Entrevistas breves con hombres repulsivos
29 de octubre de 2010
29 de octubre de 2010
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he leído todo lo que ha escrito David Foster Wallace. Pero sí he leído (y releído, y subrayado, y resumido, y conectado, y esquematizado) todo lo esté traducido al castellano (1). Incluso acabé leyendo a su traductor, Javier Calvo. He rastreado todas sus entrevistas colgadas en Youtube(2), recurrido al Google Traductor para leer artículos inéditos colgados por la red, traducido minuciosamente el artículo publicado en el New Yorker tras su suicidio (3), recordado su figura en varios de mis blogs, asimilado su estilo repleto de notas al pie cuando soy yo quien escribe (4)...
Tengo un tatuaje en mi brazo que reza "DFW". Y mataré al próximo vuelva a describirlo como un simple superdotado cínico (5).
Wallace es mi escritor favorito junto a Camus, Henry Miller, Swift, Wilde, Homero o James Joyce. Incluso por encima de. No intento hacerme autobombo ni resultar prepotente, pero necesito dejar claro que sé de lo que hablo.
Y ahora, sólo ahora, les diré qué le parece esta película de John Krasinski a este profundo admirador (que no fanático) de David Foster Wallace: una MIERDA (6).
Como relato cinematográfico es una nulidad (plano, contraplano ad nauseam), pero como adaptación es mucho peor. Es malo terminar con la sensación de que Krasinski no tenía ni puta idea de quién era Wallace (7) ni de lo que pretendía decir con su obra, por encima de su estilo barroco y su inclasificable estilo del humor. Pero resulta aún peor comprobar que ni siquiera ha captado la superficie; esto es, el barroquismo y el humor. Y que, a pesar de intentar ser fiel al texto de la forma más chapucera posible, se atreva a incluir después añadidos imperdonables que traicionan todo (como la presentación de la obra como estudio sociológico de los estragos del feminismo en los hombres) o recortar fragmentos hilarantes (como el final de la anécdota del fan de Embrujada -sic-) e incluso líneas de diálogo maravillosas cual censor franquista (o del código Hays, me es lo mismo). Y encima le sale un film de una hora y veinte que se hace largo. Justo al contrario que Wallace, cuyos hilarantes, profundos, sensibles, humanistas, irónicos, refrescantes, inteligentes, barrocos, juguetones, estimulantes y kilométricos textos se hacían muy muy cortos.
Entonces, ¿a qué viene mi nota? Bueno, la adaptación es una mierda. Pero tampoco he dicho que fuese fácil adaptar a Wallace. Así que agradezco el intento.
Para alguien como yo, sentir palabras sueltas de Foster Wallace esparcidas por el celuloide merece la pena aunque estén en una grisácea película, que, pese a todo, no deja de resultar Interesante por pionera (lo cual equivale a un 6 en Filmaffinity). Pero no exagero ni me sobrevaloro si confieso que yo mismo podría haber hecho algo mucho mejor.
Tengo un tatuaje en mi brazo que reza "DFW". Y mataré al próximo vuelva a describirlo como un simple superdotado cínico (5).
Wallace es mi escritor favorito junto a Camus, Henry Miller, Swift, Wilde, Homero o James Joyce. Incluso por encima de. No intento hacerme autobombo ni resultar prepotente, pero necesito dejar claro que sé de lo que hablo.
Y ahora, sólo ahora, les diré qué le parece esta película de John Krasinski a este profundo admirador (que no fanático) de David Foster Wallace: una MIERDA (6).
Como relato cinematográfico es una nulidad (plano, contraplano ad nauseam), pero como adaptación es mucho peor. Es malo terminar con la sensación de que Krasinski no tenía ni puta idea de quién era Wallace (7) ni de lo que pretendía decir con su obra, por encima de su estilo barroco y su inclasificable estilo del humor. Pero resulta aún peor comprobar que ni siquiera ha captado la superficie; esto es, el barroquismo y el humor. Y que, a pesar de intentar ser fiel al texto de la forma más chapucera posible, se atreva a incluir después añadidos imperdonables que traicionan todo (como la presentación de la obra como estudio sociológico de los estragos del feminismo en los hombres) o recortar fragmentos hilarantes (como el final de la anécdota del fan de Embrujada -sic-) e incluso líneas de diálogo maravillosas cual censor franquista (o del código Hays, me es lo mismo). Y encima le sale un film de una hora y veinte que se hace largo. Justo al contrario que Wallace, cuyos hilarantes, profundos, sensibles, humanistas, irónicos, refrescantes, inteligentes, barrocos, juguetones, estimulantes y kilométricos textos se hacían muy muy cortos.
