ser solista, ha conseguido ... [+]
27 de febrero de 2023
27 de febrero de 2023
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hubo un tiempo en que la música pop era fresca, era descarada, se podía escuchar. Pongamos que hablo de 1987, el año del pensamiento mágico, quiero decir, de las canciones maravillosas. Teníamos quince años, estábamos en el instituto, y estábamos algo locos, para qué vamos a engañarnos. O más bien, desorientados. Y en Madrid, en alguna parte de esa gran ciudad, había un chaval llamado Jorge, quiero decir, Coque, que tenía la pasión de la música y el baile desde crío, y que quería ser artista. Esas cosas, o se tienen o no se tienen, y él la tenía. Junto con unos compañeros, formó una banda, que se llamó Los Ronaldos: Luis García, bajo; Luis Martín, guitarra; Ricardo Moreno, batería, y Coque Malla, voz y guitarra. Y, en ese año inmejorable, sacaron su primer disco, con el nombre de la banda, y nada menos que en EMI. El sueño de todo adolescente, hecho realidad: 15 años, un grupo de pop-rock, y todo el descaro juvenil, en unas canciones que resultaban de lo más fresco de entonces. Canciones breves, algunas muy breves, con letras simples y directas, que hablaban de los deseos de un chaval de quince años. Me compré el disco (el vinilo, claro), y lo disfruté de lo lindo.
Luego ya, les perdí la pista. Nunca fui a un concierto de ellos, en el tiempo en que estuvieron en activo. Ahora, gracias a este documental de las hermanas Martín Barcelona, podemos enterarnos de la trayectoria de su líder, Jorge Malla. En esa primera parte, se nos cuenta la historia de Los Ronaldos, con material de archivo (tampoco mucho), en donde podemos ver esa juventud en plena eclosión, el éxito fulminante, el tiempo de las cerezas, digamos. Dieron muchos conciertos, sacaron algunos discos más, hasta que en 1998 se disolvieron. Coque, sentado en ese cómodo sillón, lo va desgranando todo, con su voz tranquila. Entre medias, un coro de invitados (amigos, críticos, locutores, otros artistas) lo va comentando, aquellos benditos años. La historia no es la típica, ya que el músico como artista adolescente tuvo que enfrentarse a la soledad, a la carrera en solitario, empezar casi de cero. Junto a Álex Olmedo, forman un dúo, Las Mentiras, que recorrerá España, de garito en garito, algunos de mala muerte, en donde "lo mejor es cuando estábais afinando", como dijo alguien. Lo tuvo que pasar mal, el chaval, hasta que poco a poco se fue recuperando de ese bache (¿depresión?) y empezó por fin a remontar el vuelo.
Lo hizo con el disco Soy un Astronauta Más, que en su título ya dice mucho de su situación anímica. Luego vino el disco especial Sueños (2004), que formó papel de la colección de libro discos de El Europeo, la revista progre de Jorge Cassani, que también cuenta. Un momento especial fue la salida de La hora de los gigantes (2009), tal vez su consagración con la nueva banda, su nueva etapa en el cénit por fin. De su amistad y colaboración con Iván Ferreiro surgió Termonuclear (2011), un paso más en esta escala ascendente. Luego vino aquel disco, Mujeres, de 2013, en donde reflexiona sobre su relación con las mujeres, las mujeres de su vida, entre ellas su madre. El documental sigue, con El último hombre en la Tierra, de 2016, tal vez su homenaje particular a su adorado Bowie. Y acaba con Irrepetible, ese álbum en directo, en donde sus amigos y admiradores cantan con él en algunos de los temas que les han marcado. Es la consagración de esta etapa, un punto final digamos, o tal vez un punto y seguido, quién sabe.
