Transit Havana

Documental que generó discrepancias con el gobierno cubano después de su rodaje, con un metraje que, silenciosamente, nos introduce en la realidad de un colectivo, el de personas transexuales, injustamente denostadas durante largo tiempo; pero es que, además de eso, nos introduce de lleno en el día a día del pueblo cubano: pobre, obediente.

La obra, en términos cinematográficos, no destaca excesivamente. El principio resulta confuso, las tres historias tardan un rato en atrapar al espectador y el sonido no está muy cuidado. Eso sí, el preciso retrato fotográfico de ese entorno, oscilante entre lo exótico y lo rural, supone un gran punto a favor para poder enganchar al espectador más despistado.

El drama cotidiano cobra fuerza en los minutos finales, y la melancolía se apodera de uno tras finalizar este necesario documental. He tenido la gran suerte de verlo en la gran pantalla, y la experiencia de acercamiento a otro tipo de cine me ha resultado enriquecedora en muchos aspectos: por una parte, me he acercado a las vidas de las personas del colectivo transexual y, por otra, me ha mostrado una realidad, la que se vive en Cuba, que dista mucho de ser idílica.