Entonces, ¿a qué viene mi nota? Bueno, la adaptación es una mierda. Pero tampoco he dicho que fuese fácil adaptar a Wallace. Así que agradezco el intento.
Para alguien como yo, sentir palabras sueltas de Foster Wallace esparcidas por el celuloide merece la pena aunque estén en una grisácea película, que, pese a todo, no deja de resultar Interesante por pionera (lo cual equivale a un 6 en Filmaffinity). Pero no exagero ni me sobrevaloro si confieso que yo mismo podría haber hecho algo mucho mejor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo del tatuaje era broma.
Si quieren algo mejor de David Foster Wallace que la película que nos ocupa, lean cualquiera de sus obras (les recomiendo la ruta Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer -> Extinción -> La broma infinita). Si quieren algo mejor de Krasinski, véanlo en la recomendable serie The Office.
Y para la próxima película sobre el universo Wallace, voto por una recreación de Hermana Sangrienta (8) protagonizada por Natalie Portman.
Notas al pie:
1. Tanto recopilaciones de artículos y ensayos (a) como colecciones de relatos breves (b) y novelas (c).
a. Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer y Hablemos de langostas.
b. La niña del pelo raro, Entrevistas breves con hombres repulsivos y Extinción.
c. Mejor dicho, novela (la obra magna y totalizadora de su universo, titulada La Broma Infinita); al menos hasta que The Broom of the System sea traducida algún día o llegue el 15 de abril de 2011 y se publique su obra póstuma y semiacabada, El rey pálido.
2. Sin lograr entender casi nada por culpa de mi paupérrimo nivel de inglés.
3. http://www.newyorker.com/reporting/2009/03/09/090309fa_fact_max
4. Algo que estoy intentando superar.
5. David Foster Wallace era mucho más que eso. Bajo su humor escondía un humanismo y una preocupación real por las cosas enorme. ¿Cínico? El mismo se encargó de tachar a la ironía y al cinismo como el mayor mal de nuestra sociedad y nuestra literatura en uno de sus ensayos, puesto que es un arma enorme para bosquejar el camino pero nunca puede construirse sobre él nada que se sostenga. Y recordemos que estamos hablando de alguien que murió por su obra. Sí, no fue un depresivo que se suicidó porque la medicación dejó de hacerle efecto: fue un depresivo que dejó su medicación habitual porque creía que le estaba bloqueando en el proceso de su obra inconclusa, El rey pálido, y esa renuncia acabó con su vida.
6. Sólo puedo decir en su favor que me gustaron las actuaciones, la representación del monólogo sobre el padre que trabajaba en los lavabos y la del chico obsesionado con el sufrimiento y Viktor Frankl (a).
a. Tenía ritmo, un verdadero milagro en esta película.
7. Qué esperar de alguien que dice cosas como “Un día un buen amigo me dijo que su libro favorito era La broma infinita de David Foster Wallace. Conseguí una copia y lo que me asustó de primera no fueron las casi 1100 páginas sino el tremendo peso de la cosa […]. No había ninguna forma de que yo tuviera la capacidad cerebral como para terminar el libro […]. Seguí con aquellos artistas que me inspiraron gratamente sin producirme sangrado nasal como Nick Drake y Hal Ashby”
8. Película de James Incandenza, polifacético personaje clave de La broma infinita.
Si quieren algo mejor de David Foster Wallace que la película que nos ocupa, lean cualquiera de sus obras (les recomiendo la ruta Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer -> Extinción -> La broma infinita). Si quieren algo mejor de Krasinski, véanlo en la recomendable serie The Office.
Y para la próxima película sobre el universo Wallace, voto por una recreación de Hermana Sangrienta (8) protagonizada por Natalie Portman.
Notas al pie:
1. Tanto recopilaciones de artículos y ensayos (a) como colecciones de relatos breves (b) y novelas (c).
a. Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer y Hablemos de langostas.
b. La niña del pelo raro, Entrevistas breves con hombres repulsivos y Extinción.
c. Mejor dicho, novela (la obra magna y totalizadora de su universo, titulada La Broma Infinita); al menos hasta que The Broom of the System sea traducida algún día o llegue el 15 de abril de 2011 y se publique su obra póstuma y semiacabada, El rey pálido.