Es una larga travesía, desde luego, y para contarla, las directoras reúnen a los que más saben de todo ello. Arancha Moreno, periodista musical, y autora de un libro sobre Malla (Coque Malla. Sueños, gigantes y astronautas), es la que mejor expone ese peregrinar, desde la pasión juvenil de Los Ronaldos hasta la reposada gloria del presente, pasando por el desierto de espinos. Jesús Ordovás, en cambio, aparece más como un fan, del estilo de Dani Martín o Iván Ferreiro. Está claro que las dos directoras no se entretienen en contextualizar la época de la Movida ni relacionan la carrera de CM con la de otros músicos. Todos y todas las que aparecen son fans, en mayor o menor grado, y el espectador enseguida se da cuenta, de que el documental está montado a mayor gloria del personaje. Que se divide en tres partes, no sé si ya lo he dicho: Los Ronaldos (me gusta la presencia de sus ex compañeros de grupo, cosa rara en el pop español). Coque Malla en solitario, por el desierto. Coque Malla en su Nuevo Esplendor, después del Acontecimiento. Que no es otro que su encuentro con Macarena Cabo, en 2010, cuando él daba un concierto (creo que ella dice en Mieres) y ella estaba de espectadora. Fue algo fulminante, y que cambió su vida de la noche a la mañana. Lo cuenta ella, muy bien, y lo corrobora él ("me sentía como a metro y medio del suelo..., era todo muy excitante", viene a decir). Después de doce años con ella, el artista se nos aparece en su plenitud, lo cual demuestra una vez más que lo importante es el Amor.
Luego ya, les perdí la pista. Nunca fui a un concierto de ellos, en el tiempo en que estuvieron en activo. Ahora, gracias a este documental de las hermanas Martín Barcelona, podemos enterarnos de la trayectoria de su líder, Jorge Malla. En esa primera parte, se nos cuenta la historia de Los Ronaldos, con material de archivo (tampoco mucho), en donde podemos ver esa juventud en plena eclosión, el éxito fulminante, el tiempo de las cerezas, digamos. Dieron muchos conciertos, sacaron algunos discos más, hasta que en 1998 se disolvieron. Coque, sentado en ese cómodo sillón, lo va desgranando todo, con su voz tranquila. Entre medias, un coro de invitados (amigos, críticos, locutores, otros artistas) lo va comentando, aquellos benditos años. La historia no es la típica, ya que el músico como artista adolescente tuvo que enfrentarse a la soledad, a la carrera en solitario, empezar casi de cero. Junto a Álex Olmedo, forman un dúo, Las Mentiras, que recorrerá España, de garito en garito, algunos de mala muerte, en donde "lo mejor es cuando estábais afinando", como dijo alguien. Lo tuvo que pasar mal, el chaval, hasta que poco a poco se fue recuperando de ese bache (¿depresión?) y empezó por fin a remontar el vuelo.
Lo hizo con el disco Soy un Astronauta Más, que en su título ya dice mucho de su situación anímica. Luego vino el disco especial Sueños (2004), que formó papel de la colección de libro discos de El Europeo, la revista progre de Jorge Cassani, que también cuenta. Un momento especial fue la salida de La hora de los gigantes (2009), tal vez su consagración con la nueva banda, su nueva etapa en el cénit por fin. De su amistad y colaboración con Iván Ferreiro surgió Termonuclear (2011), un paso más en esta escala ascendente. Luego vino aquel disco, Mujeres, de 2013, en donde reflexiona sobre su relación con las mujeres, las mujeres de su vida, entre ellas su madre. El documental sigue, con El último hombre en la Tierra, de 2016, tal vez su homenaje particular a su adorado Bowie. Y acaba con Irrepetible, ese álbum en directo, en donde sus amigos y admiradores cantan con él en algunos de los temas que les han marcado. Es la consagración de esta etapa, un punto final digamos, o tal vez un punto y seguido, quién sabe.
