Yakuza Deka 2: El asesino

Revivir mitos. Sonny Chiba puede que estuviera y permaneciera en el olvido si no llega a ser por un puñado de friquis con líder y nombre propio: Quentin Tarantino. Durante los 70 en el calor de la batalla cinéfila-japonesa aparecieron numerosas cintas de acción y locura al fragor de la batalla. Jiro Chiba, Osman Yusef o Giant Baba eran nombres propios de la época que se veían envueltos en dosis de acción a borbotones con poderosa banda sonora y puntiagudos puntos de humor para amenizar.

¿¡Pero no estaba muerto!? Ishgiguro no estaba ‘sheguro’… La canción de los títulos de crédito inolvidable, como el sombrero negro de Sony Shiba. Entre lo hortera y el encanto del cultismo “Yakuza Deka 2” tiene una estructura parecida a la de la primera parte. No se sabe si es un remake de “Yakuza Deka” o una nueva interpretación aunque a los occidentales siempre nos ponen como seres repletos de vicio y cuerpo de perversión. Mención especial para los encuentros ‘secretos’ del protagonista.

Recursos manidos de nuevo como que el amigo se sacrifica por el protagonista siguiendo la estela del paradigma clásico y finalmente la chica también… Queda, por lo tanto, la soledad como método de supervivencia y volver a la vida.