2. Sin lograr entender casi nada por culpa de mi paupérrimo nivel de inglés.
3. http://www.newyorker.com/reporting/2009/03/09/090309fa_fact_max
4. Algo que estoy intentando superar.
5. David Foster Wallace era mucho más que eso. Bajo su humor escondía un humanismo y una preocupación real por las cosas enorme. ¿Cínico? El mismo se encargó de tachar a la ironía y al cinismo como el mayor mal de nuestra sociedad y nuestra literatura en uno de sus ensayos, puesto que es un arma enorme para bosquejar el camino pero nunca puede construirse sobre él nada que se sostenga. Y recordemos que estamos hablando de alguien que murió por su obra. Sí, no fue un depresivo que se suicidó porque la medicación dejó de hacerle efecto: fue un depresivo que dejó su medicación habitual porque creía que le estaba bloqueando en el proceso de su obra inconclusa, El rey pálido, y esa renuncia acabó con su vida.
6. Sólo puedo decir en su favor que me gustaron las actuaciones, la representación del monólogo sobre el padre que trabajaba en los lavabos y la del chico obsesionado con el sufrimiento y Viktor Frankl (a).
a. Tenía ritmo, un verdadero milagro en esta película.
7. Qué esperar de alguien que dice cosas como “Un día un buen amigo me dijo que su libro favorito era La broma infinita de David Foster Wallace. Conseguí una copia y lo que me asustó de primera no fueron las casi 1100 páginas sino el tremendo peso de la cosa […]. No había ninguna forma de que yo tuviera la capacidad cerebral como para terminar el libro […]. Seguí con aquellos artistas que me inspiraron gratamente sin producirme sangrado nasal como Nick Drake y Hal Ashby”
8. Película de James Incandenza, polifacético personaje clave de La broma infinita.
18 de enero de 2010
18 de enero de 2010
27 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
¨Hola. Soy John Krasinski. Ustedes no me conocen salvo si digo que hago de Jim en la brillante adaptación americana de The Office, pero hoy vengo a comentarles mi primera película. Se basa en un libro de David Foster Wallace, señor que dicen era un titán de las letras pero al que desconocía hasta que me dieron un recopilatorio de textos suyo con motivo de su deceso. El caso es que no entendía nada, no había más que notas al pie de página, lo que un amigo llama metalenguaje y construcciones de sentencias en las que me perdía a las 3 palabras. No obstante, como los derechos estaban a precio de saldo, la ocasión pintaba bien para darme autobombo, rellenar curriculum y algunos pasajes estaban ya hechos en forma dialogada, pues me dije ¨coño, John, hazte un cine indie, ¿no?, que está a huevo y esto en Sundance cuela¨. Algunos colegas más listos me tildaron de ¨chupi¨ por lo anterior y de moñas por no tener los cojonazos y el intelecto de adaptar La Persona Deprimida, pero les elimine del Facebook y si les veo hago como que no soy yo. Lo de las llamadas de la viuda de Wallace y las cosas que me dice es algo distinto. Ahora, que si lee estas líneas, me gustaría rogarle deje de depositar bolsas con excrementos en la puerta de mi casa.
Decía que adapté varias entrevistas, y es cierto, solo que vinculando a los entrevistados con la entrevistadora a niveles que van mas allá de la mera causalidad de un cuestionario. Por supuesto, el que me dijeron era el mejor pasaje lo reservé para mí, y muy orgulloso que estoy, pues se me humedecen los ojos y gracias a la magia del cine el espectador no sabe que estuve oliendo lejía. Llamé a varios amigos con más renombre que yo, como Timothy Hutton, que está algo ajado ya, el hijo del Minghella, que también cría malvas con Wallace, Lou Taylor Pucci, que robó en el catering, y el cantante de un par de grupos pop de radio universitaria, Ben Gibbard, que tiene una esposa harto percutible, Zooey Deschanel o algo así. A Ben le dijeron que pusiera caras mustias y chuchurrías, para que pareciese el alter ego fílmico de David Foster Wallace y poder metersela doblada a los fans, pero creo que va a cantar un poco.