Es una larga travesía, desde luego, y para contarla, las directoras reúnen a los que más saben de todo ello. Arancha Moreno, periodista musical, y autora de un libro sobre Malla (Coque Malla. Sueños, gigantes y astronautas), es la que mejor expone ese peregrinar, desde la pasión juvenil de Los Ronaldos hasta la reposada gloria del presente, pasando por el desierto de espinos. Jesús Ordovás, en cambio, aparece más como un fan, del estilo de Dani Martín o Iván Ferreiro. Está claro que las dos directoras no se entretienen en contextualizar la época de la Movida ni relacionan la carrera de CM con la de otros músicos. Todos y todas las que aparecen son fans, en mayor o menor grado, y el espectador enseguida se da cuenta, de que el documental está montado a mayor gloria del personaje. Que se divide en tres partes, no sé si ya lo he dicho: Los Ronaldos (me gusta la presencia de sus ex compañeros de grupo, cosa rara en el pop español). Coque Malla en solitario, por el desierto. Coque Malla en su Nuevo Esplendor, después del Acontecimiento. Que no es otro que su encuentro con Macarena Cabo, en 2010, cuando él daba un concierto (creo que ella dice en Mieres) y ella estaba de espectadora. Fue algo fulminante, y que cambió su vida de la noche a la mañana. Lo cuenta ella, muy bien, y lo corrobora él ("me sentía como a metro y medio del suelo..., era todo muy excitante", viene a decir). Después de doce años con ella, el artista se nos aparece en su plenitud, lo cual demuestra una vez más que lo importante es el Amor.
1 de junio de 2023
1 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Jorge. Una travesía de Coque Malla" es un documental que sigue al músico español Coque Malla en una travesía por su carrera musical. Dirigido por Cristina y María José Martín Barcelona, el documental presenta una mezcla de entrevistas, imágenes de archivo y actuaciones en vivo para contar la historia de la vida y carrera de Malla.
Es una oda a la música y a la creatividad, y es evidente que las directoras tienen un gran amor por su tema. La cinematografía es impresionante, con imágenes hermosas y bien compuestas que capturan la esencia de la música de Malla. La partitura también es excelente, con una mezcla de canciones de Malla y música original que complementa perfectamente la narrativa.
Coque Malla es el corazón y el alma del documental. Su pasión por la música es contagiosa, y su historia es conmovedora y auténtica. Los otros músicos que aparecen, como Iván Ferreiro y Leiva, también son interesantes y aportan una perspectiva única al mundo de la música española.
Sin embargo, no está exenta de problemas, a veces, la narrativa se siente un poco desorganizada y la edición puede ser un poco confusa, además, el documental puede no ser tan atractivo para aquellos que no están familiarizados con la música española o con Coque Malla en particular.
Documental conmovedor y bien hecho que seguramente resonará en los fanáticos de la música y los seguidores de Coque. Es una exploración fascinante de la creatividad y la pasión, y un documental que te hará sentir inspirado y emocionado.
Es una oda a la música y a la creatividad, y es evidente que las directoras tienen un gran amor por su tema. La cinematografía es impresionante, con imágenes hermosas y bien compuestas que capturan la esencia de la música de Malla. La partitura también es excelente, con una mezcla de canciones de Malla y música original que complementa perfectamente la narrativa.
Coque Malla es el corazón y el alma del documental. Su pasión por la música es contagiosa, y su historia es conmovedora y auténtica. Los otros músicos que aparecen, como Iván Ferreiro y Leiva, también son interesantes y aportan una perspectiva única al mundo de la música española.
Sin embargo, no está exenta de problemas, a veces, la narrativa se siente un poco desorganizada y la edición puede ser un poco confusa, además, el documental puede no ser tan atractivo para aquellos que no están familiarizados con la música española o con Coque Malla en particular.
Documental conmovedor y bien hecho que seguramente resonará en los fanáticos de la música y los seguidores de Coque. Es una exploración fascinante de la creatividad y la pasión, y un documental que te hará sentir inspirado y emocionado.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here