Decía que adapté varias entrevistas, y es cierto, solo que vinculando a los entrevistados con la entrevistadora a niveles que van mas allá de la mera causalidad de un cuestionario. Por supuesto, el que me dijeron era el mejor pasaje lo reservé para mí, y muy orgulloso que estoy, pues se me humedecen los ojos y gracias a la magia del cine el espectador no sabe que estuve oliendo lejía. Llamé a varios amigos con más renombre que yo, como Timothy Hutton, que está algo ajado ya, el hijo del Minghella, que también cría malvas con Wallace, Lou Taylor Pucci, que robó en el catering, y el cantante de un par de grupos pop de radio universitaria, Ben Gibbard, que tiene una esposa harto percutible, Zooey Deschanel o algo así. A Ben le dijeron que pusiera caras mustias y chuchurrías, para que pareciese el alter ego fílmico de David Foster Wallace y poder metersela doblada a los fans, pero creo que va a cantar un poco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al narrar he mezclado muchas fórmulas copiadas de pelis que ví en la tele por cable, pero no se cómo quedará, porque en los pases de prensa y el circuito de festivales la gente se iba o se quedaba traspuesta. Hice caso a los guionistas de la serie que protagonizo, y he metido introducciones del narrador en la narración, segundas perspectivas, fragmentaciones e incluso rupturas del 4º muro, que es como dicen que se llaman las cosas que filmó mi equipo con el pertinente montaje posterior, pero vamos, que no sé si llegará a ser la equivalencia visual de las cosas que me decía la viuda de Wallace hacia este con el lenguaje escrito. Ni idea. También he puesto una canción de los Beach Boys, que le gustan a mi novia. Un benchi, cariño.¨
16 de mayo de 2013
16 de mayo de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es bastante fiel al libro de Foster Wallace. Es interesante cómo los personajes de la película consiguen el mismo efecto que aquellos que aparecen en la escritura de Wallace: la repulsión.
El director ha sabido unir las diferentes entrevistas a través de la estudiante (En el libro no se conoce quién es la persona que pregunta) que analiza los diferentes sujetos repulsivos. Y de esa manera, hace que la película pueda tener un fácil seguimiento.
La película la considero interesante, pero os recomiendo la lectura de algunas entrevistas del libro, son verdaderamente interesantes.
El director ha sabido unir las diferentes entrevistas a través de la estudiante (En el libro no se conoce quién es la persona que pregunta) que analiza los diferentes sujetos repulsivos. Y de esa manera, hace que la película pueda tener un fácil seguimiento.
La película la considero interesante, pero os recomiendo la lectura de algunas entrevistas del libro, son verdaderamente interesantes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si hacemos una observación comparativa de la película y del libro, podría afirmar que faltan algunos 'entrevistados', como por ejemplo, el hombre que maltrata a su mujer, que siendo breve el relato en el libro, nos dejaba bastantes 'perlas'.
10 de enero de 2010
10 de enero de 2010
5 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La premisa fundamental de la película es buscar respuestas racionales a determinados comportamientos emocionales en relaciones de amor.
El director lo hace desde un punto de vista femenino, a través de entrevistas a diferentes tipos de hombres, las cuales forman parte de un estudio sociológico.
El ritmo es lento en ocasiones y demasiado rápido en tramos cargados de información, que no da tiempo a procesar, para al final no llegar a ninguna conclusión, tengo la impresión de que los personajes no se creen lo que cuentan.
Yo no comprendo lo que me quieren contar, lo mejor que puedo decir de esta película es que al menos es corta.
En cuanto al estilo cinematográfico, recuerda a un ejercicio impuesto en cualquier "escuela de cine" es frío y sobrio.
Pelicula intimista para los que estén interesados en racionalizar una característica humana, que en mi opinión y me alegro de ello, no puede racionalizarse...
en amor uno más uno no siempre son dos, ni falta que hace.
El director lo hace desde un punto de vista femenino, a través de entrevistas a diferentes tipos de hombres, las cuales forman parte de un estudio sociológico.
El ritmo es lento en ocasiones y demasiado rápido en tramos cargados de información, que no da tiempo a procesar, para al final no llegar a ninguna conclusión, tengo la impresión de que los personajes no se creen lo que cuentan.
Yo no comprendo lo que me quieren contar, lo mejor que puedo decir de esta película es que al menos es corta.
En cuanto al estilo cinematográfico, recuerda a un ejercicio impuesto en cualquier "escuela de cine" es frío y sobrio.
Pelicula intimista para los que estén interesados en racionalizar una característica humana, que en mi opinión y me alegro de ello, no puede racionalizarse...
en amor uno más uno no siempre son dos, ni falta que hace.
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